Capítulo 10 - ¿Qué seremos?

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Unas tibias manos sorprendieron a Jungkook por la cintura, haciéndolo girar lentamente, quedándose esos cuatro ojos mirándose fijamente. Un extraño impulso se apoderó de él al darse la vuelta, haciendo que llevara sus labios hacia los labios rosáceos entreabiertos de su compañero, que parecían estar invitando a pasar.

El roce de sus labios le provocaban besarlo toda la noche, era suave, acompañado de las caricias de su respiración que salió de golpe después de haberla aguantado por varios segundos. Sus manos que estaban abajo subieron hasta el rostro de Tae, sosteniéndolo fuertemente de las mejillas, cuando entreabrió sus ojos y se encontró con los de su compañero sintió como le cayó el veinte de lo que estaba haciendo. Se separó de golpe.

¿Qué estaba sucediendo? Eso estaba mal, la incertidumbre de pensar que podía perder la amistad de él por ese acto lo estaba matando. Segundos después sintió que sus labios estaban siendo tomados nuevamente, lo miró sorprendido de que éste no estuviera molesto e incluso lo estuviera besando otra vez.

— Bésame... — Susurró Taehyung.

— ¿Tae estás seguro? — Los labios ajenos le mostraron su respuesta, colocándose de nuevo sobre los suyos.

Las preguntas estaban demás... Sus cuerpos dando tropezones, sin separarse, fueron hasta el sofá dejándose caer rendidos por las emociones. Aquello que había comenzado como ligeros e inocentes roces de labios ahora le habían dado pase abierto a dos lenguas que exploraban la cavidad bucal de la otra. Se separaban segundos para respirar para nuevamente enredarse como coralillo.

Cuatro manos se movía agitadamente inspeccionando el cuerpo del otro, la camiseta de Jungkook caía al suelo luego de que las manos de Tae la desprendiera del cuerpo que había estado cubriendo.

Una lengua perdida por el cuello de Kook le sacaba suspiros siempre que mordía esa pequeña carne que se encontraba en la zona pegada a la oreja. Ambos estaban realmente excitados, disfrutando el momento y embaucados por la situación.

Los pezones de Tae estaban endurecidos por los juegos de dedos y lengua que su compañero les estaba ofreciendo. Su cabeza se encontraba recostada en el brazo de aquel majestuoso sofá, su cuerpo brilla bajo la luz tenue de aquella araña que estaba en el techo, sumido en las sensaciones que lo invadían.

Sintió morirse cuando aquellas mano que no le pertenecían le tocaban su entrepierna, mordía su labio inferior con fuerza mientras que con su brazo izquierdo cubría su cara. A pesar de que aquello le gustaba no podía mirar a quién le está ofreciendo semejante placer, tampoco quería que lo vieran en esa situación, estaba avergonzado, aún así, no frenó su compañero y se dejó hacer.

El cuerpo de Tae era terso y suave, se desintegraba bajo el constante toque de Jungkook y eso a este le encantaba. Tae siempre le había parecido atractivo pero se negaba a mirarlo como hombre por todo lo vivido entre ellos aún así, ese delincuente se había robado su sueño en varias ocasiones, sueños de todo tipo y aquella vez que conversaron sobre sus sentimientos por Kai en la noche, cuando Tae se quedó dormido en sus brazos, deseó besarlo después de sus tiernas palabras pero deshechó totalmente ese pensamiento. Sin embargo hoy al sentirlo abrazado a él, sentir su tibia temperatura, respiración, al ver sus ojos mirándolo profundamente en ese lugar, no pudo contenerse más.

Kook besó el torso de Tae viendo las reacciones tan sensuales y peculiares que tenía y como aquello le encantaba. Solamente había tenido relaciones sexuales con su ex y éste no era muy expresivo en la cama aunque lo conociera bien, en cambio con Tae era justo lo contrario, era sumamente erótico y expresivo.

Recorrió con su lengua todo su cuerpo deteniéndose más en la pelvis y sus tetillas, Taehyung gemía más alto siempre que su lengua bordeaba sus aureolas, por eso adoraba regresar una y otra vez a esa zona, jugueteando con ambos miembros con su mano derecha hasta que sintió el cuerpo de Tae tensarse y se detuvo.

Lo besaba apasionadamente, sentados, abrazándose y tocándose como si se tratara de sus propios cuerpos por primera vez. Se colocó encima de sus rodillas, en el suelo frente al sofá, situando bien a Tae, abriendo sus piernas con suaves besos comenzando desde el empeine, subiendo por sus pantorrillas hasta llegar a sus partes íntimas, sosteniendo la parte más sobresaliente con su mano, rodeándola con besos, palpando con su lengua todo su grosor. En todo el tiempo que se conocían jamás lo había visto totalmente desnudo y se preguntó e imaginó varias veces como sería pero no le había atinado nada.

Suavemente la fue introduciendo en su boca, moviendo su lengua sin cesar. Una vez que la introdujo hasta el fondo de su garganta, el cuerpo de Tae soltó un fuerte espasmo, llevando su mano hasta la cabeza de Kook, presionándola instintivamente y sin contemplaciones hacia si. Ya se encontraba tenso y a punto de liberarse cuando Kook se percató y se desprendió de su miembro. Los ojos de Tae lo interrogaron, pero solamente dio una sonrisa como respuesta.

— ¿Prefieres ser activo o pasivo? — Fue la pregunta que realizó el dueño de aquel Penthouse.

— No lo sé. — Se incorporaba Tae.

— ¿Cómo que no lo sabes? — Los ojos de Kook se abrían incrédulos frente a esa frase. – Quizás no me entendiste, lo que te quise decir es que,  ¿si prefieres introducirla o que te la introduzcan? — Rectificó.

— Sé lo que quisiste decir no soy bobo, — el rostro de Tae se había puesto rojo de la vergüenza. — Es que nunca lo he hecho.

— ¿Cómo que no? ¿Y con Kai? — Se dejó caer completamente en el piso, dándole un descanso a sus rodillas, observándolo curioso sin entender nada. Kai era casi un adicto al sexo cuando se veían, no era posible que por todo un año no hiciera nada con él.

— Bueno, él y yo nunca llegamos a tanto. — Contestó —  En ese año las cosas no llegaron a ese extremo no pasamos de tocarnos el uno al otro y realizar juegos previos. A eso hay que añadirle que tampoco nos veíamos seguido. Con mis relaciones anteriores tampoco, ni siquiera duramos como para llegar a eso. Creo que por eso siempre me dejaron.

— Hey, no digas eso, si alguien está contigo solamente por eso y no ve todas las otras maravillosas cualidades que posees, entonces esa persona no es digna de ti.

— Sí claro, dices eso porque casi acabas de tener sexo conmigo.

—  Créeme que no es así, estoy contigo porque me gustas y valoro muchas cosas. No quería tener sexo y satisfacer mis deseos solamente.

— Está bien te creeré. Pero bueno... Volviendo a tu pregunta, por esa razón no sé aún que prefiero. — Comentaba Tae.

— Yo puedo dejarte explorar para que sepas qué prefieres. Por mi parte no hay problema, yo soy versátil. – Los ojos del otro lo miraban intrigado. – Yo no tengo prisa, tómate el tiempo que necesites, quizás fuimos muy rápido sin siquiera estar en una relación.

— ¿Tú quieres estar en una relación conmigo como para darme tiempo y esperar? — Estaba sorprendido, pero aquella idea le gustaba. Jungkook era la persona ideal para una relación y ayudaba que estarían siempre juntos a pesar del trabajo. Siempre pensó que si tenía una relación le gustaría tener a alguien como él.

— No es eso, a ver te explico... – Al decir esto su compañero se levantó de golpe.

— Me acabas de decir que no estás conmigo solo por sexo, que si alguien está conmigo solo por eso y no podía ver mis cualidades no era digna de mí, que tú no estabas haciendo esto por sexo que me esperarías pero... ¿Ahora me dices que no puedes tener una relación conmigo?

— ¡Oye, espera! ¡Cálmate! Ni siquiera me has dejado terminar de hablar. – Tae se estaba vistiendo deprisa cuando Kook tiró de él y lo sentó en el sofá, abrazándolo fuertemente por la espalda, poniendo su cara encima de esta. Lo sujetaba con fuerza haciendo que se calmara.

— ¡Suéltame! — Expresó firmemente Tae.

No sabía, no sabía de dónde había venido. Si había sido el invierno, la oscuridad o tal vez la lluvia, no supo cuando o de adonde vino. Tampoco había sido por el silencio que los rodeaba. No sabía qué decir, sus labios no pudieron darle un nombre a lo que estaba sintiendo. Sus ojos estaban aguados y algo se había despertado en su alma. Y así, sintió como su corazón revoloteaba en el aire de esa habitación. No sabía si estaba molesto, decepcionado o dolido, si le gustaba su compañero más de lo que él mismo había imaginado pero esas palabras fueron como dagas clavadas en él. Era un iluso que siempre se entregaba primero y dejaba llevar, saliendo siempre lastimado. No aprendía la lección.

— No te dije que no quería una relación contigo, simplemente pensé que era mejor tomarnos todo con calma. Es repentino todo esto, no quisiera que por apresurarnos y forzar las cosas estropeemos todos, tú eres muy importante para mí y nuestra amistad ha significado mucho para mí por lo que no quiero perder todo esto, no puedo ni quiero perder nada de esto. A veces, vale más un buen amigo que un mal amor.

Jungkook hablaba de forma calmada al oído de Tae, su respiración lo inquietaba pero el aroma que emanaba no le permitía apartar la nariz de su cuello, acariciando al mismo con el tibio aire que expulsaba al hablar.

— Una vez que demos ese paso nada será igual aunque queramos. Una vez que seas mío, serás solo mío, entiéndeme por favor. – Lo apretó más fuerte entre sus brazos – Quiero estar a tu lado ya sea como amigo, como pareja u otra cosa. Aún así, no me interesa solo poseerte en las noches, tampoco el sexo esporádico, quiero estar contigo pero los dos debemos tomarlo con calma, no quiero que sufras tú, tampoco sufrir yo. — Besó su espalda, haciendo que Tae se enderezara.

— Pienso que estaré bien mientras estés conmigo. Me gustas y me siento de maravilla tu lado – Susurraba sin voltearse.

— Me sucede igual...

— Entonces no seremos solo amigos que cogen, no seremos simples amigos pero... Tampoco pareja. ¿Qué demonios seremos?

— Seremos todo lo que tú y yo estemos dispuesto a ser, no tenemos que ponerle una etiqueta a nuestra relación. – Decía pasando su nariz por la nuca de Tae.

— Esto es raro, pero tienes razón, iremos despacio, aún así que quede claro que hasta que decidamos que somos o seremos no tienes permitido tener sexo con nadie. – Aquello produjo una carcajada proveniente de Jungkook.

— ¿No me digas que eres un Namjoon segunda parte? — Reía como tonto.

— No me parece gracioso y no soy celoso, solamente quiero que nos centremos para no perder tiempo y no salir lastimados. — Su semblante era serio — Si decidimos ser amigos pues quedas libre para estar con quien quieras, antes no, como bien dijimos tenemos algo aunque no hayamos esclarecido qué exactamente.

Quizás este haya sido un capítulo corto para muchos aún así espero que haya sido de su agrado. Pronto estaré publicando el capítulo 11...

¿Qué opinan de la historia hasta este punto?

No escatimen en preguntarme lo que deseen o escribirme si lo desean, ya sea por aquí o en otras redes. Siempre me encontrarán como Miris Roro - @MirisRoro

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