Decia POV

Habíamos estado de un Lado para otro sofocando ataques de ciborgs renegados, tuvimos que trabajar duro con nuestra psique ya que muchos de ellos habían sido humanos hasta que por alguna condición se les implantaron prótesis u órganos cibernéticos, algunos al extremo de ya no parecer humanos. He tenido que trabajar mucho mi mente para recordarme que ellos han dejado de ser humanos y dispararles.

-¿BLACK! -Me gritó mi oficial.

-¿Qué sucede? -Pregunté ya que me había perdido en mis pensamientos morales.

-Que te pongas el paracaídas en unos minutos llegaremos al área donde se ubican los rebeldes -Me ordenó y comencé a ponerme el paracaídas.

-Como soldado debes concentrarte, la zona está habitada por hostiles -Me recordó mi oficial.

-SI SEÑORA ¡ -Grité, para luego salir volando.

Al llegara la pueblo me quedo inmóvil en el centro del pueblo veo mujeres, niños y ancianos reunidos por mi capitán, ella está interrogando a los prisioneros, analizando el entorno, me doy cuenta de que no son capaces de disparar. No son los soldados que he visto en las imágenes.

-No tenemos armas, solo somos granjeros -Dice una mujer muy entrada en años.

-No te creo, los hombres que buscamos alguno de ellos podría ser tu hijo -Insiste mi comandante.

-Mis hijos me abandonaron aquí para no cuidarme ellos no son como yo -A la mujer le resbalan lágrimas por sus mejillas.

-¿Dónde están? -Insiste mi oficial.

-Ya le ha dicho; aquí solo vivimos nosotros. Pescamos y cultivamos nuestra comida. No nos interesa el exterior -Inquiere una mujer que tiene sus extremidades mecánicas.

-Cállate no estoy hablando contigo -Ordena mi oficial.

-Soy una mujer libre, ustedes nos abandonaron por miedo, ahora nos culpan por no sé... -Un estruendo se escucha en el lugar, la joven mujer que estaba hablando cae al suelo muerta; mi oficial le ha disparado.

-Señora, ella no era un peligro, no estaba armada. Esto es homicidio -Intervine.

-¿Estas juzgando una orden? -Preguntó.

-No se ñora. Nos pidieron buscar ciborgs rebeldes, estos son personas desarmadas, ancianos, mujeres y niños. No se han encontrado armas. No son un peligro, mire a su alrededor viven en chozas de paja -Ella se rio de mí.

-Ellos ya no son humanos, recibí la orden de aniquilarlos así que aniquílenlos -Mi cuerpo reacciono para protegerlos, no obstante, un fuerte golpe en mi cabeza me detuvo. Perdí la conciencia.

No sé cuanto tiempo estuve inconsciente, al despertar estaba en una celda con grilletes.

-Al fin despiertas. Siempre supe que eras una decepción. Debí haberte dado en adopción cuando me enteré de que tu madre no podría darme más hijos -Para que mierda lo han llamado.

-¿Entonces por que estás aquí? Si para mi igual que tu no significas nada. Yo no soy tu hija, me enlisté como huérfana. Puedes largarte y olvidarme yo lo había hecho -Realmente quiero que se largue y me deje.

El hombre que me dio la vida se larga dejándome sola, me dejaron por horas encerrada en esa celda, sin agua, sin comida, en algún momento perdí el conocimiento por inanición; dejé de luchar ya me daba igual, la razón de luchar se había ido a la mierda cuando mi oficial mayor mató a personas inocentes, no vi maldad en sus ojos y en la cara de los niños vi terror, esas imágenes se quedarán gravadas en mi memoria.

-Decia, Decia despierta por favor -Esa voz la conozco, es la de Cloud.

-Déjame morir en paz -Le dije.

-No seas estúpida, tienes que recuperarte vamos a una misión y me han dado la tarea de cuidarte para que te recuperes. Iremos en busca del doctor Bardo Hill -Me explicaba mi compañera de escuadrón.

-No iré con esa perra prefiero la muerte -Ella me miró con reproche.

-No seas necia, si atrapamos a Hill, limpiaras tu nombre -La verdad no me interesa limpiar nada, lo haré luego me daré de baja.

Llegamos a una de las instalaciones que estaban escondidas en lo profundo de la selva entre lo que era Tailandia y Camboya, estaba bajo tierra, según los contactos, personas jóvenes habían desaparecido sin dejar rastro, la única pista que había era que habían viajado a esa zona y nunca volvieron.

Caminamos por unas antiguas ruinas de civilizaciones antiguas, todo parecía normal hasta que vimos algo fuera de lugar, un panel electrónico, nos camuflamos, alguien saldría de algún lugar o llegaría, también era bueno porque no nos esperaban, esperamos por horas hasta que apareció un vehículo, del cual, bajo un hombre, pulso un código en el panel y una rampa salió del suelo , cuando los hombre pretendían ingresar los atrapamos y los hacemos guiarnos.

Al llegar a las instalaciones se arma un caos, nunca había visto un ciborg, me sorprendí al ver uno, medía más de dos metros, placas metálicas se notaban en diferentes partes de su cráneo, uno de sus brazos es mecánico, estaba hipnotizada por su tamaño.

-¡Muévete! -Escuché una voz tras de mí. Caminé por las diferentes habitaciones, hasta que encontré unas celdas, en ellas había varios cuerpos, revisé cada una de las diez celdas, lo que encontré me helo la sangre, si Hill había estado aquí, antes de irse eliminó sus objetos de prueba para que no hablaran. ¡Maldito hijo de puta!

-Señor, los objetos de prueba...ninguno ha logrado sobrevivir -Le informe al general que nos acompañaba.

-Era de esperar. Si Hill estuvo aquí se aseguro de deshacerse de cualquier cosa que lo incriminara más -Asevero lo obvio.

֎֎֎

Durante los siguientes meses íbamos misión tras misión tratando de encontrar a Hill, en diferentes partes del planeta, siempre dos pasos delante de nosotros; más que nunca el gobierno los quería atrapar, sabíamos que empresas apoyaban a BIOGEN-TEC, incluso miembros del senado lo hacían de manera clandestina, solo que se cuidaban demasiado para no ser identificados.

-Señor, no encontramos registros de lo que hacían en estas instalaciones, los servidores están fritos -Informaba el técnico informático del grupo.

Nuestra siguiente misión nos llevaría a Nueva Zelanda, habíamos recibido informes de que unos no humanos habían estado asaltando pueblos costeros de esa zona y otras islas en la periferia. Se suponía que lo más seguro eran ciborgs. Llegamos como un grupo de turistas visitamos varias zonas, según los informes recibidos hombres con estaturas fuera de lo normal, y apariencia no humana, atacaban algunas zonas donde la seguridad policial es nula.

-Señor hemos recibido el informe de un avistamiento de posibles hostiles en un pueblo a unos kilómetros de aquí. ¿Quiere que ejecutemos la operación? -El hombre corpulento a mi lado me hacía ver pequeña con su tamaño.

-Si, preparémonos -Ordenó el general Hutt.

Nos pusimos el equipo y cargamos nuestras armas. Como siempre me ubicaron en el primer equipo, el de avanzada. A un kilómetro del pueblo en cuestión todos bajamos de los autos.

Mi escuadrón seguiría a la vanguardia, el sigilo es primordial. Al llegar al filo del poblado, todo es extraño, el pueblo no esta bajo ataque todo esta calmado y tranquilo, los niños juegan en la plazoleta. A mi lado esta Cloud, esperábamos recibir la señal de continuar y así fue continuábamos con la incursión hasta que llegamos al campo de pelota donde los niños jugaban, de pronto ellos dejaron de hacerlo y salieron corriendo, miré a mi alrededor y solo vi a mis compañeros; de pronto fuimos atacados desde todos los ángulos, no había donde refugiarnos, mi amiga recibió una bala en su brazo, las balas eran especiales lograban atravesar nuestros uniformes blindados, luchamos y uno a uno fueron cayendo mis compañeros, de pronto de la nada salió un tercer grupo, sus uniformes son diferentes. Son ciborgs.

Alguien a mi espalda me atacó sin poder reaccionar hasta que perdí la conciencia.