Decia

A Decia Black una descendiente de las últimos nativos americanos, odiaba el ejercito como odiaba a su padre, al ser hija única y sobre todo mujer, la obligo a enlistarse en el ejército, ahí sería carne de cañón porque estaría en el principal escuadrón de infantería del ejército el K-ALFA5. Escuadrón conformado solo de mujeres.

-Vamos Black, demuestra la fuerza que hay en ti –

Le gritaba el oficial a cargo de los entrenamientos. Ya no era una cadete era una soldado que pronto iría a una misión. La misión sería atacar un pequeño campamento de Cyborgs renegados en una isla muy pequeña en el Pacífico, en el Mar Salomón.

-Vamos Black, serás carne de Cyborg –

Todos se rieron, aunque a Decia no le daba ninguna gracia.

Black siguió entrenando por horas, nunca se daba por vencida, su motivación el escuchar la palabras de desprecio de su padre.

<<Eres una decepción>>

<<Los dioses me han castigado dándome una hija>>

<<¿Qué habré hecho en otra vida que los dioses me lo han cobrado?>>

-Yo no pedí ser mujer. Tu eres el culpable. Los hombres determinan el sexo de sus hijos, no las mujeres y mucho menos las hijas- Decia lo decía entre dientes, solo para si misma. Esas palabras se habían vuelto un mantra para ella.

Esperaba morir pronto en batalla las mujeres en su escuadrón no duraban mucho, tal vez solo así su padre le brindara un poco de respeto.

Siguió entrenando después de seis horas su cuerpo comenzó a protestar, ella no le prestó atención y continuo hasta que en algún momento escuchó a su comandante diciéndole que era suficiente. Decia no obedeció, ella continuó entrenando quería ser la mejor, no por su padre, si no para ella misma.

Su comandante al ver que no se detenía la golpeo, no obstante, eso generó el efecto contrario en la soldado, fue como combustible, continuo su rutina ahora mas duro y rápido. Decia se encontraba haciendo abdominales lo que le permitió a su comandante de escuadrón propiciarle algunas patadas en las costillas a la soldado.

Decia durante su infancia había recibido golpes en esa área por parte de su padre, él le había fracturado varias costillas, las cuales habían sido sanadas con biomedicina cosa que había ayudado a que las mismas se hicieran como un escudo, así que las patadas de su jefa de escuadrón eran como caricias.

-¡MALDITA! ¡DETENTE! -Le gritaba mientras la pateaba.

-Estoy entrenando comandante -Le replicó Decia.

-He dado la orden de que pares -Le volvió a decir más calmada.

-Lo siento, pero debo entrenar -La jefe de escuadrón se fastidió y en un arranque de ira, por la falta de obediencia de su soldado le dio una patada en la cabeza a Decia, lo que le causó una contusión, solo así pudo la jefe de escuadrón Collins detener a la soldado Black.

******

-¿Estás bien? -Le preguntaba otra soldado a Decia.

-Si, lo estoy. Collins nunca me doblegaría, creo que eso fue lo que le molestó -Replico Decia.

-Creo que la oí decir que eres muy ambiciosa; por lo que creo teme que le quites el puesto -Sonrió su compañera de escuadrón, Cloud Grey, descendiente del jefe Chippewa, White Cloud. Era la única amiga que Decia había logrado hacer en sus tres años de servicio militar.

Y ahora se estaban preparando para su primera batalla. Contra restar los ataques de un grupo disidente de Ciborgs.

∞∞∞∞∞∞∞∞

Azai

El doctor Bardo Hill, era el médico en jefe de la sección de biotecnología, de Biogen-Tec. El gobierno mundial le había encargado crear partes biomecánicas para personas que por alguna condición habían perdido extremidades u órganos, sin embargo, Hill había ido mas haya, había logrado la sinapsis entre orgánico y artificial, desde el vientre materno había logrado que los fetos asimilaran microchips, los cuales iban fusionándose con parte de los cuerpos.

Está de más decir que estos experimentos no estaba abalados por el gobierno, solo unos pocos miembros del laboratorio lo sabía y unos cuantos empresarios propietarios de empresas fabricantes de armas, quienes al final eran los que subvencionaban esta parte del proyecto Cyborg. La finalidad era crear un arma perfecta, armas letales con apariencia humana, las cuales podrían ser dirigidas con una obediencia indiscutible, fríos, calculadores y sin la más mínima empatía por sus víctimas.

Con los años fueron criando en celdas a una serie de prototipos de soldados capases de realizar trabajos sin discutir. Mientras el gobierno veía a las personas a las cuales se les había realizado implantes biomecánicos, estas personas que habían traspasado la línea de la muerte al sobrevivir con partes mecánicas, ya no eran vistas de la misma manera, siendo apartadas por sus propias familias. Estas personas fueron relegadas de la sociedad, debiendo buscar zonas apartadas para vivir. Crearon una comunidad aparte, no tenían derechos y no eran vistos ya como humanos, pese a que tenían todas las funciones básica de cualquier humano normal, solo que la capacidad de concebir se les había anulado.

Algo que las autoridades habían pasado por alto y que los nuevos humanos habían mantenido en lo secreto era que su capacidad mental o sea su inteligencia había incrementado exponencialmente ya que su parte máquina era capaz de asimilar la información más rápido que el humano común.

Como nadie los visitaba, ni les prestaba la atención debida, lograron desarrollar un pueblo oculto en una de las islas más alejada, ahí formaron una sociedad autosuficiente. No tenían mayor intención que existir. Para ellos ser ignorados era el mejor regalo de parte del gobierno.

*******

Por otro lado, y en el marco de la ilegalidad y con auspicio de empresarios ambiciosos, Hill creo escuadrones de Cyborgs para ser usados como armas. Todos ocultos en subterráneos para que no estuvieran a la vista del gobierno, Hill y su equipo ya no estaba utilizando la tecnología simbiótica con humanos, había comenzado a experimentar con algunos de las pocas especies animales que existían, tigres, leones, osos, elefantes y gorilas. Esos eran las especies que habían logrado que sus células hicieran sinapsis con los chips y también habían logrado cruzar a seres humanos con esas especies animales, creando así híbridos ciborgs. El único problema que tenían estos seres creados a la medida era que eran incapaces de reproducirse.

Años llevaba los laboratorios de Biogen-Tec tratando de que tanto Cyborgs como híbridos Cyborgs se reprodujeran, eso abarataría los costos de operación; palabras de Hill cuando empezó a tratar de reproducir naturalmente a ambas especies de Cyborgs.

A veinte años del inicio del proyecto los laboratorios Biogen-Tec, ya había vendido a diferentes empresas prototipos de Cyborgs, según ellos para seguridad, pero la verdad era otra; muchos de los empresarios de algunas ciudades quería y deseaban que todo fuera como hace mucho tiempo donde existían países con gobiernos independientes y no un gobierno global; ellos querían regresar a esos tiempos.

Algunas de esas empresas habían comenzado a promover y patrocinar proto rebeliones en diferentes partes del planeta, zonas olvidadas por el gobierno. Los ataques que realizaban los Cyborgs eran a los edificios del gobierno.

En uno de esos ataques el gobierno ya estaba preparado y lograron detener la revuelta, dentro del grupo de disidentes había un representante o soldado de una de esas empresas separatistas, el cual es un humano normal los Cyborgs habían logrado escapar, estos tenían implantada esa orden en sus chips. El gobierno mundial no debería saber de su existencia, no aún.

El gobierno aprisiono a los separatistas atrapados, estos no estaban muy informados de quienes eran algunos de sus compañeros, lo que escuchaban de ellos era prácticamente rumores, no afirmaciones de los hechos reales. Lo que sí había descubierto el gobierno era, que algunas empresas multinacionales y muy grandes, es decir bien posicionadas quería la segregación mundial y la implantación nuevamente de gobiernos independientes. Por lo que el gobierno decidió tomar medidas drásticas para desmantelar esas empresas.

Meses le llevo al gobierno mundial, obtener una mayoría apabullante para aplicar la iniciativa DISOLUCIÓN. La iniciativa se dio en paralelo en todas las empresas que colaboraban con Biogen-Tec. Para el gobierno fue una sorpresa descubrir que esas empresas también habían contribuido en esa empresa tecnológica, cuando ellos también lo habían hecho.

Después de ser desmanteladas, el gobierno tuvo accesos a diferentes registro, a pocos de ellos donde se ponía en evidencia la verdad de esos laboratorios habían jugado a ser dios creando diferente tipos de vida, las cuales estaban usando en su contra.

Por otro lado, los Cyborgs, habían logrado inhibir sus chips de obediencia y a los que no lo había logrado, les había ayudado a extraérselos o fundido. Muchos estaban todavía acinados en sus celdas, había exigido a Hill y a su personal que les dejaran en libertad y como era de esperar en personas ambiciosas de poder estos se habían negado. Lo que había ocasionado una revuelta generalizada. Hill teniendo algunos Cyborgs bajo su control les había ordenado torturar a sus hermanos, ya que muchos provenían de una sola mujer.

Mientras los laboratorios de Biogen-Tec, trataban de mantener a raya a sus creaciones, perdieron la vigilancia que mantenían en el gobierno; esto le permitió la iniciativa para desmantelar cada uno de sus laboratorios sin ser notados.

Las tropas gubernamentales fueron contundentes en cada uno de los laboratorios, aprisionando a cada médico, enfermera, ayudantes y personal administrativo de cada laboratorio. Sin embargo, el Dr. Bardo Hill y un grupo pequeño de sus colaboradores más cercanos y los Cyborgs controlados pudieron escapar. Cuando el ejercito llego a los laboratorios quedaron estupefactos con lo que encontraron, nunca habían imaginado con lo que se encontrarían.

Mientras el general Hutt le informaba directamente al presidente escucho una voz.

-Señor, general -El general se voltio y miro a un hombre muy alto más alto que el promedio, podría decirse que medía más de dos metros.

-Espere un momento señor presidente -Pidió Hutt a su interlocutor.

-¿Hablas? -Preguntó inquisitivamente.

-Si, desde que nacimos y tenemos la edad suficiente lo hacemos. Crecemos un poco más rápido que el humano promedio. Somos conscientes de nuestro entorno y aprendemos más rápido que cualquier ser humano. El doctor Hill nos ha vendido como armas. No queremos hacer lo que nos ha pedido, nos puso chips para manipularnos. Yo logré quitarme el mío -El Cyborg le mostro la cicatriz en su cabeza.

-¿Tienes nombre? -Preguntó el general.

-Hill, nos puso un número de serie, sin embargo, nos hemos puesto nombres. Yo soy Azai, mi compañero de celda se llama Ashur y en las otras celdas están, Zakai, Marfa y Marit. Sé que hay más celdas en otros niveles donde mantienen a mas como nosotros y a las mujeres las tienen en otra área -El general se quedó sorprendido de saber que había más como ellos y sobre todo que había mujeres como ellos.

-A todos los escuadrones, busquen pisos subterráneos. No disparen a lo que encuentren ahí, a no ser que sus vidas estén en riesgo -Ordenó el general por la radio, mientras que en un móvil se encontraba el presidente escuchando todo.

-Señor general. Hay otros como yo, pero, diferentes en apariencia. No les hagan daño, ellos han sido tratados con más crueldad -El general estudio sus facciones, tenían expresiones similares a las humanas.

-¿A que diferencias te refieres? ¿Para qué son las mujeres? -Preguntó con curiosidad el general.

-Hill tiene una mente muy retorcida. Las mujeres la primera fue un nacimiento fortuito. Cuando más de ellas nacieron, Hill y su equipo creyeron en la posibilidad de reproducirnos, no obstante, no ha podido lograrlo. Solo queremos ser libres. Hill destruyo a unos pocos de nosotros al negarse a hacer los que pedía. Solo queremos sobrevivir -El hombre lo miraba con acritud.

El general Hill, salió del área de celdas su equipo hurgaba en busca de información.

-Señor, parte de los archivos de las investigaciones fueron borrados o quemados. ¿Qué hacemos? -Pregunto uno de los soldados.

-Empaquen y resguarden todos los archivos referentes a las investigaciones que hacía Biogen -Tec. Hay que comparar lo que encontremos con lo que enviaban al presidente -El oficial experto en programación traslado toda la información que encontró en los servidores, al menos lo que pudo rescatar.

-Señor que hago los objetos de prueba. No son del todo humanos. ¿Qué hacemos con ellos? -Preguntó preocupado el general.

- Júntenlos a todos llévenlos a todos al área cincuenta y uno. Yo llegaré ahí. Encarga al que hablo contigo para que todo se haga de la mejor manera. Como lo oí hablar son inteligentes y están al tanto de su condición -Ordenó el presidente.

Así se hizo, nombraron a Azai como vocero de todos los Cyborgs, de los otros laboratorios, salieron los otros representantes.

Bardo Hill había escapado y tenían que atraparlo o seguiría realizando sus experimentos. Después de analizada la poca información que obtuvieron de los laboratorios el gobierno tomo dos decisiones, una era atrapar a cualquier costo a Hill y sus colaboradores y tomar una decisión con respecto a que hacer con los Cyborgs.

Otra cosa que no contempló el gobierno era la reacción de la población común ante esto seres creados en un laboratorio.