Es el año 2100; hace cincuenta años la humanidad sufrió una catástrofe mundial, el no ver las señales que la tierra le brindaba a la humanidad, en forma de cambio climático y desastres naturales, habían ocasionado una baja en la población obrera.

Los científicos estaban buscando opciones en crear mano de obra barata, obediente y desechable. Así que una compañía comenzó a experimentar con inteligencia artificial, funcionó, sí; no obstante, sus baterías necesitaban ser recargadas, siendo un problema cuando trabajaban en lugares donde no llegaba la luz solar.

Entonces apareció el doctor Bardo Hill, quien había estado haciendo experimentos con células humanas y microchips. El doctor Hill había logrado que las células humanas formarán una sinapsis con nano chips, creando así vida artificial. Seres mitad humanos, mitad máquinas. El gobierno de la tierra patrocino el proyecto BIOGEN-TEC teniendo como director a Bardo.

Con el paso de los años se fueron creando versiones diferentes de Cyborg, según las necesidades del gobierno, los había fuertes y grandes que serían los encargados de hacer trabajos pesados, estaban las féminas que tendían trabajos en el campo estaban los de apariencia animal, estos serían soldados.

Con el pasar del tiempo los cyborgs evolucionaron, comenzaron a tener conciencia de su entorno y de lo que podrían realizar. Comenzaron a exigir derechos, eran capaces de demostrar que tenían sentimientos, situaciones que no fue del agrado de BIOGEN-TEC. El gobierno decidió darles la posibilidad de adaptarse y vivir en comunidad.

El doctor Hill tomo una decisión cuando el gobierno le exigió abandonar la fabricación de más cyborg, por lo que comenzó a intervenir en la consciencia de algunos especímenes de prueba, haciéndolos violentos y atacando poblaciones humanas.

Al verse inculpados los cyborgs huyeron y se escondieron mientras lograban escapar de la casería que había comenzado la humanidad en su contra.