Capítulo 7

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Capítulo 7

Decia POV

Azai, el Ciborg que se cree mi dueño se fue en una misión, dejándome a cargo de Marfa una que él dice es su hermana, ya que comparte ADN. Caminamos a través del pueblo que ha prosperado más que cualquier ciudad humana, el ser parte máquina les ha permitido alcanzar niveles de inteligencia superior al del humano promedio, así que la isla es auto suficiente.

-Es admirable como se han vuelto autosuficientes -Comento tal vez para mí misma.

-¿Dudas de nuestras capacidades? -Marfa me pregunta un poco molesta.

-No, lo siento. No dudo de su autosuficiencia. El comentario lo hice más que todo para mi misma. El gobierno y Bardo Hill nos han hecho creer en estupideces -Suspiro derrotada, no hay manera que vea algo fuera de lugar en el recorrido, no hay bullicio, no gritos de personas, ni ladrones. Todos en sus asuntos.

-Me dijeron que eras soldado -Comenta Marfa.

-Si lo fui. Me enliste para llevarle la contraria a mi padre. Nunca me amo, solo por ser mujer. Cuando le informé que me enlistaría de burlo de mí y cuando empecé, hizo de mi vida un infierno -Me rio sin ganas.

Llegamos a lo que parece una arena, esas del tiempo de los griegos y romanos, con la diferencia que aquí hay duchas y vestidores. Nos cambiamos rápidamente

-Solo es combate cuerpo a cuerpo -Asiento a su propuestas.

Inicio con un fuerte calentamiento, al parecer Marfa no lo necesita, ya que no los hace. Media hora después estoy lista.

-¡Atácame! -Me ordena.

En el ejército nos enseñan diferentes tipos de lucha, karate, boxeo, kung fu y otros. Damos vueltas estudiándonos, no quiero ser la primera en atacar, quiero ver como empieza su ataque.

Marfa me ataca con una patada la cual esquivo con un salto y patada; la golpeo en el hombro, con la finalidad de tumbarla, no obstante, solo logro hacerla tambalear. La perra me sonríe yo le devuelvo la sonrisa, este jugo lo podemos jugar las dos.

Nos golpeamos mutuamente, sin hacernos daño, la idea en mantenernos activas. Con el tiempo esto se vuelve aburrido ella se esta conteniendo y no me gusta.

-No te contengas. No soy tan débil como crees -Ella deja de moverse.

-Si te lastimo Azai me golpeará y no imaginas cuanto -Niego.

-Marfa es mi problema. Azai yo no somos nada. Me salvó, sí. Más haya de eso no lo creo -Ella cierra los puños.

-Bien, tú lo quieres; atente a las consecuencias -Tomo mi posición de ataque.

La Cyborg se lanza contra mí, esquivo su golpe y logro conectar un golpe en las costillas haciéndola caer al suelo. No tarda mucho en levantarse, sus ojos vidriosos por la ira. Se lanza contra mí, me abraza por la cintura lanzándome contra el suelo. Es muy rápida, puedo con ello, tomo mi posición de descanso, trato de concentrarme en sus movimientos, con el tiempo descubro que tiene un patrón de movimiento.

Cuando ya he calculado sus pasos me levanto lo más rápido que puedo y no me contengo, la golpeo en la espalda derribándola, ella trata de ponerse de pie, pero difícil por el golpe. La vuelvo a golpear en las costillas, hasta que la veo rendirse. Le doy la mano para que se levante.

-Eres increíble -Me dice con la respiración entrecortada.

-Viniendo de ti es un ... -Mis palabras quedan en el aire cuando soy lanzada por los aires.

Aturdida por el golpe solo veo una moles lanzarse sobre mí, me levanta y me golpea repetidas veces.

-¡Yanai! Detente, estábamos entren... -Ya no escucho nada más los golpes son insoportables, como si auto me golpeara; pierdo la consciencia. 


El pitido de una máquina me lástima los oídos, trato de moverme, más es imposible, intento hablar, sin embargo, un tuvo me lo impide. Me remuevo a grandes costos. Me desespero, lo que provoca que una alarma suene muy fuerte.

-¡Quiétenle ese tubo de la boca no puede respirar! -El grito de Azai resuena en la habitación.

Trato de hablar y no puedo. Decido calmarme porque me estoy asfixiando. Los médicos ingresan, comenzando a revisarme, me quitan el tubo y puedo respirar por mí misma. Trato de levantarme y no puedo.

-¿Por qué no puedo levantarme? -Le pregunto al médico que revisa mis constantes vitales. Él no me mira, mira a Azai.

-Está muy lastimada, estás atada por tu seguridad -Me mira preocupado.

-Yo no lastimé a Marfa. Entrenábamos y alguien me atacó -Azai gruñe y sus ojos cambian de color por el enojo.

-Si, Marfa me lo explicó. Ella está preocupada por ti. No pudo detener a Yanai, quien creyó que atacabas a Marfa -Me informa Azai.

-Suéltame, por favor -Le ruego.

-Salgan de la habitación -Pide Azai.

Él se sienta en la cama, me mira a los ojos y me doy cuenta de que algo va muy mal.

-¿Qué sucede? -Pregunto con miedo.

-Cuando Yanai te atacó, trataste de defenderte, por lo que tus manos, brazos y algunas de tus costillas se vieron comprometidos. Lo que llevó a nuestros médico a sustituirlas por parte cibernéticas -Un jadeo sale de mi boca. Nunca me había visto como un Cyborg.

Mis lágrimas caen como cascada, pese a que soy una soldado, ese es el miedo, llegar a estar tan lastimada que tuvieron que sustituir mis brazos. Si tenía esperanza de ganarme a mi padre, esa pequeña posibilidad se va por el caño.

Los días pasan, cuando los días pasan y creen que no voy a suicidarme sueltan mis restricciones. Miro mis nuevos brazos, manos se cierran y abren.

-Hicieron una sinapsis perfecta -Me revisa el doctor.

Llego a una decisión y le pido a Azai que me diga algo que quiero saber de hace días

-¿Qué pasó con Yanai? -Preguntó nerviosa.

-Está castigado encerrado en una celda. Marfa trató de detenerlo, le dijo muchas veces que solo entrenaban. No le dio la oportunidad de explicarle. A demás dejé la orden de no tocarte y no me obedeció -Niego con la cabeza.

-Entiendo su odio hacia mí. El miedo a ustedes nos atemoriza. Ahora me temerán a mí también – Le digo con tristeza.

-Conocí a tu padre, la alerta de Hill era una trampa para reunirnos -Me detengo en seco.

-¿Qué te dijo? ¿Le creíste? -Lo miro al rostro.

-No, no le creí en lo absoluto. Me entregó un móvil para que le llamaras. Lo lancé en medio de nada. No sé ¿Cómo supo que estás con nosotros? -Cierro los puños.

Caminamos hacia su casa, me siento un poco incómoda, ahora que está aquí.

-Hay una madera de tener a todos mis hermanos alejados de ti, así nade volverá a lastimarte -Me mira a los ojos y luego recorre mi cuerpo con su mirada.



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