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Diez días en total habían pasado desde que contrajo matrimonio con Kang TaeHyun.

No había porque dar razones, más que claro estaba ya.

Estaba soportando la misma rutina, una y otra vez, quedándose encerrado por horas, sin importarle nada en el exterior, su teléfono era su método de distracción, junto a pasar un buen rato asomado por el balcón, dándole vueltas a los asuntos de su vida.

Cómo otro día más, bajó las escaleras, entrando al comedor encontrando como siempre a las de servicio.

Pero también...

—Buenos días —escuchó la voz del vampiro saludarlo como lo había hecho todos esos días que bajaba a desayunar.

BeomGyu solo lo observó unos segundos antes de tomar asiento en su lugar. Esperó unos segundos que terminaran de poner la mesa para empezar a comer.

No tuvo que saber qué era el desayuno del vampiro cuando escuchó el jugoso sonido, siempre comía lo mismo, aveces lo variaba con ensalada pero no más de ahí.

—Quiero hablar de algo contigo —empezó la conversación Kang, cómo siempre. BeomGyu lo observó.

—Dejeme desayunar en paz —pidió.

TaeHyun solo siguió cortando la carne en trozos cada vez más pequeños.

—Como el contrato que firmamos dice que tú serás el encargado de alimentarme-...

—No.

—No me interrumpas. Te ofrezco ir por partes —dijo Kang siguiendo con sus cortes de carne.

BeomGyu soltó el emparedado que tenía, mirando al vampiro, molesto.

—No.

—¿Estás incumpliendo el contrato? —preguntó el vampiro ladeando la cabeza con una expresión de burla— Se supone que es tu deber y lo aceptaste.

—No lo voy a hacer, no quiero hacerlo —contestó bebiendo un vaso de jugo de fresa. TaeHyun rió sarcástico.

—Entonces quiero el divorcio —solucionó haciendo al cazador golpear el vaso contra la mesa, derramando un poco de jugo.

¿Lo amenazaba ahora con eso? ¿No sabía decir otra cosa?

Kang podría buscarse cualquier donante, cualquiera a quien haya contratado antes.

—¿Por qué insiste tanto? ¿Ah? Vaya a la tierra de nadie y haga lo que tenga que hacer, nadie lo detiene, y créame no me va a molestar —dijo, con el ceño fruncido. TaeHyun dejó los cubiertos en su lugar.

—Lo que tengo que hacer, lo tengo que hacer contigo, firmaste un contrato ya —le recordó. BeomGyu bufó levantándose, no quería seguir ahí.

—¡No me importa ese maldito contrato! ¡No le cuesta nada ir con otra persona a qué lo alimente! ¡No tengo que ser yo precisamente!

—Baja la voz —pidió el vampiro, ya se estaba cansando de las actitudes del cazador, de sus gritos, de sus malas respuestas.

No creía cumplir su palabra de dejarlo descansar dos semanas.

Apenas iba una semana y tres días.

¿Soportaría cuatro días?

Cuando BeomGyu pasó por su lado, se levantó y lo tomó de los hombros, deteniendo su andar.

—¡No me toque! —le gritó el cazador empujándolo, Kang retrocedió.

Ambos se observaron.

BeomGyu no dudó en usar su puño contra la mejilla de TaeHyun, por haberlo tocado.

Más el vampiro, lo observó con ojos carmesí, lo tomó de los hombros y le dió la vuelta, BeomGyu se agachó esquivando su agarre, el cazador tomó posición de pelea, tratando de volver a darle en la cara, TaeHyun esquivó el golpe que venía hacia él y en un rápido movimiento lo atrajo de la camisa, BeomGyu lo sujetó del cuello.

TaeHyun golpeó su abdomen con un puño, sacándole el aire.

BeomGyu jadeó contrayendo su abdomen, sintiendo la falta de aire. No pudo hacer nada cuando el vampiro lo estampó contra la pared, y le inmovilizó los brazos tras la espalda, BeomGyu se quejó respirando con irregularidades, aún así, gritó una y otra vez.

—¡Su-suéltame! ¡Suéltame, maldita sea! —forcejeó jadeando por aire. TaeHyun sujetó ambas manos con su izquierda mientras que con la derecha lo sujetó del cabello.

BeomGyu apretó la mandíbula cuando su cabeza fue hacia atrás por el jalón del vampiro.

Lo observó de reojo con odio.

—¡Señor Kang! ¿Todo está bien? —la empleada encargada de servirles el desayuno entró apurada al escuchar el estruendo. Ninguno de los dos se quitó la mirada de encima.

—¿Acaso te llamé? Todo está perfectamente bien —contestó el vampiro apretando aún más el cabello ajeno, BeomGyu aguantó el alarido de dolor.

La mujer se fue ante la brusquedad con la que el vampiro le contestó.

—Escucha bien, te estoy dando dos semanas para que te adaptes al lugar, para que acomodes tus cosas y tu espacio, y esas mismas dos semanas te las estoy dando para que me expliques cómo quieres ser tratado —le explicó hablando cerca de él. El cazador apretó los ojos de dolor cuando el vampiro lo jaló más, estaba empezando a tener dolor de cabeza— Estoy tratando enserio en hacer las cosas bien contigo, pero no estás poniendo de tu parte.

—¡No me interesa! ¡Nada de lo que está diciendo me interesa! —le gritó con todas sus fuerzas, con lo que el aire que tenía le permitía. TaeHyun tornó una expresión calmada.

Pero una calma que aterró a BeomGyu, a pesar de estar viendo de reojo.

—Bien, puede que si te interese lo siguiente —le habló más calmado, sin aquella molesta anterior. El cambio siendo tan drástico y aterrador que BeomGyu no tuvo como responder a eso.

Se aguantó un sonido de dolor cuando TaeHyun lo obligó a verlo, causando un dolor de cuello indescriptible.

—Voy a tratarte como quieres que te traten, BeomGyu, y si quieres que te trate como la peor basura que haya existido lo haré, te dejaré por el suelo y haré que pidas piedad, haré que me pidas que pare —le habló, pausado y pronunciando cada palabra con aquella calma que lo estaba asustando.

Aún así, no se dejó intimidar y le mantuvo la mirada.

—Disfruta los cuatro días que quedan, trata de enmendar tus faltas de la semana pasaba si quieres, pero te digo desde ya que no valdrá de nada —le dijo acercándose a él, BeomGyu sintió la nariz del vampiro rozar con la suya— Porque ahora, las cosas serán a mi manera, bizcochito.

—Pudrete —fue lo dijo, sintiendo los labios de Kang rozar con los suyos, el vampiro lo apretó aún más cuando quiso zafarse, BeomGyu volvió a sentir la textura de los labios ajenos sobre los suyos.

Sintió repudio, rechazo.

—Resiste y te irá peor —le dijo el vampiro separándose de sus labios.

TaeHyun solo lo observó antes de hacerlo estampar la frente contra la pared frente a ellos. Volvía a estar con el cuello derecho, suspiró por el dolor que lo invadió cuando su cabello fue soltado.

Sintió los agarres aflojarse, a Kang separarse de él, lo observó de reojo irse, salió del comedor a pasó regular.

Aún así, no se movió de su lugar.

Contó hasta tres para quitar la frente de la pared, se sintió mareado.

Pero también se sintió enfurecido.

¿Ahora las cosas serían a su manera? ¿Dos semanas? ¿Disfrutar los cuatro días? ¿¡Bizcochito!?

—Ese... Ese... ¡Ese cabrón! ¡Hijo de puta, sé que me estás escuchando! —gritó volteando hacia la mesa, dando una certera patada a la silla en dónde había estado sentado. Soltó otro grito de frustración antes de empezar a calmarse.

Tenía miedo.

Pero a la vez estaba molesto.

También estaba impotente.

Subió las escaleras con rapidez, no teniendo otra opción que encerrarse en la habitación en la que había dormido todos esos días.

Arrojó la puerta con fuerza antes de empezar a caminar de lado a lado cuál león enjaulado.

¿Qué iba a pasar ahora? ¿Qué es lo que iba a cambiar? ¿Qué era lo que Kang haría ahora?

Pensó una y otra vez, repasando todo, sintiendo dolor de cabeza.

Por otro lado, en la oficina de Kang, el vampiro golpeó el escritorio frente a la señora Che, que solamente esperó con calma la orden del señor sin inmutarse.

—Debe quitarle a BeomGyu esas dagas, le he visto dos, posiblemente tenga más en sus cosas, revise y tráigame todas —ordenó haciendo a la mujer fruncir el ceño.

—Es lo único que tiene para defenderse aquí.

—No opine, señora Che —le dijo a la mujer señalando con un dedo— Mañana habrá una reunión en la corte, él deberá ir conmigo, tiene el suficiente tiempo para buscar y dejar todo como estaba, yo me encargo de la daga que siempre tiene encima, ¿Entendió?

—Si, señor Kang —asintió la mujer antes de salir de la oficina con un pequeño suspiro. TaeHyun se arrojó a la silla sujetando su mandíbula con su mano derecha, dejó cortas caricias, distraído.

Sonrió cuando el simple pensamiento de lo que iba a pasar llegó a su mente.

Había sido demasiado paciente y bueno con BeomGyu, le dió opciones, le dió a escoger.

Y BeomGyu eligió el camino de Kang TaeHyun, inconsientemente.

¿Estaba siendo muy malo?

No, no lo estaba.

Estaba reclamando lo que era suyo, estaba reclamando lo que le pertenecía, estaba reclamando lo que estaba escrito en el contrato.

Miró hacia la pared tras él, habían un par de velas, a cado de la puerta de madera que daba al balcón.

Se levantó y se acercó a ellas.

Eran amarillas, encendidas, estaban nuevas.

Sin miedo tomó una de las velas, derramando un poco de la cera caliente en su dorso, solamente sonrió al verla secar lentamente, dejando una forma abstracta.

Lo hizo una vez más, ahora en su dedo, esperó a que la cerca cercase y volvió la vela a su lugar.

Con toda la paciencia del mundo, escuchando a BeomGyu caminar y murmurar cosas en la habitación, sacó de la gaveta del escritorio un juego de ajedrez, primero ubicó el tablero en la esquina del escritorio y luego, fue colocando pieza por pieza, las blancas y las negras.

—¿Que debo jugar? —se preguntó cuando las fichas estuvieron colocadas a la perfección.

Sonrió estirando la mano hacia las fichas negras, el dedo índice de su mano izquierda se paseó por encima de las fichas, decidiendo que mover.

—Por ahora, este —dijo, tomando al peón que estaba delante del rey. Lo movió un paso.

Sonrió, relamiendo sus colmillos.

Que empiece el juego.





"—¿Ya tiene el precio?

Por supuesto, estaba a punto de llamarlo.

¿Y entonces?

El precio de la cabeza de Kang TaeHyun por ahora es de cien mil millones de dólares.

¿Moneda extranjera?

Muchísimo más valor que el won, señor, entonces, ¿Entrará en el negocio?

Esperaré a que el precio suba."






























Fue algo corto... Pero fue preciso, ya estamos entrando un poco más en acción u.u

¿Qué creen que significan las fichas?

¿Que opinan?

The_Dark_Diamond

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