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Después de meses, negocios y tratos, conversaciones compartidas, enseñanzas, charlas e incluso un encuentro sexual, BeomGyu no tenía otra palabra que decirle a Kwan, más que...

—Gracias —fue lo único que dijo BeomGyu entregando uno de los últimos collares de oro que le quedaban a Kwan, pasando sus brazos por alrededor de sus hombros para abrocharlo.

—Gracias a ti —contestó el criminal alzando su boleto de avión directo a Japón.

¿No era estados unidos?

Tan estúpido no soy. Pensó BeomGyu dándole una sonrisa a Kwan antes de despedirse de él, definitivamente.

Esa pulsera de rastreo que le habían puesto, se supone que solo delataba su ubicación a tiempo real.

Pero, ¿Y si tenía micrófono y Kang no le había dicho?

Por eso, hablaron de un país cuando en realidad el viaje es para otro. BeomGyu se sabía los trucos de su esposo, y en realidad no era nuevo que tuviera esas... Costumbres.

Salió de la cabaña con un suspiro, ya estaba sólo.

Sólo y con ganas de volver a la mansión Kang, así que tomó el casco de su moto, igual las llaves para arrancar el vehículo, manejando por las calles que lo llevaban a la salida de esa zona.

Simplemente condujo, respetando las señales y usando una velocidad reducida.

O eso fue hasta que notó un auto gris, con una plata completamente negra.

Cazadores. Pensó acelerando la motocicleta, mirando por el retrovisor como aparecía una motocicleta igualmente negra, con dos personas, una conducía y la otra se encargó de disparar desde su lugar, BeomGyu se desvió a la derecha.

Carajo, ¿Ahora me mandaron a matar? Pensó acelerando aún más, agachándose instintivamente, y exaltándose cuando una de las balas dió en su rueda trasera, haciendo a la motocicleta volcarse.

Cayó al suelo mientras rodaba, el casco protegiéndolo de mucho daño.

Se levantó lo más rápido que el mareo le permitió, empezando a correr por la calle, pero a pesar de sentir que estaba siendo rápido, no lo estaba haciendo, el pequeño mareo y el letargo de su cabeza haciéndolo creer cosas.

Sintió un jalón en su ropa, le quitaron el casco.

—¡SUÉLTAME! —gritó al recuperarse, sacando su daga para encajarla en la cara de un cazador, lo empujó y se dió la vuelta para patear en abdomen de uno, se agachó cuando otro lo quiso golpear y le devolvió el golpe en la cara, seguido de una puñalada en el cuello, retrocedió como pudo para correr pero más cazadores fueron por él y a pesar de toda la lucha que hizo y la resistencia que puso, un golpe en su tabique lo llevó a un profundo negro, la inconsciencia.

Ahora, usarían a BeomGyu a su favor.

Así funcionaba, estarían con cualquiera que les ofreciera algo conveniente a cambio, lo protegerían y se aliarían por esa conveniencia, pero cuando eso no les sirviera o cuando ya habían obtenido lo que querían, lo eliminarían.

O en ese caso, le sacarían aún más provecho.

El mundo se rige así, tratos por conveniencia y traiciones cada dos por tres.

Era común, ya que, ¿De qué les servía estar aliados con alguien que no les convenga o que no les ofrecía algo?

Además de todos esos temas, había intereses aparte de por medio.

—Lo tenemos, señor —avisó un cazador, caminando frente a los otro que llevaban a cuestas a BeomGyu inconsciente.

JaeSang sonrió acariciando el cabello de Haneul con cuidado, la niña mirando al hombre inconsciente.

Hermano. Fue lo que pensó, apretando sus manos en su ropa cuando miró a las personas del servicio pasar a su lado.

—Llévenlo a la jaula —ordenó JaeSang, mirando la cara relajada de BeomGyu, sumido en la inconsciencia.

¿Cuál es tu mayor miedo? ¿Qué es lo que más te duele? ¿Quién es tu razón de vivir?

Señor, tenía una pulsera de rastreo, supusimos que pertenece a Kang, ya la quitamos y dejamos en un centro comercial lejano —informó uno con firmeza, alzando un poco el mentón cuando el líder sonrió de medio lado, satisfecho por el trabajo.

—Bien hecho —felicitó antes de verlos irse, tarde o temprano TaeHyun sabría que estaba con ellos. Pero prefería que fuera tarde.

JaeSang miró a su nieta, sonrió al verse acariciando su cabello, apenas ese era el primer contacto que había tenido con ella desde que llegó.

—¿Qué saben del lado vampiro? —preguntó mirando a otro cazador, quien era uno de sus mayores informantes.

—Todo tranquilo, señor, incluso hay reportes de que el líder siquiera está en su mansión —contestó el otro recibiendo un
asentimiento.

Y si, esa información era totalmente verdadera ya que TaeHyun ese día había salido de la mansión, y no precisamente a la corte.

De hecho, estaba en el lado humano, con ropa casual, completamente negra, sin sus ojos carmesí y una gorra que cubría su cabello enmarañado.

Caminaba en silencio, mirando su teléfono, la dirección en dónde estaba su esposo, había seguido la pulsera de rastreo desde hace minutos que decidió ir a buscarlo por su cuenta sin poder esperar más por su llegada.

Después de todo, ya habían pasado las veinticuatro horas de su acuerdo.

Frunció el ceño, mirando la entrada del centro comercial, esquivó a algunas personas mientras caminaba por la planta baja, buscando en los bolsillos de sus pantalones tapones especiales para los oídos.

Los lugares comunes de los humanos le resultaban muy ruidosos, aún más cuando pasó por un área en dónde había niños jugando.

Que molesto. Pensó subiendo en un elevador, según el rastreador, su esposo estaba en el tercer piso.

Por eso, llegó hasta allí, buscando con la mirada, acercándose hasta donde indicaba del rastreador.

—¿Qué mierda? —preguntó llegando a un bote de basura, se inclinó para ver, apenas y captó la luz roja que parpadeaba.

Apretó el teléfono con fuerza, empezó a respirar pesado.

Me engañó. Debí habermelo llevado en contra de su voluntad en cuanto pude, carajo. Pensó mirando para todos lados en el piso.

BeomGyu no podía estar tan lejos, apenas hace minutos el rastreador se había movido. Tenía que estar a los alrededores.

Empezó a caminar con rapidez por todos lados, mirando a las personas, además de que le resultaba más complicado por todos los olores en el aire.

Odiaba el perfume de los humanos.

—Maldita sea —gruñó apretando aún más el teléfono en sus manos, partiendo la pantalla en el proceso, haciendo un grieta en una esquina por la presión.

Se quedó estático mirando a un punto fijo, por encima de las personas.

Ropa casual, y cómoda, varias bolsas de compras y un batido de fresa en la mano, caminando con relajación viendo tiendas, estaba de espaldas a él pero era BeomGyu, definitivamente era su BeomGyu y así tuviera que hacer un maldito escándalo en ese lugar lo haría y se lo llevaría a la mansión con él.

—Es un cabrón... —murmuró caminando hasta él, sin poder hacerlo a la velocidad que quería por la cantidad de personas que caminaban, relamió sus dientes con el ceño fruncido cuando lo notó caminar más rápido.

¿Y va a seguir escapando? Se preguntó caminando más rápido, sin importar que había empujado a varias personas, lo miró usar su teléfono antes de desviarse a un baño, gruñó empujando a un par de tipos para entrar igualmente, cerrando la puerta a sus espaldas.

—¿¡QUÉ MIERDA ESTÁS PENSANDO, BEOMGYU!? ¿¡AH!? —gritó apenas cerró la puerta, el otro se tensó, volteándose de inmediato con una expresión alterada.

—¿¡Y TÚ QUIÉN ERES!? ¿¡CÓMO SABES MI NOMBRE!? ¿¡AH!? —gritó de vuelta el otro, TaeHyun gruñó tomando al otro del brazo con fuerza, el vampiro estaba cegado, alterado por la idea de que nuevamente BeomGyu le había mentido, que escaparía de nuevo, que no notó ciertos detalles, siquiera en que esa voz no era la voz de BeomGyu, era un poco más aguda— ¡SUÉLTAME!

—¿¡IBAS A HACERLO OTRA VEZ!? ¡ERES UN MALDITO MENTIROSO! ¿¡Y CÓMO QUE YO QUIÉN SOY!? ¡SOY TÚ DUEÑO, CARAJO!

—¡QUE ME SUELTES, ERES UN DEMENTE! —el muchacho lo golpeó en la mejilla con toda su fuerza, usando su puño, el vampiro volteó la cabeza por el puñetazo, y se encogió hacia el frente cuando el otro lo golpeó con las bolsas de compra en el estómago— ¡Y YO NO SOY NINGÚN PERRO PARA TENER DUEÑO! ¡AGARRA TUS LOCURAS Y TE VAS DE AQUÍ, DIRECTO AL MANICOMIO, ERES UN SÁDICO DEMENTE! —le gritó volcando el batido de fresa sobre la cabeza del vampiro que sólo ahí, notó las diferencias.

Voz levemente aguda, más bajo de altura, una contextura más regordeta, se defendió con bolsas y un batido de fresa, y sin groserías.

¿Y ese repugnante olor a miel de dónde venía?

—¿¡CÓMO TE ATREVES A ENCERRARTE CON UN OMEGA EN UN BAÑO!? ¿¡AH!? ¿¡ME VAS A ROBAR!? ¡TE PUEDO DAR TRES PAQUETES DE PAÑALES SI QUIERES! —le gritó el otro, tratando de quitar al vampiro de la puerta con empujones, pero TaeHyun solamente frunció el ceño, el batido de fresa cayendo por sus cienes. No se movía, había curiosidad en su cara.

—¿Un... Qué?

—¿¡Ah así!? ¿¡Aparte de demente eres idiota también!? ¡Quítate! —exigió arrojándole el vaso vacío del batido a la cara, TaeHyun gruñó molesto por eso, haciendo gesto de encimarse al otro, buscando la daga en sus pantalones, sacó el filo y dió dos pasos al frente, seguro de arremeter contra el otro, miró la expresión de miedo ajena— ¿¡Y ESE CUCHILLO DE COCINA QUÉ!? ¡ALÉJATE Y DÉJAME, DÉJAME! —le gritó antes de patear las partes nobles del vampiro que se agachó, la daga quedando en el suelo— ¡TE DIJE QUE TE QUITES! ¿¡ERES SORDO!? ¡QUE TE QUITES! —gritó el otro golpeándolo con las bolsas de compra nuevamente, por la espalda una y otra vez— ¡QUÍTATE, QUÍTATE, QUÍTATE! —gritó golpeándolo una y otra vez, por cada "quítate" era un golpe con una bolsa.

TaeHyun se hizo a un lado, dejando la puerta libre para el supuesto omega que tomó su teléfono de la encimera del baño con manos temblorosas.

—¡Eres un loco! ¡Ve a un psicólogo!

—¡Lárgate! —exigió el líder apoyándose del lavabo, una mano en su entrepierna, mostrando un poco de dolor en su expresión, el BeomGyu con aroma a miel agarró fuerte sus bolsas.

—¡MANDA A LARGAR A TÚ MAMÁ, DESCARADO Y DEGENERADO! —le gritó antes de salir de ahí, con el corazón en la garganta, con las manos temblando y los ojos cristalizados.

TaeHyun suspiró mirándose en el espejo del baño. Lleno de batido de fresa, la gorra y parte de su cabello, su cara y su cuello, su ropa también.

Ese definitivamente no era su BeomGyu, y había sido extremadamente raro el hecho de que a simple vista se parecían, pero habían detalles que lo hacían ver qué ese no era su esposo.

Pero, si el rastreador estaba en ese centro comercial, pero había visto al supuesto BeomGyu que no era su BeomGyu.

¿En dónde estaba SU BeomGyu?

—Dime —atendió el teléfono cuando entró una llamada de Ken, quitó la gorra y la arrojó a un cesto de basura, saliendo del centro comercial lo más rápido posible, ya que la probabilidad de que el tipo extraño que lo golpeó lo delatara eran altas.

Señor, los cazadores tienen al señorito Kang.

¿Qué? —preguntó subiendo a su auto, frunciendo el ceño.

Secuestraron al señorito Kang de camino a la mansión, señor, lo tienen los cazadores.

—Llama a YeonJun y dile que preste apoyo con las tropas más letales que tenga, llama a las tropas especiales y saca todas las municiones —ordenó entre dientes, pisando más fuerte el acelerador, conduciendo como un maniático— Ésta mierda se acaba con una guerra, ya estoy harto —y sin más, colgó, conduciendo con rapidez y con el aroma del batido de fresa impregnado en su cuerpo.

Si JaeSang pretendía manipularlo con BeomGyu, estaba muy equivocado.

Si pretendia hacer aún más dócil el territorio por él, estaba equivocado.

Lo único que había para resolver ese problema era una guerra, él no dejaría ni esperaría un día más para tener a su esposo consigo, y si debía eliminar a un territorio completo y a una generación entera de cazadores lo haría.

Y aún más, si se atrevían a hacer algo más que un secuestro a su esposo.

La manera de pagar esas acciones era única, únicamente con una cosa.

Con la muerte.



































Se viene guerra :)

Opiniones?

Aparición especial; BeomGyu de Another Soft History <3

The_Dark_Diamond04

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