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Hace una hora BeomGyu había salido de la mansión Kang, todo había estado tranquilo, nadie sospechando nada.

HaeChan fue el primero en recibir una llamada, atendió sin problemas, sabiendo que los demás guardias escucharían.

Está escapando, está en el hotel Paradise con el subordinado de Kang TaeJu —avisó Kai del otro lado, HaeChan frunció el ceño avanzando hasta la entrada de la mansión, pasando sin problemas— El señor Kang no contesta su teléfono, por eso te comunico a ti.

—No dejes que escape —fue lo único que dijo antes de colgar. Subió las escaleras de dos escalones en dos, mirando a la señora Che en el pasillo.

—¿A dónde va? —preguntó la mujer mirándolo extrañada.

HaeChan solo la ignoró, avanzando hasta la oficina del mismo, no estaba, se desvió hacia las habitaciones, forcejeando un poco con la manilla.

Gruñó empezando a patear la puerta una y otra vez, logró hacer que se abriera, alterándose cuando vió al vampiro en el suelo, inconsciente.

—¡Líder Kang! —se agachó a su lado, notando casi de inmediato que seguía con vida, lo revisó superficialmente en busca de una herida.

No estaba herido, tampoco estaba muerto. No tardó mucho en caer en cuenta que estaba sedado.

Chasqueó la lengua soltando una maldición, si BeomGyu se había ido hace una hora, TaeHyun llevaba ese mismo tiempo inconsciente, debía esperar una hora, o más de eso hasta que despertara, lo más lógico es que estaba sedado con Damolfén, era la única manera de dejarlo inconsciente.

No podían hacer nada, más que estar atentos y alertas a cualquier ataque, no había una autoridad por debajo de TaeHyun que pudiera decidir que hacer. Él era su líder, y debían esperar a que despertara.

Frunció el ceño pensando en lo ilógica que era la situación.

Kang TaeHyun, un vampiro que siempre se mantuvo alerta en todos los años que lo conoció, lo más herido que pudo estar tuvo una recuperación de medio día simplemente, jamás había sido sedado de esa forma, ¿Cómo un simple humano como él lo había logrado?

Claro, era un cazador, pero sabía muy bien que ese dichoso cazador no le llegaba ni a los talones a su lider.

—Si no estuvieras enamorado, todo sería diferente —murmuró tomándolo en brazos con algo de dificultad para llevarlo a la cama, por lo menos que estuviera cómodo en su inconsciencia.

HaeChan suspiró mirándolo fijamente unos segundos antes de salir de la habitación, volteó a la derecha al ver a la señora Che.

Esa mujer nunca le gustó.

—¿Fue usted verdad? ¿Usted le colaboró a BeomGyu? —preguntó acercándose a la mujer amenazadoramente, ésta retrocedió negando con la cabeza una y otra vez.

—No sé de qué habla, no me di cuenta de que la habitación estaba cerrada, estaba en otras áreas recogiendo todo de la cena —se excusó. HaeChan soltó una risa seca, relamiendo sus labios cuando la mujer solo se dió la vuelta, retirándose a pasos lentos.

Solo debían esperar.









[...]










—Señor Kang... ¿Cómo se siente? —fue lo primero que escuchó Kang a lo lejos mientras abría los ojos. Apretó las manos, cada vez haciéndose más fuerte el agarre.

Pudo enfocar a HaeChan a su lado, atento a su despertar.

En minutos, tenía sus sentidos renovados, con energía.

—¿Cuánto tiempo pasó? —preguntó levantándose para empezar a caminar a la salida, ojos carmesí y colmillos afuera, la rabia fluyendo por sus venas.

—Dos horas, señor —HaeChan lo siguió a la salida— Su esposo escapó con el subordinado de su hermano, Kai los siguió hasta el hotel pero hubo enfrentamiento, su esposo logró escapar, Kai no ha dado más información en este tiempo, señor —informó. TaeHyun dió un leve asentimiento.

—¡Grupo A y B! —llamó parado en las escaleras del lugar, de inmediato tuvo a dos grupos de guardias en frente a él— Vayan a la cuidad humana y busquen a mi esposo junto al subordinado, los quiero a ambos en el almacén en menos de dos horas, vivos.

—¡Si, señor! —dijeron empezando a movilizarse cuando el vampiro chasqueó los dedos. TaeHyun tomó el puente de su nariz en sus dedos, tratando de contener su ira.

Lo iba a matar, lo iba a descuartizar, más que eso, quería meterlo en ácido millones de veces, quemarlo hasta que se hiciera polvo, usar lo más filoso que hubiera para quitar capa por capa de su piel. MinHyuk se merecía eso y muchísimo más.

—Señor...

—¿Qué quieres? —preguntó brusco aún teniendo en su mente todo lo que podría hacer con MinHyuk en el almacén, tenía los suficientes pensamientos homicidas para hacer algo creativo.

—Los grupos de la corte vampiro y los límites de la ciudad han detectado movimiento extraño en las últimas dos horas, no ha habido ataques aún. Pensamos que es extraño por la ausencia de su hermano en este estado, aún así, estamos alertas —informó con las manos en la espalda, TaeHyun asintió.

—Refuercen los alrededores de la corte, y declara toque de queda a partir en la ciudad, no quiero a nadie aparte de los guardias en la calle —HaeChan asintió antes de retirarse con rapidez, sintiendo la tensión de Kang, la ira se veía en sus ojos, estar a un lado de él no era lo mejor en ese momento.

TaeHyun tocó sus bolsillos cuando sintió una vibración, su teléfono seguía allí.

Número desconocido.

Contestó sin decir ni una palabra, esperando a que el otro hablara.

—¿Qué tan bueno es tu juguete, hermanito? —la voz de su hermano lo hizo apretar la mandíbula, apretó el teléfono en sus manos mientras volvía a la mansión— Bah, no me vale de nada decirte hermanito, solo eres una escoria.

—Prefiero ser la escoria que tiene tú puesto y el de HyeoSeop, que a solo ser un olvidado —mencionó manteniendo un tono calmo a pesar de su rabia— Entonces, ¿Cuál es tu plan? Mandaste a secuestrar a mi esposo para distraerme y poder atacar la corte, ¿Me equivoco? Piensas que saldré corriendo como un perro por su desaparición y haré lo que sea por recuperarlo. Aunque no entiendo tu razón de hacerlo, si estás haciendo negocios con cazadores en GwangJu —dijo deteniéndose frente a la puerta de la sala de personal de la mansión, a esa hora todos estaban descansando, ya había sido la cena, no había más que hacer.

TaeJu soltó una maldición, ¿Cómo TaeHyun sabía sobre sus negocios en GwangJu?

Era fácil, TaeHyun tenía ojos en todos lados, a toda hora y todos, dispuestos a darle información de inmediato, podía saberlo, y usarlo cuando lo quisiera.

—¿No es así, TaeHyun? Degollaste a HyeoSeop sólo porque sería su esposo en tú lugar, ¿Crees que voy a caer en tu calma fingida? Sé que quieres recuperarlo y no quieres que ponga mis manos sobre él... Pero tranquilo, no serán mis manos las que toquen a ese niñato, cómo ya sabes estoy de viaje. Tengo subordinados que pueden hacer ese trabajo después de todo —rió sabiendo muy bien lo que causaba. TaeHyun abrió su palma dándose cuenta de que estaba sangrando, la había atravesado con sus garras algo largas, sin poder evitarlo arrojó el teléfono contra la puerta, cuando estuvo en el suelo lo pisó tantas veces hasta destrozarlo, pedazos del aparato por todos lados.

¿Señor? —la señora Che se hizo hacia atrás con miedo cuando la mirada de Kang se enfocó en ella, era una mirada de muerte, una mirada que nunca había recibido de él, un escalofrío pasó por su cuerpo.

Gritó cuando el vampiro la tomó del cabello, abrió la puerta de la sala de servicio, arrojándola adentro, sorprendiendo a los demás.

—Fue usted, ¿Cierto? Usted puso el sedante en mi comida, lo ayudó a escapar —señaló a la mujer mayor que se arrastraba hacia atrás con miedo.

Todos los del servicio se levantaron con miedo, quedándose firmes ante la presencia del líder y en ese estado tan agresivo que hace años no veían.

—¡Hable de una maldita vez! —le gritó a la mujer obligándola a levantarse, tomándola del cabello igualmente.

—¿P-por qué piensa en mi? P-pudo haber sido cualquiera —mencionó la mujer temblando, TaeHyun rió empujándola. Caminó unos pasos hacia un lado como león enjaulado, pasando su mano por su mentón, mirando el suelo.

—Oh, entonces fue el chef —dijo mirando al hombre que empezó a temblar en su lugar cuando la mirada de Kang se posó en él.

—N-no, n-no señor... No sé de qué habla, ¡Hice lo que siempre he hecho! —dijo moviendo sus manos para negar.

—Todos ustedes, tienen acceso a la comida, nadie está exonerado de ser culpable. Tienen cinco segundos para decir quién agregó el maldito sedante a mi comida —dijo alzando su mano izquierda. La señora Che se irgió en su lugar, mirando al líder con seguridad.

Solo habían cinco en el personal de servicio, no había mucho que sospechar. Y todo era claro para Kang, la más cercana a su esposo era la señora Che, el chef jamás se atrevería a traicionarlo sabiendo las consecuencias, y lo mismo se aplicaba con los demás.

Fue la señora Che, él lo sabía.

Solamente, quería oírlo.

—Uno... Dos... Tres... —a medida que iba contando, sus garras iban aumentando su tamaño— Cuatro —le dió una mirada a la señora Che que agachó la cabeza, las garras de Kang medían unos cuatro centímetros ya— ¿Algo que decir?

—No fui yo, señor Kang —negó el chef junto a las otras chicas.

—Yo no fui, señor Kang —salió de los labios de la señora Che que aún viéndolo a los ojos, le mintió.

TaeHyun soltó una carcajada.

—Bien, creo que el sedante cayó del cielo, o tal vez fue mi propio esposo que siempre estuvo conmigo y jamás entró a la cocina —mencionó asintiendo con la cabeza. Tomó un hondo respiro antes de sonreír de medio lado.

La muchacha que estaba a un lado de la señora Che soltó un grito de puro dolor cuando su cuello fue rasguñado con agresividad por las garras del vampiro, TaeHyun pateó su abdomen, sentándose a horcajadas sobre ella, encajando sus garras en su abdomen, movió sus dedos causando un sonido húmedo, los gritos de la mujer eran agobiantes, agonizaba del dolor.

—Preguntaré una vez más... ¿¡QUIÉN CARAJOS FUÉ!? —gritó levantándose. La muchacha estaría bien, no había tocado ningún punto importante y la herida no era tan profunda, solamente era dolor, además, era un vampiro, la muchacha podría regenerarse— ¿¡CREEN QUE NO ME CUESTA NADA MATARLOS!? —les gritó mirando como de inmediato tres se arrodillaban con miedo, dejando sus frentes en el suelo, diciendo una y otra vez que no eran ellos los culpables, llorando del miedo de ser los siguientes heridos, el hecho de que pudieran regenerarse no quería decir que quisieran dolor.

—Lo lamento mucho señor, pero yo no fuí —negó de nuevo la señora Che, arrodillándose igual que los demás.

TaeHyun sintió aún más rabia recorrer su cuerpo. Por eso, sin pensarlo dos veces, pateó el costado de la señora una vez, dos veces.

—Maldita descarada... ¡MALDITA BASURA! —gruñó volviendo a dar otra patada en su abdomen sin piedad, tomó a la mujer del cabello para alzar su cara, dándole un puñetazo en la mejilla, la soltó sin cuidado volviendo a dar una patada a su abdomen.

La mujer se aferró a sus pantalones, tratando de tomar aire con dificultad.

Era la primera vez que Kang la trataba así.

—¡Señor, lo encontraron! ¡Encontraron en dónde está su esposo! —la voz de un guardia lo hizo detenerse y voltear. El hombre no tomó ninguna expresión por la escena, solamente esperó la órdenes del líder.

—¿En dónde está? —preguntó dándole la espalda a los del servicio que auxiliaron a la señora Che y la otra chica que aún se regeneraba poco a poco.

—El grupo B lo encontró, está a los límites de la tierra de nadie, está con el subordinado, y con más guardias de su hermano también, no hemos atacado en espera de sus órdenes.

—Bien —TaeHyun volteó a ver a los demás— Cuando vuelva, más les vale decir quién fue, si no quieren que les arranque cada capa del cuerpo y les martille los sesos, se van a arrepentir de no haber confesado antes —fue lo único que dijo antes de cerrar, colocando seguro a la puerta para que no pudieran salir.

Primero se encargaría de su esposo y a MinHyuk.

—Tú, quédate aquí, vigila que no escapen —ordenó señalando la puerta de la sala de servicio. El guardia asintió quedándose ahí— Dame tu teléfono —pidió casi arrancándoselo de las manos cuando lo sacó.

Accedió sin problemas, marcando el número del líder de grupo B.

—Tienen permiso de atacar, no dejen a ninguno con vida, ustedes saben a quienes dejar vivos —indicó saliendo de la mansión, para dirigirse directamente al almacén.

¿Los tres deben ser llevados al almacén, señor?

—No te preocupes por eso, iré personalmente a buscarlos —y sin más, colgó. Era de noche, el cielo estaba oscuro, una espesa neblina venía del sur, era una noche fresca.

Tan fresca como la sangre que se derramaría esa misma noche.


























































5mentarios la verdad...

Espero les haya gustado! No sean timidxs y comenten:( me gusta leer sus opiniones

The_Dark_Diamond

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