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1 semana después.

Mansión Choi.











—No han hecho nada, no se han movido, no han dado señales de nada, no hay ningún registro de algún movimiento, me tienen los malditos pelos de punta, ¿¡Qué crees que estén planeando!? —preguntó JunSeo golpeando ambas manos en el escritorio, YangMi estaba frente a él de brazos cruzados.

—¿Qué? ¿Crees que él esté estable mentalmente para atacarnos? —preguntó con burla, JunSeo la observó con atención— Ese vampiro también lo usa, abusó de él, lo maltrata, está en el punto más bajo de su cordura, ¿Crees que estando con ese vampiro puede siquiera pensar en un ataque o una venganza? 

—Las personas sin cordura son las que más rápido atacan, YangMi —señaló JunSeo con el ceño fruncido— Y no me importa mucho BeomGyu, me importa es Kang, ¿No crees que va a usarlo para saber toda la información necesaria para un ataque perfecto? BeomGyu está de su lado y no va a dudar en decirle todo lo que sabe, eso nos jode más, su esposo es un maniático, un maldito psicópata —mencionó sintiéndose a la expectativa, cosa que no le gustaba.

YangMi asintió entendiendo las palabras de su esposo, antes de que BeomGyu se saliera de sus manos ellos pudieron recuperarse relativamente como cazadores, habían agregado nuevos miembros, incluso recuperado armamento.

Aún así, sabían que no estaban al nivel de los vampiros.

—Movamos los puntos de encuentros a lugares nuevos, movamos todo a lugares que BeomGyu no conozca —propuso recibiendo una negación de su esposo.

—BeomGyu se sabe todos los posibles lugares, y no podemos ir más allá de territorio de los cazadores, el gobierno nos lo impide —explicó pasando sus manos por su cabello— Por eso lo ofrecí en el mercado, pero no creo que se pueda hacer mucho si está bajo la protección de Kang —ambos se quedaron en silencio, pensando en qué harían por quinta vez en el día.

Desde el baile de los cazadores habían estado tensos, nerviosos, se había duplicado la seguridad en la mansión y las guardias en la tierra de nadie eran mucho más extensas.

—¡Señor, mis señores! —ambos voltearon hacia la puerta que fue abruptamente abierta por uno de los guardias, con una expresión afligida y preocupada.

—¿Qué ocurre? —preguntó JunSeo alterándose.

—Hubo... Hubo un ataque, se llevaron... A-a la señorita Haneul, mientras volvía de la escuela... —informó causando desespero en ambos padres. JunSeo rodeó el escritorio con rapidez, YangMi sujetó el traje del guardia.

—¿¡Y dónde carajo estaban los guardias!? ¡Son veinte guardias para ella! ¿¡Cómo pudieron dejar que se la llevaran!? —gritó con desespero sintiendo temblor en sus piernas.

—Los... Mataron a todos, e-eran más de veinte los que se la llevaron... Lo hicieron en plena avenida —informó recibiendo un empujón de la mujer que salió resonando sus tacones por la mansión, preocupada, alterada, JunSeo la siguió con su teléfono en manos, el guardia también lo hizo en espera de órdenes.

—Avisaré a todas las tropas de la tierra de nadie, tú, conduce —señaló saliendo de la mansión mientras señalaba al guardia que lo seguía, los esposos subieron al auto con desespero. JunSeo dejó el teléfono en su oreja— Saldremos por el camino principal, vamos a la mansión Kang y lleven armamento de todo tipo.






















[...]










—¡Hyung, hyung! —Haneul corrió con una risa toda la entrada de la mansión, abrazándose a la pierna de su hermano cuando lo vió. BeomGyu le sonrió agachándose hacia ella, acarició su cabello.

—¿Cómo estás, mi princesa? —preguntó, Haneul acomodó la mochila en su espalda antes de asentir.

—¡Muy bien! Me asusté un poco... Pero luego me dejaron en un auto con el señor Kang y me relajé porque sabía que iba a verte, hyung —narró abrazando al cazador que sonrió pequeño antes de tomarla en brazos, levantándose.

TaeHyun subió las escaleras de la entrada poco a poco, mirando a BeomGyu.

—Gracias... —murmuró cuando lo tuvo cerca, TaeHyun solamente pasó su mano por su cintura, caminando los pasos que faltaban hasta la puerta— Tu... No te hiciste daño, ¿Cierto? —preguntó entrando a la mansión cuando el vampiro abrió la puerta por él.

TaeHyun soltó una risa seca, mirándolo de reojo antes de negar.

—Déjala con la señora Che, necesito hablar contigo en la oficina —indicó antes de subir las escaleras para ir al punto de encuentro, BeomGyu abrazó a la niña mientras caminaba a la habitación del servicio.

Había decidido que JunSeo y YangMi eran su objetivo principal, no iba a descansar y TaeHyun había ofrecido toda su ayuda para ello.

Pero, BeomGyu no soltaba la idea de que de alguna manera u otra Haneul quedaría en medio de un gran problema que no le convenía para su edad e inocencia.

Así que, pidió específicamente secuestrar a la niña, para protegerla.

—Haneul, ¿No te han dicho nada de mi? —preguntó dejando a la niña en el suelo, Haneul se quitó la mochila con una negación.

—Solo escuché a escondidas que decían que eras un... Uhm.. Un traidor —mencionó alzando los hombros, BeomGyu asintió lentamente mirando a la señora Che aproximarse a él con una pequeña sonrisa al notar a la niña allí.

—Bien... Quédate un momento con la señora Che, puedes pedirle lo que sea, ¿Si, Haneul? Iré con el señor Kang —avisó dejando a su hermana bajo el cuidado de la señora Che antes de ir al punto de encuentro que le dijo el vampiro.

Apartaría a Haneul de todo el problema que venía, porque TaeHyun le dió específicamente que no le interesaba matar a Haneul si el caso lo requería, no iba a tener piedad con nadie.

—No podemos dejarla en la mansión, si piensas dejarla aquí la dejas en la boca del lobo —mencionó el vampiro apoyado del escritorio de brazos cruzados. BeomGyu chasqueó la lengua.

—Eso lo sé —afirmó quedándose a una distancia considerable— Solo quiero alejarla, que JunSeo no la encuentre y esté segura.

—¿Por qué la proteges tanto? —preguntó el vampiro mirándolo a los ojos. BeomGyu pasó sus manos por su pantalón de cuero.

—Porque ella no merece vivir eso.

—Es la heredera —le restó importancia con una ceja arqueada, BeomGyu negó un poco con la cabeza.

Puede que Haneul en un futuro sea la líder y tenga que ordenar muertes de vampiros, era quien plantearía los ataques, sabría manejar armas y en algún momento sería la responsable de la muerte de por lo menos de una muerte de algún vampiro o humano.

Pero aún estaba tan pequeña, inocente y llena de vida que no quería dañarla, no le tenía odio como para merecer algo así a tan corta edad. Si JunSeo o YangMi no hacían nada por protegerla, él si lo haría a pesar de no ser su familia.

Y además, tener a Haneul se volvía una ventaja increíble para él a pesar de no tener en mente hacerle daño.

—La enviaremos con YeonJun, tendrá un escuadrón completo protegiéndola en cualquier momento, los escuadrones los lidera y entrenan con Kai, así que son de suma confianza —propuso TaeHyun mirando a su esposo caminar poco a poco hacia él, acercándose unos pasos.

BeomGyu miró un momento a TaeHyun, aceptando con un asentimiento.

—Bien, infórmale a YeonJun para llevarla en cuanto antes —ordenó dejando sus manos en el pecho del vampiro, TaeHyun lo miró con una pequeña sonrisa.

—Como digas —afirmó sujetándolo del mentón con los dedos, BeomGyu se inclinó besando castamente los labios de su esposo, dándole el completo acceso cuando el vampiro continuó el beso.

TaeHyun escuchó a los guardias moverse con rapidez, se separó del beso volteando hacia el balcón de la oficina.

—Llegaron tus padres, bizcochito —bromeó alzando su mano para palmear la cabeza ajena, BeomGyu chasqueó la lengua desviándose hacia el balcón, apoyándose de los bordes para ver lo que pasaba siendo seguido por el vampiro que se detuvo tras él.

Habían varios autos y motocicletas, BeomGyu los reconoció de inmediato.

—Señor Kang... Están pidiendo acceso, ¿Qué hacemos? —preguntó el que custodiaba la puerta volteando para ver a los esposos en el balcón, TaeHyun miró a BeomGyu que por obvias razones no había escuchado.

Por eso, TaeHyun le repitió las palabras, apoyando su barbilla en el hombro ajeno.

BeomGyu sonrió de medio lado mirando hacia el guardia a la lejanía, hablando con seguridad sabiendo que ese y los demás estaban escuchando sus órdenes.

—No los dejen pasar, y díganles... Que tienen diez minutos para dar la vuelta e irse, están invadiendo territorio vampiro —mencionó mirando al guardia asentir antes de dar la información. Ambos miraron como JunSeo bajaba del auto enfurecido.

—¿Quieres bajar? —preguntó recibiendo un asentimiento de inmediato, TaeHyun se separó de él, empezando a caminar tras él, mirándolo de reojo con el pecho algo hinchado.

Estaba orgulloso, no iba a mentir, nunca mentía después de todo.

Se mantuvo al margen de la situación, solamente al tanto de los movimientos de los cazadores y de sus guardias.

—Tu la tienes, ¿¡Cierto!? —preguntó acercándose a la reja de entrada, era lo único que los dividía, BeomGyu miró a ambos esposos, se veían alterados, nerviosos, nunca los había visto en tal estado de desespero.

—Buenas tardes, señores Choi —saludó TaeHyun dando una reverencia burlona a los adultos— No esperamos su presencia, mucho menos con tal magnitud —mencionó barriendo con la mirada a los cazadores.

—¡Ya dejen el maldito teatro, ustedes tienen a Haneul! —acusó YangMi aferrándose a la reja con el ceño fruncido.

BeomGyu soltó una risa, le gustaba esa sensación, nunca la había experimentado y dudaba mucho querer dejar de sentirla.

Esa sensación de poder, de tener el control, le agradaba.

—Como escucharon, están invadiendo territorio vampiro, nunca avisaron que vendrían. Que mala educación de su parte —señaló pasando su vista por algunos cazadores que reconocía.

—Ya... ¡Ya deja de decir estupideces! ¿¡Quién te crees ahora!? ¡DEVUELVE A HANEUL! —gritó JunSeo a todo lo que su garganta le permitía.

—¿Que quién me creo? Esa no es la pregunta, JunSeo, la pregunta es, ¿Quién soy ahora? —preguntó acercándose unos pasos más a la reja.

Hubo un leve silencio, BeomGyu miró de pies a cabeza a JunSeo antes de sonreír poco a poco.

—Si los cazadores quedan sin heredera... No sería tan malo, ¿Cierto? Pueden tener otro hijo o robarse otro bebé, no les costaría nada, así que no encuentro razón para preocuparse tanto —habló con seguridad, un tono que él había escuchado muchas veces en Kang, amenazador pero manteniendo la calma.

El vampiro se mantuvo en su lugar, relamiendo sus labios para evitar soltar una sonrisa. 

—N-no... No le hagas nada... —murmuró YangMi agitada, sintiendo terror por su hija, la pequeña niña que había tenido y amaba con su vida. ¿Qué podrían ser capaz de hacerle a una niña tan inocente como ella?

—Váyanse entonces, estoy ocupado para tener que soportarlos —mencionó dándose la vuelta, con confianza, abrazó los hombros del vampiro que solo hizo una seña a sus guardias.

De inmediato, todos sacaron sus armas, algunos apoyados desde las esquinas de las rejas, otros arriba de los muros, todos apuntando hacia los cazadores.

Los cazadores también tomaron posición de batalla, apuntando a los vampiros.

—Que patético —murmuró Kang apoyando sus manos en la cintura de su esposo, mirando como YangMi alzaba la mano derecha.

—Bajen las armas —ordenó sujetando a JunSeo de la muñeca, haciéndolo retroceder, el hombre cedió de inmediato volviendo a anunciar la retirada.

BeomGyu los observó irse, con rendimiento y con el obvio miedo de lo que le harían a una pequeña.

—HaeChan y Ken —llamó Kang teniendo a ambos guardias frente a ellos de inmediato— HaeChan, reúne a ls escoltas para salir hoy en la noche a la mansión Choi, y tú Ken, ven conmigo —pidió dejando un casto beso en los labios de su esposo antes de retirarse, HaeChan dió una pequeña reverencia para imitarlos pero la mano de BeomGyu en su muñeca lo detuvo.

Volteó a verlo con seriedad, quitando la mano ajena de él, esperando a que le dijera algo.

—¿Qué necesita? —preguntó ante el silencio y la clara duda que tenía el humano.

—Necesito... Que me hagas un favor, TaeHyun me dijo que viniera contigo para ello.

—¿Qué favor? —preguntó de nuevo con el ceño fruncido. BeomGyu relamió sus labios antes de hablar.

—Necesito que lleves a alguien al almacén... Cualquiera... —murmuró recibiendo un asentimiento de HaeChan— No importa si es humano.

—Me encargaré de ello luego de escoltarlos a la mansión Choi —prometió dándole una pequeña reverencia sin querer hacerla en realidad y se marchó, dejando a BeomGyu solo.

El humano solamente avanzó por las escaleras, entrando a la mansión, empujando la puerta.

Tomó una inhalación, sonriendo poco a poco después.

Para él, ese era sólo el inicio.









































¿Cuánto le llevó a BeomGyu? ¿50 y algo de caps para empoderarse? Aunque esto es solo el inicio como dice al final

Espero no se les haga largo el fic, no pienso subir 100 caps (espero) pero ajá... Espero no se les haga tedioso :(

Lamento tardar mucho para subir esta cap, ¿Debería compensarlo subiendo el siguiente capítulo?

Nos leemos!

The_Dark_Diamond04

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