Etapa II: White Pieces

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

2 semanas después.


















Había empezado a pasar sus tardes en el jardín, sentado en la banca de cemento, o merodeando por los alrededores, recogiendo las rosas que caían y quitando los pétalos en silencio, podría pasar horas ahí, metido en sus pensamientos, recordando cosas que no quería recordar. Lamentando y odiando por completo su vida actual.

Últimamente había pensado en MinHyuk.

Lo había traicionado de la peor manera posible, había jugado con sus sentimientos por mucho tiempo, lo engañó millones de veces y le inventó un cuento de hadas.

No podía perdonarlo.

Lo amó intensamente, entregó todo de él en esa relación pensando que estaba recibiendo lo mismo, pero resultó ser una farsa. No le iba a perdonar eso a MinHyuk, aunque bueno... Ya estaba muerto.

Con ese tema, aún se sentía incómodo y asustado.

Había visto como TaeHyun lo masacró de la peor manera que hubiera visto, simplemente con recordar ese día, su corazón se agitaba del miedo, y su espalda empezaba a sudar a la par que sus manos temblaban.

Algunas noches no podía dormir, despertaba en medio en una atroz pesadilla de la que TaeHyun y MinHyuk eran protagonistas, las mismas escenas de ese día se repetían una y otra vez. Soñaba con la tortura de MinHyuk y por otro lado seguía recordando cuando mataron a los hombres del almacén, seguía soñando con eso, incluso algunas veces llegaba a soñar que era abusado sexualmente, por nada más y nada menos, que su esposo.

Muy al contrario de su estado mental, se había recuperado físicamente, había subido un poco de peso incluso, las heridas en sus rodillas habían sanado con éxito dejando apenas marcas, apenas y le sobraban algunos moretones que irían aclarando con el tiempo.

Cuando tomó conciencia y despertó después de esa horrible madrugada, lo primero que hizo fue pensar en la señora Che, desesperado y sintiendo la mayor culpa de su vida cuando no la ubicó en los lugares típicos a los que iba, no estaban sus cosas, el mismo personal no sabía de ella.

"Sólo se fué" Le habían dicho los del servicio sin ser realmente conocedores de lo que había pasado con la mujer.

Entonces, con el corazón en mano y la culpa carcomiendo lo poco que le quedaba de estabilidad mental caminó hasta la oficina de su esposo, aumentando su desespero cuando no lo encontró allí.

Caminó por la mansión con rapidez, abrió puertas con desespero una y otra vez, jadeando casi con alivio cuando lo encontró en la piscina.

El vampiro lo recibió con total calma, mirando su estado con desdén.

—¿Por qué te importa tanto? Le di su merecido castigo, BeomGyu —fue la respuesta del vampiro. A esas alturas, BeomGyu identificaba un castigo como un método de tortura inhumano, heridas, golpes, insultos, cosas que rozaban y llegaban a la muerte.

Por eso, no evitó caer sobre sus rodillas aún lastimadas en ese entonces, sin evitar soltar lágrimas.

—No lo hiciste... No lo hiciste... —murmuró mirando al vampiro, relajado en la gran piscina, TaeHyun rodó los ojos— ¿¡Cómo pudiste hacerlo!? ¡E-ERES INHUMANO! ¿¡Qué le hiciste y en dónde está!?

—¿Tanto te carcome la culpa, bizcochito? —preguntó el vampiro nadando la distancia que los separaba, apoyó sus brazos en el borde.

—Por favor... P-por favor, TaeHyun... —lloriqueó, hipeando y sin poder controlar los movimientos frenéticos de sus hombros.

—Me gusta que sepas que si a la señora Che le pasa algo, es totalmente tu culpa —señaló el vampiro ladeando la cabeza para ver completamente la cara de su esposo— Ya cállate —ordenó el vampiro con el ceño fruncido mirando como BeomGyu cubrió su boca de inmediato, reteniendo sus sollozos— Tienes suerte, la señora Che tiene vacaciones por un mes, además, es su castigo por ayudarte. Ella volverá en un mes, te lo prometo —le dijo recibiendo una mirada de desconfianza total, TaeHyun soltó una risa seca arrojando su cabello húmedo hacia atrás— No te miento, bizcochito. ¿Quieres hablar con ella? —le preguntó saliendo del agua para tomar asiento a su lado.

—Si... Sí, por favor.

—Entonces gánalo —fue lo único que le dijo antes de ir a secar su cuerpo con una toalla.

No consiguió la llamada en ese momento, tampoco al día siguiente, mucho menos luego de una semana.

Y ahora, con dos semanas tampoco había tenido esa llamada, aún así, podría sentirse un poco más calmado cuando HaeChan le confirmó con unas cuantas palabras que la señora Che estaba viva, segura y sana.

Suspiró jugando con una rosa roja en su mano, distraído, dió un salto en su lugar cuando observó de reojo un cuerpo, de pié.

—Ya casi es hora del almuerzo —dijo TaeHyun tomando asiento a su lado, mirando sin interés las flores y todos los arbustos. BeomGyu asintió con su cabeza siguiendo con la rosa en su mano.

¿Qué podría hacer ahora para ganarse la llamada con la señora Che?

Podría decir que habían vuelto a lo que eran antes de que escapara en esas dos semanas, desayunaban, almorzaban y cenaban juntos, BeomGyu le seguía los besos, incluso el sexo, estaba dócil y no dejaría de serlo por el momento.

Ya no podía salir, solamente podía hacerlo con su esposo los domingos a cenar, de resto, debía estar en la mansión.

—Mírame —pidió el vampiro mirando como su esposo volteaba para verlo directamente a los ojos, sin aguantar más de tres segundos con la mirada fija.

BeomGyu le desvió la mirada de inmediato.

TaeHyun sonrió tomándolo de la nuca para besarlo con lentitud, usando su lengua en el proceso, sintiéndose satisfecho cuando su esposo le contestó con el mismo movimiento.

Hace no mucho, BeomGyu le mantenía la mirada, lo veía directamente a los ojos sin miedo y con el suficiente coraje para enfrentarlo sin quitarle la mirada.

Pero ahora le agachaba la mirada si lo acorralaba, la desviaba a los segundos.

El cazador fue quien separó del beso, mirando la rosa en sus manos, TaeHyun lo dejó en paz, sacando su teléfono de sus bolsillos.

—Ten —le dijo entregando el aparato a su esposo— Termina de hablar antes de que sea la hora de almuerzo, no quiero esperar por ti —habló mirando de reojo como BeomGyu dejaba la rosa olvidada en el suelo y buscaba el contacto de la señora Che, era uno de los tres contactos que tenía registrado.

TaeHyun se inclinó hacia él, pasando su mano por su cabeza, BeomGyu se encogió en su lugar.

—Gracias... —murmuró sabiendo que eso era lo que esperaba el vampiro para irse. No le tomó mucho llamar y dejar el aparato en su oreja, así como a la señora Che no le tomó mucho contestar.

¿Si, señor Kang? ¿Qué necesita?

¡Señora Che! O-oh, señora Che... —dejó su mano libre en su pecho siendo muy notorio el cambio de postura incluso lo aliviado que lo dejaba escuchar la voz de la mujer.

¡Señorito! ¿Cómo está?

Está viva... Usted está viva... —murmuró apretando su ropa, la mujer rió un poco antes de escuchar un pequeño sollozo— Perdón, le pido que me perdone, señora Che... No quise meterla en esto... Es mi culpa, todo lo que pasó fue mi culpa y le pido de nuevo que me perdone —habló soltando todo lo que tenía y había acumulado al no saber nada de la mujer.

—No... Señorito, no llore, por favor no lo haga o le dolerá la cabeza... —le dijo en un tono preocupado, a la vez algo mimoso.

Era un peso menos para él, un alivio que no sabía ni como explicar.

Entre todos sus problemas, todos sus pensamientos negativos, todo su llanto y su dolor físico y mental, la señora Che había sido la única en tender su mano y abrir sus brazos para sus lágrimas, sin juzgarlo e incluso sin hablar, solamente dándole un hombro para desahogarse.

La señora Che es una persona buena, amable y no se merecía ser víctima de Kang TaeHyun.

—¿Estás más aliviado? —preguntó el vampiro cuando lo vió entrar al comedor, el personal estaba colocando los platos apenas.

BeomGyu asintió lentamente entregando el teléfono en sus manos para ir a su lugar.

Su calma ese día se extendió inmensamente, y pensar que la señora Che volvería en cierto tiempo le alegraba y ansiaba para poder ver a la mujer de nuevo.

Volteó hacia TaeHyun que solamente bebió una copa, sin algún plato o ración de algo, ¿No comería esa vez? No le interesaba.

Comió con lentitud, saboreando la comida, con la mente dándole vueltas una y otra vez.

—Tenemos algo que hablar en la oficina —comentó TaeHyun cuando acabó con su comida. BeomGyu asintió limpiando sus labios antes de levantarse de la mesa para caminar en dirección a la oficina con el vampiro siguiéndolo.

"Tenemos algo que hablar en la oficina" se traducía en su cerebro y cuerpo completamente diferente a lo que es una charla.

Por eso, cuando el vampiro tomó asiento en su silla se apresuró a tomar asiento en su regazo, desabrochando los primeros botones de la camisa ajena.

—Quisiera que se apresurara... Si es posible —pidió en voz baja, TaeHyun lo sostuvo de las muñecas con una ceja arqueada.

—Te dije que quiero hablar contigo —comentó abrazándolo de la cintura, BeomGyu se mantuvo con la mirada gacha escuchando al vampiro— ¿No has estado curioso? ¿Uh? Antes querías ir con tu padre, te veías tan curioso por la situación, ¿Ya no te importa? —preguntó mirando como el cazador dudaba un poco antes de dejar sus manos en su pecho, apoyado.

—No creo que me sirva de nada saber algo... —murmuró teniendo nulo interés en ese momento, la curiosidad que tenía antes fue olvidada casi de inmediato luego de intentar escapar. Su mente no estaba estable, no tenía una buena salud mental como para interesarse en cosas que tal vez lo destruyeran más.

—Te servirá de mucho aunque no lo creas —alzó los hombros TaeHyun antes de buscar su mirada, BeomGyu miró sus ojos unos cinco segundos antes de desviarla— Quisiera hacer una pregunta sobre Haneul, ¿Te molesta? —preguntó. BeomGyu negó con la cabeza, de todas maneras preguntaría.

Solo era una fachada comprensiva, y lo odiaba.

—Tu estuviste en su nacimiento, ¿No? Eres mayor que ella  —supuso recibiendo un pequeño asentimiento— ¿En qué hospital nació?

—¿Para qué quiere saber eso? —preguntó con el ceño fruncido tomando algo de coraje para verlo a los ojos.

—¿Nació en el mismo hospital que naciste tú? —preguntó ladeando la cabeza, BeomGyu negó algo pausado, frunciendo el ceño, sin saber exactamente en dónde nació.

La verdad nunca se interesó y tampoco preguntó, para él era un dato sin importancia.

Por eso, alzó los hombros murmurando la respuesta.

—Yo sí sé en dónde naciste —asintió TaeHyun con seguridad, BeomGyu volvió a observarlo con el ceño fruncido.

¿Cómo sabía eso?

¿Le estaba mintiendo otra vez?

Pero... TaeHyun nunca le había mentido.

¿O si?

Antes me preguntaste desde cuando te conocía —retomó el vampiro cuando se formó un silencio de unos segundos, BeomGyu sintió sus manos temblar, apretó la ropa del vampiro cuando se inclinó hacia sus labios, dejando un corto beso—  Te conozco... Desde hace mucho, pero tú me conoces desde hace meses apenas... —murmuró sobre sus labios, BeomGyu empezó a sentir ansiedad por sus palabras, la curiosidad se despertó en menos de lo que esperaba.

TaeHyun pasó su lengua descaradamente por sus labios.

—¿Desde cuándo lo hace? ¿Desde cuándo me conoce? —preguntó sintiendo su espalda chocar con el escritorio. TaeHyun rió sabiendo que con las palabras correctas podría volver a despertar su curiosidad.

—Te conozco desde que tienes dos meses de nacido... Desde que llegaste a la mansión Choi —le contestó sacándole un jadeo de la impresión cuando lo besó con ferocidad, usando su lengua en el proceso sin importarle que su esposo no le contestó.

¿Lo conocía desde que llegó a la mansión Choi?

No, él no había llegado a la mansión Choi con dos meses, había nacido y había vivido desde sus primeros días de nacido allí, así había sido la historia siempre, ¿A qué se refería? ¿Acaso TaeHyun está confundido?

—Yo... Llegué a la mansión a los días de nacer, no llegué a los dos meses... —dijo separando al vampiro de sus labios, TaeHyun arqueó una ceja.

—Bien, supongamos que llegaste a los días... Si te sabes eso, ¿Por qué no sabes en dónde naciste? —le preguntó relamiendo sus labios.

—N-no lo sé... ¿Por qué necesita esto? ¿No puede solo usarme y dejarme ir? —preguntó desesperado y confundido, sin saber que pensar en ese momento y sin encontrarle el sentido a la conversación.

TaeHyun soltó una risa alzando su mano derecha para acariciar su mejilla con suavidad.

—¿No prefieres tú usarme a mi?



























Etapa II: White Pieces















Sinceramente esta etapa es una de mis favoritas para escribir, espero sea de su agrado y sigan dándole mucho apoyo y amor a esta historia!

Espero no esté aburrida para ustedes :/

The_Dark_Diamond

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro