✏️ Escenarios

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✏️ Escenarios: Especial San valentin ❤️


Ikki Niko

Emma sonrió sin importarle las demás miradas mientras que Niko pensaba que iba a morir ahí.

Ella sonrió tratando de calmar al tembloroso chico que no podía procesar lo que estaba ocurriendo.

—Oye Ikki, harás que mis chocolates se derritan, debes aceptarlos— dijo alegremente poniendo más nervioso al chico que nunca había recibido algo así ya que mayormente los demás pensaban que era alguien raro.

—Y-yo...Emma-san...— Niko no podía formular ninguna palabra coherente, que la chica más bonita de la secundaria le estuviera dando chocolates en pleno San Valentín era algo que no había imaginado.

—Estoy feliz de encontrar al alguien con quien comparto gustos, así que es un gusto darte este pequeño regalo— le dijo ella tomando sus manos y posando la caja, de un tamaño mediano, en ellos— además...eres muy lindo Ikki— le susurró al oído dejando un beso en su mejilla.

Ese día a Ikki casi le da un paro y además se ganó el odio de muchos por haber recibido un beso de parte de Emma.

Isagi Yoichi

—¿Eh?— musitó con confusión Isagi al ver aquella linda caja con decoraciones llamativas, esta era extendido en su dirección por parte de una azabache de ojos negros que le sonreía levemente, algo no muy común en una chica como ella.

—Feliz San Valentín, Yoichi— le dijo ella con un pequeño sonrojo debido al momento— no pensaba que terminaría cocinando chocolates para alguien, pero mírame, aquí estoy dándote esto, puede que no sea delicioso o que seguro no es adecuado para el tipo de dieta que tienes o...—

—Gracias Yoru— agradeció de corazón el de ojos azules, mirando con atención la caja para luego mirar a la chica— e-es la primera vez que alguien me da algo así, no se que decir— habló con nerviosismo el pelinegro— pero gracias, que seas tu que me lo esté dando significa mucho, enserio muchas gracias—

Yoru solo asintió a las palabras de Isagi, al final ambos terminaron comiendo los chocolates un tanto apenados pero disfrutando de la compañía del otro.


Nagi Seshiro

—¿Para mi?— Nagi no se lo podía creer.

—Claro que si— rió Hory— si no ¿para quién más sería?—

Nagi tomó entre sus manos la caja que contenía los chocolates. Era algo nuevo para él recibir eso, luego dirigió sus ojos grises en la rubia cenizo notando un sonrojo que adornaba sus mejillas.

Bonita.

Hory realmente es bonita.

Para sorpresa de la Eins, Nagi esbozó una pequeña sonrisa, eso le decía que si le había gustado y ella no podía estar más contenta.

—No le daré nada a Reo— dijo de pronto el albino, formando un leve puchero, conociendo a Hory sabía que si encontraban a Reo le terminaría invitando.

—Entonces deberías terminarlo antes, ¿no crees?— bromeó ella causando que Seishiro se lo tomara enserio y comenzara a comer, algo extraño para alguien que hasta le daba pereza masticar.

Hory no le diría que había hecho otro para Reo, aunque para el Mikage solo era para demostrar la amistad que le tenía.


Reo Mikage

Karina no dejó de fruncir el ceño, aún así, mantuvo en alto la caja de chocolate que estaba en dirección de Reo, mientras que este estaba asombrado con lo que estaba sucediendo.

—Tch, ¿vas a agarrarlo o no?— preguntó de manera brusca intentando ocultar su vergüenza— se me va a acalambrar el brazo si sigo así—

—No esperaba esto pero gracias— dijo emocionado el Mikage tomando entre sus manos la caja, miraba con brillos en los ojos aquello que Karina, la chica más seria que había conocido, le estaba dando. Además no evitó sentir ternura cuando la vio acomodar sus gafas para tratar de calmar sus nervios.

—S-solo por esta ocasión será— dijo mirando hacia otro lado— así que será mejor que lo disfrutes— ordenó.

—Claro que lo haré— le dijo Reo.

Después de eso, Karina terminó huyendo del lugar para que Reo no la viera con su rostro rojo. Aún con eso muchos dudaban de que fueran prometidos, pero solo ellos sabían lo que sucedía cuando estaban solos.


Chigiri Hyoma

—Hey— ante el llamado Chigiri volteó encontrándose con una pelinaranja de ojos cafés sonriéndole cariñosamente— toma— le dijo ella extendiéndole una bolsa, cuando el pelirrojo lo tomó pudo ver una caja de chocolate dentro, eso le sorprendió— es mi regalo por tu mejora, así que por favor acéptalo, Chigiri-kun—

Pero antes de que pudiera decir algo, los hermanos Wanima se acercaron rápidamente y comenzaron a llamar la atención de Seilah, principalmente el menor de ellos, diciendo cosas que buscaban lastimar a Chigiri debido a la lesión que tenía y que iba a cargar por siempre.

Hyoma agachó la cabeza dándole la razón a ellos, pero una vez más, terminó sorprendido al escuchar a la chica defendiéndolo.

—Esa lesión no va a detener a Chigiri-kun, confío en que él se recuperará pronto y luego de eso, él será el mejor delantero que haya en la escuela, no mejor dicho...¡en todo el mundo!— exclamó ella dejando sin palabras a los demás.

No hace falta decir que Chigiri disfrutó mucho de los chocolates caseros que Seilah le había dado. Él quedó pensando y mirando recetas de cómo hacer chocolates para cuando llegue el Día Blanco.


Sae Itoshi

Sae parpadeó mirando la caja en sus manos, luego miró a la persona que se le dió notando la gran sonrisa en su rostro.

—Cómelo— insistió Miyuki muy atenta a lo que el Itoshi haría.

—No puedo, tengo que seguir una dieta— dijo este con su monótona voz, aunque por dentro estaba un tanto nervioso.

—Vaya, entonces tendré que dárselo a Rin, él seguro si se lo come— se lamentó ella, queriendo tomar la caja pero rápidamente Sae se alejó apegando la caja a su pecho.

—Esto es mío, ya me lo haz dado— le dijo este fijando sus orbes verde azulados en los lavandas de ella, abrió la caja y tomó uno de los chocolates que tenía una forma rara de corazón, le resultó muy delicioso.

Miyuki solo sonrió por haber logrado su cometido. Ya sabía lo raro que era Sae pero no pensó que caería tan fácilmente.

—Eres tan tierno, estando celoso— dijo ella haciendo que Sae se sobresaltara aunque por la expresión de su rostro parecía que esa acción no había sucedido— solo me queda desearte un feliz San Valentín, Sae Itoshi—

Sae solo asintió.

Tendría que pedir ayuda para hacerle algo grandioso a Miyuki.



Rin Itoshi

—Mira...¡Tada~!— Rebecca gritó enseñándole a Rin una caja de chocolates casero— mi mamá me ayudo hacerlos, sabes que soy pésima en la cocina, pero hice mi mejor esfuerzo para dártelo— explicó ella, no hace falta decir que el único nervioso por ello era el pelinegro.

—¿Q-qué?— titubeó Rin, aún procesando que de la nada Rebecca se le apareció mientras practicaba dándole un presente por ese día.

—Ya sabes, en Japón es como tradición darle chocolates a alguien que aprecias ya sea una amistad o...algo romántico— mencionó lo último un tanto apenada pero rápidamente lo ocultó con su actitud de siempre— así que te hice muchos porque realmente te quiero— sonrió con los ojos cerrados.

Ya está, el frío corazón del menor de los Itoshi comenzó a derretirse con solo mirar la hermosa imagen de Rebecca sonriendo mientras le extendía los chocolates.

—¡Cierto!, también hice para los demás— eso llamó la atención de Rin— para Sae-san, para Shidou, Bachira, incluso Isagi— mencionó alegre.

No era de esperarse que Rin le quitara todos sus chocolates y comenzara a comérselo él solo.

Nadie más debía probar lo que Rebecca le había hecho, de eso estaba claro.


Meguru Bachira

Mai rió alegremente mientras Bachira le abrazaba por los hombros, ellos eran una pareja un tanto peculiar ya que ambos se habían compartido los chocolates sin importar qué ese día fuera solo para que las chicas lo entregaran.

Un día antes, Meguru le había pedido ayuda a su mamá, mientras que Mai había revisado unas recetas por internet. Al final, ambos se compartieron lo que habían hecho y terminaron comiéndoselo detrás de la escuela, no les importó saltarse las clases, después de todo Mai era muy buena en eso y Meguru tendría a su chica enseñándole. No se perdían de nada.



Wow no pensé que mañana ya sea San Valentín así que les traigo un especial por esta fecha ❤️

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