Nagi Seishiro

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Hory sabía que estaba rodeada de puros imbéciles que no sabían controlar sus malditas hormonas pero esto...esto ya era ir demasiado lejos.

Se arrepentía de haberse quedado hasta el último en su salón.

Frunció el ceño al sentir como aquella asquerosa mano apretaba con fuerza su muñeca mientras la otra la mantenía retenida apegada a la pared.

—Suéltame idiota— ordenó con furia haciendo reír al otro.

—No entiendo por qué tienes que hacerte la difícil, tener estas grandes tetas solo nos incentiva a querer tocarte, es tu culpa por tener un cuerpo así— sonrió sin dejar de ver esas parte de su cuerpo.

Hory sintió mucho asco de él, no le gustaba esa mirada, para nada. Lo único que quería era poder librarse de él y pegarle, lo haría sufrir como nunca se ha imaginado. Así le enseñaría respetar a otras personas, le bajaría lo pervertido a golpes.

—Suéltame— volvió a repetir la rubia cenizo dejando ver la furia en sus ojos azules violáceos. Aunque el miedo estaba predominando en ella, cuando sintió como él se acercaba mucho más.

—Deberías alegrarte de que alguien como yo se esté fijando en una pobre como tú— se burló haciendo que ella apretara los dientes, estaba hartándose de esta mierda, de estos riquillos idiotas que creían que podían hacer lo que quisieran solo porque tenían dinero.

Además, el que ella entrará con una beca a esa prestigiosa escuela solo demostraba lo increíble que era. Pero tal parece que a descerebrados como este lo tomaban como algo malo.

Se tensó cuando este acercó su rostro en la parte de sus pechos y comenzaba olerla de una manera que solo le causaba náuseas.

No, aléjate...

Aléjate...

¡Aléjate!

Hory como pudo levantó una pierna y terminó haciéndole un hincapié en la parte íntima de ese asqueroso. Debido a eso, él la soltó para agarrarse en ese lugar mientras chillaba con una voz afinada. Eso no la detuvo y le volvió a dar otros golpes, no le importaba nada, a la mierda con este idiota que había osada querer tocarla.

Si era posible, haría que le cortaran ese estúpido pene.

—¡T-te vas a a-arrepentir, estúpida p-perra!— amenazó— ¡Haré que te echen de aquí! Después de todo una pobre como tú no debería estar aquí.

—Cállate, le dire sobre esto a la dirección, ya veremos quien sale perjudicado, idiota sin cerebro— señaló ella, sintiendo como su cuerpo temblaba un poco debido al susto qué pasó.

Rápidamente se comenzó alejar de allí antes de que él se parara y fuera detrás suyo, fue tanto así que terminó corriendo y bajando muy rápido las escaleras que había. Debía llegar cuanto antes a la dirección.

No contaba que en una de esas terminara chocando contra alguien que había decidido sentarse en un escalón.

A pesar de caer en alguien, la rubia cenizo terminó por golpearse en algunas partes del cuerpo.

Un momento...¿encima de alguien?

Hory rápidamente salió de encima y se fue a un lado, tratando de ver si ese chico estaba bien. Se encontró con un chico que parecía ser demasiado alto y era albino, este estaba extendido boca abajo, por eso ella cayó en su espalda.

—O-oye...¿estas bien?— preguntó preocupada al ver como ese chico ni se movía y seguía tendido en el suelo. Mierda, no era culpa suya que él estuviera ahí sentado cuando claramente no se podía.

—Que molestia...deja de hacer ruido— habló este, escuchándose raro debido a que seguía en el suelo para luego comenzar a levantarse lentamente casi con pereza— casi me dormía— murmuró pero Hory logró escucharlo.

—¿Por qué estabas ahí? Por tu culpa ha ocurrido esto— regañó la rubia cenizo notando como el albino de ojos grises no le hacía caso, más bien parecía buscar algo. Entonces la mirada de él se dirige a cierta parte haciendo que Hory se diera cuenta que estaba con las piernas abiertas, que justo en ese momento estaba con falda debido al uniforme escolar, las cerró de golpe— ¡No me mires, idiota!— gritó alejándose de él.

Aunque al albino no pareció importarle eso.

—Aquí estaba— dijo mientras agarraba su celular que había estado a un lado de la chica— no le pasó nada— mencionó en un tono cansado.

¿Eh? Así que él...

—¡Aquí estabas!— exclamó alguien.

Hory palideció al verlo, era el que había querido tocarla, rápidamente se levantó y comenzó alejarse de ahí, el cual era su objetivo inicial.

—¡Aparta idiota!— gritó el pervertido hacia el albino, el cual seguía en el suelo, mirando con confusión lo que sucedía frente a sus ojos.

—Que ruidosos— murmuró mientras se levantaba y comenzaba a jugar nuevamente.

Hory suspiró al llegar a casa, cambió su cansado rostro a una más feliz. No quería preocupar a sus padres, el ser acosada ya era algo que le sucedía muchas veces pero ella podía defenderse perfectamente bien, esos no se saldrían con la suya, además ya había mencionado sobre lo ocurrido a la dirección. Al menos estaría tranquila unos dos o tres días, que era la suspensión que le daban a esos ricachones pervertidos.

Entonces recordó el accidente que tuvo con ese chico extraño.

La adolescente se acostó en su cama luego de cenar y hacer sus deberes, este día había sido cansado para ella, solo quería dormir.

Si hubiera el premio para la más despistada definitivamente ella lo ganaría.

Sintió como su ceja temblaba sin dejar de observar al albino dormido frente a ella.

Resulta que el chico con el que chocó había sido su compañero de salón.

Aún así, sentía un poco de culpa por el accidente y también por haber pensado mal de él. Así que mientras preparaba su bento terminó haciendo uno para él, aunque de un tamaño un poco más pequeño, con lo que le había sobrado.

Nagi se quejó entre sueños al sentir a alguien moverlo de un lado a otro, cuando se fijó en quien era se encontró con la chica del otro día.

—Ya es el receso— comenzó hablar ella— y bueno...quería disculparme por chocar contigo aunque tú también tenías un poco de culpa por sentarte ahí y también por pensar mal de ti...así que toma— Hory le extendió el bento que había preparado para él. Nagi notó que ella estaba muy apenada pero no quiso pensar mucho en ello porque le era cansado.

—...gracias— murmuró él tomando el bento, al menos no tendría que hacer fila para comprarse el pan que quería. Siguió con su mirada a la chica notando como ella se dirigía en la carpeta que se encontraba más adelante que la de él— ¿eh? ¿Vas a comer conmigo?— preguntó mirándola aún en el salón.

—¡Somos compañeros!— exclamó ella en un tono más alto— aunque recién me doy cuenta de eso— terminó por decir en un tono avergonzado— en fin...espero que te guste, Seishiro-san.

—No te recordaba, pero está bien, me salvaste de estar en la fila— respondió Nagi para comenzar a comer, aunque le resultaba tan cansado masticar continuó haciéndolo ya que le supo muy delicioso la comida.

Ambos comieron dentro del salón, Nagi por su flojera y Hory porque no quería que otros la vieran. Ya tenía suficiente con ese tonto del día anterior.

Cundo volteó terminó encontrándose con el albino volviendo a dormir en su carpeta con su libro levantado para que el profesor que entraría no le viera.

—Oye tu...¿tanto sueño tienes?— se preguntó un tanto sorprendida— ahora que me doy cuenta de tu presencia siempre noto que duermes, a este paso tus notas bajarán mucho— lo regaño como cuando chocaron pero esta vez con una leve preocupación.

—Estudiar...es tan aburrido— respondió Nagi con su típica voz perezosa.

Hory frunció el ceño sin poder entenderlo, para ella la educación era lo primordial porque de ahí te preparabas para el futuro, no podía estar como él durmiendo, si hacía algo mal, le diría adiós a su beca.

—Estaba bien el bento, me terminó gustando...así que gracias— fue lo último que el albino dijo antes de dormir nuevamente.

Si hubiera mirado a la rubia cenizo habría notado el gran sonrojo que adornaba su rostro, muy avergonzada de que alguien le dijera eso.

Hory Eins, sentía que este día resultaría algo raro, algo se lo decía.

Se preparó para la escuela, desayunó y se despidió de sus padres.

Estaba acercándose a la parada que la llevaría directo a la escuela, pero vió a alguien que últimamente comenzó a notar mucho más.

—¿Eh?— la mirada cansada de él y la sorprendida de ella chocaron por verse por primera vez en esa situación.

—Hola...— le dijo él.

—Buenos días— respondió ella aún procesando aquel encuentro, no sabía que vivían cerca.  Aunque no pudo evitar observarlo llegando a notar la postura encorvada de él, si se parara correctamente se vería mucho más alto e imponente así destacaría más, ya que solía tener una nula presencia, mírenla a ella que recién notaba su presencia.

Ambos entraron al tren sentándose juntos.

Hory observó asombrada lo bueno que era Nagi en los juegos, derrotaba fácilmente a los villanos además del buen control que tenía sus dedos en los botones que debía presionar. Simplemente asombroso.

—Esto es fascinante, nunca había visto a alguien jugar así en el celular— felicitó ella con brillos en los ojos, Nagi la miró pero no mencionó nada volviendo a jugar, de alguna manera ese alago le gustó.

Para cuando llegaron, comenzaron a caminar juntos hacia su salón. Pero no contaban que alguien quisiera agarrar del brazo a Hory. Aunque ella, debido a sus reflejos, logró moverse hacia otro lado.

—¿Que mierda?— murmuró sorprendida la chica. Pero viendo al causante lo entendió todo— ¿acaso no entendiste? Aléjate de mi— se enfrentó furiosa.

—Así que no querías estar conmigo, eh...Pero ahora veo que estás de ofrecida con este idiota— señaló furioso a Nagi que no entendía nada— Por culpa de tus chillidos me tuvieron que suspender tres días— mencionó furioso— y la vas a pagar, maldita.

Antes de que él intentara golpearla, Nagi se interpuso recibiendo el puñetazo. Algunos gritos de asombro se escuchó por el lugar, había algunos alumnos que se quedaron a ver la pelea.

—Seishiro— musitó Hory sorprendida por el actuar del albino.

—Oye...no entiendo nada...pero esto de querer golpearla ya es pasarse de la raya— habló Nagi con su típica voz baja mientras sujetaba su nariz que había comenzado a gotear sangre, seguro se había roto algo.

—¿Que te importa a ti, imbécil? No te metas en donde no te incumbe— gritó enfurecido queriendo volver a golpearlo.

—Basta— se escuchó la voz enfurecida de Hory a espaldas del atacante, y antes de que este se girara ella le pateó en la misma parte que días antes había hecho— no te atrevas acercarte a mi, pervertido, si la escuela no hace nada contigo yo misma seré la que lo haga— amenazó con un semblante sombrío. Harta debido al escándalo que había y porque alguien resultara herido debido a eso.

—Eso dolió...— murmuró Nagi aún sujetando su nariz mirando la escena.

—¿Se encuentran bien? He visto que él a comenzado todo esto, seria bueno comunicarle al director pero primero deberían ir a la enfermería— habló un pelimorado un tanto preocupado, había llegado hace un rato y lo primero que encuentra es a un alumno de la escuela iniciando una pelea y a una alumna ejemplar derrotándolo.

—Si...¿Te encuentras bien, Seishiro-san? Por mi culpa tu...— Hory se sentia culpable, no le gustaba que otros salieran dañados con los problemas que tenía. Salió de sus pensamientos cuando sintió como su compañero albino se recostaba sobre ella— ¿Eh?—

—Me voy a morir— mencionó Nagi con su voz perezosa— Ayúdame Hory que me muero— alargó la "o".

—¿Por qué te metiste si no sabes pelear?— inquirió la rubia cenizo tratando de llevar a Nagi quien al parecer habia puesto todo su peso en ella.

—Porque no quería que te golpeara— respondió con sinceridad el de ojos grises, Hory lo notó ya que Nagi era flojo pero nunca le mentiría.

Ambos fueron interrumpidos por el pelimorado que se unió para llevar a Nagi a la enfermería.

—¿Puedo saber por qué ocurrió todo eso? Estas escenas son mal vistas y más en una escuela como esta, además, Eins...tu eres alguien quien siempre ocupa los primeros puestos, algo asi haría bajar mucho tu reputación— preguntó con curiosidad y mirando directamente a la chica.

Hory recién notó la presencia de Mikage Reo, el unico hijo de los Mikage por lo cual él heredaría la empresa de sus padres, Mikage Corporation, conocidos por la alta tecnología que usaban.

Ellos eran algo así como rivales, "peleaban" por quien sacaría la más alta nota en los exámenes, pero de ahí ni se hablaban, así que su preocupación fue sorpresivo para la rubia cenizo.

—No es mi culpa...Él...es un idiota sin cerebro— comenzó a explicar dudando al principio pero armándose de valor al último— se me declaró y yo lo rechacé, desde ahí no para de fastidiarme en la escuela, no solo con palabras referentes a mi cuerpo sino tambien tratando de tocarme, esto último pasó ahora y lo hablé en la direccióm...pero, como las otras veces que me he quejado, solo lo suspendieron por tres días...a este paso yo misma estoy aprendiendo a defenderme, si no puedo confiar en la misma escuela para esto, yo soy la que debería actuar...el dinero influye mucho por aquí— rió con desgana la chica— y bueno, eso es todo. Ahora debido a esto, Seishiro-san salió lastimado.

Un breve silencio los rodeó a medida que llegaban a la enfermería.

Hory porque se encontraba incómoda de contarle a otros lo que pasaba y ellos porque se encontraban procesando las palabras de la fémina.

Ese hijo de puta, no se saldría con la suya.

Atendieron rápidamente a Nagi quien aprovechaba eso para intentar dormir, pero a pesar de todo no podía conciliar el sueño, no dejaba de pensar en lo que había pasado Hory.

Reo mientras tanto se dirigió a hablar con el director, no le importaba perderse las clases, esto era más serio.

Al llegar vio como el otro tipo ya estaba ahí.

—Señor Mikage, ¿no debería estar ya en clases?— preguntó el director como si lo que había pasado no importara— ahora estamos esperando a la Señorita Eins, debemos de hablar...sobre ciertas cosas— mencionó como si ya estuviera hastiado sobre el tema.

—Ella no vendrá— soltó directamente el pelimorado— en todo caso, yo hablaré con usted— sus orbes brillaron por el enfado.

—¿Quien era él?— preguntó Nagi luego de que la enfermera se haya ido.

—Debí suponer que no lo conocerías— rió Hory, alegrando internamente al albino, para él era mejor verla sonreír a que tuviera el ánimo decaído y triste de antes— es Mikage Reo, y por si lo preguntas, es muy millonario— aclaró la de orbes azul violáceo— pero a pesar de eso puedo decir que si es una persona tratable.

—¿Tratable? ¿Por qué?—

Hory se sorprendió al escuchar a Nagi muy preguntón de lo normal.

—Bueno...ambos tenemos cierta rivalidad ya que él aveces ocupa los primeros puestos y otras yo, así que para los exámenes suelo estudiar mucho, y sobre lo tratable, es porque me ve como su rival— dijo ella haciendo confundir al de ojos grises— a lo que me refiero es que él si me ve como su igual, no como los otros que se burlan a mis espaldas de manera muy obvia porque yo ingresé aquí con una beca.

—Oh...eso tiene sentido— comprendió el albino— recién me entero de que entraste por una beca...supongo que es increíble.

—¡No supongas, tonto! ¡Yo soy increíble!— exclamó Hory con el ánimo renovado— que esos tontos ricachones se sientan intimidados por mi gran inteligencia solo me hace reír— dijo mientras comenzaba a carcajearse fuertemente.

Nagi la miró soltando una leve risa.

—Eres rara—

—¡No lo soy!—

—No quiero pelear, estoy cansado—

—¡Pero si llevas toda la mañana en esa camilla! ¿Ya debería dolerte algo, no?—

—Ya estoy soñando, ya estoy soñando—

La luz del medio día dió de lleno con el rostro dormido de Nagi, haciendo resaltar mucho más sus facciones. La rubia cenizo sonrió levemente mirándolo, no podía creer que ese chico tan perezoso haya querido defenderla aunque eso haya hecho que saliera un tanto lastimado.

—Gracias, supongo que te compraré un juego por lo que haz hecho— susurró para sí misma.

Pero le llamó la atención ciertos murmullos que decía el albino entre sueños.

—...Choki...conocer...Hory...— y los demás fueron inentendibles.

—¿Choki? ¿Quien rayos es Choki? Supongo que algún hermano— la rubia se alzó de hombros— ahora que me doy cuenta, siempre me llamas por mi primer nombre, también haré lo mismo, Nagi.

Hory ladeó la cabeza con lo que Reo le contaba, a su lado Nagi seguía jugando pero estando pendiente de la conversación.

—Ya no estará más aquí, además cualquier otro incidente tendrá el mismo resultado— sonrió Reo— no puedo permitir que mi rival tenga que pasar por eso, así que desde ahora puedes estar tranquila solo sigue estudiando porque verás que esta vez seré primero en matemáticas— la señaló mientras un brillo de determinación aparecía en sus orbes.

—...Muchas Gracias Mikage-san— fue lo primero que dijo la adolescente, no sabía que más decirle pero esperaba realmente que aquello lo entendiera el pelimorado— y muchas gracias a ti también, Nagi—

—¿Eh? ¿Por qué yo?— el albino no entendió, tanto así que dejó su juego de lado.

—Por estar conmigo, puede que ni te dieras cuenta pero desde que te hice el bento nos hemos acercado mucho...eso hacía que otros ya no me molestaran— Hory sonrió mirando con una sonrisa a los dos chicos— muchas gracias a los dos, enserio les debo mucho.

Nagi y Reo miraron con asombro el rostro sonrojado de la chica junto a la cálida sonrisa que le brindaban, porque a pesar de todo ella no era de sonreír así y mayormente la veían con una sonrisa sarcástica.

Realmente iban a atesorar aquella imagen que estaba frente a ellos.

Hory casi cae cuando sintió a Nagi ponerse sobre su espalda.

—Estoy cansado, llévame al salón, Hory— pidió el albino volviendo a su actitud perezosa.

—Oye tu...— Reo no entendía lo confianzudo que era ese albino pero antes de que hablara la sonrisa de Hory lo detuvo.

—Está bien— dejó de reír la fémina para luego mirar a Reo— nos vemos luego, Mikage-san— se despidió comenzando a caminar.

—¿Luego?— susurró Reo sin saber porque su rostro comenzaba a calentarse— ¡ah! Casi van a comenzar las clases—

—¿Enserio?— preguntó sorprendida la rubia cenizo.

—Si puedes— respondió el albino, viendo como los ojos azul violáceo de la chica brillaban.

—Pero me tienes que explicar porque no entiendo muy bien estos juegos— murmuró la chica mirando fascinada los gráficos que tenía el juego.

—Está bien— Nagi la observó, notando la postura relajada que ella tenía, realmente ese pelimorado ayudó mucho. Puede que él sea muy distraído y no se de cuenta de algunos cosas debido a su pereza, pero no niega que sentía como Hory siempre estaba en guardia y algunas que otras veces la veía cansada, ahora se daba cuenta que era por todo lo que tenía que pasar debido a los envidiosos que había.

Ahora estaban en la azotea jugando con el celular de Nagi.

—¡Aaah! ¿Qué hago? ¡Me están matando!—

—Solo disparale esto—

—¡No puedo!—

—Sola dale con eso—

—¡Aaaaaah!—

Nagi miró con incredulidad lo gritona que Hory podía ser en un juego, aunque aquello le gustó, era una nueva faceta que solo él conocía.

A la realización de esto entré en un dilema...NagixHoryxReo ☠️☠️☠️

Para los que saben de mis otros libros, a mi gusta ponerle un Oc con la cual emparejo a los personajes. Pero en este caso me gustó tanto mi Oc que hasta la emparejo con Reo por eso la interacción de ellos en este Oneshot. Y ese es el problema, ya hay varios escenarios en mi cabeza con ellos.

No se si les gustaría más de ellos o le creo otro oc para mi lindo Reo...

Estoy así ☠️☠️ porque solo me imagino una relación entre los tres.

Aclaración: En este Os todo ocurre en primer año, Nagi ni Reo se conocen, por eso aun Reo no sabe lo bueno que es Nagi en el fútbol.



Publicado: 5/01/2023

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