Capítulo 37💋

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Taehyung y Jungkook entraron en el hospital buscando con la mirada a Yoongi, cuando lo visualizaron cerca de unas doble puerta donde el personal médico autorizado seguía entrando y saliendo, no dudaron ni un segundo en alcanzarlo.

—¿Alguna noticia? —preguntó Tae con preocupación, colocando ambas manos en su vientre.

Yoongi negó—. Nada aún.

—Pero ¿y los paramédicos? ¿Ellos te dijeron algo en la ambulancia? —cuestionó Jungkook.

—Solo me dijeron que estaba estable, pero al igual que a mí, les preocupaba la sangre —respondió y soltó un pesado suspiro.

Observando hacia las dobles puertas, sus manos se volvieron puños y la impotencia abordó todo su cuerpo.

—Sigo sin entender cómo es que cayó de las escaleras —murmuró Taehyung, acariciando su marcado vientre.

—Estaba hablando con su tía —anunció Yoongi, observándole con una fría furia en su rostro que no iba dirigida a ninguno de ellos realmente, pero logró estremecer a sus amigos.

—¿Qué hacía ella en el restaurante? —cuestionó Jungkook, frunciendo el ceño.

—No sé cómo nos encontró, pero no me causó un buen presentimiento cuando salieron a la terraza a hablar —respondió Min—. Por la expresión aburrida de Jimin, me imaginé que le estaba exigiendo que arreglara las cosas para Seung-woo y Su-ji otra vez —resopló—. Luego le observé cuando entraba y malditamente contemplé claramente el momento en que esa perra se le acercó por detrás y le empujó hacia las escaleras —expresó apenas conteniendo la furia al recordar dicho momento—. Intenté decirle, pero... Ya era demasiado tarde.

Recargando su cabeza en la pared, Yoongi cerró sus ojos y nuevamente vio aquel momento pasando en cámara lenta, desde el mismo instante en que esa maldita mujer le había empujado, como Jimin agitaba sus manos, buscando algo a que a ferrarse y el terror en su rostro al comprender que era inevitable, la forma en que le había observado mientras caía.

Era una imagen que nunca iba a lograr sacar de su cabeza, ni aquellos bonitos ojos asustados, ni su cuerpo descansando en el suelo cubierto de sangre.

Irritado consigo mismo ante su incompetencia, Yoongi abrió sus ojos y esquivó la mirada preocupada y llena de lástima de sus amigos.

Todo era su culpa. Nunca debió de haberse dejado convencer de dejar a los guardias, debía de haber estado al lado de Jimin cuando se encontró con esa desagradable mujer.

Si todo lo hacía bien, entonces, por qué estaba fallando tan miserablemente en proteger a la persona de la cual se había... Enamorado.

Joder, ni siquiera le había expresado a Jimin sus nuevos sentimientos, había querido guardar la conversación para una vez llegaran a Seúl, pero... ¿Y si ya no tenía la oportunidad?

—Hey, Jimin va a estar bien, ¿de acuerdo? —prometió Jungkook al contemplar el repentino miedo en los ojos de su jefe.

—Tiene que estarlo —respondió, observando sus manos.

—¿Cómo es posible que su propia tía lo empujara por la escalera? Sé que ellos eran terribles con Minnie, pero... Esto está a otro nivel de odio —exclamó Taehyung sin poder creerlo.

—Antes de irme vi que el restaurante tenía cámaras de seguridad en el interior, se las pediré al dueño como prueba por si deseas demandarla —comentó Jungkook.

—Pondré una maldita orden de alejamiento con cada miembro de su familia —espetó molesto—. Es que juro que cada vez que está al lado de uno de ellos, o termina lastimado, enfermo o en un hospital —exclamó cruzando los brazos sobre su pecho.

—Jimin es demasiado bueno para esa familia —afirmó Tae.

—¿Familiares de Min Jimin? —anunció un médico tras salir de las dobles puertas.

—Aquí —anunció Yoongi, acercándose inmediatamente con sus amigos—. Yo soy su esposo. ¿Cómo está? —cuestionó ansiosamente.

—De acuerdo —asintió y observó la tablilla médica entre sus manos—. Tengo buenas y malas noticias —anunció—. Comenzaré diciendo que el señor Min se encuentra estable —informó para el alivio de los presentes—. Dentro de lo ocurrido, está bien considerando la gran caída que tuvo —expresó y volvió a revisar la tablilla—. Los exámenes mostraron que no tiene nada roto. Hay visibles hematomas cubriendo diversas partes de su cuerpo, tiene un esguince grado uno en su tobillo y otro grado dos en su hombro, necesitará usar un cabestrillo para limitar el movimiento hasta sanar completamente —contó—. Su cabeza también recibió algunos golpes en la caída y detectamos señales de conmoción cerebral leve —explicó.

—¿Conmoción cerebral? —repitió Min.

—Las pruebas arrojaron que era una leve, el señor Min despertó y respondió algunas preguntas antes de caer nuevamente productos de los medicamentos —expresó y observó al grupo de tres personas con expresión desolada—. Tengo fe en que no es nada grave, pero lo volveremos a revisar en unas veinticuatro horas y una enfermera estará dándole un chequeo cada dos horas —explicó.

—Había sangre en el piso —recordó Yoongi—. ¿Cómo puede decir que era leve? —cuestionó.

—Bueno, esto nos lleva a la mala noticia —suspiró—. No hay forma de decir esto amablemente —comenzó, logrando asustar tanto a Yoongi como a los demás.

—¿Qué quiere decir? —exclamó Min, siendo detenido por Jungkook cuando intentó acercarse al hombre—. Usted dijo que estaba bien, estable —vociferó molesto.

—El señor Min está bien —aseguró, alzando sus manos—. Es el bebé quien no... No lo está.

—¿Bebé? —repitió, calmándose por la confusión.

—Sí —asintió—. Siento mucho su pérdida, señor Min, pero no pudimos hacer nada por el bebé —expresó—. Para el momento en que llegó aquí, y lo comprobamos, ya era demasiado tarde —se lamentó—. Según lo que nos contaron los paramédicos, creemos que lo perdió producto de la caída, de ahí la sangre que mencionó —explicó.

—Pero ¿de qué bebé me está hablando? —cuestionó Yoongi, con su estómago apretado.

—Bueno —frunció el ceño y volvió a revisar la tablilla—. Según los exámenes, el señor Min tenía aproximadamente catorce semanas de embarazo —respondió y le observó—. No pudimos encontrar ningún informe en su registro médico que indicara su estado como m-preg, así que asumimos que no lo sabía, o lo ocultó como algunos pacientes hombres hacen —informó.

—No, Jimin... Él no es esa clase de persona —negó Yoongi con firmeza, a pesar de que su mundo se estaba inclinando nuevamente—. Tiene que haber un error en todo esto.

El médico le observó con una compasión y lástima en su mirada que le revolvió el estómago y le enfureció.

—Ya le dije que mi esposo no es esa clase de persona —espetó, logrando que el hombre retrocediera un paso.

—Ya hemos hecho los exámenes correspondientes con el paciente confirmando su estado como m-preg, su esposo estuvo embarazado y tuvo un aborto producto de la caída —expresó con tono amable y paciente—. Lamento su pérdida.

—Perdida —susurró, retrocediendo mientras intentaba digerir todo.

—Si desean verlo, lo están llevando al tercer piso en este momento —informó el médico, siendo ignorado por Yoongi—. Ordené que lo colocarán en el sector rojo, que es donde se encuentra la sala de observaciones, pregunten a las enfermeras en el mesón por más información —indicó y se retiró como si nada para seguir con su trabajo.

—¿Cómo puede irse como si nada luego de soltar algo como esto? —gruñó Yoongi, pasando sus temblorosas manos por su cabello—. Un bebé... —balbuceó y su rostro se contorsionó de dolor.

—Es... Extraño. Pero Jimin no es la clase de persona que te ocultaría esto, Hyung —expresó Jungkook, igual de impactado que los demás.

—¿Crees que no lo sé? —espetó con molestia—. Pero, ¿cómo es posible que ni él mismo estuviera al tanto de ello?

—Ser un m-preg no te hace diferente en nada, Yoongi —susurró Tae, con sus ojos brillosos—. Sigues siendo un hombre esencialmente en todo su esplendor, la única diferencia es que hay unos días donde la fertilidad de uno es más alta que otras, los médicos le llaman el calor, es lo único diferente, además de por supuesto, que puedes dar a luz —explicó—. Yo tampoco sabía que era uno hasta que conocí a Kookie y decidimos hacerlo sin protección tras tener nuestras pruebas limpias. Si no te haces los exámenes correspondientes, puedes pasar toda tu vida siendo uno sin darte cuenta hasta que ocurre —expresó tomando la mano de su pareja.

—Si, pero Jimin viene de una familia con dinero, ellos deberían de haberle hecho aquellos exámenes —indicó.

—Estamos hablando de la familia de Jimin —indicó Jungkook, con disgusto.

—Esa maldita basura —gruño Yoongi, sin negar la idea de su amigo—. Namjoon —anunció de repente.

—¿Qué tiene que ver Namjoon? —preguntó Jungkook, observando como sacaba su teléfono.

—Estaba hablando con Namjoon en el restaurante, él quería hablar con Jimin y conmigo una vez llegáramos a Seúl respecto a la salud de Minnie, pero no me quiso decir por qué —explicó marcando su número.

—¿Crees que él encontró algo en los archivos médicos que le enviaste cuando Jimin se desmayó en el ascensor? —preguntó Jungkook.

—De otra forma no me habría llamado y negado a contármelo por teléfono —respondió observándolo.

—¿Yoongi? ¿Por qué me cortaste de repente? —preguntó Namjoon tras contestar.

—¿Qué era lo que no querías hablarme de Jimin? —exigió.

Yoongi...

—No, Namjoon —interrumpió—. Jimin se cayó de unas malditas escaleras, estamos en el hospital y el médico me acaba de decir que perdió a nuestro hijo —anunció oscuramente—. Así que será mejor que ahora mismo me expliques qué está sucediendo aquí, porque estoy por perder mi cabeza —espetó.

Mierda, Yoongi, yo... —balbuceó y soltó un suspiro—. Al revisar el archivo médico que me enviaste después de que le trataran por su ataque en el ascensor, me encontré con algo extraño —comenzó—. Cuando me puse a investigar al respecto, descubrí que Jimin se estaba tratando en uno de los hospitales de mi familia. Sus archivos estaban completamente restringidos, nadie más que el médico a cargo podía verlos, pero de igual forma los conseguí y...

—¿Y qué? —presionó.

Salía que los padres de Jimin lo han tenido en uno de estos programas para remediar una enfermedad —explicó con disgusto—. Ellos han estado dándoles medicamentos a Jimin desde que se descubrió que era un m-preg a los diez años.

—Esos malditos hijos de perra —exclamó apretando su celular contra su mano.

Esos programas ni siquiera han sido aprobados aún, Yoongi —expresó preocupado y molesto—. Ellos convirtieron a Jimin en su sujeto de pruebas, anotando los cambios y los resultados de su investigación a lo largo de los años, y estos solo vienen a detenerse un mes antes de que ustedes se volvieran amigos en las Vegas —explicó.

—¿Crees que Jimin estuviera consciente de esto? —preguntó cerrando sus ojos.

No lo creo, ellos tenían altamente guardado su archivo médico, seguramente una vez Jimin se mudó y se independizó de sus padres, ellos le entregaron uno falso para que mostrara a otros médicos en caso de emergencia, pero... —suspiró—. Ni siquiera he terminado aún de leer todo esto, años de investigación continua que solo ahora que Jimin se hizo mayor comenzó a disminuir para que él no se percatara de nada extraño.

—Entonces, eso de que pudo estar embarazado... Yo fui su primera vez, Nam. Dijeron que tenía catorce semanas y eso... Las Vegas... —pronunció con su garganta apretada.

Jimin ya había dejado su tratamiento para entonces, Yoongi, con todas sus hormonas alteradas, creo que sí era probable que quedara embarazado —dijo en voz baja—. Lo siento.

—Pero Taehyung tuvo todos los síntomas de embarazo, ¿por qué Jimin no? —cuestionó apretando el puente de su nariz, luchando con el ardor de sus ojos.

No todos los embarazos son iguales y no todos presentan los típicos síntomas —explicó.

—Bien, hablaremos después —anunció—. Por favor, sigue revisando todo eso.

Estaré en ello —prometió—. Sé fuerte, Yoongi, Jimin te necesitará más que nunca ahora —expresó.

—Lo sé —respondió y cortó la llamada.

Contemplando los rostros preocupados de sus amigos, negó sin poder hablar con ellos en ese momento, alejándose.

Estaba enojado con los padres de Jimin, con él mismo por no haber pensado en ello y con el mundo entero.

¿Cómo era posible que después de haber sufrido tanto por la mano de su propia familia tenía que seguir sufriendo aún después de haberse alejado de ellos?

¿Cómo se suponía que se lo iba a decir a Jimin? ¿Cómo explicarle que ambos habían perdido a un bebé del cual ninguno tenía conocimiento?

¿Cómo decirle que sus padres le ocultaron que era un m-preg todo ese maldito tiempo? ¿Cómo hacerlo sin lastimarlo más en el proceso? ¿Cómo?

Alguien como Jimin no merecía tanto dolor en su vida.

Recibiendo indicaciones de una enfermera, Yoongi entró en la habitación de su pareja y contempló a Jimin recostado en la camilla, descansado completamente ajeno a lo que había sucedido.

Su corazón se apretó dolorosamente al observar los hematomas y la venda cubriendo su cabeza, y el cabestrillo en su brazo izquierdo.

Acercándose, tomó una de su mano derecha y la alzó suavemente para besarla de forma delicada.

—Lo siento —murmuró, odiándose por no haberlo podido proteger, por permitir que otros lo lastimaran aun cuando le había prometido que no sucedería estando a su lado.

Yoongi sintió a sus amigos entrar en la habitación, y aunque estos se acercaron también a la camilla por el lado contrario, ni siquiera los observó, sus ojos solo estaban para su Jimin.

—Hyung... ¿Le vas a decir a Jimin cuando despierte? —preguntó suavemente Tae.

—No lo sé —negó alzando su otra mano para acariciar el cabello de su pareja que estaba sobre su rostro—. Estará destrozado cuando se entere, se culpará a sí mismo por no haberlo sabido, por no cuidarse —respondió.

—¿Qué fue lo que te dijo Namjoon? —preguntó Jungkook.

—Básicamente que robo el archivo médico de Jimin y descubrió que sus malditos padres lo utilizaron como un sujeto de prueba para intentar borrar que es un m-preg —respondió con profundo odio—. Hay toda una investigación de ello desde los diez años en adelante y solo se detiene cuando nos volvimos cercanos, cuando finalmente se alejó de ellos —explicó.

—Oh, Dios mío —exclamó Taehyung, observando con dolor a su amigo—. Con el profundo odio que le tiene su padre a los gay y los m-preg, no me sorprende que esta sea la razón por la cual nunca le mostró afecto.

—Y con el poder que tiene, perfectamente pudo ocultar toda la situación —asintió Jungkook con ardiente molestia.

—Una basura total —escupió Yoongi.

—¿Qué piensas hacer, Yoongi? —le preguntó Jungkook.

—Primero cuidaré de Jimin y me aseguraré de que esté bien —anunció—. Y luego, arruinaré a cada uno de esa familia —juró.

—No creo que su primo Hoseok haya estado al tanto de esto, él solo era un peón como Jimin —comentó Taehyung.

—Ya decidiré que hacer con él, pero me aseguraré de destruir a los otros —respondió y observó a Jungkook—. Puedes comenzar a trabajar en ello desde ahora, y quiero que consigas una maldita orden de alejamiento con cada integrante de esa asquerosa familia —ordenó.

—Por supuesto —asintió—. ¿Volveremos a Seúl hoy?

—No lo sacaré hasta que el médico lo diga —respondió.

—Alquilaré las cabañas por un par de días más, entonces —anuncio—. Hasta que Jimin despierte no sabremos qué dirá el médico y necesitamos un lugar donde quedarnos mientras tanto —expresó antes de alejarse, dejándolos solos.

Observando a su amigo, Taehyung soltó un suspiro triste.

—Jimin estará destrozado una vez se entere de toda la verdad —susurró.

—No estará solo para ello, yo estaré a su lado —prometió inclinándose para besar su frente protectoramente.

—¿Le dijiste sobre tus sentimientos? —pregunto—. Desde aquella noche ambos han actuado muy cariñosos.

—Aún no, había deseado esperar hasta llegar a Seúl y prepararle algo especial para hablar de ello —explicó.

—Eso es un gesto dulce —comentó.

—Es lo que se merece —respondió y frunció el ceño al escuchar un alboroto.

—¿Por qué hay tanto ruido afuera? —preguntó Tae con el ceño fruncido, observando la puerta cerrada—. Este es un hospital, no debería de ser así.

—Iré a revisar, no quiero que nadie moleste a Jimin —anunció alejándose—. Avísame si despierta —ordenó antes de ir a la puerta.

Saliendo, contempló la espalda de Jungkook impidiendo el paso hacia la habitación. Y cuando escuchó esa jodida voz, comprendió por qué su amigo estaba así.

—¿Qué están haciendo aquí? —espetó, cerrando la puerta detrás de él, parándose al lado de Jungkook.

—Vinimos a ver a nuestro hijo, por supuesto —anunció el senador Park.

Los ojos de Yoongi recorrieron de él, a su callada esposa con rostro preocupado, Su-ji y finalmente aterrizaron en la madre de esta, la culpable de todo.

Oh, de solo ver ese molesto rostro quería golpearle sin importar que fuera una mujer.

—Y vinieron después de enterarse por esa mujer que lo empujó por las escaleras —exclamó con una sonrisa molesta.

La madre de Jimin inmediatamente observó a su hermana, siendo detenida por su esposo cuando intentó acercarse.

—Fue un accidente —protestó Minah, alzando su mentón.

—Yo sé qué fue lo que vi, al igual que las cámaras del restaurante —espetó molesto—. Pero no te preocupes por ello, haremos que un juez decida lo que ya sabemos —aseguró, logrando que perdiera toda arrogancia.

—Tú...

—Silencio —calló, interrumpiendo al senador Park—. No tienes derecho alguno de hablar cuando solo has venido para aparentar que has arreglado las cosas con Jimin nuevamente —señalo al periodista unos pasos detrás del grupo.

—Oppa —pronunció Su-ji, acercándose—. Sé que estás preocupado, pero esa no es razón para tratarnos así —expresó con su feo rostro lloroso.

—Tú no eres quien, para hablar aquí, toda tu vida has tratado mal a Jimin y te has asegurado de que otros también lo hagan porque sabes que Jimin es mejor que tú en todos los sentidos —atacó—. Y usted, a pesar de su madre, se mantuvo en silencio todo este tiempo sin hacer nada por él, para ayudarlo con los monstruos que lo rodeaban —resopló—. Y tú, eres el peor de todos esos monstruos —observó a Seung-woo.

—Yo soy su padre y tengo todo el derecho del mundo para verlo —exclamó prepotente.

—Yo soy su esposo y Jimin es un adulto —aclaró—. No venga a hacerse el santo o el padre del año, porque sé muy bien que no es menos que basura, dispuesto a utilizar a su hijo para erradicar lo que tanto odia —expresó, logrando que Seung-woo retrocediera, obviamente entendiendo muy bien de lo que hablaba—. No deseo hablar más con ustedes, solo es un desperdicio de aire porque, de todas formas, todo lo que les digo les sale por el otro oído —expresó—. Llama a seguridad del hospital y sácalos, si no funciona vuelve a llamar al equipo seguridad que habías contratado.

—Nunca debimos de habernos dejado convencer para darles el resto del día libre —gruñó Jungkook—. Bajamos la guardia con gente peligrosa —comentó observando a la desagradable familia.

—Lo sé —asintió con firmeza y luego entró otra vez en la habitación, cerrando la puerta detrás de él, ignorando los gritos de los demás.

Pero no volvería a cometer ese error otra vez.




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¿Quién necesita pañuelos? Los doy gratis junto a un abrazo (┬┬﹏┬┬)

Espero que les gustara mis copitos, un abrazote y un besote, nos vemos <3

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