Bebé, ¿No lo entiendes?
Bota a tu novio, bota a tu amigo.

El no debería ser tu hombre
Sólo termina con tu novio.

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—Chanyeol, quiero terminar. —Susurró tímidamente ante el mencionado.

Mientras decía estas palabras, en su mente sólo permanecía la imagen de la guapa jugadora de baloncesto.

Incluso si intentó ignorar ciertos hechos, se resignaba a aceptar que Jisoo había llamado su atención desde la primera vez que la vió. Sin embargo, en ese momento pensó que era algo pasajero debido a que se sentía tan abandonada por parte de Chanyeol que intentaba buscar consuelo distrayéndose con otros chicos.

Aquello le hizo sentir mal, por lo que lo dejó pasar.

Pero ahora que obtuvo una confesión por parte de Kim, luego de meditarlo durante una noche entera logró llegar a una decisión.

—Haz lo que quieras. —Dijo el otro con esa característica y monótona voz que acostumbró a usar con ella hace unos meses. Ni siquiera se molestó en quedarse algunos segundos más, dio media vuelta y se retiró de allí.

Al estar finalmente en esa situación, pudo darse cuenta del poco interés que tenía Chanyeol por su relación y por ella, haciéndola sentir como toda una idiota. Pero también se dio cuenta de que había alguien detrás de ella esperando por una oportunidad, por eso fue que no le dio importancia al leve dolor que le provocó terminar un noviazgo tan duradero.

Ahora necesitaba encontrar a Jisoo. Y la suerte la tomó de la mano, porque logró verla tras correr durante varios minutos.

La silueta de estatura promedio, de hombros firmes con mochila negra y cabellera pelinegra avanzaba a la distancia, de manera relajada, por lo que corrió tan rápido como sus pies se lo permitieron.

—¡J..Jisoo-ssi! —Exclamó, intentando recuperar el aliento que seguía perdiendo por la actividad física.

La mencionada detuvo su caminata. Sorprendida, volteó hacia donde había surgido el llamado.

El silencio de Rosé después del beso fue tomado como un rechazo por ella. Por eso justo ahora la vergüenza la invadía y no se veía capaz de mirarla. Pensó que la rubia estaba molesta con ella, así que el hecho de que le hablara la había tomado por sorpresa.

—¿Rosé? ¿Qué se te ofrece? —Cuestionó, desviando la mirada hacia cualquier otro lado en el que no estuviese la mencionada.

—Terminé con Chanyeol. —Finalmente pudo detener su corretiza, apoyándose en sus rodillas mientras seguía con su vago intento de regularizar su acelerada respiración.

Permanecieron en silencio durante aproximadamente un minuto. Transcurrido ese tiempo, Jisoo dejó caer su mochila al piso.

—¿Lo estás diciendo de verdad?

—S..Sí. —Un pequeño tartamudeo se escapó de sus labios. —Yo.. realmente me di cuenta de que n..no le importaba mucho que digamos.. —Sonrió con pena, levantando un poco sus hombros.

Tenía miedo de encontrarse con la mirada de la mayor, de que esta hubiese decidido echarse para atrás luego de lo que había sucedido el otro día y ahora fuese a rechazarla. Pensaba eso hasta que un par de grandes manos acunaron su rostro para poder levantarlo y así tener acceso directo a sus labios.

Trató de corresponder, aferrándose débilmente a las manos de la morena. Su corazón latía con fuerza y no sabía si era por todo lo que había corrido o por lo que estaba sucediendo. Una vez se separaron, sus miradas se conectaron haciendo que su rostro comenzara a arder.

—Rosé, por favor. —Murmuró, tomando las manos ajenas entre las propias. Le sonrió muy levemente, hundiéndose en la marea de esos ojos marrones como la primera vez que los vió. —¿Serías mi novia?