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Me removí entre sus unos fuertes y cálidos brazos, hacía frio, pero el pecho de Tae era calentito y acogedor. Sentí unos labios posarse en mi coronilla y luego escuché el chasquido de un corto beso. Levanté la cabeza recién tomando autocontrol y conseguí ver a Tae, quien ya estaba despierto. Me regaló una sonrisa y me dió un tierno pico en los labios. Yo sonreí y volví a acomodarme en su pecho.

-¿Dormiste bien?

-Como un bebé -respondí sonriendo levemente volviendo a cerrar los ojos- ¿Qué hora es? -sentí como su mano comenzó a acariciar mi cabello.

-Las siete - responde

-¿Las siete?

-Aún es temprano. Sigue durmiendo si quieres -me alejé de de su pecho, me apoyé en mi brazo como pude sujetando las sabanas con mi otra mano para cubrirme y mirarlo a los ojos.

-Tengo que irme a casa. Ashh, Dios mío soy una irresponsable por no estar con mi hija ahora mismo -iba a levantarme pero recordé que no tengo ropa.

-Oye, oye, espera -lo miré- ¿Quieres calmarte?, posiblemente Lisa y Eun-Sang estén durmiendo, solo irás a despertarlas, ve más tarde ¿Está bien? -sugirió pasando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja, suspiré volviendo a su regazo.

-¿Cómo es que estás tan... despierto? Yo estoy muriendo de sueño.

-Estoy programado para despertarme a las seis, es algo automático de mi sistema nervioso -reímos- mentira, es la costumbre

-Lo sé.

-No  podré dormir. Nunca sé aprovechar ni siquiera los domingos, algo me impide no levantarme a las seis -emití un sonido para indicarle que lo escuchaba.

-Tae...

- ¿Sí?

-No tengo ropa.

-¿Y qué? Me gustas más sin ropa -de forma auténtica mis mejillas estuvieron rosadas por la vergüenza.

-Oh vamos no hables así -pedí casi inaudible

- ¿Así como?. Me gusta decir la verdad -cerré los ojos deseando que se callara- ¿Nos duchamos juntos?

- Hablas como un pervertido -recriminé.

- ¿Pervertido yo?. ¿Quien me pedía más fuerte ayer ah?

- ¡Oye! -esta vez si me aparté de su pecho para regañarlo de frente.

-¿Qué? ¿Estoy mintiendo?. Oh, ya sé! quieres que te lo recuerde, ¿verdad?

-Por supuesto que no!- Rectifiqué de inmediato con las mejillas más que rosadas. Con una sonrisa me tomó de las mejillas para unir nuestros labios en un beso que me tomó por sorpresa. Me besó hasta el cansancio, asegurándose de que no pudiera separarme ya que me tenía sujeta a él.

(...)

Miraba a Tae vestirse con un común jeans de mezclilla teniendo ya puestos unos converses blancos marca Fila. Ahora se colocaba una sudadera celeste que cubriría su torso. Yo solo tenía un albornoz, no sabía que camisa tomar. Las moví cada una con mi dedo pero estaba indecisa, eran muchas y no sabía cual escoger. Tal vez le molestara que escogiera alguna en especial

-Solo toma una me dice sonriendo, y me da una color blanco.

- Oh... bueno, de todas formas todas son iguales -me encogí de hombros con un leve puchero.

- Ven aquí, dame un beso -me quitó la camisa de las manos lanzando ésta a la cama y me atrajo para besarme.

Partiendo de juntar nuestros labios los movimos saboreandonos mutuamente. Pasé mis brazos por sus hombros y los dejé detrás de su cuello. Sus manos iniciaron un toque en mi trasero que me encantaba pero no quería excitación de por medio así que me aparté y lo miré a los ojos.

-Hermosa -me dio otro corto beso para luego sonreírme- vuelvo enseguida ¿de acuerdo?.

-Está bien...-moví mi cabeza en asentimiento.

-Ah, y no le abras la puerta a nadie. Muchísimo menos vestida así.

-Valee.- rodé los ojos divertida.

Después de que Tae saliera por la puerta me quedé observando el lugar con mi mente ocupada pensando en cosas sin sentido. Meditando en como serían las cosas de ahora en adelante. Que pasará cuando salga de  aquí. Si seguiré siendo su exnovia y su secretaria o terminaremos siendo algo más. No lo sé, todo es confuso. Tae no toca el tema, yo tampoco. Tal vez que nos amemos no sea suficiente para que las cosas estén bien.

Lo perdoné sin ninguna explicación lógica, supongo que son malos recuerdos que cuentan como obstáculos pero pronto lo superas o lo olvidas.

No pude evitar sonreír al recordar que arreglé las cosas con él. Lo extrañaba un mundo. Cuando lo vi en la cafetería, igualmente cuando volví a verlo en la empresa, solo pensaba en correr a abrazarlo, besarlo y decirle que todo estaba bien, pero para mayor desgracia eso nunca pasó. Eso solo quedó en mi imaginación. Además de que luego supe de Rachel y literalmente me eché para atrás, ella si que era un motivo para no acercarme.

Definitivamente con él es con quien quiero y debo estar.

(...)

- A ver, date la vuelta -rodé los ojos divertida y él  me tomó de la mano y me hizo girar en mi lugar- ¿Ves?, incluso me conozco tu talla.

Cuando dijo "ropa", no creí que se lo tomaría tan enserio. Compró una blusa corta, ancha de magas largas color blanco, con un letrero en Inglés en el centro. De la cintura para debajo solo tenía un short corto de mezclilla el cual tenía tres botones y me quedaba ajustado al cuerpo, un poco deshilado al final pero era parte del modelo. Inclusive me compró unos tenis, una completa perdida de dinero, normalmente podía ponerme los tacones con los que vine ayer.

-A ver espérate yo te los amarro -se agachó, tomo los cordones de cada zapato y los amarró en un característico lazo- listo- se levantó.

-Con un simple vestido era suficiente  ¿Para que más cosas?

-Es para que estés cómoda -puso sus manos en mi cintura y me besó cortamente.

-No quiero acostumbrarme 

-¿A qué?. Sé más específica

-Bueno... -miré a otro lado- a que me beses, me consientas y me digas cosas lindas. Supongamos que...no quiero ilusionarme. Siento que no será tan fácil como nosotros tenemos pensado.

-Será fácil. Solo tengo que terminar con Rachel y tendremos el camino libre para estar juntos -habló confiado- Rachel... la quiero y valoro lo mucho que a echo por mí. Me arrepiento de haberla ilusionado con nuestro casamiento pero... le tendré que terminar, aunque me duela. Más me dolerá si desaprovecho la oportunidad de estar contigo -sonreí al él terminar con lo que decía, estaba demasiado emocionada, solo no me gusta demostrarlo mucho- ¿Ves por qué te amo?. Dios. Eres hermosa.

Me besó todavía con una sonrisa y yo continué su beso.

-¿No tenías que decirme algo? -me preguntó frunciendo  el ceño cuando nos separamos, yo miré a suelo entrando en pánico al segundo- me asusta como te pones en cuanto a eso, y ya me angustia no saberlo. Entonces...estoy esperando a que me digas.

-Oh... s-sobre eso...creo que te lo diré después

-¿Por qué?

-Es que...-como si fuese algo automático mi corazón comenzaba a agitarse.

Lo miré a los ojos otra vez y el me jaló de las manos obligándome a tomar asiento en el sofá con unos cómodos almohadones verde claro.

-Dime. -pidió. Yo no hacía más que guardar silencio y mirar al suelo.

Siempre se encuentra la manera correcta para hablar pero en esta ocación no se como demonios decirle y de cierta manera es entendible.

-¿Es alguna cuestión de... dinero?, no sé, tienes una deuda o algo así y quieres que te ayude? -indaga acariciando mi muslo.

-No Tae no es eso. No tiene que ver con dinero -negué tragando con fuerza-. Lo que tengo que decirte tiene mucha más importancia. Algo que...tienes que saber si o sí. El punto es que..-expulsé aire por mi boca escondiendo mi rostro entre mis manos- n-no puedo no, me siento capaz de decirte, es sobretodo... es egoísta de mi parte decirte esto ahora. Temo que vayas a odiarme

Tae me miró preocupado-...No digas eso ¿si?, nada puede ser tan grave. Solo dilo,  te escucharé y te comprenderé. Sea lo que sea, lo prometo -sorbí mi nariz y sequé las lágrimas que comenzaban a salir-. Bebé, no llores, seca esas lágrimas. Mírame -apartó mis manos de mi cara y me hizo mirarlo a los ojos- , respira, y dilo.

-Eun-Sang es... es tu hija...

Su expresión no cambió en ese preciso instante pero supuse que no tomaba razón aún. Miró hacia el suelo frunciendo en ceño, sin embargo no parecía molesto ni asombrado. Estaba digamos que bloqueado.

Como si le hubieran dicho algo que no quería creerse. Ya sea por ser bueno o malo. Pasados unos segundos frunciendo el entrecejo observando a un punto fijo como si estuviese desubicado, me miró.

-¿Mi...hija?

Asentí llorando -Eun-Sang, es nuestra hija Taehyung...nunca hubo alguien más. Después de ti no ha habido otra persona en mi vida.

-Pensé en decirte, lo pensé, te juro que lo hice pero...

-...En esos momentos era una niña, solo pensaba que yo había quedado en tu pasado y que no te importaba en lo absoluto. Con la poca mente que tenía a los dieciocho, creí que si yo no te importaba... mi hija menos

- ¿Qué dijiste? ¿Cómo pudiste creer que no me importaría?

-Perdóname.

-Perdóname, Tae, en serio no supe que hacer. N-no supe  te juro que no pensé ... Y-yo...-el llanto me impidió terminar y tuve que esconder mi rostro nuevamente entre mis manos

-Perdón...entiendo que estés molesto, estás en todo tu derecho. Si me pides que me vaya o que te deje en paz, te prometo que lo haré.

-Solo quería que lo supieras, no podía ocultarlo por más tiempo... Incluso si no te interesa Eun-Sang, no tienes que hacerte cargo si no quieres

-Entonces...-habló visiblemente perdido en un abismo y es que no era para menos- todo este tiempo Eun-Sang...-se detuvo- ¿He tenido una hija todos estos años?. ¿De que me estas hablando?.

-Estas confundido; pero es la verdad. Me enteré del embarazo poco después de saber que habías estado con otra en Japón. -sorbí mi nariz secando una de mis mejillas siendo incapaz de mirarle a los ojos- . Y según el tiempo que tenía... fue esa vez que volvíamos de aquella fiesta... estábamos borrachos. Tal vez no te acuerdes, pero así pasó.

-¿Y te sentiste con el derecho de no decírmelo? Todavía siendo su padre? -estaba más que claro que no tenía una respuesta para eso, segundos despues de mantenerme sosegada sin saber que contestar, de mi boca no pudo salir otra cosa que : lo lamento...

Esas fueron mis palabras, luego de ellas un predecible silencio reinó entre los dos. Yo no había parado de llorar temiendo por lo que pudiera decirme por si de alguna manera podría llegar a tener alguna otra reacción. Y es que lo sabía, sabía que esto pasaría, y maldición, Tae tiene todo el derecho de odiarme o considerarme una persona horrible.

No agarré nada simplemente me puse de pie sorbiendo mi nariz mientras tenía todas las ganas y disposiciones de irme. Sin embargo su mano apresó mi antebrazo.

-No te vayas.

-No vale la pena distanciarnos por eso ahora -le escuché decir de espaldas , llorando en silencio aún sabiendo que me pedía que me quedara, después de incontables segundos por fin giré mi rostro para verlo.

Tiró de mi brazo hasta conseguir que me sentara sobre sus piernas. Con la misma lentitud que en mi interior se iba colando el alivio, con sus dedos volteó mi mentón obligándome a mirarlo.

-Yo te pregunté- dijo mirándome- te pregunté si esa niña era mi hija y me dijiste que no- veo en sus ojos que está dolido.

-Lo siento. Tenia motivos en ese entonces- bajé la mirada.

-Me ocultaste que tenemos una hija. No es un peluche, o una planta, es una persona que depende de los dos. En otros casos me hubiera molestado. Ahora, que estas aquí, estamos aquí, bien, juntos. Me amas ; te amo...y; -suspiró- olvida eso. Obviemos ese detalle

- ¿A que te refieres con eso? -cuestioné valiéndome de la cercanía entre ambos para mirarlo a los ojos.

-Comencemos de cero -propuso- regalemosle a Eun la familia y el trato que se merece. Hagamos que se sienta feliz por tener a su mamá y su papá juntos. Consintámosla, que sienta que estamos con ella...recuperemos el tiempo que perdimos -termina diciendo, ahora juntando su mano libre con la mía.

Es lo más lindo que he oído en años, ni siquiera sus "Te amo" habían sonado tan lindos.

- ¿En serio no estás molesto?

-Por supuesto que no ,mi amor no puedo estar molesto contigo. Me siento mal conmigo mismo. No ahora, el momento no lo merece.

"mi amor". se repitió en mi cabeza

Sonreí de una vez por todas y me aferré a él abraznadolo con fuerza, ahora si respirando como quien se quita un enorme peso de encima, me comí la cabeza millones de veces pensando en que este momento se convertiría en un caos total pero resultó siendo lo contrario.

Permanecimos unos minutos abrazados, como si no tuviéramos una hora tope para separarnos.

-Siento que esto es un sueño. Realmente te extrañé, me siento completa ahora. Estoy....feliz -confesé lo que tenía la necesidad de decir.

-Yo estoy el doble de feliz por escucharte decirlo -acarició mi mejilla.

-¿Te parece venir conmigo a casa? Así ves a Eun-Sang.

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Todo muy lindo ¿cierto?

¿Les gustaría que pasara algo en especial? Hablen sin pena y opinen lo que sea. Aquí nadie habla ni para decir "Que historia tan horrible"  oktampocolohagan XdX'D

Sin bulyng que me deprimo 🙃

᳗  ᳗PD: Aún tengo muchas ideas para este fic, lo que quiere decir que el final está un poquitititito lejos otey

Chau. Deja tu estrellita bae 🥰❤

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