¿Desde cuando era que se sentía bien a su lado?

El por qué aun le parecía una gran interrogante; puede que fuese su persistencia, esperen, no, no fue su persistencia, en lo absoluto, en realidad ese factor de él le daba dolores de cabeza en ocasiones, en especial cuando se ponía en un plan demasiado entusiasmado al punto de arrastrarla con él a pesar de las pocas ganas de vivir que se sentían de ella.

Ya antes, chicas de su clase trataron de hacerla hablar, alejándose al sentirse incómodas cuando apenas le sacaban palabra o si es que de verdad no quería hablarles del todo.

- Los pasteles de sésamo negro en esa pastelería son deliciosos -ese era el tema de ahora, siendo sincera, nunca había probado tal pastel.

En realidad, había ocasiones en las que no siempre le sentía el sabor a la comida.

Apenas le sentía un hito al sabor de las sopas instantáneas entre otras cosas que tenían umami, disfrutando en especial el sabor o textura lechosa, sin olvidar los sabores dulces, pero eso no quería decir que estos fueran sus favoritos.

Hasta solo sentir la textura de la comida o su calidez se consideraban suficiente.

- ¡Esto es un bollo de carne! -sus gritos se volvieron parte de su rutina, al igual que su paciencia ya había casi llegado a un nuevo nivel tras ver que no podía alejarse de él las casi seis a siete horas que estaban metidos ahí, teniendo en cuenta las horas extras que solían haber para la limpieza y en la que quedaban juntos.

Sin embargo, había algo en esa gran sonrisa y mirada brillante cual farol que le ponía los pelos de punta cada que le venía con alguna cosa que le gustase para mostrársela como una grandiosa maravilla.

- Es delicioso, mira, todo depende de la masa y el tipo de sazón en la carne -empezaba de nuevo con sus palabras sin fin, las otras chicas ya se habían alejado, hablando de sus propios temas, casi en una realidad distinta a la de ella- debes darle una probada, te juro que es muy bueno-

Y esa fue la primera vez que mordió al joven en el brazo, quizás demasiado infantil y estúpido, puede que asqueroso, pero eso siempre le funcionaba cuando de alejar a otros se refería,desde su primer intento cuando tenía 3 años.

Ese chico la incomodaba.

Pasaría un tiempo antes de que pudiese hacerse una idea del tipo de incomodidad que le creaba.

- Ya ni salta a buzón - dijo en una voz baja, mirando con cierta disculpa a Bao frente a él, quien le miraba con cierta preocupación.

Había un ambiente extraño desde hace un tiempo desde el último torneo, juraba que había olvidado algo, a la par que se hacía la idea de que debió preguntar antes de actuar.

No era algo malo del todo.

En cierto sentido, en verdad la había liberado, la última vez que vio a (...)ya no sentía la opresión que estaba fuertemente sobre ella, recordar aquello le hizo suspirar con gran alivio.

La sombra que la devoraba desde que se conocían había sido borrada por completo, pero luego venía a su cabeza la misma pregunta que le hizo su maestro en cuanto él y Athena llegaron de nuevo a su lado y antes de pasar a la siguiente ronda, con un rostro en cierto punto calmado pero también serio.

- ¿Eso era lo que quería?

Bien era cierto de decir que no, en realidad ni tenía idea de lo que ella quería en cuanto a su situación.

De lo que estaba totalmente seguro, por otro lado, era que ya no quería verla hundida de esa forma, siendo consumida por un ser maligno, no quería verla sufrir por simplemente haber nacido con la sangre de un demonio como lo era Orochi, no quería que ella se perdiese en todo eso, no quería que ella se convirtiese en aquel ser del que temió.

A ello, luego venía su propia realización.

No quería que (...) cambiase, o al menos no para ese rumbo

Quizás era porque no estaba del todo listo para decir adiós a la (...) que había conocido y se había hecho parte de su vida.

-Puede que la hermanita (...) este muy ocupada siendo una soldado -si bien se suponía que era Kensou quien quería aliviar la preocupación en Bao, este terminó por tener esa intención al ver que quien estaba más desconsolado por su falta de presencia, y hasta casi de existencia.

Este era, quizás, el mayor tiempo que había estado sin que le diera un indicio de vida.

Antes, al menos, había una que otra llamada ocasional, importando poco el horario en los que estaban, y que variaba porque parecía que ella iba de un lado a otro; no importaba si era en pleno entrenamiento o en plena madrugada, solo escuchar el timbre de su teléfono le daba cierta tranquilidad.

Porque era un indicio de que ella estaba bien.

- Sí, debes tener razón, Bao -respondió a sus palabras, tratando de hacerse la idea de que en realidad eso fuera lo que estuviera haciendo; quizás estaba muy ocupada, claro, si se ponía a pensar en ello puede que los Ikari Warriors fueran los que la pusieron ahí en primer lugar y luego de lo que pasó, al sólo irse, las cosas cambiaron un poco.

Ay, ¿y si la había metido en problemas con esos mercenarios locos? Era probable, no quería creerlo, pero quizás esa podría ser la razón de tamaño distanciamiento.

Todo se resumía a un 'quizás' que empezaba a colmarle la paciencia.

- Con la pérdida de nuestro contacto dentro de NESTS nos hemos visto en falta de la información perteneciente a sus nuevos avances -pasando hoja por hoja del informe en sus manos, escuchando a la voz del gran Heidern que mostraba la foto de una mujer con lentes y en sus treintas que tenía abajo el sello en rojo de "fallecido"- tenemos en nuestro poder el último paquete que fue enviado, pero este llegó incompleto, su información relacionada al proyecto K' Prime, Anti-K y N° 9999 fueron desencriptadas con éxito, siendo de ayuda para nuestros cooperadores externos; no obstante la información revela muy poco del proyecto Gaia y el proyecto 'sin nombre'.

Ante la mención de ese nombre se centró por completo en lo que decía, poniendo toda su atención ante ese nombre que Grant recitaba con gran pena en los momentos en los que parecía más tocado por los recuerdos que por la realidad.

En cuanto siguieron, no pudo evitar levantar la mano cuando pidieron a quienes pudieran unirse a la misión, teniendo en cuenta lo que pasaba y el gran peligro de ello siendo que la anterior "fuga de información" había sido despachada.

Heidern no mostró emoción alguna, casi sabiendo que ella no dudaría dos minutos una vez dicho el nombre de ese proyecto, lo veía venir en cuanto la información llegó, al igual que ya sabía que ella ya se había metido con sus poderes para presenciar con sus propios ojos el vídeo que NESTS tenía en su poder de una entidad elemental que tenía encima el nombre de "Objetivo de recolección" sin tener claro del todo si es que la misión de recolección se había llevado a cabo.

Ni se molestaría en decirle algo porque ya sabía que esa niña iría de todas formas.

Pero no todos pensaban como él.

- Estás bien tocada del coco si piensas que irás a esa misión -Ralf fue la primera en interceptarla apenas la misión acabó, tomándola de la cabeza con su gran mano, ejerciendo algo de presión y mirándola con una cara de enojo y hasta cierto punto cómica

- Si quiere hacerlo, debe hacerlo, cuando acabe su entrenamiento -en un principio las palabras de Leona parecieron un impulso pero luego que hicieron otra advertencia por lo bajo.

Aunque ninguno podía negar que un recurso como los poderes de la susodicha no vendrían de maravilla a la situación; sería entrar y salir, sin que nadie se diera cuenta y bajando la probabilidad de pérdidas, sin mencionar que ella encontraría el camino hacia la nueva base de NESTS con un pelotón entero y teletransportarlos de ida y vuelta.

Al final, Heidern tuvo la última palabra, ya para las seiscientas, (...) se lanzaría a sus portales buscando rastro de NESTS.

Y Kensou no tenía idea de la situación, si le hubiera dicho ya estaría gritando que era una malísima idea al altavoz.

Esos tipos estaban dementes, todos los que iban tras Kyo Kusanagi lo estaban.

Ya era madrugada cuando (...) salía en silencio por el corredor, nunca fue de mañanas felices, pero mientras se sentaba en el desnivel de la entrada para ponerse sus zapatos en completo silencio sintió el agarre fuerte a sus espaldas, dando la vuelta apenas para ver a Kogoro que parecía medido dormido aún.

- Hermana vendrá pronto -lo tomó por debajo de los hombros para llevarlo de nuevo a su cuarto y dejarlo encima de su cama- te lo prometo.

Una vez más, podía sentir la mirada tras sus espaldas, y llegó a maldecir el buen oído de su maestro.

En cuanto salió se detuvo a su lado, estiando un poco el cuello para poder verlo a la cara, ninguno se dijo nada, eran almas silenciosas, una de las tantas razones por las que se llevaban tan bien, al final, (...) dio una reverencia en frente de Goro antes de regresar a la puerta y abrirla, agradeciendo que no le dijera nada en plan "debes regresar" o "regresa sana y salva".

Tantas promesas solo le darían un sentimiento de mala espina.

Como en esos tiempos, cuando se dejaba ser llevada de un lugar a otro por el chico castaño que no dudaba un momento antes de decirle que quería ir al festival que se haría cerca de la escuela por festividades.

Le daba muy mala espina cuando la ponía en esa situación, rodeada por tanta gente, esperando a que se le vuelva a aparecer después de hacerse con la comida que dijo que había ido a comprar en los diversos puestos coloridos.

La incomodidad le dejaba seca la boca, aceptando casi sin miramientos el licor que pensó era agua, bastante tonto la verdad, mas no su auténtica impresión al encontrar el sabor del sake para su mayor agrado.

- ¡(...)-chan! -así como se había perdido en medio del gentío volvía a salir, dando algunos empujones sin querer y dando disculpas hasta encontrarla junto a un puesto de licores que daba degustaciones- gracias al cielo no se dieron cuenta que eres menor, estarías en problemas y también ellos -mencionó mientras le tomaba de la mano para volver a meterla entre la gente, sosteniendo con la otra los paquetes de comida y buscando por un lugar para sentarse a comer.

(...) agradeció profundamente cuando Kensou la sacó de ese mar de gente, sentándose en aquel pequeño espacio libre en el césped de un parque cercano al pequeño festival; se fijó en cómo le mostraba con gran alegría los platillos que había escogido.

- En lo personal, prefiero los bollos de carne, pero creo que a ti no, por eso, me gustaría saber que es lo que te gusta -de cierta manera había tomado la mordida que ella le había dado como un odio hacia los bollos de carne, cosa que no se resolvería hasta un futuro y que desde ese momento ya le rompía el corazón- vamos, come que mientras está caliente es más sabroso.

Lo miró a él, luego a la comida en frente de ella.

La intriga que tenía de este tipo y su accionar seguía creciendo.

Tomó bocado de lo primero que tenía en frente, alertando a Kensou con su elección y dándole cierta felicidad al ver que ella recibía lo que le daba.

(...), como siempre, no llegaba a sentir mucho el sabor de la comida, sin embargo, mientras veía a Kensou, la calidez si le transmitía algo distinto.

Con el tiempo, se haría adicta a ello.