Capítulo cuatro

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¡Ser maestra era tan estresante! Revisar exámenes, aguantar a los chicos que se comportaban mal, planear las clases para hacerlas más didácticas y hacer que sus alumnos aprendan fácilmente... Por más que lograba mantener bajo control los asuntos académicos y cuidar de dos jóvenes brujas, Lorelei solo esperaba llegar a casa y poder dormir todas las horas que pudiese. Empero, lo primero que vio al entrar a la mansión y abrir la puerta fue a una impaciente pero feliz Blue, quien estaba ansiosa por mostrarle el libro que usualmente usa para aprender sus hechizos, ya que quería que su maestra le enseñase unos nuevos. La pelirroja suspiró: no podía decirle que no a su querida alumna. Así, ambas se dirigieron al patio donde Blue invocó a su Blastoise y Lorelei a su Lapras; la de lentes le preguntó que hechizos y la de ojos azules le indicó los que, para ella, eran difíciles.

— Concéntrate, Blue. Sé que puedes hacerlo.

Más de una hora estuvieron practicando. Para cuando las demás personas estaban durmiendo Yellow apareció en el lugar usando una pijama.

— ¿Siguen practicando? —Preguntó soñolienta. — Mañana hay clases...

— Shhh, observa — dijo Lorelei, señalando a Blue.

La rubia hizo caso y ambas observaron a la castaña. Ella, con los ojos cerrados, se concentraba y decía las palabras adecuadas para el hechizo. Al hacerlo, un aura emanó del pokémon tortuga, que movía sus brazos en señal de triunfo, para después de un corto tiempo desaparecer.

— ¡Lo lograste Blue! —Dijo alegre la de ojos ámbar.

— ¿Lo hice? —Dudó la bruja al abrir los ojos.

— Aumentaste el ataque y defensa especial de Blastoise, así que es un sí —felicitó la maestra de ambas.

— Blastoise, ¿de verdad..?

El gran pokémon de agua asiente y esta lo abraza como puede, posteriormente hace a su pokémon desaparecer y se dirige donde Yellow para abrazarla por el logro.

— ¡No puedo creer que lo haya logrado!

— Lo bueno es que esta vez no lo envenenaste... —al decir esto se calla la boca lo más rápido que puede.

— ¿Envenenar?— Lorelei miró con ojos acusadores a la castaña — Blue, ¿de qué está hablando Yellow?

— Eh... nada —dijo un poco nerviosa.

No muy convencida Lorelei aceptó la respuesta. Las tres entraron a casa y se dirigieron a sus respectivas habitaciones. Blue, después de cambiarse, se echó en su cama.

Por última vez, pensó en la bruja del Serperior y esperó que ella estuviera en un lugar mejor.

La oscuridad invadía el lugar. Su visión era muy borrosa. Aun así...

— ¿¡Cómo pudiste!?

— No sabía que era... no lo hubiera hecho.

— Si, como no — habló con sarcasmo — para ti hubiera sido lo mismo si no nos hubieras conocido. ¿Sabes qué? no quiero volver a verte —dijo con lágrimas en los ojos.

— Pero...

— Después de lo que hiciste... yo... ¡yo nunca te lo perdonaré!

Él se le empezó a acercar lentamente, pero ella, con el dolor de su corazón, se apartaba lo más lejos que pudiera.

Por favor, déjame...

— ¡No te me acerques más..! —Le fulminó con la mirada y, con un nudo en la garganta, agregó— o muere en el intento...

— ¿¡Qué..!? —Miró a ambos lados de su habitación asimilando que lo que acababa de presenciar era un sueño— ¿Qué fue eso? ¿Por qué lo soñé? ¿Quiénes eran ellos? —En el sueño Blue solo podía, además de oír, ver a dos siluetas discutir. No podía reconocer las voces aunque se le hacían extrañamente familiares.

— ¿Blue? —Tocaron a la puerta, era Yellow— alístate rápido que llegamos tarde.

***

Ya en la escuela Lorelei informó a ambas muchachas que se encontraran mas tarde con Agatha en la misma aula que el día anterior.

— Yo también iré, así que las estaremos esperando — dicho esto las tres se separaron.

Blue, por su parte, al llegar a su aula intentó socializar y hacer alguna amistad. Entabló una que otra pequeña conversación con los alumnos que estaban curiosos por saber más acerca de ella. El nerviosismo le hizo contradecirse en muchas oportunidades, por ser difícil obviar su vida de bruja, así que el inventar una vida sumamente aburrida hizo que las conversaciones terminaran rápido al no hallar otro tema de qué hablar. Suspiró resignada.

— Esto es difícil...—murmuró y recordó a Red, a quien no había visto en toda la mañana y las clases ya habían empezado— de seguro no vie...

— ¡Perdón por la tardanza! —Dijo el azabache quien apareció en la puerta del salón.

— Llega tarde joven Red. Pero pase de una vez y tome asiento que la clase ya ha comenzado.

El chico asintió y se dirigió a su lugar. "Odiosos Pokémon fantasma" pensó para sí mismo al momento de sentarse. Blue lo observó, curiosa por saber el porqué de su tardanza hasta que él la vio y sonrió. Sonrojada sin saber el porqué, le devolvió la sonrisa y continuó escribiendo lo que había en la pizarra.

Después de eso, solo quedaba esperar a la reunión con Agatha. Miraba el reloj con miedo, la presencia de aquella bruja con tal alto poder seguía pareciéndole a Blue muy... intimidante. Finalmente, el sonido del timbre le indicó que era el momento de ir a verla.

Blue salió del aula y se dirigió al salón vacío, que en realidad era el aula de cómputo. Al llegar encontró a Lorelei, Yellow y Agatha quienes la esperaban desde hace poco.

— Ahora que estamos todas reunidas, ¿de qué querías que hablemos, Agatha?

— Bueno— su cara seria parecía imposible de cambiar — tiene que ver con los cazadores, ayer les dije que tuvieran cuidado por si alguno de ellos se encontraba en sus salones.

"La bruja tipo planta..." Yellow miró hacia la ventana, con impotencia en sus oscurecidos ojos ámbar.

— Así que están por aquí — habló la de lentes con cierto grado de preocupación. — Y yo creyendo que por estar las dos Blue y Yellow podrían tener una vida normal.

— Sabes que yo no digo cosas por decir, Lorelei. Como sea, es imposible saber si están en este mismo lugar. Así que, chicas, les pido que tengan mucho cuidado.

— Pero...—interrumpió la rubia— ¿no creen que si hubiera algún cazador en nuestras aulas ya nos hubiera detectado? digo, ellos perciben nuestra magia.

Aquellas palabras pusieron en duda a ambas adultas. Junto con la de ojos ámbar empezaron a plantear teorías sobre el porqué no se atrevían a atacar. Blue, quien solo estaba de espectadora, asentía todo aunque no podía negar que la idea de que un cazador apareciera y la matara, de tan solo pensarlo, le aterraba.

— Agatha y yo hemos estado en esto por años, así que sabemos cómo controlar la magia que emanamos para que a los cazadores les sea más difícil identificarnos — mencionó Lorelei — en cuanto a ustedes... Podría decir que el hecho de ser más débiles haga que la magia no sea tan llamativa y pase ignorada con los cazadores, confundiéndose quizá con la de un Pokémon fantasma.

— Tengo unos cuantos Gastlys patrullando por las aulas durante clases, así los cazadores pensaran dos veces antes de tacharlas de brujas. — después de decir aquello, un ser gaseoso apareció al lado de Agatha — los simples mortales son incapaces de verlos, así que es incluso mejor. — acto seguido, la bruja mayor comenzó a caminar en dirección a la puerta de la habitación — No puedo dejar que pierdan otro recreo más, niñas:  disfruten de lo que queda del receso. Y no se preocupen por su magia, Lorelei y yo tendremos algo para ustedes dentro de poco. Mientras, los Gastlys persuadirán a los cazadores.

Obedientes las dos chicas se dirigieron fuera de la habitación. Caminaron hasta el patio, donde la rubia pidió a la castaña que esperara en una de las mesas mientras ella iba a comprar algo de comer, ya que ambas se morían de hambre.

Blue aceptó y esperó paciente en la mesa. A veces se sentía incómoda de estar sola ahí, sin nadie con quien hablar. Recordó entonces la advertencia sobre los cazadores, ¿y si había alguno por ahí esperando solo el momento adecuado para matarla?

— ¿Por qué tan sola en el recreo?, ¿aun no consigues amigos?

— ¡Ahh! —Gritó asustada al escuchar una voz masculina cerca de ella.

— ¡Perdón! no quería asustarte —se disculpó.

Blue alzó su mirada y se dió con la sorpresa de ver a Red cerca ella, ¿Qué hacía él ahí? ¿Hablando con ella como si la conociera de siempre? Podría seguir cuestionándose aquel encuentro, pero las preguntas en su mente se desvanecían entre más tiempo que se le quedaba mirando.

— ¿Red?— pestañeó varias veces, se sintió tonta de verlo tanto — lo siento... es solo que... —el azabache le preguntó si podía sentarse junto a ella, haciendo que la joven asintiera.

Tener a alguien a su lado, aparte de Yellow, la hizo feliz.

— ¿Qué te sucede?

— Bueno... te parecerá estúpido pero es por un sueño muy extraño que tuve anoche —mentía, aunque por esa pesadilla también sentía temor.

—Todos tenemos sueños así... ¿Por qué no me lo cuentas? Tal vez podemos llegar a una conclusión.

— Si tú lo dices...

Blue comenzó a relatar aquel sueño que había tenido. Red, por su parte, oía atento todo lo que la castaña le contara.

— Y lo más extraño de todo es como si conociese a aquellas personas, pero no logré identificarlas.

— Interesante —murmuraba el de ojos rojizos. Cuando él pensaba decir lo que opinaba de eso una tercera voz interrumpió la escena.

— Ya traje la comida, Blue. Espero que... — al ver al chico se detuvo y lo saludó— Oh... ¿Hola?

Había algo en ese chico que la hizo ponerse tensa. Él la observaba curioso, haciendo que se sonrojara. Fijó su vista en Blue, incapaz de continuar con la lucha de miradas. 

— Hola —habló Red un poco confundido. Presentía magia cerca de Blue, aunque no tanto y creyó confundirla con otra cosa, como un Pokémon fantasma que usualmente veía merodear por estos lugares, pero al ver a la joven rubia, sentía todavía más, ¿Será que...?

Blue notó el incómodo encuentro. Así que no tuvo otra opción más que presentarlos para apaciguar las cosas.

— ¡Yellow! él es Red —dijo la castaña — Red, ella es Yellow, una amiga mía.

Ambos nuevamente se miraron extrañados, al parecer Yellow presentía algo en el chico que le hacía desconfiar, aunque conforme la conversación continúo pensó que solo era una falsa alarma.

No parece una mala persona. Y es amigo de Blue, seguro del que me habló ayer, además... La bruja de electricidad salió de sus pensamientos para contemplar al chico que le contaba una broma a su mejor amiga. Blue se ve tan feliz...

El timbre volvió a sonar, el recreo había concluido.

Blue y Red se despidieron de Yellow, prometiéndose volver a reunirse el día siguiente, el de ojos rojizos obvió la magia presenciada, por nada del mundo creería que sus dos nuevas amigas fueran sus más grandes rivales.

¡Espero que les haya gustado el capítulo de hoy! :D

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