cincuenta y ocho

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Sus dedos se metían por completo en mi boca y comenzaba a chupar sintiéndome con tantas ansías. Sintiéndome excitado—demasiado—no había experimentado el Taehyung dominante, no por completo.

A decir verdad él siempre lo era, era parte de él dominar en la cama aunque fuera yo quien lo follara. Un pasivo agresivo de lo mas sensual.
Pero esta noche había cambio de roles y yo no podía estar más necesitado. Lo había estado intentando para estar preparado y había sentido una sensación exquisita, saber que él haría eso por mí me ponía peor.

No le había cuántas veces lo había hecho—aunque la botella de lubricante me había delatado—pero habían sido más veces de las que quisiera admitir.

Sentía curiosidad mucho antes de haberle hablado a Taehyung al respecto, pero a la vez necesitaba algo más que solo sexo. Una relación más intensa. Ahora era mi pareja, me sentía más aliviado saber que sería él, pero más aún saber que él tendría cierto cuidado. Aunque demasiado, pero era importante.

Iba más allá del placer.

Continuaba chupando y lamiendo, podía sentir lo duro que estaba Taehyung encima de mi y eso me ponía ansioso..

«No puede ser tan perfecto»

Me estaba volviendo loco la forma en la que estaba chupando y lubricando mis dedos, por dios. Esa boca, esos labios carnosos y rojos. Sus mejillas también se habían bañado de un rosa pastel y su cabello despeinado lo hacían doblemente precioso. Nuevamente había iniciado con el vaivén para restregar mi polla a la suya.

Que manera de hacernos sufrir. Quitaba mis dedos, lo besaba finalizando con una mordida, tan fuerte que Seokjin había soltado un gemido de dolor.

—Aahh... Ssss —su cuerpo había saltado por la fuerza con la que lo había mordido—. Tae

—Lo siento, lo siento —mencionaba apresurandome a sobar su labio.

Luego del cajón tomaba la caja de preservativos, hacía bastante no usaba de esos ya que no los necesitaba. Me ponía de rodillas para colocarlo, como había estado frotándome con él parte del lubricante también estaba en mi erección por lo cual había sido fácil deslizar el condón.

Observaba a Seokjin tragar duro al verme, pero no decía nada, sus labios estaban hinchados por mi culpa y el bastardo era puro arte ante mis ojos.  Volviendo nuevamente a posicionarme entre sus piernas, él me recibía con dulzura y en silencio.

De a poco mis dedos—que habían sido recientemente lamidos—iban bajando mientras reparaba mi error en su labios y lo besaba con dulzura pasando mi lengua.

Mi mano descansaba en su cadera, pero luego desaparecía entre sus piernas y pasaba mis dedos por su entrada—. Sí te duele o deja de gustarte, solo dilo y me detendré —exclamaba pegado a su boca.

—No pediré que te detengas —respondía seguro.

Me mordía mi propio labio y bajando un poco mi cuerpo comenzaba a deslizar el dedo medio dentro de su entrada.

—Joder —gemía Seokjin, apretando mis hombros con ambas manos. Había cerrado sus ojos con fuerza y luego volvía a verme.

—Solo dilo —susurraba y junto con besos húmedos en su clavícula y cuello sacaba el dedo y volví a meterlo para comenzar a dilatarlo.

Sus manos habian subido de mis hombros a mi cabello para tomarlo con fuerza, su respiración se había vuelto pesada y podía sentir sus latidos, estos se habían acelerado mientras encorvaba un poco su cintura.

—Aahh... —gemía de manera poco audible, ya que era un gemido ahogado de un suspiro.

Me había erizado la piel oírlo tan bajito. Tan intenso, tan sumiso. Mi rostro estaba escondido en su cuello, volviendo a besar la zona, volvía a mover mi dedo dentro de él.

Se removía apenas y respiraba de manera sonora, podía sentir como sus paredes se cerraban en mi dedo mientras buscaba el botón de encendido dentro.

Continuaba aumentando la velocidad y Seokjin se encorvaba peor y tiraba de mi pelo. Sus labios habían rozado mi lóbulo con una sensación directa a mi polla y con embestida en falso y movimiento de mi dedo continuaba dilatandolo.

—Ah, joder... —exclamaba en un susurro.

—Dime que pare y lo haré —susurraba con mis ojos cerrados aún escondido en su cuello.

—Que no... —tiraba de mi pelo para verme y yo me estaba evitando ver su rostro porque sería difícil parar después de eso—, pero necesito más.

Atrapaba mis labios para succionar y morder. Sensación directa a mi zona sur, sensación directa a todo mi cuerpo.

—Aaagh —soltaba ronco y excitado introduciendo un segundo dedo.

—Tae-... —su cuerpo daba un saltito y echaba su cabeza hacia atrás mordiendo su labio.

—Ay, Seokjin —mencionaba embelesado ante su reacción.

Volvía a salir y entrar, él se doblaba debajo de mí y mi erección palpitaba cada vez más.

«Ya no aguanto»

Otra vez los introducía y tocaba la zona exacta que lo había hecho gritar.

—¡Joder, si! —mencionaba abriendo sus ojos de repente, él se movía más salvaje haciendo que mis dedos golpearan una y otra vez su próstata.

Yo estaba perdido en su rostro, me miraba fijo y a la vez se iba por momentos entrecerrando sus ojos y mordiendo su labio. Se movía con desesperación y yo estaba con mi boca abierta viendolo fijamente y moviendo mis dedos dentro de él.

Ya no aguantaba, parte del lubricante que había quedado en su falo había bañado de nuevo mi polla.

—Jin... —advertía, mordiendo su mandíbula—. Te deseo

—Yo más —respondía con un movimiento que me insitaba a continuar.

Lo besaba, una vez más de manera tan intensa que sentía que me robaba el aire y luego bajando mi mano la encerraba sobre su erección.

—Ya hazlo —me rogaba apenas audible y soltando todo el aire de sus pulmones.

Me había puesto la piel la gallina y mientras lo masturbaba con fuerza él se iba en gemidos casi inaudibles, similares a sollozos. Sin previo aviso atacaba mi cuello para morder y succionar. Había sido entonces el preciso momentos donde perda el control y quitaba mis mis dedos para reemplazarlos por mi polla, comenzando de forma lenta.

—J-joder —exclamaba sin aire clavando sus dedos en mi espalda.

Intentaba hacerlo con calma y había subido mi brazo para sostenerlo, pero Seokjin hacía presión sobre mis gluteosy terminaba por completo dentro de él. Obligándonos a ambos a gemir en conjunto.

—Ay, mierda... Seokjin —mencionaba escondiendo mi rostro en el hueco de su hombro y cabeza, al sentir como sus paredes se contraían ahora alrededor de mi falo.

Hacía mucho no sentía esa sensación y se me nublaba la vista del placer. Había dado una suave embestida y Seokjin me rodeaba con sus piernas, me tenía atrapado.

—Muevete —me ordenaba mientras que yo seguía perdido en la sensaciones placenteras que me provocaba estar dentro de él, tan apretado—. ¿Tae? —llamaba con dificultad.

Me daba cuenta que había quedado inmóvil, pero él me tiraba del pelo para verlo de nuevo y me besaba. Me besaba con desesperación y yo correspondía de la misma forma y comenzaba un vaivén dentro de él de forma circular, porque salir y entrar sería demasiado en un inicio.

—Si quieres que me detenga... —mencionaba pegado a su boca, sintiendo toda la presión en mi polla—. Mmmm... Joder, no me pidas que me detenga.

Rogaba esas palabras con un calor que subía de mi bajo vientre a mi nuca y me erizaba los vellos de la piel por completo.

Estaba dentro y dolía, pero deseaba más porque sus dedos ya habían tocado la zona exacta y necesitaba más de eso.

—No te detengas —mencionaba intentando encontrar el aliento, Taehyung estaba apoyando su frente a la mía y sus ojos permanecían cerrados—. Joder, mírame —ordenaba, mientras seguía con su vaivén lento.

A duras penas abría sus ojos café para encontrarse con los míos y brillaban como si tuviera una maldita galaxia dentro de cada uno. Mis ojos estaban llorosos y luego de ver los suyos simplemente no había podido decir una palabra.

Así que ponía mis manos en sus caderas, soltaba solo un poco el agarre con mis piernas y hacía un movimiento hacia arriba para sentirlo mejor y me daba en el blanco.

— ¡Oh, Tae! —comenzaba a moverme y a hacer presión mientras él mordía su labio y comenzaba una embestida mas fuerte.

—Joder, joder —su frente seguía pegada a la mía y ambos estábamos sudados—. Seokjin, Seokjin —lloriqueaba empujando más fuerte.

— ¡Aaahh...carajo! —clavaba mis uñas en su espalda y no pretendía perder el contacto visual mientras respiraba por mi boc. Mis gemidos eran poco audibles porque me sentía mareado de tanto placer que estaba recibiendo.

La habitación daba vueltas y solo la mirada de Taehyung me mantenía cuerdo, pero notaba como se estaba conteniendo. Se movía firme, pero con cuidad, buscando el punto exacto para hacerme delirar y lo encontraba.

— ¡Ahí-... Joder! —gritaba más fuerte de lo que quería y él tomaba mi rostro con una mano mientras la otra la apoyaba en la cama al lado de mi cuerpo.

Su rostro tenía esa mirada tan lujuriosa con un brillo peculiar que no había visto hasta hoy. Usualmente su rostro desbordaba en placer, pero ahora tenía uno de poseso completo y me volvía loco verlo así.

— ¿Tae? —exclamaba con dificultad.

—Mmm... ¿Qu-qué? —su respiración era pesada—. No me pidas que pare, no me pidas que pare.

Corria mi rostro, buscando su oreja y tomándolo con fuerza exclamaba—. Más duro.

Era entonces cuando colocaba ambos brazos debajo de mi espalda y comenzaba embestidas salvajes. Una y otra vez golpeando en la zona de mi próstata. Haciéndome volar por completo y robándome gemidos ahogados por qué mi respiración era increíblemente pesada hasta que finalmente había encontrado mi voz y comenzaba a gemir de manera descontrolada y demasiado sonora provocando que él lo hiciera conmigo.

De nuevo estaba escondido en mi cuello y succionaba con demasiadas ganas, no sabía de donde diablos estaba sacando la fuerza, pero sus embestidas seguían y seguian a la par de sus gemidos roncos.

Decía palabras que entre los jadeos de ambos y mis propios gemidos me había sido imposible entender. Cada uno estaba sumergido en su propio lago de placer, pero a la vez éramos uno solo. Era demasiado intenso, demasiado bueno para ser cierto lo que estaba sucediendo.

Hasta que sentía la familiar punzada de placer detrás de mi polla, era manera increíble. Estaba llegando al clímax.

—Me voy a correr —suspiraba ahogado.

Él seguía penetrandome como un poseso y murmuraba palabras incomprensibles, había perdido casi todos mis sentidos por concentrarme en el placer que estaba recibiendo.

—Correte para mí —mencionaba de forma más clara quitando una mano de debajo de mi y tomando mi erección para mastubarme al ritmo de sus embestidas.

—Ah, mierda... —repetía, eran las únicas palabra que cabían en mi vocabulario en este momento. Dejaba caer mi cabeza hacia atrás porque era demasiado.

Nunca había experimentado ese tipo de placer, Taehyung continuaba dándome en el punto exacto y me masturbaba aún más fuerte. Todo estaba uebdo acorde al ritmo de sus embestidas. Estaba delirando para cuando sentía su boca humeda relamiendo y mordiendo mi mentón.

—Para mí, solo para mí —exclamaba gravemente—. Correte para mí, Hyung —rogaba, haciendo que mis paredes internas hicieran presión sobre su polla y su mano terminará con toda mi esencia en ella y entre nosotros.

Mi cuerpo estaba extasiado y sucumbiendo a los espamos restantes de mi orgasmo.

Dejando salir un suspiro acompañado de gemidos dolorosos por estar sobre estimulado, tanto mi polla como en mi entrada. Me estaba dando más de lo pedido por buscar su propio orgasmo, hasta que lo soltaba para meter la mano entre nosotros y ask pasar mis dedos por mi esencia derramada y llevar estos dos a su boca para que lamiera.

Y lo hacía.

Esa maniobra de Seokjin, su sabor en mi boca acompañado de sus dedos me habían volado la cabeza. Terminaba de lamer hasta lo último, dejando mi lengua a la vista, todo eso me había llevado al mejor orgasmo que había experimentado en mi corta vida.

— ¡Aaaah. Jin! —gritaba ahogado apretando mis ojos para dejarme llevar por los espasmos.

Me había encorvado y había vuelto a abrazar a Seokjin para dejarme caer en su pecho, luego de uno segundos me retiraba con delicadeza robándole un pequeño gemido.

En el silencio de su habitación nos sumiamos de forma pacífica calmando las sensaciones experimentadas. Él finalmente respiraba de manera más calmada, acariciando mi pelo. Eramos sudor y semen, mi corazón palpitaba como loco dentro de mi pecho y estaba seguro que él podía sentirlo ya que me tenía envuelto con brazos y piernas.

—No digas nada... —le decía en un susurro—, pero te amo.

Se infartaron? Porque yo si, yo no quiero decir que esos dos se parecen al Taejin, pero esos dos se parecen al Taejin.

Estoy feliz, me gustó cómo salió este capítulo y la primera vez de Jin.

L@s amo.

Con amor Niñita Nany 💜

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