trece

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Seokjin había dormido camino a su departamento, aunque balbuceaba disculpas de todo tipo dormido.

«Es demasiado bueno para éste mundo»

Una vez frente a su edificio, había tenido que despertarlo, había sido una pequeña lucha, él quería seguir durmiendo y mis samarreos no estaban surgiendo efecto.

—Seokjin —susurraba en su oído—. Jin Hyung...

—Sshhh —golpeaba el aire al lado de su oreja como si fuera una mosca que estaba zumbando.

—Ssssssssseeeeeok-jinnie —y soplaba luego de susurrar su nombre así.

— ¿En serio? —exlcamaba con voz ronca—. Soy tu Hy-...Hyu-Hy

—Hyung, arriba vamos. Ya llegamos —exclamaba golpeando su brazo.

—Aaaahhhh... —gimoteaba dormido y a duras penas intentaba abrir la puerta.

Me apresuraba para ser yo quien lo ayudará a salir y así lo hacía, una vez en la puerta estaba metiendo la llave equivocada.

—Esa no, la otra ¡hip! —lo que faltaba, tenía hipo de lo ebrio que estaba.

No podía ocultar una carcajada para luego colocar la llave correcta, dentro del edificio tomabamos el ascensor y Seokjin repetía una y otra vez.

—Cuarto C, lo arruine. Cuarto C, lo arruine —se había alejado de mi para apoyar su espalda en la pared del ascensor.

—Basta —yo lo observaba de brazos cruzados.

—Cuarto C, lo arruiné —y se giraba para dar su frente contra la pared.

—¡Oye, oye, oye! —en seguida lo daba vuelta tomando su rostro entre mis manos.

«Ay, Tae ¿Te gusta sufrir, cierto?»

—Cálmate y no vuelvas a golpearte así —acariciaba con dulzura la zona que había quedado roja por los pequeños golpecitos—. Éste rostro no tiene que tener ninguna marca

—Que importa, nadie querrá salir conmigo después de Irene.

Frunciendo el ceño, lo contemplaba unos segundos ¿Por qué tenía que ser tan dramático?.

—Seokjin, cualquiera querría salir contigo

— ¿Cualquiera? —preguntaba incrédulo.

—Mujer u hombre.

«Nota mental, deja de ser tan idiota Kim Taehyung»

Él me observaba extraño y torcia su cabeza como un cachorro confundído.

— ¿Hombre?

—Si, bu-... —«salvado por el ascensor que llegaba a destino» — ¡Llegamos!.

Salía de ese lugar reducido y lo llevaba hasta la puerta que tenía la "C".

—¡Aji vio yo! —exclamaba apoyándose en mi hombro.

— ¡¿Qué?! —dije entre risas.

—No te bur-gues de un ebrio se-semi depreshivo —y su dedo índice me señalaba.

Estaba retandome, levantando mis brazos me disculpaba con él, luego abría su puerta y le indicaba que debía entrar.

—Bienvenido a mi humilde morada —exclamaba Seokjin.

Eso de humilde no tenía nada, la entrada era un pasillo que se abría paso a un living con un juego de sofás, una isla que separaba cocina y sala y luego se veían tres puertas que llevaban a otras habitaciones, una debía ser la de Seokjin.

No tenía mesa para almorzar o cenar, solo la isla con banquetas a los lados.

— ¿Seokjin, tienes café? puedo prepararte si quieres —exclamaba mientras veía su apartamento, afuera en el balcón tenía una bella vista.

—No, quiero dormir —se iba directo a su habitación, pero como era de esperarse caía al suelo tropezando con sus propios pies—. ¡Aish, mierda!.

Corría rápidamente para ayudarlo a levantarse—. Vamos, campeón. Yo te ayudo —su frente chocaba con mi mejilla.

—Lo siento —exclamaba. De repente un dulce y húmedo beso depositaba en el lugar que me había golpeado.

«Mierda»

—Si, tranquilo —debía apresurarme, dejarlo en su cama e irme—. Vamos.

No podía permanecer más tiempo cerca de un Seokjin ebrio, no sabía cómo era exactamente, pero me había quedado claro  que era un hombre cortés y educado.

Al entrar a su habitación ésta estaba adornada en blanco, negro y rojo.
Una cama de dos plazas y media, también tenía otro balcón ahí, su propio baño y un enorme placard.

—Recuestate, dame tus pies —quitando sus botas subía sus piernas a la cama—. Trata de descansar y si quieres mándame un mensaje mañana

—No, no, no —me agarra del brazo sentándome a su lado en la cama—. Quédate

—No creo que sea una buena idea

—Oh, si. Si lo es —me agarraba del cuello de la ropa y exclamaba—. Ya c-casi no recuerdo que hice. Cuando despiert-te con resaca, no sab-bre nada, s-será desperasante

—Querras decir "desesperante" —apretaba mis labios para no reír a carcajadas.

—Exacto, des-pre-desperasante —juro que estaba hablando en puchero.

—Si, lo intentaste

—Quedate —aflojaba el agarre de mi cuello para arreglar lo que había arrugado—. ¿Por favor?.

Sus manos estaban apoyadas en mis hombros, su rostro me contemplaba de cerca y su boca aún tenía un puchero dibujado.

Cortando el contacto visual y dejando caer mi cabeza terminaba aceptando—. Ay, Seokjin. De acuerdo, tú ganas. Me quedo.

Él me respondía con una dulce sonrisa y palmeaba la cama para que me recostara a su lado.

—Oh, no —replicaba rápidamente—. Yo dormiré en tu sofá.

—No seas id-diota, duerme aquí, hombre —me señalaba con la cabeza.

«Solo dormirás a su lado, él no te hará nada y tú menos a él. Quizás es lo más cerca que llegues a estar y no podrá repetirse»

Me levantaba quitando mi chaqueta y notaba la mirada curiosa de Seokjin.

— ¿Tengo monos en la cara?. ¿Otra vez?

—No —imtimidado bajaba la mirada.

Me dirigía a paso lento al otro lado para recostarme, por ende, me acomodaba para quedar espalda con espalda. Me cubría con la manta y sentía que él se movía y movía.

«¿Qué demonios? ¿Se está quit-...? ¡Se está quitando los pantalones

Estaba petrificado, no quería hacer nada que lo incomodara, pero un dedo tocaba mi hombro pidiendo mi atención.

— ¿Tae? ¿Estás despierto?

—Mmmm —«¿Y eso qué significa, idiota

— ¿Eso que significa? —preguntaba confundido—. Mírame.

«No creo que sea buena idea»

Me samarreaba para que le hiciera caso y eventualmente lo hacía

Me giraba y ambos estábamos cara a cara—. ¿Qué pasa, Jin Hyung?

— ¿Creés que lo arruiné?

—No lo sé, quizás si. ¿Igual no era ese el plan? —yo tenía mis ojos cerrados, no quería mirarlo, bueno si quería, pero no.

—Si, pero fue asqueroso ¿La vomité, cierto?

—Si

—Soy un asco

—No Seokjin, no lo eres —mis palabras salían como susurros porque el cansancio me estaba llegando y esa cama estaba caliente.

— ¿Tú lograste espantar a Yoon?.

En ese entonces era cuando abría mis ojos, él me miraba fijo, tenía una mirada angelical, pero preocupada.

—No, ella sigue enviándome mensajes

—Oh... —sus ojos bailaban recorriendo todo mi rostro.

— ¿Quieres que vaya al sofá?

—No —luego su mano tocaba mi mejilla y con una suave caricia que me brindaba se quedaba dormido.

«¿Se durmió acariciando mi rostro?»

«Mi cabeza, va a explotar».

Mi sien palpitaba y mi cadera sentía algo pesado que la aprisionaba, más unos brazos que me tenían acorralados.
Intentaba a duras penas girar mi cuerpo y ahí estaba él, tan pacífico sumido en su sueño y yo, bueno, un poco sobresaltado.

Cayendo lentamente a la realidad, mi pulso comenzaba a acelerarse, mi pecho subía y bajaba hasta que—: ¡Taehyung!

— ¡¿Qué, qué?! —pobre niño, del susto se había caído de la cama y se llevaba consigo el cobertor.

Había entrado en pánico cuando notaba que yo estaba en bóxer.

— ¡¿Por qué estoy en bóxer?! ¡¿Por qué estás aquí?! Aish, no recuerdo nada —me levantaba tomando mi cabeza entre mis manos y me tiraba en dirección a mis pantalones, cuando los había vislumbrado. Rápidamente me los colocaba de nuevo con desesperación aún sentado en el piso.

Del otro lado de la cama escuchaba la risa burlona de Taehyung quien aún seguía en el piso enredado en el cobertor. Él no estaba en ropa interior, solo yo.

— ¿Por qué te ríes? —preguntaba de rodillas con el mentón en el colchón.

Él se ponía de rodillas en el piso e imitaba mi acción, sin parar de reír, con sus codos sobre la cama me observaba del otro lado—. Tuviste un increíble gay panic

—No te burles, no recuerdo nada

—Y por eso me pediste que me quedara

— ¿Yo hice eso?

—Si, Jin Hyung. Sabías que ibas a "desperasante" —él hacía comillas ante esa palabra—. Y quisiste que me quedara para contarte lo que había sucedido.

Moviendo mis ojos un poco incrédulo intentaba recordar, pero me era imposible.

—Me duele la cabeza —dije apretando mi sien.

— ¿Tienes algún calmante?. Porque mejor no te duchas y preparo algo de café ¿Qué dices?.

Finalmente se levantaba y venía hacia mi para ayudarme a levantar. Decidía tomar su mano y recibir su ayuda.

— ¡Ouch! —gritamos al mismo tiempo cuando una corriente de electricidad nos daba al tocar nuestras manos.

—Ya no quiero levantarte —exclamaba con un puchero sobando sus dedos.

—Perdón —me levantaba sin su ayuda y preguntaba nuevamente—. ¿Entonces, entre nosotros no paso-...?

— ¿Por qué pasaría?. Tu eres hetero, sobrio y ebrio...¿No? —se cruzaba de brazos.

Tragando el nudo en mi garganta, respondía—. Iré a bañarme. En la cocina hay de todo para que prepares lo que desees —salía de su vista y buscaba ropa para ponerme luego. Taehyung se abría paso para salir de allí hasta que exclamaba—. Gracias por quedarte

— ¿Para que son los amigos? —replicaba y se perdía de mi vista.

Me metía a la ducha completamente confundído y preocupado, pero al menos tenía a Taehyung para preguntarle qué demonios había pasado en aquella cita doble.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro