11; LA PRINCESA PERDIDA

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LA PRINCESA PERDIDA

El sol ya se estaba alzando en el horizonte cuando Cerys llegó a su destino, ya había pasado un día desde que dejó King's Landing y las ganas de regresar comenzaban a formarse en su cabeza, pero al ver lo que se encontraba frente a ella olvidaba todo. Dhagara había aterrizado cerca de una cueva, la dragona se encontraba en alerta sintiendo que el peligro acechaba en cada esquina a la que mirase y ese comportamiento también puso a Drakon en alerta.

Tranquila, Dhagara—la peliblanca acarició a la dragona—. Estaremos bien, no hay peligro.

Apenas las palabras dejaron sus labios un rugido se escuchó en el fondo alterando aún más a la dragona que enseguida se movió cubriendo el cuerpo de su jinete. Drakon voló hasta el hombro de Cerys mirando a todos lados como si esperase a que un dragón apareciera dispuestos a comerlos.

Dhagara, tranquila—Cerys tomó a Drakon en sus manos y lo depositó en el suelo frente a la dragona—. Quédense aquí.

Como si estuviera ofendida por la orden, Dhagara dejó salir un bufido, pero acató la orden usando una de sus patas delanteras para crear una prisión temporal para Drakon que enseguida comenzó a rugir de disgusto.

Gracias, preciosa—dio una última caricia a la dragona antes de dejar su bolso en el suelo—. Tranquilo, Drakon, voy a regresar.

Ambos dragones siguieron los movimientos de su madre mientras la princesa se alejaba de ellos subiendo la colina que, probablemente, los estaba separando del dragón que había rugido segundos antes. Cerys miró sobre su hombro y se encontró a Dhagara mirando en su dirección, un suspiro dejó sus labios antes de seguir con su camino. No le tomó mucho tiempo llegar a la cima de la colina, una vez ahí miro el campo frente a ella y sus ojos brillaron cuando encontró lo que tanto había deseado.

Vhagar se encontraba recostada en medio del campo, claramente despierta gracias a la llegada de Cerys y sus dragones. La dragona estaba mirando en su dirección y la princesa tuvo que respirar profundo para matar los nervios que comenzaban a crecer en su interior. Con pasos decididos descendió de la colina, sin hacer un movimiento brusco que alerte a la dragona.

Vhagar—llamó cuando estaba al pie de la colina y la dragona se levantó de su lugar de descanso—¡Obedece!

La peliblanca extendió una de sus manos hacía la dragona que rugió en respuesta y comenzó a moverse en su dirección.

¡Obedece!—Cerys tuvo que inclinar su cabeza hacia atrás para poder ver a Vhagar cuando se acercó a ella—¡Vhagar, obedece!

Otro rugido, esta vez directamente a su rostro. Cerys movió su cabeza a un lado cerrando los ojos con fuerza, pero su mano nunca se movió. Cuando el rugido cesó la tierra tembló bajo sus pies y al abrir los ojos se dio cuenta que la dragona se había echado frente a ella. Con pasos cuidadosos la princesa se acercó, un par de bufidos y gruñidos la detuvieron de vez en cuando, pero al final logró su cometido. Su mano acarició las escamas en el cuello de Vhagar y una sonrisa se formó en su rostro cuando la dragona no dio indicios de protestar, solo faltaba la prueba final. Sin embargo, antes de que pudiera pensar en cómo iba a montar sobre Vhagar, otro rugido se escuchó y cuando miró a la cima de la colina se encontró a Dhagara mirando.

Tranquila, Vhagar—siguió dando caricias a la dragona cuando gruñó en advertencia ante la intromisión—¡Dhagara, tranquila!

Dhagara dejó salir un sonido de disgusto y dio la vuelta para regresar al otro lado de la colina cuando Drakon apareció volando hacia Cerys. El dragón voló hasta unas rocas cerca de su madre y Vhagar, seguramente sintiéndose intimidado por la enorme dragona.

Tranquila, Vhagar, son amigos—la peliblanca se alejó de la dragona para verla bien—. Son tus hermanos.

Ese día, desafortunadamente, no pudo montar a Vhagar. Pasó la mayor parte de la mañana tratando de crear un vínculo con la dragona y sorpresivamente había hecho un buen trabajo pues ahora Vhagar dejaba que se acercará aún si traía a Drakon en el hombro. El único inconveniente que tenían era que Dhagara y Vhagar no mostraban señales de querer llevarse bien. Ambas dragonas eran territoriales y sobreprotectoras por lo que Cerys tuvo que mantenerlas alejadas por varios días hasta que parecieron comenzar a tolerar estar juntas.

La primera vez que Cerys pudo volar sobre Vhagar fue un momento mágico, a pesar de que tuvo que usar una cuerda para poder sostenerse y no caer a una muerte segura, sentir el viento chocar con su rostro y saber que la dragona más grande en existencia la había aceptado como jinete era más que suficiente para eliminar el miedo de morir en el aire. Después de montar a la dragona por primera vez Dhagara cedió y comenzó a "socializar" con Vhagar hasta que por fin se llevaban bien. A la princesa le tomó semanas poder establecerse en el lugar, por las mañanas iba al pueblo más cercano en busca de trabajos en los que pudiese usar todo lo aprendido en King's Landing y regresaba a casa por la tarde, después de ver a Dhagara sobrevolar el pueblo en busca de su jinete.

Por un mes escuchó las noticias que se esparcían por los siete reinos sobre su desaparición, algunos decían que no quería el trono, otros que realmente había sido asesinada por su propia familia, e incluso había quienes decían que huyó al enterarse de la boda de su padre porque ella quería tomar el lugar de Alicent Hightower como futura esposa del rey. El último la había hecho reír de forma histérica, entendía el por qué la gente pensaba de esa forma, pero aún era muy gracioso siquiera pensar en que ella quisiera casarse con su padre. Sobre todo cuando lo que realmente quería era casarse con su tío.

Había pasado un mes entero desde su llegada cuando recibió su primera visita. Estaba tejiendo un pañuelo recostada en Dhagara cuando el rugido de un dragón la interrumpió, al levantar su mirada para ver de quién se trataba no pudo evitar sonreír al reconocer a Laenor Velaryon. Seasmoke aterrizó sobre la colina, lo suficientemente alejado como para que los dragones no se alterarán por su presencia.

Shhh, Vhagar—la peliblanca se levantó del suelo acercándose a la dragona—. Son amigos, preciosa.

Drakon se sacudió dejando salir un chillido desde la roca donde estaba, el dragón había crecido muy rápido en apenas un mes y ahora ya no podía ir en el hombro de Cerys como acostumbraba hacerlo, cosa que lo tenía irritado a más no poder.

Drakon, tranquilo.

Una vez se aseguró que los tres dragones estaban en calma se alejó de ellos casi corriendo, de misma forma Laenor descendió la colina dando varios tropezones gracias a la velocidad con la que iba. Los primos se encontraron al pie de la colina, con Cerys saltando sobre Laenor haciendo que los dos cayeran al suelo entre risas.

—Que bueno que estás aquí—la peliblanca apoyó su frente en el hombro de su primo—. Odio admitirlo, pero te extrañe.

—Yo también te extrañe, Cerys—el heredero de Driftmark besó la cabeza de su prima.

—¿Te siguieron?

—No, logré escaparme sin que me vieran.

Casi como si los dioses quisieran cobrar alguna especie de deuda, un chillido muy conocido para los dos se escuchó.

—¿Lograste escapar sin que te vieran?—Cerys se apartó de él para mirar hacia el cielo.

—Pensé que lo había hecho—él se quedó tirado en el suelo mirando la silueta de Caraxes—, quizás debí esperar a que se fuera.

—¿Lo crees?

Cerys le dio un golpe en el brazo antes de levantarse. Caraxes aterrizó sobre la colina, junto a Seasmoke y detrás de la peliblanca se escucharon varios gruñidos.

—¿Debería dejar que se coman a Daemon?—susurró a su primo cuando se puso de pie a su lado.

—Mi padre lo necesita, cuando terminemos con él puedes dejar que se lo coman—Laenor extendió su mano para sellar el trato.

Vhagar, tranquila—grito Cerys sobre su hombro tomando la mano de Laenor.

Ambos decidieron subir la colina hasta Daemon para no agitar más a los dragones, pero cuando iban a mitad de camino Dhagara pasó volando sobre ellos. La dragona siguió volando más allá de la colina siendo seguida por Caraxes que no dudó en seguirla en cuanto Daemon le dio la espalda, tal como un hijo rebelde.

Veo que pudiste encontrar a Vhagar—el príncipe miró más allá de sus sobrinos a la dragona que los miraba—, Drakon también creció.

¿Qué haces aquí?—preguntó ella.

Quería preguntarte por qué no me habías dejado una carta.

Laenor tosió junto a ella sintiéndose incómodo con el ambiente.

—Supongo que regresaré otro día—miró de su prima a su tío—, cuando no me sigan como maniáticos obsesionados.

Cerys no contuvo la risa y ambos primos rieron como si Daemon no estuviese justo ahí, escuchando como se burlaban de él. El príncipe puso los ojos en blanco, aunque quisiera haber dicho algo, no dijo nada para que Laenor pudiera irse lo más pronto posible. El heredero de Driftmark montó su dragón y desapareció entre las nubes que decoraban el cielo.

—Todo el reino te está buscando—el peliblanco se giró para mirar a su sobrina—¿En qué estabas pensando cuando huiste así?

—¿Tu también me estabas buscando?—sus ojos se encontraron. —Dime, tío, ¿Acaso te preocupaste por mi?

—Siempre me preocupo por ti—Daemon dio un paso adelante—. Cuando Rhaenys me dijo lo que había pasado...—la distancia entre ellos desapareció y las manos de Daemon tomaron el rostro de su sobrina. —Pensé lo peor, incluso si Laenor celebró tu huida, yo me moría de preocupación.

—Es bueno saber que te importo—los ojos de Cerys bajaron a los labios de su tío por un segundo, la cercanía comenzó a nublar su mente.

—No seas cruel conmigo, mi amada—el peliblanco se inclinó dejando que sus narices se rozaran—. Sufrí mucho sin saber de ti.

—Pensé que estabas por casarte—Cerys susurró.

—Solo quería hacerte enojar—los pulgares de Daemon acariciaron las mejillas de su sobrina con cariño—, esa era la única forma que tenía para poder verte.

Tío...

Cásate conmigo—Daemon la interrumpió—, te prometí que algún día nos casaríamos. Cásate conmigo.

—No—la peliblanca se alejó dando dos pasos hacia atrás—, no deseo casarme aún.

—Siempre deseaste casarte conmigo—Daemon buscó los ojos de su sobrina, pero estos se encontraban en el horizonte.

—No ahora—Cerys se forzó a mirarlo—. Me casaré contigo cuando yo lo desee, Daemon, no cuando tu lo desees.

Un silencio tenso se formó sobre ellos, el príncipe bajó la mirada y la princesa se mantuvo con la cabeza en alto, los dos sabían que se estaban haciendo daño, pero no había forma de darle fin a ese ciclo que seguían desde hace años. Y no era como si alguno de ellos quisiera detenerse, no cuando estaban tan cerca de conseguir lo que querían.

Tío...

El llamado de Cerys pareció hacer que algo dentro de Daemon se quebrara porque en menos de un segundo el príncipe ya había acortado la distancia entre ellos otra vez, sus manos volvieron a encontrarse en el rostro de su sobrina, pero esta vez se aseguró de unir sus labios con los de ella. La peliblanca llevó sus manos a la chaqueta de su tío y la uso para sostenerse cuando sus piernas se sintieron débiles, no era la primera vez que se besaban, pero si era la primera vez que Daemon se rendía ante sus deseos. El beso fue demandante y cuando por fin se separaron para respirar Cerys estaba completamente sonrojada, sus ojos se encontraron y Daemon maldijo a todos los dioses valyrios.

Lo siento—Cerys dejó caer su cabeza en el hombro de su tío—, he sido muy cruel contigo.

—No, yo lo siento, mi sol—Daemon besó la cabeza de su sobrina—. En todos estos años me refugié en burdeles intentando sacarte de mi cabeza, deseando honrar el trato que hice con tu padre, pero fue imposible.

—Te odio—susurró ella sonriendo.

—Lo sé—él también sonrió.

En el fondo se escuchó el rugido de Vhagar antes de que la tierra se sacudiera cuando emprendió vuelo seguida de Drakon, ambos dragones uniéndose a Dhagara y Caraxes en el aire. Cerys movió su cabeza para poder verlos y se sintió feliz viéndolos volar en círculos sobre ellos. Había logrado reclamar a Vhagar y ahora estaba en paz con su tío, para ella las cosas estaban yendo bien.

Claro que se podría decir que esa era la calma antes de la tormenta.

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NOTA:

En mi país estamos celebrando fiestas patrias por lo que tendré muchos días libres así que esperen actualizaciones continuas de Burning Fire el resto del mes.

También quisiera recordarle que en mi cuenta de tiktok (neotyong95) subo videos spoiler de la historia, muchos no son canon al fic así que no se preocupen (advierto porque tengo un montón de videos tristes en mis borradores).

¿Qué piensan del capitulo? Sinceramente cuando comencé la historia no pensé poner al amistad de Cerys y Leanor, pero ahora me encanta y quiero que la historia solo sea de ellos y su bonita amistad. ¡Y Cerys pudo reclamar a Vhagar! Eso quiere decir que ya puede ir a patearles el trasero a todos y tomar el trono si así lo desea, peroo ¿Qué creen que pasará con Vermithor ahora? *ojitos*

Si tienen alguna duda sobre las edades: Cerys es mayor que Rhaenyra por cinco años, cuando la historia comenzó (con la línea de tiempo de hotd) Nyra tenía 15 y Cerys 20, este capitulo pasa un año y medio después del capitulo siete por lo que ahora ella tiene 21 y Nyra 16.

Gracias por leer, Lu.

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