CAPÍTULO 81 Lazo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Narra Kenny

Habían pasado cerca de tres semanas desde que tuve la causalidad de conocer a Zak y me hice su amigo, nuestra amistad no hizo más que reforzarse en esos veinte días haciendo que le tenga más confianza a Zak para hablar con más sociabilidad, él también mostró prácticamente lo mismo pero no le costó tanto como a mí.

Durante esos días, que pasaron como muchos otros y que fueron algo rutinarios, no fueron tan significativos salvo por el hecho de que Zak y yo planeamos algo, él tuvo más participación que yo en ese pequeño plan, pero también quería colaborar porque venía la pena.
Los dos fuimos testigos de todo lo que pasaba dentro del orfanato Última Esperanza, lo que para el resto de los niños con padres sería una tortura, para nosotros era lo cotidiano y cosa de rutina, pero por fortuna no era tan malo, aún seguíamos juntos y era algo de lo que podía sentirme con suerte.
Pero la suerte nunca es eterna, siempre hay un momento en el que se va, extraña y desgraciadamente en el momento menos oportuno para mí.

De noche, tarde, Zak y yo teníamos claro lo que debíamos hacer y lo planificamos con tanto esmero que sería imposible que nos detuvieramos, pero todo podía tanto dar buenos resultados como negativos y quizá desastrosos, después de todo era algo peligrosos y sobretodo arriesgado, los sabíamos con seguridad, así que minutos antes de poner en marcha todo, hicimos una última cosa.

Zak:Kenny, ¿Puedo pedirte algo?

Teníamos tiempo siempre y cuando lo que pidiera fuera algo simple.

Kenny:¿Qué pasa, Zak?

Zak era el que estaba más preocupado y quizá hasta asustado aunque el plan fue mayormente de él.

Zak:Siempre estaremos juntos, ¿Verdad?

Al ser un niño, que no se preocupaba o pensaba en su futuro, tenía eso asumido.

Kenny:Claro, ¿Por qué lo dudas?

El mudez que invadió a Zak demostraba que algo no andaba bien, iba a preguntárselo pero en ese preciso momento comenzó a hablar de nuevo.

Zak:Después de todo esto, cuando seamos adultos y ahorremos lo suficiente... ¿Podemos volver aquí?

No entendí muy bien esa parte.

Kenny:¿Volver? ¿Para qué?

Zak:Para comprar este lugar, podemos trabajar mucho y ahorrar para comprar el orfanato.

Desgraciadamente, una voluntad admirable y buenas intenciones como las de él no eran suficientes para lo que quería.

Kenny:Zak, necesitamos muchísimo para comprar un orfanato, no es algo fácil y tardaríamos más de lo que podríamos imaginar.

A nadie le gusta oír la verdad ni mucho menos saber que lo que quería era muy díficil; esto desanimó a Zak y lo entristeció un poco.

Kenny:No te pongas así, hay cosas que están fuera de nuestro alcance, tienes buenas intenciones Zak, pero eso... no podríamos.

Tecnicamente sí podríamos pero comprar un lugar como un orfanato era demasiado costoso además de complicado, ni siquiera podía mentir para animarlo.

Zak:Pero al menos lo intentaremos, ¿Verdad Kenny? Yo creo que... catorce, no, quince años bastan para ahorrar mucho dinero y poder comprar el orfanato para hacer felices a los niños.

Aún después de que yo le dijera que eso sería imposible pasa nosotros, desanimándolo sin intención de hacerlo, se mostraba un poco entusiasmado por su idea y podía ver en su rostro que realmente creía que podía lograrlo, no quise hacer que se entristeciera de nuevo y accedí de la manera más realista posible, siendo sincero y sin mentir.

Kenny:No lo sé, pero puede que sea posible si ahorramos por quince años-

Zak:Sí, pasa entonces seremos adultos y podremos hacerlo Kenny.

Su entusiasmo era admirable y no me atrevería a apagarlo, por lo que lo apoyé para hacer que se sintiera mejor, aunque mentía, lo hacía con una buena intención.

Kenny:Está bien, volveremos después de quince años.

Zak:¿Me lo prometes?

Kenny:Sí... te lo prometo, Zak.

Una vez que pudimos resolver ese tema, pusimos en marcha el plan que ideamos en veinte días, un plan que solo nosotros teníamos conocimiento ya que nunca lo compartimos con nadie, ni siquiera con los demás niños, aunque estábamos seguros de que no nos delatarían, no podíamos arriesgarnos.

Para nuestra suerte, el orfanato no contaba con cámaras en aquel entonces, lo que nos vigilaban era el personal del orfanato pero habíamos planeado todo lo que haríamos; cada semana siempre venía un camión con alimentos por la parte trasera del orfanato, unos hombres bajaban de él para descargar todo dentro y esa sería nuestra oportunidad, solo tendríamos unos minutos ya que los hombres no tardaría en completar su labor, pero era lo único que necesitábamos.
A mí y a Zak nos invadía un sentimiento de miedo y emoción a la vez, adrenalina, mi amigo tenía momentos en los que comenzaba a dudar y se detenía en algunas ocasiones poniéndonos en riesgo pero gracias a mi ayuda, tanto física como emocional, logré darle la confianza suficiente para que continuara a mi lado hacia la libertad.

Las luces no estaban presentes en el lugar, la luna era la única fuente de luz que nos delataría pero esta no era lo suficientemente fuerte como para revelarnos pero no nos confiamos de aquella ventaja, fuimos discretos y lo más silenciosos que pudimos pero la emoción por tener a tan solo metros lo que anhelábamos podía ser una trampa que podría condenarnos, pero pudimos resistir esa tentación para finalmente correr con todas nuestras fuerzas a ocultarnos entre la hierba y los arbustos.

Estábamos cansados y más que todo asustados, nerviosos pero sobre todo emocionados, estábamos fuera y lejos del lugar en el que crecimos y que fue lo único que conocimos hasta ese momento.

Zak:Lo hicimos... l-lo hicimos Kenny...

Al igual que yo, Zak no podía contener su alegría y la mostraba de manera tan positiva que parecía que ninguna cosa podría quitarle su alegría.

Kenny:Sí... Zak...

Parecía demasiado bueno para ser verdad... y quizá lo era, algo no andaba bien, tuve ese presentimiento desde que puse una garra fuera del orfanato, la paranoia comenzó a apoderarse de mí haciendo que sienta tanto miedo como el que sentí cuando estaba dentro.

Zak:¿Qué tienes? Te ves mal...

Kenny:No lo-

Sorpresivamente, unas hojas afiladas como cuchillos vinieron de una dirección desconocida hacia mí hiriéndome al hacer contacto conmigo haciendo que me derrumbara provocándome dolor.

Zak:¡Kenny! ¡Kenny!

Apenas pude volver a estar en pie con la ayuda de Zak hasta que cuando sentí como una fuerza proveniente de arriba volvió a derribarme y me retuvo en el suelo con fuerza.

?:Olvidaste algo Kenny, a mí.

Con la poca fuerza que me quedaba, guíe mi visión hacia quien me retenía en el suelo impidiendo cualquier movimiento y era quien temía, el encargado del orfanato, el Sceptile psicópata.

Zak:Kenny... por favor, n-no le hagas nada, por favor, por favor...

Zak suplicaba por mí con miedo y temor, yo también estaba tan asustado como él y ese miedo me impedía decir o hacer alguna cosa que llorar como lo hacía Zak, ese fue el momento más terrorífico que viví.

Sceptile:En eso debieron pensar antes de escapar cobardemente, qué pensaron, ¿Eh? ¿Qué el idiota del Sceptile no iba a sospechar nada de ustedes? ¿Qué huirían y que le dirían a todo el mundo lo que pasa aquí? Me aseguré por años que nadie escapara, y esto me ayudó a lograrlo.

Mostró sus hojas en forma de cuchillas refiriéndose a que las usó para... muchos otros que intentaron escapar como nosotros y que no lo lograron... y nosotros también lo éramos.

Sceptile:No es la primera vez que le hago esto a un niño estúpido como tú, sí te hubieras quedado no habrías estado aquí, podrías haber vivido hasta tener dieciocho, claro, si es que nada te hubiera pasado, pero mira lo que has hecho, te condenaste a ti y a tu tonto amigo.

Usaba una de sus hojas para deslizarla lenta y dolorosamente en mí haciendo que sangrara mientras él hablaba, sonreía mientras lo hacía hasta que se detuvo.

Sceptile:Y ahora no puedo permitir que se vayan y si lo harán, no será con vida... ja.

Kenny:Zak... ve... te...

Aquello fue todo lo que pude decir, pero Zak estaba petrificado al ver lo que me sucedía, tan asustado que ni siquiera podía respirar.

Zak:¡Kenny...! ¡No!

Sceptile:Gendo no querría que los mate, podrían servir para otras cosas pero ya es tarde para ustedes, siempre lo fue.

Intenté hacer una última cosa que agotó toda mi energía.

Kenny:Zak... ¡Zak!

Afortunadamente, logré hacer que mi amigo reaccionara y se moviera, me dió una última mirada y comenzó a correr desesperadamente hacia la dirección contraria del orfanato.

Sceptile:Será divertido darte caza, hace tiempo que no lo hago.

Pude ver como Zak corría y se perdía entre los arbustos buscando un lugar donde esconderse o algún camino para huir y para poder salvarse de lo que podría pasarle.

Sceptile:Te veo con vida, arreglemos eso.

Estaba a punto de reanudar lo que inicio solo que esta vez me apuñalaría de frente colocando la punta de una de sus hojas en mi torso pero hice un último esfuerzo para decirle algo que siempre quise decirle.

Kenny:¡Cállate! ¡HIJO DE PUTA!

Sí iba a morir, lo haría con estilo.
Lo que dije enfureció al Sceptile, pude ver como sonreía con más psicopatía y ganas de matarme.

Sceptile:Eres muy joven para decir eso, pero ahora serás un cadáver en trozos, te cortaré tan lentamente que sentirás tanto dolor y querrás que te mate-

Ya había aceptado lo que me esperaba, sabía que moriría ese día y lo asumí de la manera más calmada.
Nunca creía que moriría siendo un niño pero lo tomé muy bien en ese entonces, cerré los ojos y pude sentir como un sentimiento de aceptación me recorría el cuerpo, era como cálido y suave, fue una rara sensación placentera de alivio y consuelo.

.
.
.

Mi conciencia no estaba del todo bien, no recuerdo bien lo que sucedió luego, pero puedo asegurar que sentía como si alguien me cargaba agitándome, podía entenderse como si estuviera corriendo conmigo en sus brazos, pero estaba tan herido y cansado impidiendo que recordara otra cosa.
Llegué a pensar que había muerto y que manejaban mi cadáver de un lado a otro, como era un niño, creía que eso era lo que pasaba pero comería un error.
Pero lo único en lo que podía pensar con esfuerzo era en Zak, mi preocupación hacía que diera débiles señales de conciencia que solo yo podía percibir.
Me sacrifiqué por el y creía con toda el alma que lo salvé, mi amigo tendría un mejor destino que el mío.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro