I: Prólogo

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— ¡Estoy cansado! ¡Harto, Min YoonGi! —gritó un JiMin supremamente enojado— ¡Quisiera no tener esta maldita marca y poder largarme de una buena vez!

Oh vaya, eso sí había dolido.

— A ver, quítatela si puedes —se burló el alfa, lo que hizo enfurecer más al omega.

— Vas a ver maldito hijo de pu- —gruñó JiMin mientras se lanzaba sobre el alfa, quedando su frase cortada al caer sobre él—. ¡Te odio te odio te odio! —gritó.

Se encontraba sentado a horcajadas sobre el que era su alfa. Él estaba acostado en el piso, pues había caído por haber recibido el golpe y empujón de JiMin desprevenido.

JiMin había sacado sus pequeños colmillos y arañaba la cara del alfa, mientras este tenía las manos sobre el pecho del más pequeño para generar espacio y que su agresivo omega no le fuera a sacar un ojo con sus perfectamente cortadas y limadas uñitas.

— ¡Demonios Park! ¿Cuándo te volviste tan pesado? Y hablo de tu actitud, no de tu masa corporal, ¡Para que no armes un escándalo más grande! —aclaró YoonGi, antes de que JiMin gritara aún más y los vecinos pensaran que lo estaban matando.

Las últimas cuatro discusiones habían sido tan fuertes que algún acomedido sujeto se había tomado la molestia de llamar a la policía.

YoonGi por poco se libró de un problema por supuesto maltrato, cuando era evidente que JiMin estaba en perfectas condiciones y es más, le seguía acusando con la mirada, dejando en claro que no se iba a quedar así y que su discusión iba a continuar luego pero a un volumen de voz más bajo.

— ¡Quítate de encima!

— ¡Debes pedirlo de buena manera! Me tienes harto también con eso. Cualquier cosa que dices yo tengo que correr a hacerla, no soy tu maldito juguete —alegó cruzándose de brazos.

— ¡Simplemente quítate y ya! Demonios —YoonGi no iba a pedir las cosas bien, por lo menos no ahora. No iba a perder más peleas—. Quítate o me conoces —amenazó.

— ¡No! — negó el omega y se abalanzó de nuevo contra el rostro del alfa— No me quito hasta que lo pidas bien, me cansé de hacer todo lo que ordenas. ¡Me importa una mierda que seas mi alfa! ¡Ni siquiera pareces un alfa, ni siquiera me cuidas!

He dicho que te quites —gruñó el alfa. JiMin se detuvo y tembló en su lugar. Su omega rogaba en su interior por acatar la orden y odiaba ser débil ante ese tono de voz. Pero se cruzó de brazos sin querer quitarse todavía, aunque sabía bien que si no acataba la orden podía hacerse daño—.  Omega, sal de encima.

Un par de lágrimas rodaron por las mejillas de JiMin, en exceso afectado.

— N-No.

YoonGi se incorporó, quedando frente a frente con el menor. En otro momento le hubiera dolido ver a su omega llorando, pero aún hervía de rabia.

Por última vez, quítate Park —JiMin no aguantó más y corrió torpemente a hacerse bolita en una esquina de la sala. Su único consuelo era pensar que YoonGi le hubiera hablado de esa manera sólo para contenerse de no maltratarlo.

Su rostro estaba empapado, su lazo tenso como una cuerda a punto de romperse y sentía una ligera presión en el pecho. Su omega estaba escondido, hecho también un ovillo en su interior.

— JiMin —susurró YoonGi segundos después, ya calmado y acercándose al omega, cayendo en la cuenta de lo que había hecho. Sus peleas se estaban saliendo de control.

Su relación se estaba saliendo de control.

— N-No me toques por-por favor. No me hagas daño —suplicó el omega y se hizo más pequeño en su lugar, si es que eso era posible, huyendo del contacto del alfa.

Tenía su cabeza entre las rodillas y cubierta con sus brazos. Su cuerpo temblaba por el llanto y estaba levemente inclinado hacia la pared. YoonGi agradeció no poder ver el rostro de su omega, porque sabía que eso le habría roto el corazón.

No entendía de dónde había salido toda esa vulnerabilidad si segundos antes estaba a punto de pegarle.

— JiMin. Lo... lo siento. De verdad —YoonGi se puso de cuclillas frente al tembloroso chico y tocó con suavidad su cabeza, como si fuera a romperse con su solo toque y de hecho, así era de alguna manera.

Cuando Park sintió la mano sobre su cabello chilló y lloró más fuerte.

— ¡No me toques! Po-por favor. Vas a hacerme daño, no me lastimes.

— JiMin, por Dios. No te voy a hacer daño. Demonios, ¡lo siento!

JiMin alzó su cabecita y observó al alfa, triste y frustrado a partes iguales. Tragó fuerte y su cuerpo y labio inferior seguían temblando. Su rostro brillaba por las lágrimas bajo la tenue luz que iluminaba la sala, ya empezaba a oscurecer y las cortinas estaban cerradas, permitiendo la entrada de muy poca luz.

YoonGi veía dolido a JiMin, más que rabia, sus ojos demostraban temor.

— ¿Puedo...? —empezó el alfa, dejando la pregunta en el aire, sintiéndose descarado de pedir aquello pero JiMin asintió, sabiendo a lo que se refería y se inclinó hacia adelante.

YoonGi se acercó más como las últimas cuatro veces, lo rodeó con sus brazos con fuerza como en las últimas tres y lloró sobre su hombro arrepentido, como las últimas dos.

Y por una vez, JiMin lo rodeó con sus pequeños bracitos de vuelta.

Pasaron juntos por el abrazo un par de minutos o quizás más, pero JiMin se separó y subió a la habitación que compartía con el alfa.

YoonGi subió minutos después y luego de cambiarse se acostó al lado del omega, sintiendo su corazón romperse un poco cuando JiMin se corrió hasta quedar casi en el borde de la cama. Pero no insistió.

Sabía muy bien que el chico necesitaba su espacio.

🍀

— Buenos días, Minnie.

— Buenos días, Min —respondió mientras jugueteaba con el anillo que tenía en su dedo. Jamás se lo había quitado desde que YoonGi se lo puso en la boda.

— Ow, ¿Sigues enojado?

— Un poco —murmuró JiMin triste, cosa que no paso desapercibida para el mayor.

— No estás enojado —aseguró—, ya lo habría sentido mediante el lazo. Estás triste.

JiMin asintió cabizbajo y se quitó la delgada cobija de encima.

— Iré a-

— ¿Podrías quedarte un rato más? —a JiMin le brillaron los ojos y asintió de nuevo.

Sólo iba a acurrucarse un rato con su alfa para que este no se sintiera tan mal y para que su omega se recuperara de lo ocurrido la tarde anterior. No es como si lo fuera a perdonar tan fácil, porque si volvían a discutir se sentiría patético, mucho más que las veces anteriores en que lo había disculpado y no había servido de nada, pues a la semana volvían a herirse mutuamente.

JiMin dibujó líneas imaginarias en el pecho de su alfa, sacándole una que otra risa grave y baja.

— ¿Por qué eres así?

— ¿Así cómo?

— Pretendes que no ha pasado nada. Siempre. Lo entendí las veces anteriores, pero esta vez no. Ayer perdí el control y tú también, pero tú mucho más que yo.

— Lo siento, de verdad. Pero... no me siento cómodo sacando a relucir el tema. Prefiero quedarme sólo con los momentos felices porque el resto me hacen sentir culpable.

— No puedes arreglarlo con un "lo siento" YoonGi. Usaste tu voz de alfa. ¿Sabes lo vulnerable que me sentí?

— También me lastimaste. Física y sentimentalmente. Me gritaste que no querías mi marca. Me sentí el peor alfa del mundo. Ambos nos herimos.

— ¿Físicamente? —YoonGi despegó su mejilla de la almohada y JiMin por primera vez notó las marcas rojizas que tenía el alfa en el rostro. Se veían pequeñas rayitas rojas como una costura— Demonios.

JiMin se sentó e hizo que el alfa se sentara frente a él para verle la cara. YoonGi se dejaba mover el rostro sin decir nada. JiMin se levantó y momentos después volvió con un alcohol, algodón y crema. Sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Cuándo se había visto a un omega lastimar a su alfa? Y así se hacía llamar omega.

— Yah JiMin. No pasa nada, no te preocupes. Es mi culpa —intentó calmarle YoonGi, el omega sólo repetía incansablemente "soy un idiota", "es mi culpa" y "perdóname". JiMin limpió toda la pequeña herida con el algodón impregnado con el líquido transparente, haciendo gruñir a YoonGi. Luego aplicó la crema suavemente y Yoongi se sintió querido.

— No lo dije enserio —se excusó JiMin—. Me gusta tener tu marca. Me gusta que seas mi alfa. Yo-

 — JiMin, nos estamos destruyendo —le interrumpió YoonGi—. Esto no funciona —JiMin dejó salir la primera lágrima—. Creo que sería mejor que nos tomáramos un tiem-

— ¡No! Si te vas, puedo morir de tristeza. Mi omega te sigue necesitando como el primer día, si no es que más. Yo..., yo te necesito.

— Entonces, ¿cómo lo vamos a solucionar?

Hi, en esto es en lo que perdía tiempo en vez de terminar los fics que tenía activos porque soy más desastre que persona, idk.

Así que les traigo un omegaverse Yoonmin para que sufran y tal vez se rían un rato, me inspiré escuchando Seesaw así que prepárense jsjdjdj

Espero les guste.

Con cariño:

🍀

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