— Entonces, ¿cómo lo vamos a solucionar?

— Tengo una idea..., no. Olvídalo. Es una estupidez.

— No, dime —pidió YoonGi—. No importa que sea. No quiero irme.

— ¿Recuerdas cuando recién empezamos? ¿Cuando ni siquiera vivíamos juntos?

— Obviamente —YoonGi suspiró como recordando todo—. Fueron días magníficos.

— Vuelve a conquistarme.

— ¿Qué? ¿Sabes lo malditamente difícil que fuiste de conquistar? A todo decías que no. Estoy seguro que fue el cortejo más complicado de la historia.

— Prometo no poner trabas esta vez.

— Igual estaremos en la misma casa, no va a ser tan d-

— Me iré. A mi viejo apartamento —interrumpió JiMin—. No será tan difícil como en ese entonces, pero tampoco te la pondré fácil.

🍀

— JiMin, no tienes que irte. Lo sabes, ¿verdad?

— Ya lo decidí —le comunicó JiMin sacando cosas del armario que tenía con YoonGi en el cuarto. Disimuladamente sacaba una que otra prenda del alfa, igual falta no le iban a hacer—. ¿Tienes una idea mejor?

— En este preciso momento y bajo presión, no. Pero si me das un poco de tiempo es probable que algo se me ocurra...

— No —JiMin cerró la maleta—. Me voy ahora. Es... lo mejor. Sabes la dirección de mi viejo apartamento y tienes permitida la entrada, pero sólo para el cortejo. No permitiré que te saltes los pasos.

— JiMinnie, ¿es en serio? —preguntó YoonGi, que hasta el momento no había podido asimilar la gravedad del asunto.

— Sí, es enserio. Tan en serio como nunca antes en mi vida —dijo decidido el más pequeño, cerrando su maleta y tomando un par de prendas más para ponerse.

Se cambió frente al mayor, de todas formas, lo había visto infinidad de veces desnudo antes, pero le alivió un poco el hecho de que YoonGi seguía mirándolo con el mismo amor y deseo que al principio.

Luego pasó al tocador para maquillarse un poco antes de salir, que se fuera a ir no significaba que tuviera que ir mal presentado. De una u otra forma YoonGi tendría que darse cuenta de que si no se apresuraba, iba a perderlo, pues a JiMin jamás le habían faltado pretendientes que aprovecharían hasta la más mínima oportunidad.

— ¿Cuándo empieza el cortejo? —preguntó casi resignándose.

— Cuando quiera. Digo, eso es algo que les nace a los alfas instintivamente, ¿no?

— Algo así —respondió el alfa sin notar que JiMin intentaba hablar más formal.

— Entonces usted sabrá cuándo empezar.

— ¿Usted? ¿Es en serio?

— Síp. Esto va muy en serio Min —respondió JiMin y se levantó tras aplicarse un poco de brillo en los labios—. Si todo sale bien, estaré aquí antes de nuestro aniversario, que es en cuatro meses.

— ¿Y si no?

— ¿Lo considera como una posibilidad?

— No.

— Bien.

— ¿Y tu celo? ¿Y el mío?

— ¿Qué hacía antes de conocerme?

— Tomaba supre- Oh, ya veo. ¿Y tu neutralizador de aroma?

— En el armario —respondió el omega serio y exhausto de tantas preguntas, pero era lo mínimo que podía darle al alfa. Después de todo se estaba yendo luego de cinco años de convivencia.

— ¿Qué? ¿No te lo vas a poner?

— Sonará mal, pero estoy buscando un alfa. Sea usted o no —dijo el omega y suspiró—. Ya me voy.

— ¿Y mi beso?

— Los desconocidos no se besan, Min YoonGi.

🍀

— ¡Señor Park! Qué sorpresa tenerlo por aquí. ¿Le va a enseñar el apartamento a alguien nuevo? —preguntó el carismático portero.

— No, no he tenido suerte aún, llevo tiempo sin inquilinos.

— Es una lástima. En verdad es un lindo apartamento. Pero entonces, ¿qué hace aquí? ¿V-Va a desalojarme?

— Ahhh. He tenido problemas HoSeok, así que viviré aquí por un tiempo. Pero no se preocupe, podemos ser como compañeros. De todas formas está aquí abajo casi siempre, así que...

— ¿Y...? Ya sabe, su alfa.

— Con él son los problemas HoSeok —dijo JiMin en un susurro, como si fuera un secreto.

— Oh, entiendo. Si necesita cualquier cosa puede decirme.

— Muchas gracias.

— A usted —respondió el alfa sinceramente agradecido. Su sueldo era una miseria y JiMin le había dejado su apartamento ya que nadie había intentado alquilarlo en meses.

HoSeok vivía allí con la condición de mantenerlo ordenado y no quitar el aviso que indicaba su disponibilidad.

Para HoSeok era un pequeño martirio ver ese cartel allí todos los días, pero no podía quejarse: había pasado de vivir por un precio injusto en una casita que se caía por partes a un apartamento cuidado en una zona residencial.

— HoSeok, ¿podría ayudarme con las maletas?

— ¡Claro! —respondió el alfa enérgico, tomando las llaves del apartamento y cargando la maleta más grande del omega como si no pesara nada.

Subieron hasta el tercer piso del segundo edificio y llegaron hasta la puerta.

— Estoy en el cuarto principal ahora, pero si quiere puede dejar sus cosas ahí y en la noche yo me paso al de huéspedes.

— No, no. Me quedaré en el de huéspedes. No traigo muchas cosas.

— ¿Espera reconciliarse con el señor Min?

— Eso espero. Pero ¿sabes? Él y yo hemos tomado mucha distancia. Pero es probable que venga pronto, o al menos eso me gustaría.

🍀

— ¿Entonces simplemente se fue?

— Sí —respondió YoonGi desganado.

— Vaya, estás jodido.

— Pero dijo que me dará la oportunidad de cortejarlo. De nuevo.

— Ya no eres un adolescente Yoon. ¿No crees que es demasiado?

— Tal vez me lo merezco —dio un sorbo a su café. El de su omega sabía mejor pero era lo que había—. Usé la voz con él y...

— Sí te lo mereces. Deberías darme toda la información desde un principio. Ahora soy team JiMin.

— ¿Qué?

— Yo de ti, empezaba a cortejarlo ya. Te lo van a quitar Yoon. En realidad, ese omega está siendo generoso contigo. Jin ya me hubiera roto los huevos.

— Tu omega es más peligroso que tú NamJoon. JiMin es diferente.

— Sí, pero JiMin está buenísimo y bastante cotizado —YoonGi lo miró mal—. Pero yo le soy fiel a mi omega. Simplemente vuelve con él rápido, o alguien más va a tomar tu lugar.

🍀

JiMin empezó a desempacar sus cosas y a guardarlas en el pequeño armario de la habitación. Colocó sus camisas en una pila y las de YoonGi en otra, lamentándose por haber llevado tan pocas.

Se cambió a un pantalón que le llegaba un poco más arriba de medio muslo y la camiseta más larga que tenía de su alfa.

Paseó por el apartamento, pensando en lo bien organizado que estaba cuando tocaron a la puerta.

JiMin estaba confundido, ¿el turno de HoSeok no era hasta más tarde?

Caminó hasta la puerta y abrió sin mirar, encontrándose a otro omega que lo veía entre sorprendido y enojado. JiMin se encogió un poco cuando el chico gritó.

— ¡¿Quién demonios es usted?!

Wenas 7u7

Este fic no va a ser muy largo (creo) así que TAL VEZ actualice seguido porque ya sé cómo va a ir todo más o menos

¿Ustedes le darían otra oportunidad a YoonGi?

Byeeeeee

Con cariño:

Lú

🍀