Grabación 7.1

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Muy bien, ¿Quién me acompañará al supermercado? —lo decía mientras los grababa.

Todos sus hijos estaban metidos en su conversación. Estaban debatiendo sobre el siguiente episodio de "El Barco de los Sueños".

—Soy de la idea de que Karen escogerá a Brock; es decir, es un tipo que sabe tocar un instrumento —Lyra lo decía con convicción.

—No lo creo, con Leia hemos llegado a la conclusión que Bryant es lo mejor que le puede pasar a Karen, es caballeroso y romántico —dijo Liena con un largo suspiro al final.

—¿Es en serio? ¿De veras? Yo sé que Bram merece compartir su oscuridad con Karen, claro que su oscuridad es su más profundo amor —lo dijo Lupa con confianza.

—Con tal de que la deje pagar la factura de la energía eléctrica estaría bien, ¡Jajaja! ¿Comprenden? —los miraba, pero nadie se reía—. Es algo gracioso, pero no están preparados —lo dijo con aires de superioridad.

—L-Lemy y yo... opinamos que el mejor partido para Karen es Blaine —lo decía detenidamente—. Es alto, fornido y rubio... es el estereotipo hawaiano que toda mujer en su... ¿Luauquiere? ¿Qué dice acá Lemy? —dijo leyendo un papel escrito.

—El punto es que hoy se decide... ¿No quieren apostar? —dijo Lemy con cierta confianza.

Mientras todas le prestaban atención a Lemy. Solo una contestó a su madre.

—Yo voy contigo mamá —lo contestó de manera tranquila.

—¿De verdad? —le dijo con asombro.

—Claro mamá, yo puedo, no tengo nada de planes para hoy, mi entrenamiento puede ser mañana porque me siento un poco cansada por ayudar en la mudanza —realizaba estiramientos mientras le hablaba a su madre.

—Eso es estupendo, ¿Lila no quieres acompañarnos? —le preguntó a su hija pequeña.

—¡Brock! ¡Brock! —decía la tierna niñita junto a Lizy.

—Ellas están en lo suyo, vamos Lacy, una salida solo para dos -tomó las llaves de la casa y le dijo a su esposo—. Lincoln, voy con Lacy al supermercado del centro comercial no tardo.

—Ya que sales, averigua que sucederá con nuestra Van... la extraño —respondió con tono melancólico.

—Está bien, iré donde los remolcadores primero —dijo para evitar pelear por ello, porque tuvieron una ligera discusión en los días que estuvieron donde Leni.

Se despidió de su esposo e hijos, pero estaban tan concentrados en demostrar que su chico ganaría el corazón de Karen la "capitana cautivadora" del programa.

Lori tomó la cámara y grabó a su hija caminando rápido. Todo podía ser un reto para la chica del cabello castaño claro.

—Despacio velocista, tenemos el tiempo del mundo, creo que tomaremos el autobús —dijo mientras llegaban a la parada del parque—. Los remolcadores quedan en la salida sur de la ciudad.

—Yo iba a decir que vayamos como quien competimos, pero así está bien mamá —no dejaba de estar quieta.

—Lo haría, pero tu madre ya tiene dolores de espalda por la edad —dijo haciendo una mueca de dolor y colocando su mano en la espalda.

—Eres joven mamá, ni si quiera cumples cuarenta —le dijo en son de subirle la moral.

Recordó que, a diferencia de sus demás amigas, ella los años no la han tratado tan bien. Si bien la mayoría de ellas tienen hijos, no se desviven como ella. Pero eso se le pasa recordando cuando tenía diecisiete años y deseó una vida de casada con once hijos como su madre.

—Falta poco, pero tienes razón, todavía tengo algo de juventud —lo dijo con energía.

Llegaron a la parada de autobuses y justo recién había parado uno para que la gente aborde el transporte.

El autobús comenzó a avanzar. Lacy estaba inquieta mirando por la ventana. Estaba esperando de manera impaciente que pasé algo por allí. Justo pasó, pero su madre se le adelantó.

—Dos por el auto rojo que pasó —dándole dos golpes en su brazo.

—¡Auch! Yo quería ser primera —dijo alegre mientras se frotaba el brazo-. ¿Cómo lo supiste?

—Digamos que... tengo experiencia en ello —respondió fingiendo irrelevancia mientras en su mente decía otra cosa —. Gracias Lynn.

Se la pasaron la mitad del camino dándose golpes en el hombro y brazo al ver autos de varios colores y nombrarlos.

Al llegar a su destino, todavía seguían adoloridas en el brazo, pero esas risas y sonrisas nadie se las quitaba. Por lo menos Lori grababa con su brazo derecho.

Entraron y había personas en la fila para pedir sus autos que fueron remolcados por estacionarlos en un lugar indebido, pasarse del horario establecido o estacionarse mal.

—Eso sería todo, mi compañero lo acompañará a llevarse su auto. Él que sigue —dijo con un rostro de aburrimiento.

—Vengo por la furgoneta que se hundió en el lago... debe haber un registro de ello —lo dijo haciendo una pausa al recordar ese evento.

El hombre verificó si había tal registro. Lo encontró, pero sin que se dé cuenta dio una sonrisa con malicia. Lacy se mantenía grabando.

—¡Oh sí! Aquí hay ese registro, el coste de remolque es de $250, de reparación escogida por ustedes es $300, pero el coste de mantenerlo aquí por unas semanas es de $550 —leyó todo lo que decía supuestamente la factura, mientras su mano izquierda estaba inquieta.

—¡¡¡¿Qué?!!! ¡No puede ser! Usted se equivoca —no podía creer lo que escuchaba.

Eso superaba los ahorros de emergencia de la familia. Definitivamente eso no le iba a gustar a su esposo. Adiós fondo de viajes familiares.

—Debe ser una equivocación... ¿No? —estaba teniendo un tic en su ojo.

—No, eso es lo que es, recuerde que la furgoneta ha estado muchas semanas aquí y la hemos mandado a reparar con los mejores mecánicos —lo dijo fingiendo sorpresa—. Se le avisó con el cartero, teléfono, celular, correo... todo.

Lori estaba pálida, esa noticia la tomó desprevenida. Un problema de tantos, pero eso no podía quedar allí.

—Tomemos un respiro, eso no fue lo acordado... ¿Hay alguna forma de arreglar este problema? —dijo mientras parecía que se hiperventilaba.

—No, lo siento señora. Además, mientras las horas pasan, el precio de almacén sigue aumentando —lo dijo con normalidad.

Lacy que grababa y no hablaba, se había dado cuenta de algo. Se dio cuenta que el tipo era de esos fortachones mala onda.

—¡Hey! Parece que todos esos esteroides te ponen muy serio, viejo —mientras se acercaba le dio la cámara a su mamá.

—¿Es su hija? —preguntó el tipo.

—Lo soy, mi mamá va a pagar todo de todos modos, pero le propongo una apuesta —dijo con mucho entusiasmo.

—¿Apostar contigo? ¡Pfff! Por favor niña, métete en otros asuntos —dijo dando carjadas al terminar de hablarle.

Lori no comprendía lo que quería su hija. Iba a decirle que lo tendría que discutir con su padre, pero Lacy no iba a dejar que pasara eso.

—Soy alguien que practica mucho deporte, tengo $100 en mi bolsillo, si me gana en vencidas se los daré y mi madre pagará en este instante todo —lo dijo con confianza.

El tipo vio muy entusiasmada y hasta un poco confiada a Lacy. Pensaba que la chica se confiaba por lo de ser deportista.

—¿Y si... pierdo? —lo dijo de manera muy burlona.

—Mi madre solo pagará la reparación y el remolque, ¿Acepta? —escupió en su mano derecha antes de estrecharla.

Era dinero fácil, dinero muy fácil. Era su día de suerte.

—Hecho niña —dijo sonriendo con confianza e hizo lo mismo que ella.

Lori no entendía nada, saber sobre el dinero de la factura la dejó distraída de la apuesta de su hija.

Ambos fueron al estacionamiento donde estaban los autos. Había una mesa cerca a la puerta de la oficina.

—Muy bien, niña, dos cosas: Muéstrame el dinero y necesito que golpees a la palma de mi mano —solo quería aquello.

Puso los $100 en la mesa y dio un buen derechazo a la palma del tipo. Trajo dos libros para que Lacy colocara su codo e igualar la altura de los brazos. Pero no fue tan necesario, solo los codos debían estar más lejos.

—Pero para igualar las cosas, será con el brazo izquierdo, ya que ambos somos diestros —dijo con mucha confianza.

Lacy dudaba, pero aceptó. Ya no había marcha atrás. Su madre reaccionó.

—Lacy, no pierdas tus cien dolares, yo lo pagaré de todos modos —dijo con tristeza.

—No, yo sé que puedo vencerlo porque sé que es un buen tipo, fuerte y no creo que sea alguien que se retracta, o será... ¿Qué eres lo opuesto? —lo dijo con algo de malicia.

Eso hizo ponerse nervioso al tipo. Su mano izquierda tembló, pero se volvió a concentrar.

—Bueno... ¿Empezamos o no? -dijo Lacy con mucho entusiasmo y algo de indirectas—. Mientras más se alargue esto creo que verán muchas cosas.

El tipo no entendía bien las intenciones de Lacy, pero no iba a dejar de concentrarse en el pago y los cien dolares.

—Terminemos esto Lacy —dijo con enojo el tipo.

—Como quiera, madre, cuente hasta cinco —dijo Lacy posicionándose.

—Uno.

—Tendrá que cumplir —le dijo Lacy.

—Dos.

—Parece fácil porque soy una joven —lo dijo dándole confianza.

—Tres.

—Confiarte fue tu error —lo dijo con seriedad.

—Cuatro.

—Tendrás que mostrar la factura real —lo dijo en voz baja y con malicia.

—Cinco.

Todo lo que dijo Lacy hicieron que el tipo dudara y por ende su mano izquierda temblara por las inquietudes que le generaba la niña. Eso fue aprovechado por Lacy y, sin que nadie lo creyera, ganó sin más.

Su madre no lo podía creer, Lacy no hizo su celebración típica como cuando gana un juego de baseball.

El tipo se quedó espantado por todo lo que sucedió en esos cinco segundos.

—Soy zurda de brazo, pensar que por golpear fuerte con la derecha debía ser diestra fue tu error, agregando que me subestimaste por ser joven y ansiosa, pero te equivocaste y es por eso que soy la ganadora —lo dijo con serenidad.

—Está bien, ganaste niña... vengan para realizar el pago —dijo rechinando sus dientes.

Lori pagó solo $250, $300 y $100 por todo. Al menos eso decía en la factura.

Le dio las llaves a Lacy, ellas las recibió sin alardear su victoria.

—Para la otra no se aproveche de nosotras y que no esté su jefe —dijo con confianza.

Solo dio un largo suspiro y le estrechó su mano, después de todo... le ganó con ingenio.

Subieron ambas en Vanzilla y se dirigieron al supermercado del centro comercial.

—Hija... no pensé que... —no pudo terminar de hablar.

—Lo sé, suelen pensar que debo ser impulsiva solo por dedicarme a los deportes, pero hacer deportes me mantienen calmada y me hacen pensar bien... no voy a negar que a veces me gusta dejarme llevar por la euforia de ganar o competir —dijo con mucha sinceridad.

Lori le dio un abrazo y un beso en su frente.

—Sé que no solo eres alguien con un balón de cerebro, eres mi ganadora —dijo eso mientras se concentraba en el camino.

Lacy estaba feliz que no le preguntara por los $100, porque no quería que supiera que eran para comprarle un palo de golf. El cumpleaños de su madre era en un mes.

Compraron cosas concretas y no les llevó más de dos horas. Se fueron muy alegres por pasar una salida solo para ellas.

Al regresar Lacy era la que grababa, Lincoln se dio cuenta que venían en su Van heredada. Ni bien se aparcó se lanzó a besar a Vanzilla.

—Literalmente eres alguien muy exagerado —dijo girando sus ojos.

—Pensar que casi te mandan al depósito de chatarra —no dejaba de abrazar a su Van.

Al entrar se dieron cuenta que todos seguían en la mesa discutiendo de otro tema.

—Les digo que las tres primeras películas de El Recolector son las mejores por tener al mismo actor principal —dijo Lupa con confianza.

—Si ese es tu razonamiento, las tres películas de Blarney son las mejores de toda su época —le dijo con sarcasmo la comediante.

—Prefiero las de Ace Savvy si es así —dijo Loan con una sonrisa.

—En eso te doy la razón, Loan —la respaldaba la cristiana.

Lori se reía de que discutían como si fuera algo serio, pero por unos momentos le diría a Lacy que dejara la cámara frente a ellos para descansar.

Antes de saludarlos, le dio un gran abrazo a su hija y un beso en sus cabellos...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro