Grabación 7.2

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La cámara los grababa y ellos no le prestaban tanta atención. Lemy se había levantado de la mesa, pero Lyra le dijo que se quedara allí.

—Necesitamos juntar dinero para una buena fiesta y regalo, Liz los puntos —dijo Lyra con sus codos en la mesa y sus dedos tocándose las yemas.

—Como sabrán hermanas y hermano, nuestros fondos no pasan de los $30, necesitamos juntar por lo menos $200 para algo decente. Además, debemos obtener fondos de allí para el cumpleaños de papá, pero ese es después —estaba leyendo un documento—. Las propuestas hechas por Lyra son trabajar en servicios de reparación a domicilio, paseo de mascotas, limpieza de nieve, venta de chocolate caliente y algunas cosas más —dijo Liz haciendo un alto.

—Yo puedo trabajar con reparaciones a domicilio —levantó su mano Lemy.

—Yo puedo vender chocolate caliente junto a Loan —dijo Leia muy enérgica.

—Eh... —no sabía que decir la mayor.

—Voy por el pasear mascotas —dijo Lizy con emoción.

—Liena y yo vamos por el de limpiar nieve —Liby estaba seguro de ello.

—¿Y Lacy? Ella no está con nosotros —dijo con seriedad la peliblanca.

—Ella me dijo que va a repartir periódicos desde mañana para apoyar la causa —dijo Lyra dando un bostezo al final.

—Y... ¿Qué harás tú hija de Dios? —lo decía muy seria Lupa.

—¿Yo? Bueno, trabajaré en Gus' Games & Grubs en las tardes —lo dijo sin darle tanta importancia.

—¡Qué va! Voy a trabajar con Lizy —en verdad le daba igual el trabajo.

En ese instante todos miran a Liz. Era la única que no había dicho en que ayudaría.

—¡¿Por qué me miran?! Yo trabajo resolviendo ejercicios de matemática avanzada a universitarios, no pagan tanto, pero apoyaré con eso —la castaña sentía la mirada acusadora de todos.

—En fin. Si pueden empezar ahora sería genial —agregó la castaña mayor.

En ese momento su padre entró cansado, pero alegre. Hace horas dijo que estaría haciendo la limpieza de la cochera.

—¿Estás alegre? ¿Por qué estás alegre? —le dijo Lupa con tono inquisidor.

—No es nada, solo que mientras limpiaba pasó mi amiga Cristina, nos sentamos en la acera y recordamos viejos tiempos —lo dijo con una gran sonrisa.

—¿Una "amiga"? O, ¿un amor platónico? O, ¿una exnovia? —dijo Liena con tono romántico para molestarlo.

—Amiga y exnovia —dijo Lincoln con serenidad.

—¡¿Qué?! —dijeron casi todos excepto Lyra y Loan.

Eso dejó con algo de desconcierto a Lincoln. No esperaba esas reacciones de sus hijos. Hasta que recordó algo.

—Creo que a varios de ustedes no les conté sobre mi noviazgo con Cristina, ¿no? —comenzaba a recordar.

—¡Le diré a mamá que la engañas! —dijo Leia muy enojada.

—Espera, no la estoy eng... —fue interrumpido.

—¿Cómo pudiste papa? Yo te tenía en un pedestal —dijo Lizy con lágrimas en sus ojos y que consolaba a Lila que sollozaba.

—¡No! Se equivocan —dijo inmediatamente.

—Me decepciona mucho señor Loud —dijo Lemy con un rostro de indignación

—Casi nunca muestro emociones, pero... me siento triste por mi mamá y lo que tendrá que enfrentar de ahora en adelante que se separen —dijo Lupa dándole la espalda.

—¿Es broma? ¿Lyra, Loan? ¿No dirán nada? —no comprendía que no dijeran nada.

Loan dejó ese semblante de temor y comenzó a reír un poco por lo que sucedía tapándose su boca. Lyra solo rodó los ojos y se dispuso a hablar.

—La tía Cristina no es amante papá —dijo con seriedad—. Ella en sí es su mejor amiga y... —alguien la interrumpió.

—Y su exnovia —era Lori que estaba escuchando eso con Lacy—. Creo que faltó contarles la otra parte de cómo me enamoré completamente de su padre y una parte de la travesía de nuestro "amor", pero es mejor que él se los cuente.

Lincoln se sentó en el piso, Lizy tomó la cámara e hicieron lo mismo que su padre. Lori permanecía de pie.

—Luego de habernos confesado nuestro amor, todo fue distinto en dos aspectos: el primero es el de nuestro trato a los demás y el trato entre nosotros —miró hacia arriba pensativo y siguió—. Digamos que como era mi primera relación y ella volvía a estar feliz por compartir su amor con alguien... no fuimos los más cuidadosos. Hubo momentos donde ni uno se percataba de lo que sucedía en el entorno y eso propició sospechas, hubo dos personas que fueron vitales en cubrir nuestro amor, en primer lugar, fue Cristina. Ella nos descubrió a los dos besándonos cuando ambos todavía no teníamos mayoría de edad. Fueron unos dos minutos de silencio y de pensar bien que decir. No les vamos a mentir, ambos comenzamos a sollozar por lo que pudiera decir Cristina. La sorpresa que nos dimos fue que Cristina ya lo sospechaba, se había vuelto tan unida a mí que me conocía muy bien. Está demás decir que no fue fácil para ella tomarlo a la ligera. Obviamente que se incomodaba —hizo un alto y tomó un respiro—. Su madre tenía que irse a la universidad, pero ella iba a volver para Navidad, no íbamos a perder el contacto. Lo difícil fue calmar esas sospechas generadas desde antes que se fuera. Para acabar con dichas, Cristina propuso algo, parecía gracioso, pero nos ayudó por casi tres años. El primer año fingí un interés por mi mejor amiga, después comenzamos a salir fines de semana. El segundo año fue la relación oficial con ella, claro que nos besábamos —miró a Lori con una mueca de disgusto—, pero no era lo mismo como hacerlo con su madre —se dio cuenta el doble sentido por las expresiones de sus hijos—, olvídenlo. El punto es que me mantuve con ella hasta el tercer año de la partida de Lori.

Hasta ese punto todos allí iban captando como fue el mantener en discreción el amor que tenían ellos. Lizy se mantenía enfocándolos a todos.

—¿Por qué dos años? ¿No hubiera sido mejor hasta antes que llegara mamá? —preguntó Liby con mucha curiosidad.

—Las personas no superan una ruptura de tanto tiempo tan rápido, eso lo entendimos con el pasar del tiempo y la experiencia ajena. La ruptura en el tercer año con Cristina iba a ser una buena excusa para que yo no estuviera con alguien más por lo menos un año. Conocía a sus tías de sobra, si pudieron sacarme citas para baile sin mi permiso, podían sacarme citas con amigas para olvidar a Cristina sin pensarlo, el cuarto año me mantuve alejado de mi mejor amiga porque supuestamente no habíamos terminado de la mejor manera. Culpamos a nuestra amistad de años el no poder avanzar más, ya saben, vernos más como hermanos que como otra cosa —eso hizo reír a sus tres hijas mayores—, lo sé, es muy irónica esa excusa para lo que queríamos ocultar.

—Entonces el cuarto y último año la pasaste solo, ¿no? —le preguntó la peliblanca sin mostrar expresión.

—El cuarto año fue para sentirme mal cuando tocaban el tema de parejas. Mis hermanas fueron muy cuidadosas al tocar el tema, tanto como las que se fueron como las que se quedaron. Siempre tuve a dos personas apoyándome en la mayoría de cosas, pero ahora solo quedaba una. Pero volví a cometer un error —lo dijo tapándose el rostro con sus manos.

—¿Cual fue ese error, viejo? —preguntó el segundo varón Loud.

—Ponerme muy melancólico —suspiró y continuó—. Eso hizo actuar a mis hermanas que no podían quedarse con los brazos cruzados y me presentaron muchas chicas, con las cuales tuve que salir y decir que intentaría superar todo ello. Fueron varias citas, pero no llegue a mucho... —cuando dijo eso, sintió la necesidad de no mirar a sus hijos y esposa— ¡Digo! Nada, no llegué a nada. Con el tiempo llegó su madre y poco a poco recobraba mi amistad con Cristina —se levantó y siguió hablando—. Cristina es una persona a la que le guardo mucho aprecio y quiero tanto como a mis demás hermanas... siempre es un placer charlar con ella, todo lo que hizo por nosotros no tiene precio.

Todos se sintieron mal por acusar a la tía Cristina de ser la amante de su padre. Se notaba que comprendieron todo ello, aunque Lila necesitaba otra explicación más fácil.

—Y eso es todo de la primera parte de la travesía, marinos —dijo imitando a un pirata.

—Muy gracioso, traigan asientos, tenemos a don comedia —dijo Liby con seriedad.

—Lo que sea, espero que haya aclarado algunas cosas —lo dijo sonriente y dirigiéndose a la cocina con Lori.

—Espera, papá, ¿quién es esa otra persona? Dijiste que eran dos personas que te apoyaban —dijo Lacy que estaba con ganas de saber eso.

—Tiene razón Lacy, ¿quién era la segunda persona? —le siguió Lemy a lo dicho por su hermana.

Lincoln se rio, no podía creer que en todo este tiempo no se hayan dado cuenta. Era muy obvio, pero se notaba que les faltaba más sentido común.

—¿Quién ha estado con ustedes en varias ocasiones? ¿Quién los cuidó a varios de ustedes por un buen tiempo? ¿Quién nos ayudó cuando su madre tuvo que estar en el hospital por unos buenos meses? —quería que pensaran por unos momentos.

—¡Mami Luan! —dijo la pequeña con alegría.

—Lo ven, ya sé a qué hijo sí le pagaré una buena universidad —lo decía con malicia, pero de broma.

Eso los dejó impresionados a varios, pero Lyra cambió su semblante a uno serio. Por el momento no tocarían el tema hasta en otra ocasión.

Lizy detuvo la grabación para encenderla después porque aún faltaba para que acabara el día.

Paralelo a ellos, estaba Luan recordando la siguiente parte del relato con una mirada perdida en los bonitos recuerdos... aquellos donde no sabía que su hermano estaba con su hermana mayor...

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