Noche de entierro

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La pareja continuó en silencio hasta llegar a la casa del menor.

YoonGi se encontraba nervioso, tratando por todos los medios de no volver a su viejo habito de morderse las uñas pero la situación no estaba ayudando del todo.

JiMin por su parte, no podía quitar la sonrisa de su rostro al por fin haber confesado sus sentimientos al pelinegro. ¡Ahora sólo faltaba que YoonGi dejara sus miedos atrás, para ser felices juntos!

El rubio se adelantó para abrir la puerta e invitar a pasar al Min.

Por suerte esa noche sus padres no estarían en la casa, ya que el menor de los Park se había encargado de contarles acerca de la celebración del campus y ellos no dudaron en asistir para apoyar a su pequeño.

Sería una lastima no cruzarse con sus padres, pero luego se los compensaría. Además, tanto su madre como su padre estarían felices de que por fin hubiera podido concretar algo con el mayor.

Park JiSoo y Park SeoJoon se auto proclamaban los fans número 1 del "YoonMin", como ellos les llamaban cuando YoonGi no estaba allí para escucharles.

Así que sería una pequeña travesura por un bien mucho mayor.

La pareja se dirigió hasta la habitación de JiMin, cerrando la puerta tras de sí.

— ¿Qué era lo que querías decirme, Yoonie? — preguntó, tratando de que no se notara su curiosidad.

— Más bien era algo que quería mostrarte... — se sentía completamente derrotado pero sí realmente quería hacer las cosas bien con JiMin, tenía que ser completamente sincero. Besó sus labios una última vez antes de dar dos pasos atrás — Bebé... — comenzó — Quiero que sepas que te amo, — confesó — Te amo desde el primer momento en que nuestros destinos se cruzaron y sé que te amaré hasta el final de mis días, Park JiMin. — el rubio sintió su pecho vibrar ante la dedicación y el amor que el pelinegro le profesaba — Pero quiero que sepas que luego de ver lo que tengo para mostrarte, no tienes que permanecer a mi lado... No podría soportar que sigas conmigo por lastima, no de ti.

— No hay nada que puedas hacer para alejarme de tu lado, YoonGi. —mencionó con infinita dulzura, mientras el pelinegro negaba.

— Sólo espera, ¿Sí? — tomó aire nuevamente para darse fuerzas y continuar con lo que estaba pensando.

Lentamente se quitó primero su gorra, acomodando sus largos cabellos en el proceso, mientras JiMin admiraba la sensual imagen que tenía en frente.

YoonGi sonrió con vergüenza al notar el deseo en la mirada del menor pero continuó en su tarea. Con total parsimonia llevó sus manos hacía el dobladillo de su remera y comenzó a quitarla, dejando entrever su vientre plano y levemente trabajado.

Park admiraba el torso al descubierto del Min, adorando cada musculo y cada centímetro de su piel, notando las pequeñas cicatrices cercanas a sus pezones rozados.

— Supongo, que... ¿Vas entendiendo a qué me refiero verdad? —señaló con vergüenza — Es cierto, JiMinnie... Yo nací siendo Min YoonJi, nací siendo una mujer.

JiMin dio un paso hacía el Min, tomando su rostro entre sus manos. — Entiendo Yoonie, — besó con dulzura sus labios — Gracias por confiar en mi lo suficiente como para contarme... ¡Me hace amarte aun más!

—¡N-No entiendo! — balbuceó.

YoonGi acababa de contarle que biológicamente había nacido como una mujer y en vez de rechazarlo como su ex lo había hecho, ¡Le estrechaba entre sus brazos!

—¿Qué es lo que no entiendes, Yoonie?

— ¿C-Cómo es qué tú- ¡Es decir! ¡Mi biología sigue sin ser la de un chico! — por fin lo había dicho.

El rubio se encogió de hombros -¿Y qué con eso, Yoonie? — preguntó sin comprender.

— ¿No te molesta? — Tenía la certeza de que JiMin estaba tratando de no lastimar sus sentimientos, porque estaba completamente seguro que nada de ésto realmente estaba sucediendo.

YoonGi, — juntó sus cabezas —Yo estoy enamorado de ti, no de lo que hay entre tus piernas.

Nuevamente las lagrimas comenzaron a rodar por su rostro, incapaz de comprender como era que JiMin, había logrado aceptar y amarle, así como él nunca pudo hacer consigo mismo.

Desde que había nacido como una niña, supo que algo estaba mal. Nunca había sido como el prototipo de niña perfecta que la sociedad esperaba que fuera, y de hecho, soñaba profundamente con que toda su vida no era más que una pesadilla hasta que efectivamente un día despertaría y sería un chico con todas las letras.

La realidad era que eso nunca pasó.

No era como en los cuentos de hadas que sus padres le contaban en su infancia, sino mas bien, con el pasar del tiempo comprendió que ninguna hada madrina vendría a hacer sus sueños realidad, y que para alcanzar sus metas, tenía un arduo camino por delante.

Fue así que comenzó su transición, primero cortó su largo e inmaculado cabello por si mismo, sintiendo que con cada mechón que abandonaba su cabeza, estaba un paso más cerca de ser quien realmente soñó durante toda su vida.

Luego continuó informándose al respecto, asistiendo a un grupo médico que pudiera asesorarle sobre las hormonas que le recomendaban para ayudarle a aumentar la testosterona, dando otro gran paso para estar más cerca de su felicidad.

¡Claro, no todo había sido color de rosa!

Hubo quienes no entendieron ésto y tuvo que pasar por infinitas burlas de parte de gente ignorante, incluyendo comentarios despectivos hacía su persona que iban desde afirmar que YoonGi estaba enfermo en adelante.

Incluyendo a su propia madre...

Min JiHyun creyó que todo lo que su amada hija estaba haciendo no era nada más que un acto para llamar la atención.

YoonGi agradecía el que su padre hubiera podido interceder entre ambos para poder hacerle entender a esa mujer cuan equivocada había estado. A fin de cuentas, su madre terminó por abandonar a ambos cuando el pelinegro comenzó a preparar todo para su mastectomía bilateral*.

Hijo, sí no pueden ser parte de tu futuro, es mejor que se queden delante de tu pasado.

Su padre tenía toda la razón del mundo.

Min HaeJin había sido su pilar fundamental para poder impulsarse y siempre le estaría agradecido por la persona en la que le había ayudado a convertirse.

YoonJi siempre sería parte de su vida, y le atesoraba como una pobre niña incomprendida, era por eso que cuando decidió renacer, lo hizo bajo el nombre de YoonGi, en honor a quien había sido y en quién podía ser ahora.

Y ahora...

Estaba frente a este hermoso ser que podía ver más allá de cualquier inseguridad que YoonGi pudiera tener.

— J-JiMin — gimió al sentir como los suaves labios del rubio se posaban por su nívea y sensible piel.

— Déjame demostrarte mi amor, Gigi. — pidió, besando la curvatura de su cuello. — Eres todo lo que necesito... — succionó su piel, dejando leves marcas que serían una prueba de su pasión y entrega.

—Mhmn— gimió el mayor, sintiendo como el rubio deslizaba sus manos por sus pezones, pellizcandolos suavemente.

JiMin llevó su boca hacia los rosados botones del Min, mordiendolos uno a uno y tomándose el tiempo para besar las cicatrices en su pecho, mientras acariciaba su espalda.

— Te amo, Gi... —susurró sobre su piel — Quiero amarte, — llevó sus manos hasta posarlas sobre su rostro —Y quiero que me ames, —chupó sus labios —Quiero que me hagas el amor. — pidió.

— Te amo JiMinnie. — susurró entre sus labios, — Te amo y te amaré hasta el final de los tiempos...

YoonGi llevó sus manos hacia el pecho del rubio, sintiendo la firmeza de si cuerpo y gimió al sentir la demanda del menor sobre su boca.

El pelinegro coló sus manos por debajo de la molesta prenda y tiró de ella por encima de la cabeza del Park, quien aprovechó la distancia para tomar aire.

Ambos se miraron, con las mejillas sonrojadas, la respiración entrecortada y sonrieron el complicidad.

Lentamente, YoonGi fue llevando al menor hacía la cama que reposaba en el cuarto, sin dejar de susurrarle promesas de amor.

Fue el turno del Min de llevar sus manos hasta su pecho y recorrer cada sinuosa curva, devolviéndole el favor de las marcas y sonriendo triunfante con cada una de ellas.

JiMin no se quedó atrás y logró desabrochar la hebilla del cinturón del pantalón del pelinegro, sin embargo este le quitó las manos con cuidado.

YoonGi negó suavemente — A-aun no bebé, lo siento. — se disculpó.

—¡No tienes nada de que disculparte cariño! — se apresuró a responder — Después de todo, tenemos toda la vida para amarnos, Gi.

Su pecho estaba a punto de estallar ante el amor que el rubio le profesaba.

— ¿Dónde estuviste toda mi vida, Park JiMin? — preguntó divertido.

— Ummm, —fingió pensarlo —No lo sé, tal vez estaba justo aquí — llevó su mano hacia la altura del corazón del Min — esperando por ti.

— Te amo, JiMinnie. — susurró, llevando sus manos hacia el elástico de sus pantalones de chandal para bajarlos suavemente, encontrándose con el abultado bóxer del menor.
YoonGi sintió que la boca se le hacía agua al nuevamente ver a su novio completamente excitado bajo su toque.

Él también podía sentir como sus paredes internas estaban completamente húmedas y necesitadas, podía sentir como el placer se arremolinaba en su vientre pero todavía las dudas estaban presentes en su cabeza.

¿Sería JiMin quién?

— ¿Qué sucede amor? — preguntó el Park al notar como su novio dudaba.

—E-Es sólo que... —¿Cómo explicarle? ¿Qué era lo que JiMin esperaba de él?

— Yoonie, desde aquí puedo escuchar los engranajes de tu mente...— rio dulcemente. —Anda, dime...

—¿Q-qué —su sonrojo aumentaba. — ¿Qué es lo que te gustaría que te haga?

— Quiero que me ames, cariño —lo atrajo para besarlo — Pero, sí te sientes algo inseguro todavía, puedes tomar cualquier cosa que encuentres en el cajón.

YoonGi abrió y cerró su boca sin poder comprender lo que acababa de decir, cuando decidió buscar en el lugar que el rubio le había indicado.

A regañadientes levanto su mirada y estiró su brazo lo suficiente como para poder abrir el cajón sin poder disimular su sorpresa al encontrar diversos tipos de consoladores, anillos vibradores, bolas chinas, geles y lubricantes a su disposición.

— ¡JiMinnie! — le llamó —¡Tú! — le señaló. - ¡Eres toda una cosita pervertida!

— ¿Alguna vez lo dudaste, Min? — inquirió seductoramente. — Ahora bien, soldado. ¡Elija correctamente su próxima arma! — le animó.

—Vas a matarme amor, — susurró feliz entre sus labios.

Al otro día, la reciente pareja caminaba feliz rumbo al segundo día del carnaval, tomados de la mano y agradeciendo al destino que por fin estarían juntos y nada los separaría.

— Hoy es la noche de entierro, ¿Sabías? — preguntó el menor, mientras el pelinegro negaba. — Tae me explicó que ésta noche se utiliza para enterrar simbólicamente todos nuestros demonios, miedos e inseguridades para que no vuelvan a atormentarnos jamás, es por eso que, —sacó una bolsa que había estado escondiendo dentro de su abrigo — Quiero regalarte esto...— le entregó un paquete.

YoonGi abrió el regalo para encontrarse con un pequeño muñeco de trapo de colores blancos y negros que tenía una pequeña sonrisa dibujada.

— ¡Es muy bonito, JiMinnie! — besó su mejilla en agradecimiento.

— ¡Lo sé! — sonrió autosatisfecho— Lo hice con mis propias manos... ¡Y quiero que lo enterremos juntos, Yoonie! — su corazón se enterneció al escuchar aquello —¡Cada año vendremos a aquí a desenterrarlo y a recordar nuestro amor para luego volver a meterlo sobre la tierra! —el rubio le abrazó —¡Será nuestro ritual de amor!

— ¿Me lo prometes? — preguntó con gran ilusión.

— ¡Con mi vida, Yoonie!— aseguró besándole.

Ufff....
Esto es increíble, termine ésta historia en un abrir y cerrar de ojos y no puedo creerlo.
Aclaraciones:
Mastectomia: operación en donde se retiran los senos.

Pd: obvio que sé que se faltan detalles pero no me dio el tiempo para publicarlos, voy a estar subiendolos en estos días, ok? Jaajaj nada más q se me acaba el tiempo para subir todo esto por el concurso.
Espero que les haya gustado, les amo profundamente y pongo las etiquetas y dedicatorias cuando suba el smut 😈

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