•38• La propuesta.

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Los muebles siguen en el mismo lugar, pero el espacio ha perdido mi aroma, antes cada rincón olía familiar.

—Todo está impecable, se nota que ya no duermo aquí.— comenté soltando mi bolsa.

—Pues claro que sí, las chicas limpian todas las habitaciones por igual.— mi madre cruza los brazos mientras me mira sentarme en la cama.

Palpo la sábana con mis manos y luego me tumbo de costado subiendo los pies. Mi nariz percibe el olor a lavanda en la manta y me obligo inspirar con emoción. A esto olían mis noches y mis siestas al medio día.

Vuelvo a mirar a mi madre, ella sigue observándome, como consternada. Nuestros ojos se cruzan, le veo suspirar y acercarse hasta sentarse junto a mí. Su mano se posa en mi cabello más rápido de lo que calculo, comenzando a acariciar. Bajé la mirada dejándome mimar, enfocando su saya, sus delirantes y jóvenes piernas blancas, más abajo sus pies ceñidos en esos tacones puntiagudos.

—Me alegra que estés bien.— rompo el silencio, levanto la mirada en busca de su rostro.

Una pequeña sonrisa curva sus labios.

—Mañana iremos contigo a tomar el tratamiento.— tomo su mano y le aprieto— Vas a estar bien...

Me incorporo a su lado sentada.

—Oye Hae... — le escucho decir.

La miro.

—Tú... ¿cómo como estás con Jungkook? Dime la verdad. ¿Todavía... te cuesta estar a gusto con él?

Yo no sé bien que responderle, me extraña su repentino interés en el asunto, por eso me tomo unos instantes.

—Bueno, mamá...

—Te tengo una propuesta.— me interrumpe.

—¿Qué propuesta?— le pregunto, un poco perdida.

—Estuve pensando mucho. Sé que quizás este asunto ya no tenga arreglo y puede que nunca me perdones lo que hice. — sus palabras me hacen mirarla cada vez más confundida.— Hija, si no eres feliz con Jeon Jungkook... yo estaría de acuerdo con que te separes de él.

Shock total.

—Mamá...

—Escúchame, todavía podemos arreglarlo. Hablaré con tu padre y lo convenceré.— me abriga la mano con las suyas. No asimilo la conversación.— No quiero obligarte a pasar lo mismo. Siempre viste un matrimonio feliz entre tu padre y yo pero al comienzo tuvimos que superar cosas que no fueron... buenas, por así decirlo. — se coloca pensativa.— Por eso quiero evitar que sigas pasando este proceso. Hoy mismo conversaré con papá y este tema quedará solucionado.— termina sonriendo de boca cerrada.

Todavía no sé que decir.

—Yo sé que debí haber hecho esto antes. No, debí impedir que este casamiento sucediera. Pero ahora lo enmendaré. ¿Mhm? —Me asegura— Puedes volver a hablar con Taehyung, hija, o... no lo sé, ha pasado tiempo pero...

La puerta se abre de pronto , ambas miramos rápidamente, es Jungkook.

—¿Interrumpo?— nos mira, espero que este ajeno a la conversación que estamos teniendo, porque ahora recuerdo que la puerta estaba entreabierta.

Me suelto del agarre de mi madre y miro de lleno al suelo.

—No, no cielo, adelante.— le dice ella, tal cual no me  acabase de proponer sacarle de mi vida.

—Vale.—Jungkook se adentra a la habitación, con el pequeño maletín en el que traía sus cosas y nuestros cachorros uno en cada brazo.

Pasaremos la noche aquí por lo que no podíamos dejar a las mascotas a su suerte en casa.

Jeon deja el maletín al lado de mi bolsa y luego pone a los perritos en el suelo.

—Por cierto, ha llegado Hoseok y su esposa.— dice mirando a mi madre, quien enseguida se puso de pie. 

—Oh, bueno voy a verlos, ustedes no tarden en bajar.— dice yendo hacia la puerta.

Jungkook se acerca, pero mi madre dedica unos segundos a mirarme antes de salir.

Yo aprieto los labios, ella desaparece e intento ubicar la reciente conversación en el fondo de mis pensamientos.

—¿Todo bien, preciosa?— mi esposo me mira medio preocupado, ocupando el sitio en el que estaba mi progenitora ahora mismo.—¿Discutieron?

—No, solo hablamos  tranquilo.

—Sí, yo estoy tranquilo, pero tú te ves... tensa.— me soba la mejilla.

Suspiro.— Es que hace días que no la veía,  después de todo lo que ha pasado ahora está demasiado amable, y creo que no lo asumo.— invento una respuesta que resulta creíble, la cual tampoco es mentira.

—¿Y hay algo mal con eso?

—No, supongo.— encojo los hombros y pongo una pequeña sonrisa en mi expresión.

—Ya cambia esa cara.— me vuelve a acariciar, me aferro a su toque mientras nos miramos fijamente.— Epa, gatita!— dice acercándose bien a mí para acunar mi rostro y besarme.

Me noto las mofletes calientes de inmediato.

—Eres tan tierna~ — me aplasta las mejillas.

—Jungkook.— me quejo, él insiste en apretar mis cachetes, mi voz sale cómica  lo que le incita a disfrutar el momento.

Tomo sus muñecas para apartarle.

—Vuelve a decirlo.

—No.— dije.

—Di "Jungkook, eres el más hermoso".

—¿Qué? No!— fruncí el ceño, me sigo escuchando cómica.

—Vengaa, o nos vamos a quedar así un rato.

Yo levanté las cejas, incrédula ante su amenaza.

Busqué sus costillas con mis manos y empecé a mover los dedos.Jungkook apretó los labios rápidamente conteniendo la risa, conocer la debilidad de alguien es de lo mejor. Seguía sin soltarme pero yo no desistí, él no pudo aguantarlo, se dejó vencer por las cosquillas y me dejó.

—Ahg!— se queja entre risas.

—Qué fácil eres.— me burlé.

—¿Fácil? ¿Quieres ver lo que es fácil?— se me acerca con una mirada intimidante.

Me tumba bocarriba en la cama y se trepa encima con las rodillas a mis costados. Entonces se posiciona sobre mí cara a cara y sostiene mis manos sobre mi cabeza, me recisto un poco pero es en vano, este jueguito no me deja de gustar por más gastado que esté.

—Tramposo.— dije entre dientes.

—¿Tramposo? — me mira con fingida confusión.— ¿Tramposo yo?

—Ash, ya suéltame. — me quejo, forcejeando.

—¿Ya te suelto? Qué fácil eres.— se regodea usando mis propias palabras.

Me río, sin más remedio.

—Eres-

Y claro, esa interrupción es él callándome con sus labios perfectos y su manera gloriosa de besarme. Disfruto el momento como nunca y cuando puedo volver a respirar correctamente después de un suculento beso, me sumerjo en un efímero contacto visual que me convence muy pero muy definitivamente  de decir que no a la propuesta de mi madre.

No hay nada que pensar. Taehyung ya no está, ya no existen mis planes futuros de hace unos meses. Incluso mi mentalidad cambió. En estos momentos, lo que sí existe es un afecto incipiente hacia Jeon Jungkook que crece y crece, irrefrenable. Y estoy bien con ello.

(...)

—¡Cariño, estoy aquí!— escucho a Mina gritar a mi lado.

Han montado una Barbacoa en el patio trasero. Son alrededor de las ocho de la noche y estamos lo que se puede decir toda la familia. Mi madre y mi padre están conversando en los sillones, Mina y yo estamos en el sofá mientras nuestros esposos están atendiendo la parrilla como dos buenos amigos.

Veo que mi hermano le dice algo a Jungkook tras escuchar a Mina y viene de inmediato donde ella, trae un plato desechable en las manos.

—Cuidado, está caliente.— le dice dándole el plato, el cual contenía carnes y demás, también le había traído un tenedor de plástico.

—¡Oh, gracias, sweetie!— exclamó ella con cara de felicidad.

Mi hermano le besó la frente.

Parece que mi mirada llama la atención de ambos.

—Uno para ti también, enana.— tiene el mismo gesto cariñoso conmigo haciéndome sonreír. No estaba celosa solo admiraba el amor que se tienen.

—Uhm, toma un poco!— Mina me ofrece de su plato mientras Hobi se va.

—No, linda, come tú.— le dije sonriente.— Tengo sed, ahora vuelvo.— le avisé, ella asintió con la boca llena.

Me pongo de pie y voy a la cocina a tomar agua, o tal vez algún jugo bien frío.

Jungkook

Remuevo un poco el carbón con una varilla y volteo la comida que tenía puesta al fuego ya hacía varios minutos. En eso Hoseok regresa.

—¿Le ha gustado?— le pregunto.

Él mira hacia atrás y me señala a Mina comiendo gozosamente lo que le había llevado. Sonrío pero frunzo un poco el ceño al ver que HaeMi se ha ido del sofá.

—Qué bien.— comento volviendo a atender lo mío.

—Le encanta comer.— comenta negando con una sonrisa.

—Se entiende, bro, tiene dos estómagos ahora.— digo.

—Literalmente.— dice Hoseok.

—Debe ser bonita esta etapa para los dos.— no puedo evitar comentar.

Hoseok asiente convencido y visiblemente entusiasmado.— Sí, mucho.

Bajo algunas porciones que ya están listas e incorporo otras.

—¿Oye puedes atender esto un momento?— pregunto.

—Sí, por supuesto.

Me quito el delantal, cojo algo de lo ya preparado y lo echo en un plato para llevárselo a Hae.

Voy hasta Mina y consigo saber que fue a la cocina, por lo que me dirijo hacia allá.

Estoy a punto de entrar cuando escucho a la señora DoYeon y detengo mis pasos, quedándome detrás de la pared.

—Hoy antes de ir a dormir hablaré con tu padre, ¿de acuerdo?

Hay un pequeño silencio.

—¿Qué sucede, hija?

Sigue habiendo silencio.

—Mira, esto que estás intentando hacer... — es Hae, no tardo en notar la angustia en su voz.— tal vez suene bien pero... no.— dijo— Si lo hubieras pensado hace un mes créeme que estaría totalmente emocionada. Pero ya pasaron los días y poco a poco he ido dejando detrás mi vida antes de casarme. Sin quererlo me adapté a esta idea.

—Me estas diciendo que...— DoYeon suena sorprendida.

—Sí. Quiero seguir casada con Jungkook, aunque te parezca increíble ya estoy muy a gusto con él y no quiero divorciarme.—Esto último me brinda la información necesaria para lograr una congruencia. Ahora entiendo de que hablan.

—Dios, hija, pero lo dices... tan convencida...

—Esto es lo que querías ¿no? — esta vez sus palabras salen un poco rencorosas.

—Lo siento, cariño, yo...

—No lo sientas.

—Pude haberlo evitado.

—Ya no hay nada que hacer— escucho luego de unos minutos.—No es realmente mi futuro soñado, porque yo quería mi vida con Taehyung y lo impidieron... pero estoy bien.

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Graciasxleer 😘❤

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