•41• Culpa.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mañana Siguiente

El vértigo retoza en mi estómago mientras mi madre está siendo preparada por los especialistas para recibir la primera quimioterapia de su segundo ciclo. Está ataviada en una de esas batas de hospital con un gorrito de nailon en la cabeza y un cubrebocas desechable como el que me han exigido a mi ponerme para estar presente . En un momento hay un catéter conectado a la vena del torso de su mano y los médicos se retiran.

Entonces macerco al sillón que está a un lado de la camilla. Me atrevo a apretar su muñeca con afectividad, y mi madre hace un gesto cariñoso con sus ojos para luego cerrarlos por un rato. Una amalgama de sentimientos aprietan mi pecho. Mis lágrimas amenazan al verla mostrar tanta vulnerabilidad , pero las detengo.

La vida es impredecible y tú eres un ingenuo esperando que nada gravísimo va a sucederte.

Hacer frente a un cáncer no es nada fácil. Debe ser duro vivir sabiendo que toda tu sangre está infectada de células cancerígenas que solo aparecieron y simplemente están ahí. Infectando.

Mi madre no está bien. Sabía de sus úlceras en la garganta y sus problemas renales a partir del primer ciclo de quimioterapias, pero supongo que no lo había tomando tan en serio hasta ahora. Le advirtieron que su cabello iba a caerse dos semanas una vez comenzado el tratamiento de forma, gradual o muy rápida, sin embargo, no estuvo de acuerdo con rasurarse. El equipo médico encargado de su proceso le aconsejó que un gorro refrigerante podría reducir el riesgo de la caída, con lo cual ha podido mantenerse hasta ahora.

Ella no merece pasar por esto. He recibido su frialdad toda mi vida pero aún sigue y seguirá siendo mi madre. Algún día me cambió los pañales y se desveló cuidándome. Y si me pongo a mirar mis fotos de cuando era pequeña junto a ella es posible que olvide que me trató pésimo en mis años de secundaria y se negó a la relación amorosa que mejoraba mis días depresivos, estados de ánimo que muchas veces provocaba ella.

No supe en que momento nuestra relación se fue deteriorando pero mejor dejo de atormentarme con eso.

El sonido de la puerta siendo abierta anuncia la intromisión de alguien en la habitación, alguien que no quiero que vea mis ojos cristalizados así que inspiro fuertemente para calmarme.

Es Hoseok.

-Mami.- murmura y se arrodilla en el lado contrario de la camilla. Luego toma su manos y da varios besos en el dorso. -¿Estás bien?

Ella asiente.

-Quise entrar algo de comer pero no me lo permitieron.- dijo.

-Los doctores dijeron que no podía ingerir nada por ahora.- hablé yo.

Hobie suspiró y se puso de pie. Besó la frente de su progenitora y trajo una silla al pie de la cama para estar cerca.

(...)

Jungkook

Hacer ejercicio siempre ha sido mi método anti estrés. Mi perturbación emocional siendo reemplazada por el satisfactorio dolor físico es todo lo que buscaba luego de tener una noche y un comienzo del día tan áspero. No recibir ni el más mínimo gesto cariñoso por parte de HaeMi esta mañana me devastó. Yo sabía que era el culpable de su repudio hacia mi, no quería forzar una conversación, no lo sentía el momento.

Así que de solo llegar a mi casa me refugié en el pequeño gimnasio que tenemos en la primera planta. Al ser una celebridad se me hace complicado visitar un gimnasio público.

Una hora y media después de ejercitarme hasta el cansancio, decidí tomar una ducha, no podía seguir explotando mis músculos por más frustración que sienta. La señora DoYeon debe estar recibiendo la medicación en este momento y HaeMi debe estar con ella. Lo peor de todo es que ni siquiera sé a que hora viene, o si al menos va a venir.

Estando ya limpio, me tumbo en la cama y mantengo la mirada en el techo de mi habitación. Necesito hablar con Hae. Quiero verle a los ojos y pedirle disculpas.

Mi tono de llamada irrumpe en mis pensamientos haciéndome mirar hacia el sillón con hastío. No quiero hablar con nadie que no sea HaeMi. Para cuando cojo el teléfono la llamada se cae .Tengo dos mensajes sin ver de mi madre, una llamada perdida de SeokJin y ahora también una llamada perdida de mi madre.

"Estoy yendo para Seúl"

"En un rato nos vemos."

Al instante, el aparato retoma las vibraciones y la pantalla me muestra otra llamada entrante.

Acepto de inmediato.

-¿Mamá?

-Eh. Sí, hijo. Hola!- escucho algo parecido al viento estorbando en la bocina.

-¿Es cierto que vendrás?- le pregunto extrañado.

-Sí, cariño! De hecho estoy dejando el avión ahora mismo.-resopló- Uh, que viaje tan corto!- me la imagino cargando su maleta.

-Me hubieses avisado.- voy a mi vestidor en busca de algo que ponerme.

-¿No recibiste mi mensaje?

-Sí, pero acabo de verlo justo ahora.-contesto ocupado en entrar el bóxer en mi cuerpo.- No te muevas voy para allá.

Colgué y seguí vistiéndome rapidísimo.

(...)

-Te va a encantar.- mi madre se sienta delante de mí en la mesa luego de quitarse el delantal.

-Ya me encanta.- dije con la boca llena.

Ella sonríe haciendo sus ojos casi desaparecer.

-Que lo disfrutes, cariño. - recoge un poco más las mangas de su suéter y comienza a comer.

No hay motivo de su visita inesperada, simplemente quiso venir. Se habían hecho meses desde que no nos veíamos por lo que en cuanto vi a esa mujer de baja estatura y cabello corto que usaba una bonita bufanda de estampados esperando por mi en el aeropuerto me emocioné muchísimo. Tengo mucho parentesco con mi madre, tanto física como moralmente. Lo que tal vez haya influenciado la incuestionable relación que tenemos. Estaré feliz de que se quede.

Descubro el cielo oscurecido a través de la ventana y bajo la vista a mi sopa, alicaído. Todavía no se nada de HaeMi. Es angustiante.

Echo un vistazo al par de ojos ansiosos de KingKang y justo en ese momento escucho ruidos en la sala, seguidamente, el sonido de unos pasos acercándose. Me coloco un poco nervioso al percibir el olor del caro perfume de mi esposa.

-¿Jungkook?

Sus tacones se detienen en el umbral de la cocina.

- Señora Dana...

-Hae Mi!- mi madre exclama sonriente y se pone de pie para ir hacia ella y abrazarla. Hae se queda un poco tiesa pero reacciona luego y le corresponde el abrazo con sinceridad.

-Hola...- dice ella con una sonrisa afable.- ¿Como estás?

-Muy bien, cielo.- acaricia su pelo y este encuentro por alguna razón me parece cadi más ameno que el mío y el suyo esta mañana.-me Por fin has llegado. Supe que estabas con tu madre ¿Cómo está?- vino y tomó asiento nuevamente.

Yo echo hacia atrás la silla posterior a la mía invitando a Hae a que se ponga cómoda.

-Bien... -suspiró sentándose. Es imposible no sentir su aroma más de cerca. -bueno no muy bien... -reparó, pensativa-como podrás comprender... es una enfermedad... complicada.- la desmotivación en su voz me devuelvr la preocupación que acumulaba esperando a que llegase. Ella me mira unos segundos antes de volver a evitarme.

Mi progenitora hace una mueca lastimera.- Todo estará bien... tranquila. Mantente positiva!

-Mhm...-Hae asintió desganada.

-¿Ya comiste? Sírvete.

(...)

La noche calló más profundamente.

Mamá ya se había acomodado en otra de las habitaciones de la casa y por la hora que es debe estar alistándose para ir a la cama.

Ahora solo necesito arrancar de cuajo las ganas de una conversación con Hae, lo cual pretendo al acercarme a su puerta y encontrarla entreabierta. Las luces están prendidas diciéndome que aún está despierta.

Doy unos toques antes de asomarme y sí, ahí estaba ella recostada en el cabezal de su cama de princesa con un albornoz cubriendo su cuerpo, su cabello caía mojado a ambos lados de su cara. A un lado en el piso Kingkang sacudiendo con todo su pequeño ser una prenda que debe ser de su dueña.

Sus ojos me notan yo me invito a pasar decidido al darme cuenta de sus ojos inflamados y su nariz enrojecida. Entre sus manos tiene... ¿una cámara?

Ella se seca las lágrimas y se reacomoda en su sitio.

-Hola...- murmuro viendo como deja el aparato en la mesita de noche y cruza los brazos manteniendo la mirada baja.- ¿Incomodo?

Sus ojos suben con mi pregunta. Me dice que no moviendo la cabeza.

Y así avanzó hasta tomar asiento en el borde de la cama.

-¿Como estás?

-Sensible...- contestó sin más ni menos.

-Es por tu madre.- asumí.- ¿Como está?

-Mal.- dijo con un bufido impotente y triste a la vez.- Mal, ella está mal, Jungkook. - se refugió en sus manos, su voz sonaba como si fuese a estallar en lagrimas lo cual efectivamente pasó.

También afligido por como la estoy viendo y sabiendo que mi voz ha detonado su llanto, me acerqué y le brindé mi hombro.

-Tranquila.- la consolé.

-Hasta hoy sé que su leucemia es... meieloide aguda, o algo así. ..- nombra la enfermedad como si tratase de una barbaridad.

-¿Qué quiere decir?- le pregunto y ella se aparta, le ayudo a limpiar las nuevas lagrimas

-Es algo grave Kook, su tiempo de vida es... más limitado de lo que ya sabía. - me contó.- Pero no es eso lo que me pone peor.

-¿Y qué es?

-Aquella vez, cuando me fui de vacaciones contigo... no estuve presente durante las primeras quimioterapias... No estaba sola pero yo también debí estar ahí apoyándola. Por eso no estuve al tanto de la gravedad del cáncer. Hoseok habló conmigo, pueden ocurrir varias complicaciones con unos nombres que se escuchan en verdad horribles.

-Vaya... ya entiendo.- digo asombrado.

Sus sollozos continúan.- Me siento tan culpable, Kook. No tienes ni idea.

-Hae.- tomé su mentón e hice que sus ojos melancólicos me miraran. - Tranquila. Hiciste mal, es verdad. Y todo es un caos. Pero todavía puedes enmendarlo. Puedes pasar tiempo con tu madre y no dejarla sola en este momento tan duro para ella.

-Es cierto.- admitió y sorbió su nariz luego de meditar unos segundos.

-Tengo que estar, no puedo fallarle otra vez...- murmuró.

Feliz de verla una pizca más calmada. Le abrí mis brazos. Ella vino a mí sin dudarlo.

Fijo mi mirada en la mesita de noche y analizo la cámara con curiosidad.

-¿Que veías?- le pregunté con un poco de pena, no me atrevía pero sentía mucha curiosidad.

-Oh... ¿aquí?- coje el aparato y se ríe, aunque su rostro continúa caído. - Me la traje de casa de mis padres, la tenía abandonada en una caja de tiestos oculta en mi vestidor.

Se acomodó de manera que yo pudiese ver y comenzó a mostrarme unas fotos.

Todo trata de paisajes, personas y calles, todo muy artístico.

-Si que son muy bonitas.- comenté mirando con atención.

-Las hice yo.- dijo de repente. Y me miró como si no quisiera perderse mi reacción.

-¿Tú?- la miro extrañado.

Asintió -Este era mi hobbie hace unos años. De hecho todavía me interesa, pero no sé, no me animo...

-¿Y ,Por qué no?

Hae simplemente encogió sus hombros y volvió a mirar la foto que mostraba la cámara.

-SeokJin me sugirió estudiar fotografía en la universidad.- me dice.

-Oh, has hablado con él...

-Estuve investigando, la carrera abarca cuatro años.

-¿Vas a hacerlo?

-Sí, me emociona un poco. Quizás no sea la mejor fotógrafa del país pero me conformaría con un estudio propio.- mientras mi cerebro procesa sus palabras admiro lo linda que se ve poniéndome al tanto de su visión al futuro.

Me miró. Yo sonreí.

-Te podría hacer unas fotos.- agitó un poco la cámara con una sonrisita leve que un flashback de mi actitud ayer me hizo pensar que no merecía.

-Me parece bien...

Ella sonrió e inesperadamente se arrodilló frente a mi en la cama, tomó mis mejillas y me dio un suave beso que duró más de lo que la posición aguantaba. El sentimiento de culpa en mi pecho no sabe si aumentar o disminuir.

Terminado el intercambio, me mira.

-Sobre lo que ocurrió ayer...- cambió la mirada colocándose pensativa. -Fueron tantas cosas en una noche , que... no sé que decir.

La dejé hablar.

-Primero te confesé mis sentimientos, luego lo hicimos tan... bien, tan mágico...

-¿Te arrepientes?- la interrumpo.

-¿De qué?

-Dijiste que mi exnovia era una estúpida por haberme dejado...

-No... yo...- Lucía confundida.- No quiero exagerar las cosas, no quiero que ese momento sea una preocupación más, no quiero que estemos mal. Voy a ignorarlo, aunque...

-No te gustó como actué.- terminé su oración.

Ella negó lentamente.

Tras unos segundos mirando a la nada, suspiré y me acerque para deformar un abrazo que fue bienvenido.

.

.

.

.

>Aquí l@s que están de acuerdo con que a Hae le gusta el maltrato 😂

Graciasxleer 😇

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro