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Jimin

Llegamos a el departamento, estaba muy cansado force mucho mis piernas al hacer esa estúpida coreografía, parecían una gelatina y cada paso era el infierno, mas no lo mostraba a Yoongi pues el también parecía cansado y no quería ser una carga mas, no ahora.

Su lindo rostro reflejaba furia su antes arreglada imagen ahora era lo contrario, su camisa estaba arrugada y sucia al igual que sus pantalones, quería preguntar por ello, no podía evitar sentirme preocupado por el.

Ambos estamos en el elevador, el mantiene su vista al frente, con la misma expresión mientras que yo me recargo en una de las paredes, miro mi reflejo en el espejo y yo seguía igual de impecable solo que con una cara de aburrimiento, lo cual me hizo sentir orgulloso por ello, sonreí un poco animando mi ambiente, no sirvió de mucho por que el aura de Yoongi lo arruinaba. 

Tal vez necesita un poco de mi cariño y hospitalidad ; me acerque a el con un poco de miedo y acaricie su cabello revuelto.

- Sabes que puedes confiar en mi - le dije en un susurro sonando lo mas tranquilo posible, el me miro con sus ojos oscuros por el enojo y solo asintió restandole importancia a mi amable gesto, su expresión cambio a una neutra y se mostraba mas relajado lo cual me alivio un poco. Llegamos a el piso donde estaban nuestros departamentos, caminos por los largos pasillos en silencio, seguía serio y eso no me gustaba.

- ¿Quieres un trago? Yo invito- propuse para relajar el tenso ambiente rompiendo el hielo.

El me miro por unos segundos, detuvo sus pasos en seco y yo hice lo mismo por inercia, sus ojos miraban los míos, me intimido su miraba y la desvié con vergüenza, tal vez estuvo mal decir eso. 

- O-olvidelo... -No quería mirarlo a los ojos sabía que me miraba sin una pizca de amabilidad tal vez su mirada solo decía "No mames Jimin" seguí mi camino, esperaba que su mano me detuviera de la muñeca pero no paso ¿tan malo fue su día? tal vez no debería molestarlo más, es homofobico y yo homosexual; tal vez debería olvidarme de el después de todo solo somos simples vecinos ¿verdad?.

Llegue a mi departamento con las piernas muy adoloridas tal vez mas de lo que ya venían me quite los zapatos y entre a mi departamento  hice mi rutina de noche con las mascarillas que tanto me gustaban pero al ponerme una me mire a el espejo de mi baño iluminado ¿por que me ponía esas cosas? me pregunte a mi mismo y me di cuenta de que lo hacia por el. 

Empece a usarlas para atraer lo que no me merecía, siempre lo hacía había usado demasiado tratamiento para atraer a los chicos, siempre fue así, admito que me gusta verme bien y ser coqueto con los demás pero mi rostro era lindo ¿verdad? ¿que pasaría si las dejara de usar? ¿que pasaría si dejo de vestirme bien todos los días?. 

Y ahí fue cuando me di cuenta de la vida tan hipócrita que vivía, mis amigos solo estaban conmigo por que soy lindo, mi familia empezó a notarme por ello, no por mi personalidad al igual que los novios que he tenido a lo largo de mi corta vida todos son amables conmigo por que hago mis tareas y yo se las paso. Recordé aquella vez que me vestí con una falda demasiado corta para su gusto y yo me sentí como una puta, me escondí en el baño hasta la madrugada que tuve el valor para salir e ir a mi casa.

Lo hacía para agradarles a las personas. 

Me enoje y quite la mascarilla de mi cara bruscamente me puse mi pijama y me acosté sin siquiera cenar o lavarme los dientes, intente dormir mas no pude por el enojo, después ese enojo se convirtió en tristeza comencé a llorar por todo, no solo por el echo de que me ponga mascarillas si no también por que todo me estaba saliendo mal ultimamente, en realidad mis piernas no duelen por una coreografía difícil si no por que tuve que hacer mas vueltas y saltos como castigo de mi profesor, me equivocaba a cada segundo por pensar en el estúpido de Yoongi, lloré mas fuerte por el, mi amor no correspondido duele ¿por que te enamoras a lo pendejo Park?.

Maldito imbécil

Me dije a mi mismo. 

Seguí llorando hasta que mis lagrimas se acabaron y mi mente cansada se puso a dormir.  

Yoongi

- ¡NO PUEDO CASARME CON ALGUIEN QUE NI SIQUIERA CONOZCO! -le grite a mi madre ella solo me miro, su mirada era como si me digiera "madura ya" ella rodó los ojos y siguió maquillandose mirando el espejo con mas atención que a mi. - ¡A parte es hombre!¡Soy heterosexual!.

- Yoongi baja la voz, no pelearé contigo, esta decidido, tu maldito padre renuncio y necesitas casarte si quieres tu puesto como presidente de la empresa. - hablo con su jodida voz de vieja mimada, no me culpen por llamarla así, lo único que ha echo por mi fue darme a luz y eso por que fui un accidente.

Realmente quería hacer un berrinche enorme, era mi hora de salida y ella solo viene a joderme con que tengo que casarme con uno de los socios de papá. Jale mis cabellos con fuerza, no me importaba quedarme calvo en ese momento, realmente estaba furioso.

-Mira, es simple - ella hablo otra vez con su voz femenina y castrosa - Lo cite en un restaurante mañana, ya te envié la ubicación en tu celular exactamente a las 8, tu llega una hora antes para recibirlo bien, y simplemente le pedirás matrimonio y listo así de fácil- me dijo indiferente yo solo la mire con enojo y me levante.

- Esta bien - acepté- pero no prometo tratarlo como un esposo, solo lo llenare de lujos y con eso se conforma- me retire haciendo una sutil reverencia a mi madre, fui a el estacionamiento tropezando torpemente haciendo que mi maletín se abriera y dejara caer algunos papeles importantes.

- Mierda.. - espesé a correr por ellos, el viento parecía querer llevarlos, corrí como idiota para alcanzar una puta hoja que confundí con el papel importante que según yo se había soltado.

Eran los dibujos tontos que solía hacer cuando estaba aburrido, gruñí y los tire a un charco de agua, me dí cuenta de que mi traje estaba arruinado al igual que mi cara.

Hoy fue un día de la chingada.

Suspire y fui a mi auto manejando a la universidad de mi vecino, el camino fue lo único tranquilo que tuve en mi día me estacione en frente de el, el yacía en una banqueta sentado, cuando vio mi auto se subió y ni el ni yo dijimos algo, a decir verdad lucía cansado, seguro su día fue peor que el mio. 

Llegamos a el departamento, no dije nada en el camino, no quería ya que seguramente iba a explotar y no quiero hacerlo llorar.

Sentí su mano acariciar mi cabello y me susurro cosas que no pude escuchar por mi dolor de cabeza, le reste importancia no creo que hubiera sido importante.

Salimos de el acensor y caminamos en silencio.

-¿Quieres un trago? Yo invito - Le escuche a duras penas me detuve y lo mire examinandolo, el desvío la mirada y se sonrojó sonreí un poco el podía llegar a ser tierno cuando quería. 

- O-olvidelo.. - se fue dejandome confundido, bueno, de todos modos no quería beber con este dolor de cabeza, me dirigí a mi departamento y me acoste en mi cómoda cama  y me dormí sin siquiera quitar mis zapatos. 

B R E N D A