•Perdiendo la razón•

Todo había pasado tan rápido, que Yoongi escasamente había notado lo que ocurría — no estaba completamente consciente como para darse cuenta de ello — porque ocho cocteles de Toblerone habían surtido su efecto junto al Vodka Devil's Spring, y ahora se encontraba en la pista de baile con Jimin de espaldas pegándose a él tanto como podía mientras sus caderas creaban un vaivén lento, y Yoongi marcaba sus movimientos sujetándolo de la cintura.

El ritmo de la música de pronto se coordinó con sus movimientos, estaban tan sincronizados y lo hacían tan bien que no pasó mucho tiempo cuando se escucharon pequeños quejidos y gemidos por parte de ambos, Yoongi afianzó más su agarre en la cintura de Jimin, y el rubio se restregó con más confianza del gran bulto que crecía cada vez más en los pantalones de Yoongi, quien gruñó bajo al sentirlo moverse allí.

La música cambió y ahora sonaba una canción latina muy pegadiza, que incrementó los movimientos de Yoongi y los convirtió en fuertes estocadas que Jimin aceptó muy dispuesto, abrazándose a la espalda del mayor con sus brazos y soltando pequeños gemidos de gusto.

El mundo se detuvo por un instante y los encerró en su propia burbuja. Mientras ellos se movían y disfrutaban el uno del otro, eran completamente ajenos a lo que sucedía con los demás; por lo que Jimin no notó como a unos metros, sus mejores amigos, Soobin y Yeonjun, se comían la boca, besándose afanosamente hasta quedarse sin aire y Taehyung junto a Taehyun sólo bailaban entre ellos (siendo los únicos que conservaban algo de raciocinio). Namjoon, el mejor amigo de Yoongi, por su parte, también se encontraba bailando y besando a una chica, que respondía al nombre de Hwasa.

Jimin giró, cambiando de posiciones, quedando de frente a Yoongi, pegado a su pecho. El pelinegro le sonrió escasamente, algo cansado, tenía la frente perlada en sudor y sus cabellos se pegaban a ésta, mojándose, haciendo que pasara una mano por ellos para apartarlos (atrayendo la atención del rubio), que creyó que se veía muy sexy mientras estaba sudado, por lo que se colgó de su cuello y lo atrajo a hacia él enredando sus manos en su nuca para besarlo.

A Yoongi lo tomó desprevenido el contacto, por lo que se quedó estático por un segundo, pero reaccionó y le devolvió el beso con hambre, adentrando su lengua caliente en la boca del menor, comenzando una danza apasionada que lo llevó a mordisquear el labio inferior de Jimin, haciendo lo mismo con su labio superior y después chupándolo. Jimin gimió complacido, con su mano libre hizo un puño una esquina de la camisa del pelinegro, asegurándose de que no se marchara de su lado. Yoongi lo tomó de las caderas y lo elevó lo suficiente para que Jimin pudiera enredar sus piernas en torno a su cintura, y así lo hizo, entretanto, Yoongi picoteaba los labios del menor repetidas veces, haciendo a Jimin reír porque los labios de Yoongi sabían a vainilla y chocolate (gracias al Toblerone).

No les importó ser observados de forma extraña por la gente a su alrededor, ya que al ser un bar heterosexual común y no uno bisexual, era muy raro para los demás ver a dos hombres besándose, pero ellos ni se percataron; mucho menos les importó dejar ése lugar sin la compañía de las personas con las cuales habían llegado, pidieron un taxi y juntos, se bajaron frente a un edificio medianamente lujoso y se adentraron en el.