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•Experimentado•


En cuanto pisaron el elevador y las puertas se cerraron, Yoongi arrinconó a Jimin contra la pared de aluminio y lo tomó de los muslos, inmediatamente el rubio volvió a enredar sus piernas en la cintura del mayor al igual que media hora antes, la entrepierna de Yoongi chocó contra la suya y hizo fricción en su parte baja, cortándole la respiración, entonces el pelinegro centró su atención en el cuello de piel cremosa del menor, acercó su boca a la clavícula derecha y empezó a lamer de forma lenta y torturosa, arrancándole a Jimin quejiditos y suspiros temblorosos. Su cuello y todo su pecho eran sensibles a cualquier tipo de estímulo, por lo que si Yoongi se enfocaba ahí...él estaría perdido, se convertiría en una gelatina andante con los sentimientos a flor de piel que estaría dispuesta a lo que sea por sentirse tan bien nuevamente.

Yoongi hizo un camino de besos y lamidas hasta la mandíbula de Jimin, chupó y mordisqueó a su antojo, después acercó su boca peligrosamente al labio inferior del menor y en lugar de besarlo, lo tomó entre sus dientes y comenzó a succionar, el rubio se deshacía en quejidos, sentía que estaba rozando con sus dedos la punta de una nube —siendo que ésto sólo era el inicio— y como también quería llevarse algo de crédito, tiró de las hebras de Yoongi hacia atrás, al tiempo en que se acercó a su oído y empezó a mordisquear su oreja, dejando besos en la parte de atrás y lametones en su nuca. Yoongi gruñó y ladeó la cabeza para darle a Jimin todo el acceso que quisiera, y justo cuando el menor estaba por hacer un chupón en la nuca del mayor, el timbre del elevador sonó, anunciando que habían llegado a su piso.

Al pelinegro se le escapó una sonrisita maliciosa al darse cuenta de lo que podrían haber estado haciendo de no ser por la breve interrupción.

Salvados por la campana — pensó.

Jimin, en cambio, estaba demasiado nervioso, y no lo podían culpar, ésta noche sería la primera vez en la que sería tocado por alguien más...bueno, alguien más aparte de Jungkook, aunque —según el rubio— los roces que tuvo con su pequeño novio no importaban, es decir...sí lo hacían, es que ¡Agh!... Le frustraba no querer experimentar con su pareja y sí con otros, a su novio le llamaba la atención el querer meterse en sus pantalones y hacerlo sentir deseo pero Jimin se sentía incómodo con su toque, sin embargo cuando Yoongi lo tocaba todo en él se encendía y deseaba más, en momentos así... Sentía tanta curiosidad por su cuerpo y por los diferentes tipos de placer que podía llegar a sentir, que terminó hartándose de la situación, él quería a alguien con experiencia, alguien que fuera compatible sexualmente con él, alguien que lo hiciera ver el mismísimo paraíso y hasta el infierno con sólo ponerle un dedo encima, que le pusiera caliente con una mirada y que se sintiera derretir con sólo un beso.

La noche anterior, cuando planeó su salida a escondidas con sus amigos, realmente no creyó que su plan tendría tanto éxito, ni tampoco que encontraría exactamente lo que estaba buscando, pero la sorpresa llegó, cuando se percató de que estaba caminando de la mano de Yoongi y se aproximaban a un apartamento de puerta azul; al entrar, Jimin notó que el lugar era sumamente varonil, casi tenía el sello personal de Min Yoongi en cada decoración, estancia o prenda, su perfume se esparcía en el aire, como si estuviese invitándolo sutilmente a dirigirse a la habitación del pelinegro — por la cual el mayor había desaparecido dos minutos atrás — y que quería inspeccionar por su cuenta.

¿Las almohadas de su cama también tendrán su perfume? — Se cuestionó en silencio, con una pequeña sonrisa. ¿Por qué estaba tan emocionado de pronto? Sólo iba a dormir con alguien, no era nada especial, pero él sí creía que era especial. Yoongi le había llamado la atención, no sólo por su bien parecido sino porque se notaba que era una excelente persona desde la distancia (no pregunten cómo lo dedujo), Jimin simplemente lo sabía, había algo en Yoongi que lo hacía ver tan...puro, y ¿Quién sabe? Podía estarse equivocando, pero estar allí se sentía correcto y haría que valiera la pena, incluso si sólo era por una noche, incluso si...no se volvían a ver.

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