[20] Vete a casa

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Barney y yo fuimos a casa de Ted, y cuando entramos nos encontramos una pizarra con dos soportes en medio del salón.

— Porque antes lo hacíamos a voleo. Este año, hemos seguido todos los partidos, marcadores, puntuaciones. No es la locura de las finales, es una concienzuda radiografía de las finales — explicó Ted a Lily.

— Vuestro equipo ha palmado hace veinte minutos — les dijo Barney, sosteniendo y enseñándoles su móvil.

— No sabía que jugaban hoy... — Ted y Marshall se sentaron. Barney me jaló y me sentó en su regazo con un suspiro.

— ¿Todo bien, chicos? — preguntó Lily.

—Algo muy extraño está pasando — le dijo Barney — Estábamos en una cita el otro día...

~~~ Una Semana Antes ~~~

Caminé por la acera con Barney, los dos riéndonos. Esa es una de las cosas que más me gusta de nuestra relación. Lo pasamos bien juntos.

— Oye, ¿quieres un perrito caliente? — preguntó él, señalando el puesto de perritos a unos metros de distancia.

— Sí, claro. Gracias — asintió y caminó hacia el puesto. De pronto, una chica rubia se detuvo delante de mí.

— Estás cometiendo un error — dijo ella. Alcé las cejas.

— ¿Perdona?

— Sé que ahora parece encantador, pero se tira el rollo solo para llevarte a la cama y luego te dejará una vez que haya terminado contigo. Acostarme con Barney Stinson fue el mayor error de mi vida. No cometas el mismo.

— ¿Qué-

Ella huyó y Barney regresó con dos perritos calientes. Me lo dio y miré alrededor buscando a la chica.

— ¿Estás bien? — me preguntó.

— Una chica se me acercó y me dijo que me alejara de ti.

— ¿Qué?

— Dijo que involucrarse contigo fue el peor error que ha cometido, y me dijo que no cometiera el mismo.

— Eso es raro — dijo él y asentí.

— ¿Me dices o me cuentas?

— Y luego, estábamos en el bar ayer — hablé.

~~~ Ayer ~~~

Estaba sentada en nuestro sitio de siempre con Barney, y mis pies en su regazo, leyendo un libro.

— Voy a buscar otro whisky. ¿Quieres uno?

— Por favor — moví mis pies y él se levantó. Entonces alguien del puesto detrás de mí me susurró al oído.

— Te lo advertí. Última oportunidad de dejar a Barney Stinson antes de que él te deje a ti. 

Barney volvió, poniendo mi bebida delante de mí.

— ¿Qué estás mirando?

— ¡Esa chica volvió! La de la semana pasada.

— ¿Adónde se fue? — preguntó él.

— No sé, la perdí otra vez.

— Parece como si ella te estuviera amenazando — dijo Lily preocupada.

— Sí, eso es lo que pensé — dije — Esto está empezando a asustarme.

—Sólo espera. Seguramente no volverá una tercera vez, ¿verdad? — preguntó Lily.

Lily estaba frente a nosotros, calificando papeles mientras yo nuevamente estaba leyendo mi libro.

— ¿Quién era el actor de M-A-S-H? El protagonista. ¡El... doctor de M-A-S-H! Se me ha olvidado — preguntó Barney.

— ¿Alan Alda? — dijimos Lily y yo al unísono.

— No — él se levantó, yendo al bar. Miré hacia arriba por un momento, y fue entonces cuando la vi.

— ¡¿Por qué me estás acosando?! — exclamé, haciendo que Lily mirara hacia arriba.

— Estoy tratando de ayudarte. ¡Toma mi consejo o te juro que te arrepentirás! — ella salió corriendo, desapareciendo entre la multitud.

— La viste, ¡¿verdad?! — pregunté. Lily asintió.

— Alan Alda. Era Alan Alda — dijo Barney, volviendo a sentarse.

— No te vas a creer lo que acaba de pasar — le dijo Lily.

— Ella volvió otra vez.

— Oh, Dios mío. ¿Dónde está?

— Se ha ido — dije.

— Bien, mantengamos la calma. Reflexionemos un poco. Una de las tías a las que he mentido, seducido y abandonado está intentando arruinar mi relación. No será muy difícil saber quién es.

— Mira, no sé lo que hiciste, pero esto me está asustando, Barney.

— Tal vez deberían mantenerse alejados por un tiempo. Hasta que resolvamos esto — sugirió Lily. Barney y yo nos miramos.

— ¿Qué quieres decir? ¿Cómo...romper? — le preguntó Barney, mirándome.

— No, no romper necesariamente. Tal vez sólo... deben evitar salir juntos en público por un tiempo.

— No. Quienquiera que sea esta chica, no va a asustarme para alejarme de Barney y de vosotros. Solo tenemos que averiguar quién es.

— Esto es una pesadilla. Alguna de las mujeres a las que he abandonado quiere arruinar mi relación. ¡Dios! ¿Por qué me pasa esto a mí? — preguntó Barney, mientras todos estábamos en el bar.

— Es el Karma — dijo Lily.

— Que va, no es Karma. Está haciendo striptease en las Vegas. Y nos llevamos bien.

— Si quieres averiguar quién es, ¿por qué no empiezas por repasar tu lista? — preguntó Ted.

— ¿Mi lista?

— Tío, no pretendas aparentar que no eres de los que lleva una lista con las chicas que se ha acostado — respondió Ted. Alcé mis cejas.

— Yo tengo una. Se llama licencia de matrimonio — dijo Marshall y él y Lily se chocaron los cinco.

— ¿Tienes una lista, Barney? — pregunté.

— No... por supuesto que no.

— Esto es un álbum de las mujeres con las que me he acostado — Barney puso el libro frente a nosotros. Me levanté, alejándome.

— No, no voy a mirar eso. Lily la vio, puede mirarlo — dije y Lily comenzó a mirar las páginas.

— ¿Qué te parece, Lil? ¿La reconoces?

— No lo sé, Barney. Sólo le vi la cara.

Salí al balcón y Barney me siguió.

— ¿Estás bien? — preguntó.

— Sí... bien. Es sólo que... es raro ser tu novia y escucharlos hablar de todas tus... conquistas.

— Las cosas son diferentes ahora, Lauren. Lo sabes, ¿verdad? — dijo y asentí.

— Sí... claro que sí. Yo sólo... me pregunto si soy o no una de ellas.

— Estás bromeando, ¿verdad? — preguntó. Me encogí de hombros — Lauren, nunca podrías ser otra conquista. No es así.

— Lo sé. Eso fue estúpido.

— Tienes razón, lo fue — tomó mi cara en sus manos — Lauren, ya no soy ese tío. Y tú definitivamente no eres una de esas chicas. ¿Cómo puedes pensar eso?

— No lo sé, Barney. Tal vez fue el hecho de que alguna chica pensó que yo necesitaba ser advertida — me arrepentí de mis palabras tan pronto como las dije. Se alejó de mí.

— Vale... lo entiendo.

— Barney... Yo no-

— Lo sé, hice muchas cosas terribles. ¿Por qué pensé que eso podría olvidarse?

— Eso no es lo que quise decir, Barney — le dije.

— Sí, entiendo lo que quisiste decir. Quizás deberías... irte a casa. Te avisaremos cuando la hayamos encontrado.

— Barney-

— Sólo... vete a casa, Lauren... Vete a casa — entró y yo suspiré, apartándome el pelo de la cara.

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