[3] Idiotas

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 Chicos, a medida que pasaban las semanas, nos volvimos mejores y grandes amigos de vuestra tía Lauren. Comenzó a salir a beber con nosotros, luego iba al apartamento con nosotros, y después de un tiempo, fue casi como si siempre hubiera estado allí con nosotros. Y eso era genial.

— Bueno, ¿qué tal la vida de casados? ¿Diferente o no? — preguntó Ted.

— Igual, prácticamente. Salvo que padezco el síndrome del túnel carpiano. Tengo calambres en la mano de escribir las notas de agradecimiento, mayormente — respondió Marshall.

— Sí, escribimos a todas horas. Hay que rellenar formularios, los cartapacios de defunción, las notas de agradecimiento...

— Alto, un momento. ¿Qué es un cartapacio de defunción? — preguntó Barney

— Es una carpeta que recomiendan que hagan las parejas casadas para que la conserven en caso de que el otro muera. Guarda cosas como direcciones importantes, números de cuenta, una carta para la otra persona, ese tipo de cosas. Lo aprendí el otro día en clase — respondí.

— ¡Oh, cierto! Eres una estudiante de derecho, ¿no? — preguntó Lily y yo asentí — Voy a pedir otra ronda.

— Gracias Lil.

— Soy un completo idiota.

— Sí... pero, ¿por qué? — dijimos Barney y yo a la vez antes de chocarnos las manos.

— No sabía que debía escribir una carta. Lo único que Lily encontrara en esa carpeta son unos extractos bancarios y una lista de chistes sobre qué hacer con mis cenizas.

— ¿Brownies de Marshall? — preguntó Ted.

— El número seis.

— ¿Eso no es técnicamente una forma de canibalismo? — pregunté.

— Ah... — los tres se quejaron.

— Soy un pésimo marido. No, no, escribiré esa carta para Lily esta noche y se acabó el problema.

— Eso es. A no ser... que fallezcas en ese intervalo de tiempo — dijo Barney.

— Oooh — hizo Ted estando de acuerdo con él.

— Pero, bueno. Eso no va a pasar.

— ¡Sí! Si hay algo que podemos afirmar con total certeza, es que Marshall Erikson no morirá antes de escribir esa carta — contesté.

— De ninguna manera, es más, reto a Dios a que se atreva a desatar su ira sobre--

— JA JA JA JA. Ya veo lo que intentáis. Sabéis que soy un poco supersticioso, y queréis acojonarme. Pues no ha colado, para que lo sepáis.

— Cinco... cuatro... tres... dos... — Marshall golpeó sobre la mesa tres veces, tiró sal detrás de él, y se puso de pie, girando en círculos.

— Sois unos cabrones — nos lo dijo antes de salir del bar, dejándonos en la mesa, riendo.

— Voy a ver si Lily necesita ayuda — dije levantándome y fui hacia ella.

Barney's POV

— Tío, Lauren es impresionante — me dijo Ted cuando se fue Lauren.

— Sí, ella es bastante genial — dije estando de acuerdo con él.

— Estoy pensando en invitarla a salir.

— No, Ted, no — discutí.

— ¿Por qué no?

— Porque, aún tengo un reto que completar.

— ¡No! Barney, ¡no! No te vas a acostar con Lauren. Vas a asustarla.

— Oh, no lo haré.

— Por favor, sí lo harás. Te acostarás con ella, nunca la volverás a llamar, y luego dejará de salir con nosotros sólo para evitar verte.

— Pero-

— Ah — me interrumpió él.

— Yo solo--

— Barney. No. Prométeme que no tratarás de acostarte con Lauren.

— Es solo--

— Promételo — dijo y suspiré.

— Bien. Te prometo que no intentaré acostarme con Lauren.

— Gracias.

— Sin embargo, si ella intenta acostarse conmigo...

— ¿Si quién intenta acostarse contigo? — preguntó Lily, ella y Lauren se sentaron frente a nosotros.

— Nadie — dijimos Ted y yo a la vez.

— Ok, voy a estar una ronda más, y luego me iré, tengo un papel que escribir — dijo Lauren, tomando un sorbo de su whisky.

— ¿Tal vez Marshall pueda ayudarte? — sugirió Lily.

— ¡Buena idea! Le preguntaré más tarde — Lauren está muy buena, por decir lo menos. Tiene el pelo castaño que llega a la mitad de su espalda, y la piel más o menos oscura y bronceada. Sus ojos son de un llamativo color verde brillante con marrón alrededor de los medios, y es delgada, pero con curvas al mismo tiempo. Ella se tomó el resto de su bebida, luego dio golpes con las manos sobre la mesa — Bueno... estoy fuera, perdedores. ¿Nos vemos luego? — dijo ella levantándose y yendo hacia la salida pero mirando hacia nosotros.

— Sí. ¡Adiós! — Lauren asintió y se fue — ¡ Oh Dios mío, la amo! — dijo Lily — ¡Ella es tan increíble!

— Lo sé, ¿verdad? — dijo Ted de acuerdo con ella.

Me tomé un momento para pensar en su personalidad a parte de su apariencia, algo que no hacía muy a menudo. Es una chica genial y divertida. Ella siempre entiende mis chistes, me choca la mano cuando la levanto, y eso es algo nuevo ya que mis amigos casi nunca lo hacen, y no tiene miedo de llevar traje si era necesario. Pensando en esto, entiendo a la perfección lo que Lily y Ted estaban diciendo.

Esta chica es increíble.

Lauren's POV

Cuando volví al bar al día siguiente, un grupo de chicas, entre ellas, Lily y Robin, escuchaban atentamente la historia de Gael.

— Mi tabla de windsurf flotaba a la deriva y el tiburón se estaba acercando. Dicen que hay que darle un puñetazo en el morro. Pero yo le dije, hermano tiburón, los dos somos hijos de la misma madre Tierra--

— Y soy un imbécil y no tengo buen sabor — levantó una mano y yo se la choqué.

— Es denigrante.

— Sí. Es denigrante. Hay que ver lo bien que se lo monta.

— Sí, tú y yo tenemos que ponernos de rodillas para conseguir que una mujer, bueno, que se ponga de rodillas — golpeé su brazo — ¡Ahh!

— Bueno, si quisieras una mujer para más que acostarte con ella, probablemente no tendrías que trabajar tan duro.

— Pero es que es denigrante. Todas las tías del bar están pendientes de la mínima palabra que pronuncia — dijo Barney.

— Yo no.

— Vale, todas las tías buenas del bar — golpeé la parte de atrás de su cabeza, claramente ofendida.

— ¡Ah! — Barney se quejó de dolor y Ted se rió — A ellas les gusta tanto porque es de fuera de la ciudad. Con una pizca de acento y una sonrisa inocente te lo llevas crudo.

— Sí. Y sin compromiso, en un par de días te has largado.

— Por eso no consiguen chicas como Gael. Empiecen a pensar más con vuestros cerebros, y tal vez tendrían más que él — les dije, pidiendo un trago y bebiéndolo entero. Por supuesto, ignoraron lo que dije.

— Ojalá fuésemos turistas.

— Sí... Ahora que lo dices, ¿sabes qué sitio estoy deseando visitar?

Idiotas. Estoy rodeada de idiotas.

Ese pensamiento que tuve en el bar solo se solidificó cuando recibí una llamada de Ted.

— Hey, ¿puedes venir a buscarnos?

— Claro, ¿dónde están?

— La 148th con la Avenida Brook.

— ¿A estas horas de la noche? Vaya, de verdad que sois idiotas.

— Entrad — tenían moratones por toda la cara — ¿Pero qué demonios? ¿Les asaltaron?

— Sí — respondió Ted con la mano en el ojo morado.

— Y luego Ted arruinó nuestras posibilidades con nuestros guías turísticas

— ¡Eran de Nueva Jersey! Dijeron que eran de 'casi Nueva York' — me contó él.

— Mierda. Sigo diciendo lo mismo. Ambos son idiotas — empecé a alejarme, calle abajo.

— Y lo peor es que no tuvimos sexo.

— ¡¿Dios mío, ¿eso es todo lo que te importa?! — le pregunté mientras conducía.

— Sí — respondió Ted por él.

— Psh, ¿qué? Eso no es todo lo que me importa. También me importa... ¡Los trajes! ¡Y Laser Tag!

— ¿Te gusta el Laser Tag? — pregunté sorprendida.

— Lo sé. Que le guste a un tío de su edad es raro, ¿verdad? — preguntó Ted.

— ¿Estás bromeando? Me encanta el Laser Tag — Barney se dio la vuelta. 

— ¿Qué paaasa? Chócala.

— No, gracias. Estoy conduciendo.

— ¿Entonces un auto choque?

— Ahí lo tienes.

Dejé a Ted y luego llevé a Barney a su casa.

— ¿Sabes? Deberíamos quedar alguna vez para ir a jugar Laser Tag — sugerí.

— ¿En serio?

— ¡Sí, por supuesto! Nunca he tenido amigos de mi edad a los que les guste el Laser Tag.

— ¡Lo sé! ¡Yo tampoco! Bien, hagámoslo. ¡Va a ser Legen -espera- dario! — rodé los ojos.

— Tú, Barney Stinson, eres un verdadero idiota. Sal de mi coche — se echó a reír, saliendo del coche y entró en su edificio. Es raro. Hace solo unas semanas, no podía soportarle y ahora... creo que podría tener el potencial para ser mi mejor amigo.

Barney's POV

Oh, Dios mío, Barney, ¿en qué te has metido?

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