—Revisé como tres veces tu armario y no encontré nada que te haga ver como alguien... Pues mala —fue lo primero que dijo Yuna, mientras entraba nuevamente a la habitación de Yeji, pero esta vez con una caja en manos.

Cerró la puerta con el pie y dejó la caja a lado de su amiga semi desnuda, sentada en su cama.

—¿Te fuiste un rato a tu casa para traerme tu ropa? —preguntó sorprendida.

—Mi ropa nadie la toca, así que traje la de mi hermanastra —explicó, mientras sacaba algunas prendas de aquella caja.

—¿Tzuyu sabe?

—Pff, para nada —bajó el objeto al suelo una vez que escogió todas las prendas y las extendió en la cama ajena—. Ponte esto y veré que tienes de joyería.

Y mientras la mayor de vestía, Yuna estaba buscando algún accesorio extra que pueda usar.

—¿Así? —llamó la chica, cuando terminó de vestirse.

—Sí, pero no —respondió al verla, dejando las cosas que había agarrado en la cama y acercándose a ella.

Empezó por desabotonar la camisa, dejando al descubierto uno de sus hombros, subió hasta su cintura la media de red y por última, terminó de colocarle los accesorios que había agarrado.

—Ahora sí.

La pelinaranja caminó hasta verse en el espejo que tenía y quedó asombrada por el resultado, una pequeña esperanza se prendió en su interior al pensar que tal vez así pueda llamar la atención de Jisoo.

—¿Cómo te sientes con este atuendo? —preguntó la de cabellos negros.

—No lo sé, bueno sí, pero no sé cómo explicarlo.

—Sea como sea que te sientas, actúa así —dijo, mientras arreglaba el cabello de Yeji—. Intenta no interesarte por las clases y que no te preocupe que te echen.

—Anotado.

***

La primera clase del día había empezado y como siempre, Yeji se sentaba a lado de Jisoo, ambas chicas estaban concentradas en la clase, o eso fue así, hasta que la mayor recordó las palabras de Yuna.

"Intenta no interesarte por las clases".

Cuando recordó aquello, dejó el lápiz encima de su cuaderno, estiró su cuerpo y se acomodó para poder dormir.

Aprovecharía eso para recuperar el sueño que había perdido la noche pasada por haber pensado en Jisu.

—Yeji, hey —susurró la menor, picando el cuerpo ajeno con su lápiz—. No te duermas, si la maestra te pilla te va a echar.

Su cuerpo se tensó, pero...

"Que no te preocupe que te echen".

—Cómo si eso importara —murmuró, manteniendo los ojos cerrados y sintiendo como el sueño enserio la estaba consumiendo.

—Maestra —llamó una de las alumnas sentada detrás de la chica dormida—, Hwang está durmiendo, es injusto.

—Déjala, a diferencia de ustedes, ella sí estudia arduamente y se merece este descanso —el resto de la clase murmuró un sonoro "uuh" sin darse cuenta que el insulto iba dirigidos para todos—. Tontos —bufa bajo, siguiendo con su clase.

Yeji, que aún no quedaba del todo dormida, esbozó una pequeña sonrisa, cual no pasó desapercibida por la castaña a su lado.

Esa pequeña sonrisa, hizo a Jisoo enamorarse más de su amiga.