28 - [ 2O2O ]

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Corrió al gimnasio con cuidado de que nadie más la viera, aunque era casi imposible ya que los estudiantes salían y entraban de los aulas constantemente. Entró al lugar primer mencionado y fue hasta la puerta trasera para salir por ahí, no tardó en reconocer la voz de JiSoo, pero lo que más le sorprendió era que estaba gritando. Al salir se encontró con el chico en los brazos de otro chico que no conocía, JaeBeom; suponía Lisa.

—JiSoo. —llamó Lisa y sólo recibió una mirada por parte de la nombrada.

Una mirada que no pudo reconocer, ¿Era enojo, tristeza, coraje o dolor? No pudo entenderlo.

Nicha jaló a Lisa hasta el interior nuevamente y la llevó hasta vestidores, obligándola a sentarse en una de las bancas.

—¿Minnie? ¿Qué estás haciendo? —intentó levantarse pero la menor la sujetó de los hombros.

—Ya vámonos —frunció ligeramente su ceño—. No me importa si debes hacer algo más, ¡Nos vamos ahora! —agarró la muñeca de Lisa para fijar la fecha en el reloj, pero la mayor se apartó de forma brusca.

—Te dije que me dieras solamente hoy, el día no ha acabado. —se puso de pie y retrocedió un poco.

—Nos vamos a fusionar con esta línea Lisa. Lo de la biblioteca, tu forma de actuar con YoungJae, eso sólo fue parte de la fusión —suspiró frustrada y miró a su alrededor, necesitaba una manera de convencerla—. ¿Quieres arriesgarte sólo por respuestas? ¿De verdad estás dispuesta a ya no tener voluntad y vivir aquí? Donde Minnie no existe, donde JiSoo y tú no son nada.

La expresión en el rostro de Lisa se suavizó, era cierto que sentía su personalidad cambiar al igual que ese recuerdo llegar. No podía imaginarse vivir en un lugar donde JiSoo la odia, porque probablemente ahora la odiaba... Aunque, ¿Siquiera iba a recordar que viajo en el tiempo? ¿O se iba a fusionar por completo?

Pero tampoco quería vivir sin su mejor amiga.

—No sé qué hacer... —tapó su rostro con sus manos y cerró sus ojos.

—Lisa...

Unos ligeros golpes se escucharon en la puerta de los vestidores, eso hizo que ambas Tailandesas miraran a esa dirección manteniéndose en silencio unos segundos para entender de quién podría tratarse, ya que alguien pudo haberlas escuchado y si era así, estaban muertas.

—Lisa... —se escuchó la voz de JiSoo, luego un suspiró largo se oyó—. Joder, esto es realmente vergonzoso... —aclaró su garganta tanto para poder decirlo como para librarse del nudo en la ya dicha—. Sólo quiero disculparme por lo anterior... Tenías razón.

Lisa frunció su ceño y dio un paso a la puerta, la voz de la pelinegra mayor sonaba apagaba y temblaba, no la había escuchado así y era algo que le afectaba, le dolía en cierta parte. JiSoo estaba siendo herida, es algo que creyó que jamás iba a apreciar. Al dirigir la mirada a Nicha ésta hizo una mueca.

—Tengo que ayudarla... —susurró hacia su mejor amiga—. Aquí no somos amigas pero... Debo estar con ella.

—Déjala Lisa, si nos vamos ahora todo esto va a desaparecer... Ella no estará sufriendo. Y aunque lo esté... Ella no es tu JiSoo. —se acercó a Lisa y tomó sus manos, entrelazando sus dedos.

—No puedo dejarla, sigue siendo JiSoo... Ella me ayudó, tengo que ayudarla también. —intentó zafarse del agarre ajeno pero no pudo, la menor era más fuerte.

—Vamos a arreglar todo esto y podrás vivir como antes, ¿De acuerdo? —acarició los nudillos ajenos—. Estarás con tus amigos...

—Pero tampoco quiero dejarte... —puso sus manos en su cabeza y comenzó a caminar de un lado a otro—. No puedo decidir sobre mi pasado y... ¿Mi presente?

JiSoo se apoyó en la puerta y lentamente se deslizó hasta llegar al suelo, eso Lisa lo pudo percibir gracias al ligero ruido que había hecho al deslizarse, además pudo observar la sombra de la mayor en el suelo por debajo de la puerta. Mantuvo su mirada en esa dirección por unos largos segundos, no soportaba la idea de que JiSoo esté mal, hacía su pecho doler, pero...

—Ella está bien... —hizo una pequeña mueca y miró a Lisa.

Debía tomar una decisión.

—Bien... Ahora vámonos. —le sonrió levemente y ahí Lisa entendió que debía irse.

Rápidamente fijó la hora al mismo día en que viajó, en el día que inició todo pero en el 49, abrió el portal y no pudo evitar mirar una última vez la puerta de los vestidores, la sombra de JiSoo seguía ahí. Quiso correr a ella una última vez o siquiera gritarle que todo estaría bien, pero entendía que lo mejor era no hacerlo. Y así, cerró sus ojos antes de atravesar la luz azul.

JiSoo realmente está soportando mucho... Al menos ahora está rodeada de amigas.

Pensó antes de caer al suelo, le tomó unos segundos reaccionar, o mejor dicho querer abrir sus ojos, cuando finalmente lo hizo ajustó su vista para mirar a su alrededor, era su casa, observó por la ventana, aún había luz del día.

—Vete. Quizás ahora todo se arregle si te vas. —con cautela se puso de pie al mismo tiempo en que ayudaba a Lisa.

—No quiero irme sin ti... —miró el suelo un poco aturdida.

—¡Eso no funcionó! Tú lo viste Lisa, si yo voy contigo, todo estará arruinado. Vete sin mí —hicieron contacto visual—. Yo pertenezco a tu pasado, JiSoo pertenece a tu futuro.

—Nicha, por favor... —volvió a abrazarla con fuerza—. No quiero perderte...

—Lis, por favor... Quiero lo mejor para ti. —también la abrazó, sin embargo, pasó su diestra para atrás y así lograr alcanzar el reloj, quitándoselo a la mayor.

Miró el reloj y frunció su ceño, era 12 de Septiembre, ya habían pasado dos días, al viajar en el tiempo éste había pasado tan rápido por los constantes cambios. Miró la hora antes de girarlo, era el medio día; Al viajar en el tiempo te dejaba horas después de la que viajaste, nunca retrocede las horas en el día, siempre avanza.

Seleccionó el 9 de septiembre y abrió el portal, Lisa se separó de inmediato por ésto y la miró sorprendida.

—¿Nicha? ¿Qué haces?

Tomó la mano de la mayor para devolverle el reloj.

—Cuídate tonta. —agarró sus mejillas para besar su frente—. Te amo, Lis.

—¡Minnie, espera! —intentó aferrarse a ella pero Nicha fue más rápida y la empujó hacia el portal.

***

¡Gracias por leer!

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