Capítulo 95: La batalla final. Parte 5

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Todos lo presente observaban desconcertados, Lucenda estaba haciéndole frente a Tarkus ella sola, pero al mismo tiempo había una gran incertidumbre, porque estaba poseída por la ira, y no padecía considerar al resto de los Loud como sus aliados. Luego de varios golpes Tarkus se detuvo, y se arrodillo por el cansancio. 

 –Debo reconocerlo mocosa – hablo la bestia – eres la primera humana que me está costando trabajo acabar contigo, y eso me enfurece – grito con fuerza – ¡Me enfurece muchísimo!

 Tarkus abre su boca y devora a Lucenda.

 –¡Lucendaaaaaaaaaaaaaa! – gritaron todos los presentes. 

 Parecía ser que la bestia se llevó a su segunda víctima; era lo que todos pensaban, pronto se darían cuenta que estaban equivocados. El monstruo lanzo gritos de dolor, fueron muy estremecedores, se movía de un lugar al otro, parecía ser que perdió el equilibrio, y luego su estómago se empezó a hinchar, fue tanto que parecía que iba a reventar, todos tomaron sus precauciones y huyeron del lugar a dirección de la casa donde estaban refugiados los hijos Loud y Rita; y tras varios minutos de agonía el monstruo reventó, su cuerpo se partió en dos, y todo el campo de batalla se bañó de su sangre, observaron que en el aire Lucenda estaba sana y salva, resguardada en aquella esfera de verde; parecía ser que ella misma se dejó devorar por Tarkus para dejarlo en ese estado. 

 Haiku era la única que permaneció a su lado en todo ese tiempo, estaba aliviado por que el objetivo por fin se cumplió Tarkus esta derrotado, pero no muerto, ella aún no ha desaparecido, lo sabe muy bien por su maldición, hasta que la bestia sea silenciada su alma permanecerá en este mundo. 

 –Por favor Lucenda tienes que despertad – grito Haiku – tienes que acabar con ese monstruo antes de que se regeneré. 

 Pero no recibía respuesta alguna por parte de Lucenda, ella permanecía atrapada en aquella esfera verde, y estaba inmóvil; entonces el espíritu analizo la situación, sobre el pasado de la adolescente de cabello negro; desde que ella vino a este mundo tuvo la importante misión de acabar con Tarkus, una enorme carga para una niña que se enteró de su principal misión cuando apenas tenía 10 años.

 Su madre, ella, y los miembros de la secta siempre la presionaron para cumplir tal misión, y a pesar de su muerte Haiku siguió insistiendo en dicho objetivo. El espíritu no se esperaba para alcanzar tal meta, ella tenía que comportarse como una bestia, alguien sin emociones y que solo buscaba destruir todo lo que veía a su paso, no sabía ahora cuál iba ser su siguiente movimiento, permanecía inmóvil en tal esfera verde; si pudiera llorar lo haría, porque no soportaba ver a Lucenda en ese estado, estaba arrepentida de no haber sido de mejor ayuda y no haberla comprendido, después de todo ella solo quería ser una adolescente normal, y toda esa felicidad le fue arrebatada.

 –¡Despierta! – exclamaba Haiku – por favor Lucenda despierta, estoy arrepentida por todo, merecías una mejor vida, no esta pesadilla – pero no había respuesta alguna, esto desconcertó mucho a Haiku, y empezó a lanzarle hechizos de ataques para descubrir si de esa manera podía romper esa esfera de aura verde – ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despiertaaaaaaaaaaaaa!

 –Es inútil, no está dando resultados – haiku voltea a ver y descubre que aquella voz se trataba de Lupa, tenía la cabeza ensangrentada, estuvo expuesta a la explosión de Tarkus pero por fortuna logro sobrevivir. 

 –¡Qué haces aquí! – exclamó Haiku muy desconcertada.

 –Estoy preocupada por mi hermana –dijo Lupa – tenemos que despertarla para el segundo round. Mira hacia allá – Haiku observa hacia la dirección que le indico Lupa, y se percata que el monstruo se estaba regenerando, sus dos partes del cuerpo se estaban uniendo – tengo que acercarme a Lucenda. 

 –¿De qué ratos estás hablando? – preguntó Haiku. 

 –Quiero que me teletransportes dentro de la esfera verde – aclaro Lupa. 

 –Estás loca, acaso quieres morir – expuso Haiku. 

 –Eres un espíritu, aunque lograras acercarte a ella no lograrás llamar su atención porque eres intangible – dijo Lupa – en cambio yo estoy viva, solo necesito que sienta mi calor. 

 –Hay un gran riesgo de que esa aura verde te pulverice– aclaro Haiku.

 –Estoy dispuesta a correr ese riesgo. 

 –No pienso hacerlo, no quiero ser partícipe de tu muerte, existe una gran posibilidad de que mueras, y tu padre me recriminará por haberte obedecido.

 –No tenemos muchas opciones, nos quedan pocos minutos antes de que Tarkus termine de regenerarse –Haiku estaba dudando ante el plan de Lupa – por favor Haiku, estaré bien, sobreviviré. 

 –Porque estas tan segura que dará resultado. 

 –Porque soy su hermana mayor, somos hijas de la misma madre, y aunque somos de diferentes universos en este corto tiempo he podido formar vínculos con ella. 

 La mirada de determinación de Lupa, hizo que confiara en ella, de pronto desde la distancia se podía escuchar los gritos de Lucycoln, estaba llamando a su hija cuando descubrió que ella no estaba en la casa con lo demás hijos loud; Lupa estaba firme con su decisión y Haiku le teletransporta dentro de la esfera verde junto a Lucenda.

Continuará... 

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