Capítulo 96: La batalla final. Parte 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lupa se encontraba junto a Lucenda, decide abrazarla para no caer al vacío, pero adentro de la esfera verde, el aura radiaba energía pura y la estaba afectando a la albina, sentía como una descarga eléctrica por todo su cuerpo, se lleno de heridas por toda su piel, y toda su ropa se estaba deteriorando. 

 –Tienes que despertad Lucenda, no nos abandones, todos confiamos en ti, eres mi hermana y te quiero, vuelve en ti, recuérdanos nosotros somos tu familia ahora, no estás sola.

 Luego de esas palabras Lupa ya no podía aguantar permanecer ahí así que dejo de abrazar a Lucenda, y cuando estaba a punto de caer es sostenida por su hermana, ella entre lágrimas siente un gran alivio luego de escuchar las palabras de lupa, en verdad la conmovieron y recupero la cordura. 

 La esfera verde desapareció, pero la chica de cabello negro no dejo de radiar el aura verde, descendió del cielo hasta el suelo sosteniendo a Lupa en sus brazos, la chica albina tenia el cuerpo muy malherido debido al estar expuesto a la energía que emanaba Lucenda; Lucycoln se acerca a sus hijas quedó devastado a ver el estado en que se encontraba Lupa, y rompió en llanto. 

 –No llores papá todo estará bien – dijo Lucenda. 

 La chica de cabello negro coloca su mano sobre la frente de su hermana, y el cuerpo de ella queda impregnando del aura verde, y cuando retira su mano todas sus heridas desaparecieron incluso reconstruyo su ropa maltrecha. 

 –Lucenda aprendiste a controlar tu poder – dijo Lucycoln. 

 –Sabía que lo harías – dijo Lupa. 

 –Gracias hermana mayor, siempre estás rescatándome – aclaro Lucenda. 

 –Para eso son las hermanas – respondió Lupa. 

 Juntaron sus manos entre sus dedos, pero este conmovedor gesto fue interrumpido por la amenaza de Tarkus, el monstruo logro regenerarse por completo, y estaba muy iracundo; Lucenda ya no sentía miedo, le sobraba valor, combatiría con todo su poder a la bestia Inter dimensional. 

 –Reúnanse con los demás – dijo Lucenda – Haiku acompáñalos. Es hora de ponerle fin a Tarkus de una vez por todas. 

 Lucycoln sostiene a su hija Lupa entre sus brazos y emprenden la huida, Haiku va detrás de ellos. ahora Lucenda controla al 100% su poder, toda la energía cuántica se manifestaba en aquella aura verde, lo domino por completo. Levito por los cielos rodeada de esa aura verde, y se miro cara a cara con Tarkus. 

 –Llego El momento que pagues por todo el genocidio que provocaste – dijo Lucenda muy seria.

 –Esta vez me encargaré de acabar contigo – dijo Tarkus – esta batalla se ha prologado por demasiado tiempo.

 –Creo que ambos coincidimos en eso. 

 Tarkus empezó a atacar propinándole un puñetazo, pero Lucenda lo esquivo, la bestia alzo vuelo trato de taqueara, pero ella corrió a una gran velocidad, que no logro alcanzarla, ahora la lucha se hacia en el cielo, los espectadores apenas y podían verlo, hubo un momento en que Tarkus perdió de vista a Lucenda, y la chica muy astuta se oculta a la espada del monstruo y le lanzo un hechizo de poder muy potente logrando que el monstruo cayera al suelo. 

 –Eso es Lucenda – aclamo Lyra quien presenciaba la pelea desde e refugio. 

 –Al fin lo logro – dijo Lilycoln, quien estaba limpiando las heridas del cuerpo de Lisa – ahora la balanza está a nuestro favor. 

 –Aún es muy pronto para segura una victoria – dijo Loalcoln. 

 –Lucenda recién acabar de dominar ese poder –dijo Lanacoln – tiene que ser más certera en sus ataques para acabar con Tarkus. 

 –Hay papá eres muy pesimista – dijo Leia. 

 –Y tú también papá – dijo Lizzy.

 –Lucenda sabes muy bien que no habrá otra oportunidad – dijo Lucycoln – es ahora o nunca acabar con esa bestia, tengo fe en ella. 

 –Tú puedes hermanita – dijo Lupa. 

 Lucenda empezó a lanzarle rayos y hechizos muy potentes a Tarkus, el monstruo estaba sufriendo heridas muy graves, pero este se regeneraba, el monstruo quería propinarle algún golpe, pero no podía ella era demasiada rápida para ser tocada. El monstruo retrocedió y guardo distancia. 

 –Debo reconocer que estas superándome, no he podido atinarte ningún golpe desde que estás en ese estado – dijo Tarkus– y por eso llego el momento de ponerme serio. 

 Tarkus abrió su boca, y miro al cielo, y absorbió una gran cantidad de energía, fue tanto que su cuerpo empezó a estirare, tanto que exploto, Lucenda pensó que el monstruo cometiria suicidio pero no fue así, todo el cuerpo que poseía resulto ser una coraza, ahora tenía una forma humanoide, las alas de murciélagos se tornaron de negro a gris, todo su cuerpo parecía de un primate y su cabeza parecía de una persona, salvo que era de color blanco, poseía ojos rojos, una larga nariz y dientes afilados; todo su cuerpo se redujo a 10 metros menos.

 Y cuando agito sus alas se movía a una gran velocidad, y ahora podía lanzar rayos de energía por la boca; cuando parecía que Lucenda tenía la contienda a su favor, nadie sospecho que Tarkus podía volverse más fuerte de lo que era.

 –Si quieres podemos dejar de luchar – dijo Tarkus – prometo que tu muerte será rápida. 

 –Debes estar bromeando maldita bestia – respondió Lucenda.

Continuará... 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro