Capitulo 37

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Bésame los labios la espalda, enséñame tus virtudes y tus mañas, regálame tus caricias y tus madrugadas, contágiame de tu alegría y de tu calma, enamórame el cuerpo y el alma - Andrés Ixtepan.

Las mallas alrededor de sus piernas, el vendaje en su tobillo para cuidar de él mientras aprendía el nuevo concepto de la coreografía. Bailaba con al gran espejo frente a ellos y Young-soo a su lado como era costumbre.

Después de haber dejado el vecindario de Taehyung, fue directo al trabajo, llegó unos minutos tardes por lo que esperó algún tipo de regaño por parte del instructor, pero solo obtuvo unas felicitaciones por su éxito en la presentación de Busan e inmediatamente iniciaron los ejercicios de relajación y seguir con la distribución de roles en la nueva coreografía. Nada fue diferente para él, siempre tendría a Young-soo como compañero de baile, eso implicaba ser el primer bailarín.

La noche llegó rápido, el sol dejó de colarse por los ventanales siendo sustituido por la luz de la luna y las farolas del exterior del auditorio que los actores habían dejado vacío hace una hora. Allí se encontraba bailando con Young-soo, quien después de tanto tiempo se quedó con el omega a ensayar.

Jimin no estaba pendiente de la hora, solo sabía que ya llevaba más de una hora practicando sus pasos de baile con ayuda de Young-soo. Le gustaba trabajar con él, porque conocía su cuerpo, sabía dónde sujetarlo sin que le molestara, conocía sus movimientos y como completarlos con los suyos, era fácil de aprender las coreografías cuando ya se conocía uno al otro de esa manera.

—Guarda energía en el medio tiempo para que puedas saltar y girar después sin que sea forzado —sugirió el alfa, luego de otro intento fallido, uno que empezaba a frustrarle.

Volvieron a bailar desde el inicio de la coreografía, ambos concentrados en cada paso. En medio de sus movimientos, Jimin estaba listo para saltar, pero cuando lo hizo, dio un paso en falso, vio como el suelo se acercaba a su rostro, pero fue sujetado por los fuertes brazos de Young-soo, evitando que éste impactara contra el suelo.

—¿Qué te dije de guardar energía? Omega testarudo —bromeó Young-soo al sujetar a Jimin por la cintura para que éste no se derrumbara, pero de todos modos el omega se dejó caer al piso, provocando que el alfa detrás de él casi cayera a su lado.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Young-soo viéndolo reír aún tumbado en el suelo. Ahora estaba a su lado, observando como el rostro de Jimin parecía iluminarse después de que estuvo todo el día tan concentrado y algo ido de la realidad.

—"Omega testarudo" —Jimin imitó la voz de su compañero—. Hablaste como un niño queriendo maldecir.

Young-soo solo pudo sonreír al ver como este seguía riendo de su cometario.

—Arriba, ya deja de reírte de mí —susurró tomando a Jimin de la cintura para poder levantarlo y hacer que éste quedara sobre sus pies aun riendo un poco.

Jimin se dio la vuelta para golpear el pecho de Young-soo al ver lo fácil que era para el levantarlo sin mucho esfuerzo. El omega le explicaba lo que haría para tener más coordinación en los saltos, pero cuando no obtuvo repuesta de su compañero y vio la expresión que tenía, con su atención en otra parte, miró por encima de sus hombros y vio a Yoongi recostado de una de las columnas en la parte trasera del auditorio y luego como éste se acercaba al frente del escenario.

No sabía cuánto tiempo llevaba allí, pero esperaba que no malinterpretara lo que sea que haya visto. Ni siquiera escuchó cuando llegó, así que no tenía idea de que tanto había presenciado en completo silencio. Jimin se aclaró la garganta y continúo dándole las indicaciones a Young-soo, quien vio a Yoongi detenerse en medio de los asientos, con sus manos entre sus bolsillos, luego miró a Jimin frente a él y se dio cuenta de que algo pasaba entre ellos.

El alfa esperó a Jimin fuera del edificio como era de costumbre, vio a casi todos sus compañeros y al notar que éste no daba señales, decidió entrar. Fue directamente al auditorio en el primer piso, porque sabía que probablemente Jimin estaba allí, lo que no esperaba era encontrarse al omega riendo a carcajadas, con Young-soo mirándolo casi embelesado.

Solo pudo pensar que mientras el provocaba en el lágrimas y malos ratos, otro alfa estaba haciéndolo reír a carcajadas. Casi gruñó al ver como éste se acercó a su omega y lo alzó con facilidad, pero vio que no fue necesario cuando el alfa detrás del rubio se dio cuenta de su presencia y seguido de eso Jimin también.

Hubo contacto de miradas entre él y Jimin, pero éste simplemente volvió a seguir en lo que sea que le explicaba a su compañero de baile. Dejó salir un suspiro al sentirse ignorado por él, caminó hasta el frente aun cuando el omega bailaba pasos sencillos junto al alfa a su lado.

—Jimin —masculló deteniéndose frente al escenario, esperando a que Jimin dejara de comportarse de esa manera, que dejara al alfa sobre el escenario y fuera con él.

El omega no había olvidado que tenía una cena pendiente con él, pero aún no se sentía con la confianza suficientemente como para enfrentarse a la conversación que tenían pendiente. Tenía miedo de volver a discutir, necesitaba arreglar las cosas pero eso no significaba que no tenía miedo de lo que podría pasar entre ellos o las cosas que dirían.

—Terminaremos esto y nos vamos, ¿sí? —le pidió el omega.

Yoongi solo asintió y decidió esperar sentando en la primera fila de los asientos, lo que no esperaba es que Jimin hiciera tres intentos de la misma coreografía, como si estuviera retrasando todo. Cuando Jimin propuso una "última vez", el alfa dejó salir un suspiro, listo para ponerse de pie e irse. Si Jimin ignoraría su presencia de esa manera entonces lo dejaría.

Estaba siendo egoísta, pero empezaba a enojarle las cosas que hacía el omega, enojado y celoso no era una buena combinación cuando quería arreglar las cosas con su pareja.

Young-Soo se despidió de Jimin al ver que el alfa tenía intenciones de irse, el alfa salió del auditorio y vio como Jimin bajaba del escenario con su mochila en manos luego de haber cambiado sus zapatillas de ballet.

—Perdón, por hacerte esperar —susurró el omega besando la mejilla del alfa en cuanto llegó a su lado, quien se quedó en silencio, solo tomó el bolso del

omega y caminaron juntos hasta el auto.

—¿Qué estás haciendo Jimin? —cuestionó Yoongi al arrojar la mochila al asiento trasero.

—Solo quería estar preparado para mañana, no es para tanto, ya te he dicho que Young...

—Que Young-soo tiene una omega, que esta entrelazado y un montón de otras mierdas. ¿Acaso no ves cómo te mira? —cuestionó mirándolo con una ceja levantada. Jimin suspiró recostando su cabeza del vidrio de la ventanilla.

—Ahora estás haciendo una escena de alfa celoso, ¿crees que es el mejor momento para hacerlo? No me mira de ninguna manera, solo estas siendo paranoico —consideró Jimin alzando los brazos, exasperante.

—Me parece un poco inmaduro este comportamiento tuyo, si quieres tiempo para asimilar todo lo que está pasando, dímelo y te lo daré —señaló alzando su voz más de lo que pretendía—. No me hagas esperar por ti, ir detrás de ti y hacerme sentir que tengo la culpa de todo, cuando no fui el único que dijo cosas hirientes.

—Por favor, ¿recuérdame por qué estamos discutiendo otra vez? —preguntó inclinándose levemente al frente.

—Olvídalo, da igual —susurró Yoongi encendiendo el auto y conduciendo hasta el restaurante donde ya ha pedido su comida para recoger. Dejó al omega esperar en su auto y volvieron a casa en el mismo silencio después de haber peleado, otra vez.

—Cuando quieras, hablamos civilizadamente, mientras tanto, me ducharé y cambiaré de ropa —sugirió el alfa—. Puedes usar el baño de invitados, re dejaré una de mis camisetas para que este cómodo.

—Alfa —susurró Jimin, pero Yoongi siguió su camino hasta la recámara luego de haber dejado la comida sobre la mesita en el entarimado detrás del sofá de la sala.

Ambos hicieron lo que tenían que hacer por separado, Jimin estrujó sus ojos con desesperación debajo de la ducha. Estaba provocando otra discusión innecesaria con el alfa, si, él estaba celoso de Young-soo, pero una vez más, él no tenía menos culpa.

Lo hizo esperar casi dos horas cuando había aceptado cenar con él y prefirió quedarse a bailar con su compañero, pero nada de eso Yoongi lo sabría si no se lo contaba, solo estaba pensando las cosas, mientras menos decía más empeoraba.

En cuanto salió de la ducha, con el cabello húmedo y una camiseta negra del alfa que le quedaba a menos de la mitad de sus muslos. Encontró a Yoongi sentado sobre los cojines frente a la mesita, donde reposaba la comida servida en platos.

Jimin agradeció por la comida y comió tan solo dos bocados en silencio, no aportaba seguir peleado con Yoongi y éste parecía estar concentrado en lo que comía.

—Perdón, por ser un egoísta inmaduro, por gritarte anoche, estaba tan enojado que ni siquiera me tomé la molestia de escucharte. Sé que son solo excusas, pero estaba pasando por tantas emociones juntas que solo elegí enojarme con todos y por todo, estaba al borde la locura —se disculpó Jimin con la mirada en la mesa.

—Está bien, yo fui un poco insensible al decírtelo en el peor momento. Tampoco debí mencionar lo de tu marca, quiero que sepas que no lo dije con esa intención, no me molesta, sé que hirió tus sentimientos y quizás revivió recuerdos que no querías tener, también fui egoísta —susurró Yoongi con la mirada puesta en su comida.

No tenían las agallas de mirarse a la cara mientras se disculpaban.

—Entiendo la situación en la que estabas con mi madre, no es tu culpa ser una persona de palabra, es mía por no tratar de entenderte. Solo...

—Es entendible, Jimin, tu padre, a quien no conocías hasta hace unas horas, llegó de la nada y puso todo tu mundo de cabeza, entiendo que te sintieras enojado, aún más al saber que yo te lo oculté; la poca confianza que me he ganado contigo se perdió cuando decidí no contarte —consideró.

—No, nuestra confianza no se perdió, alfa —le aclaró Jimin, levantando su mirada—. Entiendo porque lo hiciste, yo hubiese hecho lo mismo, sí, me molestó, pero solo eso —le aseguró tocando su mano sobre la mesa.

—Por favor, perdóname por todo, también por ser un alfa posesivo y celoso, verte reír con Young-soo fue como una patada en las bolas cuando lo único que has hecho conmigo es llorar, y odio verte llorar fuera de la cama —admitió Yoongi provocando una pequeña risa en el omega.

—Yo soy quien tiene que disculparse aquí —dijo Jimin—. Hacer ese comentario de tu madre, fue muy egoísta, hiriente, no sé cómo puedes querer seguir conmigo después de haber dicho eso.

—Y también te la has ingeniado para ignorarme tanto como pudieras —señaló el alfa entrelazando sus manos con las del omega—. Me desespera no poder aclarar las cosas.

—No es que te estuviera ignorando, es que... me siento como una mierda de persona después de haberte dicho eso, que me busques e intentes con tanta vehemencia arreglar las cosas solo me hacía sentir más avergonzado contigo —admitió Jimin—. Tienes razón con lo de mamá, siempre la tuviste, pero entiende, soy yo quien sufre de las consecuencias de su dolor y si vuelve a pasar...

—Si vuelve a pasar, yo estaré a tu lado apoyándote. No esas solo, Jiminie —susurró Yoongi acariciado el dorso de la mano del omega—. Sé que es tú madre y quieres protegerla, lo entiendo perfectamente, pero no tienes que controlar todo lo que pasa a su alrededor, hay cosas que no dependen de nosotros.

—Lo sé, eso es lo que más me molesta.

—Con relación a lo de mis padres, no te preocupes mucho, no es la pelea vez que me dicen algo como eso, pero si me hirió que viniera de ti.

—Perdón —susurró bajando la mirada—. Fue estúpido y muy cruel decirte eso, joder, ¿qué clase de novio soy si al enojarse lo primero que hace es lastimarte?

—Hey —Yoongi dejó ir su mano y se sentó a su lado—. Mírame —le pidió sujetando su rostro con ambas manos.

—Soy lo peor, hasta usaste tu voz de mando conmigo —murmuró.

—Eso fue impulsivo, perdí el control de mis emociones. Perdóname por eso también, solo empeoró, te puse en peligro porque querías huir de mí.

—No fue porque usaste tu voz de alfa, solo quería estar solo. Si, también fue un comportamiento impulsivo e inmaduro salir de esa manera. Tu solo querías cuidarme, lo entiendo —masculló Jimin juntando su frente con la del alfa.

—Lo que quería decirte es que, eres el mejor novio, Jimin. Independientemente de lo que nos hayamos dicho anoche, eso no te hace menos merecedor de mi amor y espero que igualmente lo sea para ti —consideró Yoongi rozando su nariz con la del omega.

—De todos en este mundo y esta vida, eres quien más merece mi amor, alfa —afirmó Jimin en un susurro—. Te quiero tanto, tanto.

Yoongi sonrió y en ese segundo juntó sus labios con los de Jimin. Un beso apasionado, lento, lleno de sentimientos, mismos que expresaron no solo en palabras, sino también con la mirada que se dedicaron antes de unirse en un beso que sellaba lo antes dicho. Para ellos era la mejor manera de hacer los pases y mantenerse estable.

—Termina de comer —señaló el alfa, arrastrando su plato hacía él para seguir comiendo junto al omega.

—¿Cómo te fue con Taehyung? —cuestionó el alfa.

—Bien, hablamos mucho y nos abrazamos mucho también —contestó Jimin antes de llenarse la boca de comida.

—Fui a ver a Jungkook después de dejarte, almorzamos juntos, se veía bien, hace meses que no se veía así de bien, lo que sea que esté haciendo para recuperarse, le está funcionando —comentó el alfa cortando los trozos de carne de su plato para dejarlos en el plato de Jimin.

—¿Crees que esté superando a Tae? —preguntó comiendo los trozos de carne que el alfa le dio.

—Es posible que lo esté intentando, no se veía tan demacrado, volvió a su peso normal y a ser tan hablador como para llamarme hyung cada cinco segundos —explicó sin poder evitar sonreír.

—Qué bueno. Yo no puedo decir nada de eso de Tae, él está más hermoso que nunca, pero más delgado y sus feromonas solo delatan lo triste que su lobo está —masculló Jimin—. ¿Crees que vuelvan a estar juntos?

Jimin había visto a Taehyung y a Jungkook durante la separación y al saber que Jungkook cada día mejoraba un poco más, le hacía dudar de que realmente volvieran a estar juntos. Puede que el haya pasado por un lazo roto antes y quizás por eso era más fuerte, pero entonces se recordó que Taehyung era su destinado y se supone que debía ser lo contrario, pero se alegraba de saber que había encontrado la manera de sobrellevar el dolor.

—Esto es lo que creo, a él le sigue doliendo su partida, y no sé qué pretende Taehyung, pero sé que no será fácil para Jungkook volver a verlo después de tanto tiempo y recibirlo como si nada pasó —comentó el alfa —. También he pensado que Jungkook no lo ama por ser Taehyung, sino porque es su destinado y eso es una jodida mierda.

—¿Qué?, ¿por qué crees eso? —preguntó Jimin sorprendido por el comentario de su alfa.

—Porque él no estaba listo para conocerlo y tampoco quería hacerlo. Lo que creo que es aprendió a amarlo porque es su destinado, estoy seguro que lo mismo pasa con Taehyung, pero quienes somos nosotros para juzgar a la madre Luna y a quienes decide emparejar de por vida.

Jimin no dijo nada más, no quiso decir nada porque entendía la posición en la que estaba el alfa, quería proteger a Jungkook, lo trataba como su hermano menor y desde su perspectiva, Taehyung solo le hacía daño, ambos se hacían daño.

Terminó de comer en un silencio que no fue incómodo para ellos, la mano del alfa estaba en su rodilla mientras éste estaba sentando en forma de indio con parte de su pierna apoyada en la del alfa.

—Alfa, toca el piano mientras lavo los platos, me relaja escucharte tocar —le pidió Jimin mientras ambos dejaban los platos en la encimera junto al fregadero.

Yoongi besó su frente e hizo lo que le pidió el omega, corrió las cortinas de la sala de estar para apreciar la noche mientras tocaba una dulce melodía para Jimin.

Tocó una canción completa, viendo como la Luna se elevaba cada vez más en el cielo. También era relajante para él ver las luces de las estrellas y los edificios frente al suyo, el esplendor de la luna que atravesaba sus ventanales polarizados, todo eso acompañando del dulce sonido que provocaban sus dedos al deslizarse por las teclas del piano con destreza, sentir el aroma de Jimin cerca hacía de aquella escena aún más memorable.

El alfa se levantó de su butaca al terminar la canción, se acercó a la cocina con la intención de ayudar a Jimin con los platos, lo que no esperaba era encontrarse con tal escena. El omega se encontraba encima de una de las sillas del comedor, guardando en los gabinetes los platos recién fregados.

Observó como Jimin levantaba su brazo para colocar el plato dentro del cajón, haciendo que la camisa se levantara lo suficiente como para mostrar su ropa interior, pero no había nada, solo su piel expuesta; al darse cuenta casi se atragantó con su propia saliva.

—Maldición, ¿No llevas ropa interior debajo de mi camisa? —preguntó el alfa de pie detrás del omega, quien dio un pequeño brinco al escuchar la voz de Yoongi. Estaba ido de la realidad, tanto que siquiera se dio cuenta cuando el alfa dejó de tocar el piano.

—Mierda, que susto —dijo con una mano en su pecho—. No, hace demasiado calor para tener tanta ropa puesta, ¿eso te molesta? —preguntó desinteresado antes de volver a lo suyo.

—En absoluto —susurró el alfa admirando las piernas trabajadas de Jimin, se acercó lentamente sin dejar de mirar lo poco que podía cada que se levantaba un poco la camiseta y mostraba a medias el trasero al desnudo del omega.

—¿Por qué tus gabinetes son tan altos?

—Utilizó la misma técnica que tú ahora —susurró Yoongi con voz ronca. Tener a Jimin frente a él, en aquella posición, con su camisa y sin nada debajo era algo a lo que definitivamente su cuerpo reaccionaría al instante.

Ver desde su lugar la silueta semidesnuda de su omega, empezaba a excitarle. Jimin no tenía que hacer mucho para provocar una erección en él, y ese momento era la prueba de ello.

Jimin estuvo a punto de decir algo cuando sintió las manos del alfa deslizarse por sus muslos y luego por su trasero hasta levantar la camiseta, exponiendo su cuerpo desnudo de la cintura hacia abajo. Lo siguiente que sintió fue un mordisco en sus nalgas, luego un par de besos, seguido de un "mmm" por parte del alfa que lo sujetaba por las caderas con la intención de mantenerlo justo donde estaba.

—Eres mi debilidad, Jimin —susurró besando el trasero del omega, causando en este un cosquilleo que se empezaba a evidenciar en su intimidad—. ¿Cómo te atreves a andar por mi casa con mi camisa y sin nada debajo? Y esperar a que yo no haga nada, si hubiera sabido esto antes, ten por seguro que te comería a ti en lugar de ese estúpido bimbibap.

—Puedes tenerme de postre —susurró Jimin provocativo, pero aun así sintiendo sus mejillas sonrojarse. Lo siguiente que se escuchó fue la mano de Yoongi impactando contra sus nalgas.

—Entonces baja de ahí, ya —ordenó.

La camiseta cae por inercia mientras se bajaba de la silla, volviendo a cubrir su desnudez, en cuanto estuvo frente al alfa esperó algún tipo de movimiento de este, pero en cambio se quedó mirándolo a los ojos.

—¿Recuerdas ese elemento sorpresa por el que cambié los juguetes? —cuestionó Yoongi inclinándose levemente hacia el omega, mientras éste asentía—. No lo he olvidado, lo usaremos hoy.

El alfa deslizó sus manos por la cintura del omega y lo levantó del suelo, haciendo que éste enroscara sus piernas alrededor de su cuerpo.

—¿Cuál de todos? —cuestionó entre besos, mientras el alfa empujaba la puerta de su recámara.

—Lo sabrás —le contestó, dejándolo sobre la cama y quedando en medio de sus piernas. Sus manos ascendieron de sus piernas hasta sus muslos hasta llegar al dobladillo de la camisa y levantarla por completo por encima de los hombros del rubio, quien tuvo que separarse del beso con la respiración agitada para así quedar completamente desnudo. 

Yoongi se apartó luego de haber mordido levemente los labios carnosos del omega y separarse lentamente hasta apoyar todo su peso en sus rodillas, flexionó las piernas de Jimin y deslizó sus manos de arriba hacia abajo por los muslos de este, acercando sus dedos a su parte íntima pero sin llegar realmente a tocarlo, lo que provocó que el omega jadeara en voz baja, viendo como el alfa lo provocaba.

Jimin estiró sus manos con la intención de tocar la erección, que desde su lugar se veía dolorosa mientras el alfa aún lo escondía entre sus pantalones de chándal. Yoongi apartó la mano curiosa del omega y pasó sus manos por el abdomen del mismo, deteniéndose en sus pezones, mismos que pellizco con suavidad.

No sabía si a Jimin le causaba algún tipo de excitación ser tocado en esa parte de su cuerpo, pero lo supo en el segundo que lo hizo, por la contracción de su miembro supo que le excitaba más de lo que esperaba.

—No —se quejó el omega cuando el alfa dejó de tocarlo y se alejó. Se hincó en la cama, viendo como Yoongi dejaba el bote de lubricante y dos condones sobre el colchón.

—¿Dónde está lo que usaremos? —preguntó mordiéndose los labios al ver que alfa se acercaba a e a pasos lentos mientras se deshacía de sus pantalones, quedando solo en un par de bóxer blancos que lucían muy apretados en su entrepierna.

Jimin tragó en seco cuando éste le hizo ademán con las manos para que se recostara en la cama. El omega se tumbó sin apartar su mirada del alfa que ahora se recogía parte del cabello en una coleta. La manera en la que sus músculos se tensaban era tan sexi y ardiente, como se mojó los labios al terminar de atar su cabello y la mirada lasciva que le dedicó antes de hincarse frente a él en la orilla de la base flotante de su cama, fue su perdición.

Desde donde estaba, parecía que el alfa estuviera preparándose para una larga jornada lujuriosa, por primera vez tuvo miedo de lo que estaba pasando por la cabeza del alfa en ese momento. Él era impredecible a la hora del sexo, siempre lo sorprendía con algo, nunca era solo sexo con él, era mucho más que eso.

—Me aseguraré. —Yoongi tomó a Jimin por las cuerdas y lo arrastró hasta la orilla de la cama—... de disfrutar mi postre —terminó de decir con su mirada fija en el omega que se apoyó en sus codos para no perder el contacto entre sus miradas llenas de lujuria.

Echó su cabeza hacia atrás al sentir los labios del alfa besar el interior de sus muslos, mismo que hizo un camino de besos hasta llegar a su abdomen, uno que otro beso en la punta de su erección y en su entrada lo suficientemente húmeda como para que el alfa lo saboreara. Estaba tan sensible, que sentir el caliente de su boca y su lengua en esa zona, solo provocaba jadeos de su parte.

Vio la cabeza del alfa entre sus piernas y como sus manos pellizcaban sus pezones en el proceso, fue en ese momento cuando entendió porque éste ató parte de su cabello, dejando su frente al descubierto. Jimin sintió frío en su pecho cuando las manos de Yoongi tantearon en la cama hasta encontrar el frasco de ese líquido aceitoso.

El omega vio los labios algo hinchados del alfa y como estos brillaban debido a la humedad de su cavidad.

—Estas tan húmedo que ni siquiera necesitas esto —señaló Yoongi arrojando el frasco a la cama—. Nunca pensé que diría esto, pero maldición, sabes delicioso.

Jimin sonrió satisfecho al escuchar las palabras del alfa, un jadeo involuntario salió de sus labios al sentir los dedos de Yoongi deslizarse por su entrada, el movimiento de tijeras en su interior causó que aquellos jadeos fueran más altos en cuanto tuvo tres dedos dentro y los labios del alfa alrededor de su miembro, era demasiado para ser solo el inicio, sentía que su cuerpo ardía como lava.

Escuchó jadeos por parte del alfa mientras este parecía estar devorándolo por completo, el caliente de su boca alrededor suyo, el movimiento ágil de sus dedos y los sonidos que pronunciaba mientras hacía todo aquello era tan jodidamente excitante. Definitivamente nadie lo había tomado antes como lo hace Yoongi.

Se dio cuenta de que el pelinegro lo miraba cuando levantó su cabeza, con las cejas juntas y los labios entreabiertos. En cuanto sus miradas se encoraron, sintió algo extraño dentro de él, podría correarse de esa manera y estaría satisfecho, pero en ese momento, necesitaba más, lo necesitaba a él.

Yoongi pasó su lengua por toda la virilidad del omega sin tomarse la molestia de apartar su mirada del contrario, solo vio como Jimin fruncía más el ceño. El alfa le dedicó una sonrisa llena de picardía al mismo tiempo que sacaba sus dedos, provocando el segundo quejido de la noche por parte del omega.

—Por si no quedó claro, sabes jodidamente delicioso, mi omega —halagó Yoongi limpiando la comisura de sus labios y pasando su lengua por la misma zona—. De rodillas y de espadas a mí —ordenó.

Algo confundido, Jimin se dio la vuelta sobre la coma y se quedó sobre sus rodillas, esperó paciente volver a sentir el toque del alfa en su piel. Lo ansiaba, lo necesitaba.

—No quiero que te ensucies —susurró Yoongi detrás de él. El omega vio como el alfa tomó su erección entre sus manos y le colocó el preservativo. Jimin ladeó la cabeza queriendo juntar sus labios con los del pelinegro, pero éste lo tomó por el mentón y volteó su cabeza hacia el frente, donde lo único que veía era la pared.

Pudo sentir los movimientos del alfa detrás de él y escuchó el sonido de unas hebillas, fue en ese momento que supuso cual era el elemento sorpresa del alfa. Pronto sintió el frío de algo en su cuello y como el alfa se presionaba contra él en el proceso.

—Ahora sabrás como se usa —masculló Yoongi en el oído del omega al mismo tiempo que abrochaba con cuidado la correa del arnés que iba al cuello. Jimin solo podía sentir el frío de la hebilla y el cuero rozar su cuello sin llegar a sentirse incómodo; la respiración del alfa en su rostro y su miembro pegado a su trasero.

—Me dijiste que era...

—Cuello y manos —terminó de decir el alfa besando el lóbulo de la oreja del rubio, tomando sus muñecas y manteniéndolas detrás de su espalda.

Esta vez el omega sintió el mismo frío por toda su columna y luego en sus muñecas. El alfa ajustó sus muñecas de manera que éste no podía moverlas al frente. No podía negarlo, todo aquello se sentía tan excitante, y ni siquiera podía verse.

—Te queda perfecto —elogió Yoongi como si le leyera la mente.

No tuvo tiempo de decir nada más, cuando el alfa hizo que cayera en la cama, su mejilla impactando contra el edredón, quedando con su trasero levantado y sus manos en su espalda sujetadas por aquel arnés, el cuero rozaba su piel al igual que el frío de la hebilla, y por alguna razón eso lo hacía algún más excitante.

Jimin se sentía desesperado por sentirlo, de reojo vio la alfa colocarse el preservativo, quiso pedirle que no lo usaran, porque la última vez que lo hicieron fue tan exquisito sin eso de por medio que ya no quería seguir usándolo.

—Alfa, quiero sentirte por completo, no lo uses —le pidió el omega con voz ronca.

—¿Seguro? —cuestionó Yoongi y solo obtuvo un asentimiento por parte del rubio delante de él, mismo que movió sus nalgas de un lado a otro, con su pecho pegado a la cama al igual que su rostro.

Un gemido profundo salió de sus labios al sentir como el alfa le penetraba lentamente, hasta que finalmente se sintió lleno de él. Yoongi frunció sus cejas al observar lo obsceno que se veía Jimin llevando ese arnés y en esa posición, completamente inmóvil, con el moviéndose de adentro hacia afuera.

Podían sentirse por completo, la manera en la que sus cuerpos encajaban tan bien, como sus gemidos al unísono era la mejor melodía en aquella habitación. Los jadeos roncos del alfa en conjunto con los gemidos chillones del omega, era la combinación perfecta en el cuarto donde compartían sus pasiones.

Las manos de Yoongi apretaban las caderas de Jimin mientras se movía con frenesí, provocando en su amante sonidos lujuriosos, que estaba seguro podía ser escuchados en todo el apartamento.

—Alfa, más —pidió al sentir su cuerpo arder, quería sentirlo en al máximo, ansiaba sentirlo más profundo. Que de su boca no saliera nada más que los gemidos de placer, su nombre mientras lo llevaba al borde la locura.

—Tus deseos son órdenes —replicó Yoongi sujetándolo con más fuerza para impulsarse hacia su interior hasta tocar su punto dulce con fiereza.

Jimin mordió sus labios y escondió su cabeza entre las sábanas cuando no pudo ocultar sus gritos de placer, que probablemente hasta los vecinos escucharían. En conjunto con el choque de pieles y gemidos, estaba también el sonido de las hebillas de las correas en su cuello y manos por el fuerte movimiento de las caderas del alfa que lo penetraba con arrebato.

—Quiero escucharte, levanta la cabeza. —Jimin sintió las manos del alfa tirar levemente de la correa en su cuello haciendo que levantara su rostro.

Sus mejillas friccionaban contra las sábanas, alborotando su cabello por las fuertes estocadas del alfa.

—No te detengas —gimió en voz alta, al sentir como si orgasmo estaba cerca—. Más, alfa, más.

—¿Más?, ¿acaso quieres terminar en pedazos? — cuestionó con la voz agitada su pecho subiendo y bajando.

—Si. —Yoongi se sorprendió por su repuesta y por como el omega empezó a mover sus caderas en su mismo ritmo, empujando su trasero de atrás hacia adelante con desesperación, buscando su propia clímax.

—Haz lo que hiciste antes —le pidió Jimin entre jadeos—. Tómame por el cuello.

—No, te lastimará.

—A la mierda, tómame por el cuello —gimoteó sin dejar de mover sus caderas ahora de un lado a otro al mismo tiempo que el alfa lo embestía.

—Di banana si te duele —ordenó Yoongi antes de tomar la hebilla circular en su nuca y levantar su cuello, lo que le permitió llegar más profundo mientras se impulsaba contra las paredes interiores del omega, provocando en éste gemidos altos con su voz más chillona.

La sensación que provoco aquella acción, solo hizo que su excitación incrementara, Yoongi embistiéndolo con ferocidad mientras lo sujetaba por el cuello, era lo más excitante que han experimentado, sobre todo cuando notablemente al alfa también le gustaba, lo sabía por sus fuertes gemidos roncos y gruñidos.

Pocos minutos después, escuchó a Jimin llamarlo por su nombre entre gemidos, con su mano libre apretó las nalgas del omega y las separó, lo que le hizo tener una mejor vista de cómo su miembro se hundía una y otra vez en su cavidad.

—¡Joder! —gritó Jimin de goce, al sentir como estallaba en un fuerte e urgente orgasmo, su abdomen y su entrada se contrarían, sus piernas y todo su cuerpo temblaba al igual que su voz mientras gemía bajo las penetraciones furiosas del alfa.

Yoongi lo penetró tres veces con ímpetu y eso fue suficiente para terminar en un clímax mientras el omega seguía apretándolo de una forma tan exquisitamente dolorosa que no pudo evitar correrse dentro de él.

—Alfa —gimió Jimin al sentir el caliente de los fluidos del alfa en su interior—. ¡Alfa! —esta vez gritó al sentir como de repente se sentía mucho más grande dentro suyo.

Yoongi dejó salir un fuerte gemido apretando las caderas del omega, saliendo rápidamente del interior del omega antes de que se formara el nudo que estuvo a punto de suceder, provocando que algunas gotas de sus fluidos cayeran sobre la espalda del rubio que volvió a tener su mejilla contra las sábanas.

El alfa vio cómo su entrada palpitante y húmeda seguía contrayéndose, lugar que hora estaba lleno de su reciente orgasmo. Fue en ese momento que su misión de evitar que éste se ensuciara falló por completo y que después de todo no fue una buena idea hacerlo sin protección, ahora estaba lleno de posibles bebés y la sola idea le asustaba.

En cuanto el omega volvió a hincarse en la cama, sintió el caliente de los fluidos de su alfa deslizarse por sus muslos como agua del rio. Miró sorprendido y luego llevó su mirada a Yoongi.

—Lo siento —se excusó al ver el desastre en el que dejó a su omega.

—Casi me anudas, otra vez —señaló con los ojos muy abiertos.

—Tú me pediste que fuera sin protección —aclaró el alfa—. Y empezaste a moverte de esa manera, no me pude contener, eres demasiado para mi, Jimin.

Yoongi se colocó detrás de él y le quitó el arnés dejándolo en el lugar que estaba antes. Al darse la vuelta, vio a Jimin de pie frente a la cama, aun viendo como el líquido pegajoso estaban en sus muslos y también en su espalada.

—Dejó marcas, ¿te duele? —preguntó Yoongi con preocupación al ver que las muñecas del omega estaban rojizas y marcadas al igual que su cuello, éste último más que el resto de su cuerpo.

—Me duele todo menos eso —replicó alzando sus cejas—. Tienes muchos bebés para darme, Min Yoongi —bromeó caminando hacia el cuarto de baño con el alfa detrás de él aun disculpándose por casi anudarlo.

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