🎪Circo 27🎪

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La madrugada estaba en todo su apogeo, y esa tranquilidad engañosa no era más que un espejismo de lo que ellos meramente deseaban, sirviendo de tortura dulce y cruel, aquella que mostraba sus más grandes anhelos y a la vez su más desesperados deseos por abandonar todo para marcharse por fin.

El miedo que sentían no tenía una base justificable. No era la primera vez que veían el lado oscuro del mundo, pero sí era la primera vez en la cual experimentaban un daño tan estrecho que inclusive logró perforar más allá del alma, convirtiendo el hilo brillante de la vida en algo quebradizo, opaco y muerto.

Tal y como estaba pasando con Jennie en esos momentos.

Ella permanecía tirada en el pasto seco; hace pocos minutos su cuello empezó a arder con una fuerza abrazadora llenándola de pánico, el lazo que alguna vez compartió con su pareja se fue desvaneciendo de manera cruel estremeciendo cada fibra de su cuerpo ante el miedo irrevocable de una caída sin final.

<<¡Lisa!>>

Muchos intentos de llamarla, de obtener una pequeña señal y así tratar de convencerse de que todo lo que está sufriendo es una pesadilla más y que tiene que despertar. Sin embargo, el mismo miedo que la ha mantenido cautiva es la mayor prueba de que todo ese sufrimiento que poco a poco la va consumiendo no es más que la pura realidad.

<<¡Lisa!>>

Decide volverlo a intentar, su cuerpo frío se sacude en espasmos violentos y tiene pánico de cerrar los ojos porque piensa que ya nunca más los abrirá, pero se le está haciendo imposible; la pesadez de los párpados le ordena cerrarlos y dejarse llevar.

Y eso es lo que hace. Cierra los ojos porque el cansancio la está dominando, los cierra porque el sentimiento melancólico ha llegado para transformar el sentimiento de tristeza en una tortura más que la insta a rendirse, viendo como aquel manto de asombrosa oscuridad se abre para ella, para dejarle entrar y envolverla por completo haciéndole creer que si lo permite el dolor y el miedo se irán.

<<Alfa...>>

Lo intenta una vez más, y en su lamento angustioso puede ver que la fuerza se va desvaneciendo con suma facilidad. El temor ha pasado a segundo plano, la sensación pesada en su cuerpo es la firme cárcel que la mantiene condenada, mientras en su mente frágil una imagen de la mujer que ama se empieza a formar.

Ahí puede verla; Lisa permanece de pie en un lugar cargado de luces de brillantes colores, puede ver como le sonríe y también nota la muerte en sus ojos sin brillo. El rostro está pálido, venas finas y alargadas cubren el cuello y parte de los labios, el color negro ha adornado la parte baja de los ojos, las mejillas han perdido el rubor natural que usualmente presumían y el cabello no posee la sedosidad que ella muchas veces disfrutó acariciar.

Aún así, y viendo la nueva imagen ofrecida, para Jennie aquella mujer luce tan hermosa y perfecta como antes.

La sonrisa tiembla cuando también puede ver la imagen de un joven de hermosa apariencia al lado de la alfa. Cabellos negros y ojos rojos, con una tez sublime para admirar; los labios rellenos y brillantes se estiran en una sonrisa que es seguida por Lisa, provocando que Jennie la corresponda sin dudar.

Aquel rostro le parece conocido, pero sus recuerdos olvidados que se niegan a regresar no registran ni pueden entrelazar todo lo vivido, y es entonces donde solamente decide dejarse llevar.

La oscuridad empieza a expandirse por cada rincón; es espesa, fría y angustiante, a tal punto que sus ojos ya no pueden ver más. El negro dominante está presente, Jennie trata de moverse pero no puede, llegando a un punto donde el pánico inicial recobra vida, esta vez presentándose con más intensidad.

"Necesito tu alma, pequeña"

Aquella voz retumba con fuerza, unas manos fuertes y frías como el hielo la han sujetado para que no pueda moverse. Jennie forcejea con miedo, en su interior trata de llamar a su alfa, necesita que la proteja y la saque de ese lugar, pero es ahí donde se convence una vez más que no hay un lazo fuerte, ni siquiera ha quedado el mínimo vestigio de que una vez haya existido, y la omega ya no sabe como continuar.

<<No, por favor>>

Suplica y no sabe por qué, la única verdad en su mente es que está siendo consumida. Toda su energía vital es succionada con hambre voraz, un parásito apestoso ha tomado posesión de ella, se ha aprovechado de la vulnerabilidad de la pérdida y ahora la está matando de manera despiadada y contra su misma voluntad.

Los gritos desgarradores no son suficientes para que el sufrimiento cese; aquella criatura se está encargando de matar cada uno de sus sueños y anhelos, roba su energía con crueldad aplastante, dejando de ella un cuenco vacío y sin valor que será tirado a la deriva y revolcado por el viento.

Un grito más es expulsado, acompañado del último respiro de vida cuando por fin el alma es fragmentada y despojada del cuerpo humano. La malicia ha obtenido el dulce obsequio que sus acciones ruines han creado, y ya no hay esperanza de salvación para la pequeña omega que, por la pérdida de su amor perdió toda fortaleza para luchar.

La capa negra de oscuridad vuelve a desvanecerse y en aquel limbo perdido donde vagan las almas desdichadas del anfitrión hay celebración, pues ha llegado una más para aumentar la fuerza oscura del amo del lugar.

Porque Kim Jennie ya no forma parte del mundo terrenal, y su condena no fue perder al amor, sino la venda colocada engañosamente en sus ojos y haber dejado de luchar.

¿Hay algo peor que la muerte? Ciertamente lo hay, y eso es recibirla con los brazos abiertos para una perpetua condena ganar.

Llevaba dando vueltas sin parar; las cámaras ubicadas a los alrededores de la feria seguían mostrando aquella tranquilidad que inquietaba al alfa, provocando con ello que no pudiera estar tranquilo y caminara de un lado a otro en busca de respuestas.

Sehun no es tonto, sabe que Jackson está muerto porque en todas las ocaciones que ha hablado con Yoongi y Chanyeol estos le han asegurado que no está con ellos, y en un lugar como aquel las posibilidades se limitan demasiado.

No puede evitar estremecerse cuando la certeza ataca a su mente; muy en el fondo siente pena por el destino cruel que tuvo que pasar, pero tampoco se detiene a pensarlo o lamentarse demasiado porque sabe que su mente debe estar lo más despejada posible, o si no él también caerá.

Pasa frente al carrusel y sus pasos se detienen, mira con atención aquel juego que le causa un sentimiento pesado sin explicación aparente y decide acercarse para verificar que las cámaras y grabadoras instalados estén funcionando bien.

Por el rabillo del ojo puede ver un par de pies descalzos, la piel es gris y las uñas son tan largas y negras que más bien parecen garras; Sehun se asusta y cae sentado, pero cuando enfoca la vista con ayuda de la linterna, nuevamente silencio y tranquilidad es lo que obtiene.

¿Lo habrá imaginado?

Decide terminar con su rutina de inspección y rápidamente regresa al mini campamento instalado. Desde la lejanía puede ver a sus otros compañeros reunidos en un solo lugar, lucen exaltados e inclusive puede escuchar un par de gritos acompañados de maldiciones, donde el tinte de terror en la voz no puede ser ocultado.

Frunce el ceño sin poder evitarlo, y un mal presentimiento empieza a formarse en el centro de su pecho, logrando tensar a su lobo.

No sabe en qué momento ha comenzado a correr, sus pies toman impulso cada vez más y es cuestión de segundos para que esté en medio de todo el desastre que se ha creado. Busca con la mirada a Zico, pero no puede encontrarlo en el primer instante, hasta que después de poco tiempo logra verlo agachado y con ambas manos halando su cabellera mientras llora desconsolado.

Para ese momento, Sehun empieza a sentir temor de lo que sea que esté ocurriendo.

—¡Zico! —habló más fuerte de lo necesario porque estaba seguro que de otra manera jamás hubiese sido escuchado.

—E-está muerta... e-está muerta... —repite el contrario en bajos susurros que cuestan ser comprendidos.

Sehun se tensa. —¿Quién está muerta? —sujeta los hombros del otro alfa y lo sacude con violencia—. ¡Habla, joder!

—¡Jennie! —el grito desgarrado obliga a Sehun a retroceder. Zico continúa gritando—. ¡Jennie está muerta! ¡Muerta!

—I-imposible —susurra, la mirada se le cristaliza y nuevamente retrocede—. N-no puede estar muerta... hace pocas horas estaba bien, ¡Cuando me fui estaba bien!

—E-está muerta —solloza Zico, volviendo a su estado alterado y jaloneando con fuerza sus cabellos.

Sehun deja a su compañero de lado y decide ir hasta la tienda de campaña que pertenecía a la omega. Cuando ingresa la verdad amarga le golpea, el cuerpo de ella está tendido y sin rastros de vida; sus ojos abiertos y de la boca sigue saliendo sangre espesa que gotea con extrema lentitud en el suelo.

Decide salir e intenta contactar al grupo que está preso dentro de las carpas del circo. Una, dos, tres, y hasta cuatro veces y en todos esos intentos no puede comunicarse; el terror de no saber lo que está pasando le lleva a tomar decisiones apresuradas que no sabe en qué culminarán, la única certeza absoluta es que ahí no pueden continuar.

Y tras minutos que parecen eternos, Sehun decide tragar su propio miedo y dar un paso al frente. La atención de todos los presentes cae sobre él de manera inmediata, es entonces cuando aprovecha para dar su decisión final.

—Vamos a ingresar al Circo.

Esperó a que todos en la mansión estuviesen dormidos para poder moverse con tranquilidad.

HeoJin sabía que su sobrino volvería; si Hoseok era un poco inteligente descubriría los suficientes secretos que la familia Jung ha venido protegiendo por años, y de ser así sólo era cuestión de tiempo para que volviera a la mansión en busca de lo que ella ha estado cuidando desde que su madre se lo entregó a la edad temprana de diez años.

—Solo se necesita de un alma pura —susurró, recordando con nitidez todas las verdades que su madre se encargó de ocultar tras fantásticas historias que rebosaban de verdad y carecían de fantasía.

Tomó la caja empolvaba y subió los escalones que la sacarían del viejo sótano, era de madrugada y el silencio sepulcral le hacía escuchar los latidos alocados del corazón que no le dejaban pensar con claridad. Sin embargo, una pequeña pizca de tranquilidad empezaba a formarse, al saber que su misión estaba a punto de culminar.

El resto del camino le correspondía recorrerlo a Jung Hoseok, el alfa dueño actual del circo, y el único que cumpliría con la promesa de sangre que su familia hizo años atrás.

Y esta vez no iban a fallar.






















Holi, ¿Cómo están?

Habrán varios capítulos UwU












YOONGLH🎪

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