Las imágenes tomaron un rumbo diferente, y Yoongi sabía que lo que estaba a punto de ver era el renacimiento de Ange Rouge. La primera y quizá única vez en la que mostraría su verdadera esencia al público que le esperaba con los brazos abiertos.

La noticia del retorno de Ange Rouge sacudió al circo completo. Jang había parado de asesinar a los omegas y los pocos que quedaban se alegraban con la noticia de que la estrella principal regresara para tomar el lugar que le pertenecía en el show.

Sin embargo, todo eso cambió cuando vieron a Jimin en persona.

El omega lucía un rostro de hielo, los aromas que componían su esencia habían desaparecido y el verde brillante de sus ojos había muerto para dar lugar a la opacidad de la muerte y la miseria.

Muchos temían con sólo verle, otros trataron de acercarse pero nunca fueron recibidos. El rencor que la mirada del omega mostraba cada vez que les miraba les daba a entender que no había olvidado ni por un segundo la traición que le hicieron al haberlo entregado sin rastro de remordimiento al dueño del circo.

Aunque no lograban entenderlo, porque por el aspecto físico fácilmente aseguraban que Jimin no sufrió ninguna clase de daño por parte de Jang.

Ese conocimiento creó una nueva oleada de rencor en los demás, estaban seguros que de haber sido ellos jamás hubieran salido con vida de aquel lugar.

Sin embargo, no exteriorizaron sus pensamientos por el miedo a ser castigados. Jang había parado con las matanzas y así debía seguir; ahora que la paz se había adueñado del circo, todos lucharían para que así se mantuviera.

O casi todos.

—Luces diferente —las palabras de NamSeol provocaron una sonrisa torcida en el omega.

—¿Tú crees? —inquirió con gracia.

—Estoy seguro —el alfa no reía—. ¿Qué pasó ahí abajo?

—Algo que realmente no quieres saber —hizo una pausa—. Hoy en la noche se realizará el show más importante del año, y si realmente quieres vivir será mejor que te vayas.

—¿Irme? —el pelirosa asintió—. ¿Por qué?

Finalmente Jimin le miró para responder. —Porque quizá eres la única persona en este lugar a la que no quiero lastimar, pero tampoco puedo asegurar tu vida una vez que me convierta.

—Espera... —el alfa trataba de comprender las palabras siniestras que el omega soltaba con tanta facilidad—. ¿De qué estás hablando?

—La estrella dará un show que nadie olvidará.

El lugar se encontraba rebosante de risas y felicidad; niños y niñas de todas las edades habían acudido una vez más al circo mágico sólo para ver al hermoso ángel que después de largos meses de descanso había vuelto para ser el anfitrión del show principal.

Jimin permanecía oculto tras los telones, podía ver su reflejo gracias al espejo grande que formaría parte del show de esa noche. Sonrió con amargura, él de verdad extrañaría aquel rostro.

<<Todos pagarán, alfa... todos pagarán>>

"¡Damas y caballeros!, es un placer para mí anunciarles que esta noche es muy especial pues tenemos de vuelta a una estrella amada por todos nosotros. Por favor, recibamos con un fuerte aplauso a ¡Ange Rouge!"

Jimin cerró los ojos, y sus labios iniciaron a murmurar palabras que solamente él podía escuchar mientras de fondo estaba el bullicio formado tras ser anunciado.

—El demonio nacido sonríe, su oscuridad se fortalece y su alma se oscurece, mientras sus pasos lo guían al centro del lugar —el telón se levanta y Ange Rouge queda expuesto ante el público más grande que había tenido jamás. Nuevamente sonríe y saluda con una profunda reverencia—. Atentos todos porque... la función está por comenzar.

El show inició acompañado con los susurros confundidos de los niños y adultos presentes. La música se escuchaba con claridad, las luces brillaban e iluminaban cada rincón del lugar; sin embargo, Ange Rouge seguía estático en el escenario, no movía ningún músculo y la sonrisa inquietante en su rostro estaba causando escalofríos en cada uno de los visitantes.

—El pacto maldito con la desdicha de mi alma inicia ahora —habló Jimin, siendo escuchado por todos aquellos que estaban lo suficientemente cerca—. Acepto a la muerte con los brazos abiertos, la amo, la deseo y la necesito para podrirme en la agonía de matar a la inocencia. El demonio que se formó en mí está ansioso por salir, y, como un buen anfitrión le daré el tributo de mi carne para que el sello quede realizado.

La oscuridad bañó al telón principal, los dientes pequeños fueron alargados y ganaron filo, aquel mismo que las estrella del circo usaría para su tributo maldito pagar.

—El retorno de mi esencia con la muerte del corazón se dará.

Todo el público gritó enloquecido de terror cuando sus ojos vieron cómo su estrella amada iniciaba a morderse a sí misma hasta arrancar la piel y la carne. La sangre salió en fuertes torrentes, mientras el ángel se consumía a sí mismo para quedar convertido en aquel cuenco vacío que era necesario para el cambio.

La mano derecha de Ange se encajó con fuerza en su pecho, enterró con violencia y en el proceso duras y poderosas garras se fueron formando para llegar hasta el punto oculto de su corazón humano y de un tirón arrancarlo. El órgano cayó al suelo del escenario y con él se perdió todo rastro de humanidad.

La sangre maldita manchó la esmeralda de sus ojos; el verde murió para ser sustituido por el rojo mortal del líquido ofrecido.

Los gritos de Ange bañaron el escenario, la oscuridad pintó la suavidad de su cabellera; espesas hebras negras se formaron con rapidez y su espalda crujió cuando los huesos se partieron para dar lugar al hermoso par de alas que estaban naciendo.

La multitud gritó enloquecida cuando los niños empezaron a morderse unos a otros hasta que se consumieron entre ellos. Sangre, llanto, agonía y sufrimiento. Todo ello fue lo que ocasionó que el nacimiento del demonio fuese poderoso e inquebrantable.

Y, en medio de todo aquello, un alfa en particular miraba la función con el miedo incontrolable sacudiendo su sistema.

Los ojos rojos del demonio renacido se posaron en Jang regalándole una sonrisa cargada de malicia y rencor. El alfa trató de correr más todo intento fue en vano; todo su cuerpo quedó suspendido en el aire y pronto descubrió que no podía respirar, aumentando su terror cuando se dio cuenta que estaba siendo llevado hacia el escenario.

—¡No! —gritó con miedo cuando sus ojos miraron la boca llena de colmillos filosos que estaban listos para destrozarlo.

Las manos del demonio lo tomaron con fuerza, el alfa hizo contacto directo con los ojos rojos y sintió un dolor agónico extenderse por todo su cuerpo cuando el lobo en su interior quedó pulverizado por completo.

—¡No, por favor! —volvió a gritar.

—Será divertido, ¿Qué dices, Jang? —el pelinegro se lamió los labios con burla—. Te tengo que purificar.

Los gritos que expulsó Jang servían de cánticos celestiales al demonio renacido. Ange se encargó de morder y arrancar con fuerza cada trozo de piel, sus garras se enterraron profundo hasta arrancar los ojos, la piel del craneo fue arrebatada con fuerza hasta que de aquel hombre que hizo tanto daño quedó solo los huesos tirados, con todos los órganos desparramados en el escenario.

Esa noche quedó maldita y nadie habló nunca de ella. Ange desapareció en la oscuridad y todos los involucrados fueron encontrados muertos; al igual que los trabajadores del circo. La prensa no creyó las palabras dichas y en su lugar crearon una artimaña de mentiras que con el tiempo cobraron sentido para muchos.

NamSeol fue capaz de quedarse, tomó el corazón latiente y lo mantuvo seguro hasta que tiempo después cuando se casó y tomó posesión del circo mandó a crear un pasadizo secreto en la que fue la atracción favorita de sus mejores amigos. Ahí lo encerró y la llave quedó oculta en la caja de música que sería protegida por su familia sin importar el costo.

Murió con la esperanza de que alguien tuviera el suficiente valor para eliminar la maldad que nació tras meses infernales de torturas y dolor.

Los años pasaron, y ahora había llegado el momento para dar el cierre definitivo a aquel show que nunca mostró la versión real de los hechos, dejando todo oculto en sonrisas.

Realmente me contuve y solamente conté los puntos importantes. 🥺

YOONGLH🎪