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—Ya les dije que me fue bien, dejen de preguntar.

—Necesitamos detall–, ¡ya! ¡Jungkook, no me mates! ¡Le diré a tu mamá que estás jugando a estas horas!

—¡No me amenaces con mi mamá!

Jimin suspiró cuando bajó el volumen de su computador al escuchar a Jin y Jungkook pelear, también pareciéndole divertida la manera en la que ambos discuten infantilmente por un videojuego sin importancia.

—Hasta yo quiero saber — la voz de Taehyung se sumó a la conversación, quien se ha mantenido en silencio toda la noche en la llamada que han hecho —. Nunca tuve amigos tan cercanos como para que me cuenten sobre sus citas y romances, parece algo muy personal.

—¿Todos éramos inadaptados sociales que llorábamos en las noches porque no teníamos amigos?

—Calla, Jin — dijo el rubio, resignándose a ganar cuando su equipo – conformado por el mayor del grupo – se vio totalmente vulnerable a ataques —. Es que no hay mucho que contar. Fuimos al taller, tomamos la clase y pintamos sobre la madera. Después, cada uno se fue en un transporte diferente porque él vive casi al límite de la ciudad.

—Qué aburrido — opinó Jungkook, cantando victoria cuando pudo derrotar al equipo enemigo —. ¿En serio te gusta? Se escucha como el típico chico que odia a medio mundo por hablar y respirar.

—Deja de leer clichés — Jin, un poco fastidiado por haber perdido, suspiró —. Yoongi tiene cara de ser un maldito con todos, pero es tranquilo y hasta tímido. Parece que no se da cuenta que tiene una mueca y, según Namjoon, es muy cariñoso.

—¿Sigues hablando con él? — preguntó Jimin, dejando de lado el teclado para concentrarse en la conversación.

—Sí, no es tan aburrido como pensé, aunque su mayor tema de conversación es Yoongi. Yoongi esto y Yoongi aquello, escucha el audio que me mandó cuando lo invité a jugar con nosotros hoy.

Uhm, estoy un poco ocupado — al escuchar la voz familiar, subió nuevamente el volumen de sus audífonos —. Estoy con Yoongi. Está, no sé, es raro. ¿Jimin te ha hablado sobre su cita? No me quiso decir mucho de ello, solo que le fue bien, pero no le creo.

—¿Qué? ¿Cómo que raro?

—No lo sé, ¿pasó algo extraño en su cita?

—Pues... — susurró, viendo qué detalles puede obviar.

—Chicos, mi mamá me acaba de descubrir y mañana tenemos que cocinar pastelitos desde temprano. Ya me voy.

—Desde que lo vi, parecía estar estresado — prosiguió, escribiendo en el chat del juego una corta despedida a Jungkook —. Ansioso o irritado, tal vez, por un momento pensé que no quería estar allí conmigo y–.

—Uy, mala señal. Red flag.

—Jin, deja que termine de contar.

—Como decía, eso fue lo único raro. Pero solo al principio, después de atender la clase, todo era normal, hasta compartimos auriculares para escuchar música. Y, bueno... Tampoco quiso que lo toque y yo quería tomar su mano.

La llamada se sumergió en silencio total.

—Ahora hasta yo dudo si tú le gustas o le puedes llegar a gustar.

—¡Jin Hyung! — se quejó el rubio.

—Oh, esperen. Jimin, ¿puedes decirme más sobre eso? Creo que leí al respecto.

—Específicamente, ese día no quería que lo toque. Cuidaba sus movimientos para que no entremos en contacto, ni siquiera por accidente.

—Entonces, depende del clima.

—Sí, ya lo tengo — prosiguió Taehyung, ignorando a Jin mientras leía la información en su celular —. Hafefobia, miedo irracional a tocar o ser tocado.

—No puede ser una fobia. Cuando escapamos de la fiesta, casi no nos soltamos las manos una vez las entrelazamos. Lo he abrazado y visto abrazar a Namjoon.

—Oigan, escúchenme. Depende del día — volvió a hablar el Kim mayor —. A todos nos ha pasado que hemos estado tan irritados y cansados que no quieres tener otro tipo de contacto con otro ser humano.

—No, eso solo te pasa a ti porque te enojas muy rápido. — dijo Jimin.

—Bueno, a lo que iba. A algunos les pasa, puede que eso le pase a tu Julieta, sólo que más grave.

—Puede ser... ¡Deja de llamarle Julieta! Esa historia es trágica y yo quiero una feliz.

—Escuchen, encontré otra cosa — volvió a hablar Tae, obteniendo la atención de los otros dos —. Aversión sensorial, es un trastorno de la alimentación también conocido como Desorden... No, olvídenlo, no creo que tenga que ver con lo que estamos hablando.

—No, no. Sigue, ¿qué más dice? Yoongi una vez mencionó que solo toma agua y limonada porque casi siempre saben igual, ¿tiene relación?

—Aquí dice que el Desorden de Integración Sensorial solo es eso, problemas sensoriales y rechazo a las texturas, es habitual que aparezca en bebés de siete a once meses.

—¿Qué son problemas sensoriales? — preguntó Jin, un poco serio al también estar buscando información en su celular.

—Dame un momento, uhm... Ah, sí. Son problemas relacionados con el proceso de información que se recibe por los sentidos como la vista u oído. Puede estar relacionado con la integración sensorial, depresión, problemas de comunicación...

Oh.

Jimin estaba confundido, aunque algunas situaciones empezaban a tener sentido.

Si hay algo que Min Yoongi realmente odia, son sus propios pensamientos.

Personalmente, él no cree albergar ni un tipo de odio, no entiende en qué consiste porque no lo ha sentido de una manera tan dramática para que ese sentimiento, que todos tachan de vil, le incite a hacer cosas con las cuales no estaría de acuerdo.

El odio parece ser una pérdida de tiempo.

No odió a sus ex parejas cuando crearon rumores falsos sobre él, tampoco a los niños que lo golpearon por tener amigos imaginarios, ni siquiera a su padre biológico y el cual ya ni siquiera recuerda su rostro.

¿Por qué hacerlo si ya no forman parte de su vida?

Si los sentimientos son confusos, el odio lo es aún más.

Sin embargo, reconoce tener uno que otro desagrado con variedades, como ya dijo que no le gusta sentir cómo las gotas de lluvia caen sobre su cabeza, tampoco es fanático de la idea de tocar el tul o que su rutina se desestabilice por completo. Aprendió que lo que siente en esos casos, es frustración.

Y sí, puede que ahora sienta frustración, tal vez con un poco de impotencia y una pizca de resentimiento. Pero, ¿acaso todo eso no conforman el odio hacia sí mismo?

Su cabeza duele por la cantidad de lágrimas que ha derramado y su cuerpo se siente caliente por estar envuelto como un burrito con su sábana favorita, dentro de su habitación y abrazando a Guleum, su peluche de apego relleno de un material que ya no recuerda para que sea su perfecta compañía para esas situaciones, en las que lo coloca encima de su pecho para crear cierta presión sobre él.

Es que ama tantos los abrazos fuertes de su padre y Namjoon, ya es una necesidad que algo o alguien esté oprimiendo su cuerpo o parte de él para liberar un poco de ansiedad.

—Te traje la cena.

La voz de su madre le hace levantar ligeramente la cabeza, viéndola entrar con una charola llena de sus acompañamientos favoritos y una sencilla sopa de carne sin fideos.

—Ven, te ayudo — y esas palabras por poco vuelven a desencadenar su llanto —. Estás todo envuelto en sábanas, pareces un tamalito.

—No necesito ayuda — dice, librándose él mismo de su propio lío hasta quedar sentado en la cama, como Guleum sobre su cabeza, lugar donde se acumula todo lo malo de él —. ¿Qué hora es? Debo entregar un trabajo a las ocho.

—Muy temprano aún, primero prioriza tu salud. Ahora, come.

Con solo percibir el olor de la comida, recuerda que tiene hambre. He allí otra razón para llorar y no lo impide cuando prueba su primera cucharada de sopa.

—E-Está delici– delicioso... — murmuró, encogiéndose en su puesto — Gracias, m-me gusta mucho.

ChaeRin asintió con su cabeza, pasándole a su hijo un par de servilletas – Yoongi siempre usa muchas de ellas – para que limpie sus mejillas.

—¿Quieres hablar? — ella pregunta, con voz baja, como si solo fuera un secreto entre ambos.

—No, es estúpido. Soy estúpido.

—Si te hace llorar, no creo que sea tan estúpido.

—Es que soy muy chillón — dice, deteniendo sus movimientos al recordar algo —. Jimin dice que también es muy chillón...

—Oh, ¿quieres hablar de Jimin? Solo conozco su nombre, cuéntame de él.

Otra vez llanto.

A estas alturas ni siquiera sabe por qué está llorando.

—¿Es una buena persona? — Yoongi asintió entre lágrimas — ¿Estudia lo mismo que tú?

—N-No... Sigue danza contemporánea.

—¿Mayor que tú? — esta vez negó — Menor, ya veo. Uhm... ¿Tendrán otra cita aparte de la que tuvieron el sábado?

—¡No lo sé!

Y recuerda, Park Jimin es la razón de su llanto.

O no, ¡es confuso! Sabe que no debería echarle la culpa por no controlar sus propias emociones y sentirse patético porque no fue a clases al no poder levantarse de la cama, ¡pero es su sonrisa y presencia que le causa tantos estragos en tan corto tiempo que su cuerpo no lo soporta!

—La cita fue un fiasco, me comporté como un maldito bicho raro, no dejé que me tocara y ni siquiera le agradecí la limonada que me compró. ¡Tampoco logré escuchar lo que decía el profesor! Sus palabras volaban a mi alrededor y no podía verlas — dijo, con el ceño fruncido y la garganta doliendole — ¡Estuve a punto de tener una crisis, casi lo dejo plantado!

—Pero si no te sentías bien para la cita, debiste irte. Ya hemos hablado de esto.

—¡No quiero seguir huyendo de lo que un adulto de mi edad hace! ¡Solo quiero ser normal!

—Hijo, somos normales...

—¡Mírame! — exclamó, señalando todo su cuerpo y lo que tenía al lado, apretó entre sus manos a Guleum cuando cayó a su regazo — ¡Estoy enamorado y eso me lastima!

Yoongi tiene una pequeña, muy grande, fascinación por... digamos, desencadenar y conocer la estructura de muchas cosas.

Por ello, ama construir violines, ¿cómo no hacerlo cuando puede ver cada mínimo detalle para entender su funcionamiento? Esta razón es por la cual también suele usar muchos programas de diseños de interiores para armar desde la base la decoración de una casa, le gusta poder tener el control de aquello que desencadena varias formas dependientes una con la otra para que todo conforme una relación con efecto dominó.

También, es una parte fundamental de él para saber por qué le es difícil reconocer y procesar sus sentimientos.

Si conoce que la felicidad depende del sufrimiento, ¿de qué depende el odio? ¿El cariño o el afecto? ¿Se debe de querer antes de odiar? ¿Quién diablos estableció eso?

Él odia las veces sus pensamientos se vuelven tan pesados, como una carga en su espalda que lo deja postrado por varios días, ¿es porque en algún punto de su vida los quiso? Porque eso nunca pasó.

Desde que tiene memoria, su cabeza ha sido su peor enemigo. Es verdad que ha mejorado la relación con su propio yo, pero simplemente no puede olvidar las noches en las que deseó ser otra persona, en cambiar su cerebro o algo por el estilo cuando empezó a crear amigos imaginarios en su infancia para pasar por un montón de diagnósticos erróneos, medicación y abandono de personas que creía importantes y fundamentales para su crecimiento.

Si no tuviera autismo, habría evitado tanto dolor.

—Cuando conocí a tu padre, tampoco le dije que podría ser autista.

Yoongi alzó su mirada, que se perdió en su peluche, y vio a su madre acomodarse, evitando el contacto visual.

—Crecí sin saber qué era porque no creía ser una persona normal. Tu tía... me hizo la vida imposible hasta que salí de la casa de tus abuelos — ChaeRin hablaba en voz baja, es una conversación que con su hijo han tenido hace algunos años, pero a ella no le importaría repetir lo mismo mil y un veces hasta que el menor lo reconozca —. No hay mucha información sobre mujeres autistas, tampoco estudios o investigaciones financiadas, al menos, no cuando yo era joven. Pude sospechar de mi autismo cuando uno de los primeros psiquiatras a los que fuimos me preguntó si hay antecedentes de trastornos mentales en la familia, ahora que lo recuerdo, fue un poco grosero y daba miedo.

—¿El que me diagnosticó esquizofrenia?

—Sí, ese. Fue difícil todo ese proceso de diagnóstico, más cuando KwonJoo... se fue — la mayor suspiró, recordando —. Eventualmente, trataba de tener tiempo para ir a la biblioteca e investigar por mi propia cuenta, todo empezaba a tener un poco de sentido, pero como te dije, al parecer es diferente el autismo en mujeres y hombres por repercusión social.

—Y después conociste a papá.

—Nos conocimos cuando estaba un ochenta por ciento segura que éramos autistas — ahora, ella sonrió —. Hijo, no está mal ser autista. Es verdad que unos necesitamos más apoyo que otros, pero está bien. Sé que da miedo decir quién eres.

—No tengo miedo — susurró el pelinegro —. Es, es–. Olvídalo, creo que sí es miedo. Esto de enamorarse es terrorífico.

—¿Jimin te da miedo?

—No, él no–. Temo lo que él cause en mí, como ahora, he pasado en cama desde que llegué de la cita.

—¿Y han hablado?

—No... No he visto mis mensajes — admitió en voz baja —. ¿Y si se aleja de mí?

—Entonces, no es para ti y tampoco es una buena persona — aunque estaba de acuerdo con eso, aún le daba temor —. Come, ¿sí? Y hablaré con tu psiquiatra para coordinar una cita.

—Mamá, no.

—Mamá, sí. Trataré de que sea la próxima semana.

Sin nada más que decir, ChaeRin se retiró de la habitación, no sin antes darle a su hijo un beso en su frente.

Yoongi vio su plato y abrazó más a su peluche, queriendo estrangularlo.

Es jodido.

Siente el cuerpo pesado, como si hubiese realizado ejercicio – lo cual odia, no le gusta sudar – por varias horas sin cansancio, cuando lo único que le ha tomado trabajo es esclarecer sus sentimientos, en ese momento, una pregunta que golpea su sien insistentemente.

¿Jimin querrá otra cita? ¿Querrá seguir saliendo con él?

No lo sabe y tiene miedo de preguntárselo. Mucho miedo a la respuesta que prefiere sufrir en la ignorancia a llorar el rechazo.

Cuando nuevas lágrimas se asomaron por sus ojos, They Don't Care About Us irrumpió su estado de ánimo, como si le hubiera puesto pausa por unos minutos para atender la llamada.

—¿Estás? — es lo primero que escuchó al otro lado de la línea.

—Tal vez — contesta, haciendo un puchero involuntario cuando vio una solicitud de videollamada y él no se ha bañado desde hace dos días —. Depende para qué o quién.

—Para tu mejor amigo — el rostro de Namjoon apareció en la pantalla —. Yo estoy muy bien, ¿y tú? Me has estado ignorando todos estos días y faltaste a la universidad, hoy se me acercó una chica a preguntarme si estás bien porque tampoco le contestas los mensajes.

—¿Kim Jisoo? — el mayor se alzó de hombros, sin saber — ¿Una pequeña y de cabello negro?

—Eres escritor, pero eres pésimo para las descripciones.

—Para los diálogos también — rio —. Debió ser Jisoo, supongo, ¿qué te dijo?

—En poesía V les asignaron un trabajo en parejas, no me acuerdo de qué iba, pero debes preguntarle. Asumió que, como no fuiste a clases, no alcanzarías a tener equipo para la tarea y parece importante, porque una sola persona no podría hacerlo sola.

—Uhm, bien. Por lo general, trabajamos juntos.

—¿Es tu amiga?

—No lo sé — se encogió de hombros —. Me agrada.

—De acuerd–. ¡Ay!

—¿Qué te golpeaste?

—La frente, ay — Namjoon, quien había dejado su celular con la cámara apuntando al techo mientras sobaba su cabeza, maldijo —. A lo que iba, no me distraigas. ¿Por qué sigues en cama? ¿Estás bien?

—Ya hablé con mi mamá, pero va a llamar a mi psiquiatra.

—Oh.

—Sí, oh — susurró, moviendo su sopa —. Mañana iré a clases, no te preocupes.

—Me da miedo preguntar, pero supongo que es algo que debo hacer... ¿Este burn out fue por culpa de Jimin?

—¿Qué? No — movió su cabeza de lado a lado —. Solo soy yo y mi estúpido autismo.

—Eres autista, Yoongi. No tienes autismo.

—Como sea, me arruina la vida a veces — renegó, su comida parecía estar enfriándose —. Te llamo más tarde, voy a comer.

—No me llamarás.

—Tienes razón, no lo haré.

—Nos vemos en tu casa, Gigi. Mamá Min me invitó a comer y recuerda que estoy aquí para apoyarte por si quieres hablar, siempre.

Y, cuando Namjoon cortó la llamada, las lágrimas que no cayeron antes lo hicieron con rapidez.

Puede que ese sea el problema.

Inesperadamente, él no quiere necesitar algún tipo de apoyo o ayuda.

un cap corto para el pronto cierre del primer arco :)
gracias por leer y por amar tanto (no más que yo) a mi nubecita, besitos.

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