viii. Hogwarts... Beauxbatons...

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


EIGHT HOGWARTS... BEAUXBATONS...


  ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

A LA MAÑANA SIGUIENTE, BRIAR despierta con la cabeza palpitando... al menos ella piensa que es como despertarse. En realidad, es una noche de insomnio, donde no puede ver nada más que el futuro. No puede recordarlo, por supuesto, pero todavía la desconcierta a la mañana siguiente, cuando jura que recuerda fragmentos de visiones, pero nunca la imagen completa.

Regresa al carruaje de Beauxbatons, entrando sigilosamente una vez que Maxime está ocupada. Briar es saludada por Fleur cuando llega a su dormitorio, con Fleur abrazándola cálidamente con fuerza. Ella sonríe suavemente, mientras suspira.

—Fue una mierda —le dice a Fleur, cuya mano todavía sostiene el brazo de Briar—. Voy a darme una ducha e iremos al comedor.

Es sábado, lo que significa que los estudiantes de Hogwarts pueden ir a Hogsmeade. También significa que hoy es el día en que todos pueden participar en el Torneo de los Tres Magos, que es lo que Fleur hizo en su camino hacia el desayuno. Briar espera que Fleur sea elegida y realmente piensa que sería la mejor campeona para Beauxbatons. Briar sabe que Fleur es una pasada, y sabe que la mayoría de las personas solo piensan que es una cara bonita. Pero, ¿imaginas cómo pasaría cada prueba sin pestañear? Sería genial.

Briar ya sabe que Viktor Krum va a ser el campeón de Durmstrang. Ni siquiera necesita una visión para saberlo. Teniendo en cuenta que el director (ha olvidado su nombre) lo ha estado siguiendo desde que llegaron, y ya es un famoso jugador de quidditch, obviamente Krum será su campeón. Para Beauxbatons, en el corazón de Briar, será Fleur, porque nadie más es tan bueno como ella. ¿Pero para Hogwarts? Briar no tiene ni la más remota idea...

—¡Briar! —llama Cedric, atrapándola junto con Fleur mientras caminan hacia el Gran Comedor para desayunar. Como es sábado, todos están con ropa normal, afortunadamente; Briar usa jeans negros y un jersey rosa, y Fleur algo similar, los jeans son de color azul claro y el jersey de cuello alto—. ¿Son ciertos los rumores? ¿Volviste para participar?

—Oh, no —dice Briar, sacudiendo la cabeza—, estoy aquí porque Beauxbatons se quemaría si Maxime me dejara sin supervisión —Cedric se ríe y ella sonríe—. De todos modos, la verdadera campeona de Beauxbatons es Fleur —dice, poniendo un brazo alrededor de su mejor amiga. Fleur se ve avergonzada—. Es super inteligente, está obligada a ser campeona... ¿tú entrarás?

—Lo hice hace un par de minutos —responde Cedric con aspecto nervioso.

—Te irá bien —dice Briar.

Fleur le dice:

—Al menos has puesto tu nombre.

Briar asiente.

—No hace daño intentarlo —dice ella—. Y eres realmente bueno en todo, así que ¿por qué no salir elegido?

—Supongo —dice Cedric, y los tres comienzan a caminar hacia el comedor otra vez—. ¿Cómo es Beauxbatons comparado con esto? ¿Es mejor?

Briar no sabe cómo responder, pero está bien, porque Fleur ya comenzó a hablar sobre lo asombroso que es Beauxbatons. Briar se queda callada. No sabe qué responder. Quiere decir que prefiere Hogwarts, en serio que sí, este lugar sigue siendo su hogar, pero hay una vocecita en la parte de atrás de su cabeza que dice ¿lo es?

—Bueno, os veo más tarde —dice Cedric.

—Buena suerte —dice Briar.

—Gracias —dice Cedric. Él mira a Fleur—. Suerte a ti también.

Fleur le mira fijamente. Mientras se aleja, Fleur se vuelve hacia Briar.

—Me cae bien. ¿Por qué no te gusta él en lugar del otro?

—¿En lugar de quién?

Fleur rueda los ojos.

Malecrit, Briar —murmura antes de mirar hacia donde está sentada Maxime—. Necesito hablar con Madame Maxime, te veo en unos minutos.

—Sabes dónde estaré —dice Briar con una sonrisa, sentándose en la mesa de Gryffindor, enfrente de Fred y George y junto a Lee—. Buenos días, chicos —saluda, tomando unas de tostadas. A un par de lugares se sientan a Harry, Ron y Hermione y ella sonríe a Harry. Se siente mal por no verle mucho últimamente.

—Mañana desayunarás con un campeón —dice Fred, viéndose presumido y emocionado.

—Uh, sí, Fleur —comenta Briar, frunciendo el ceño mientras unta su tostada.

—Ella no —dice Fred.

Briar mira a George buscando ayuda y él levanta las cejas ligeramente. Y luego, se da cuenta.

—¿Vas a entrar? —le pregunta a Fred.

—Todos —dice Fred, quien no parece haber notado el horror en la cara de Briar. Mira a George y Lee, quienes miran hacia el desayuno sin querer involucrarse. Luego mira a Fred, quien parece estar en la luna y quiere que Briar esté igual de emocionada—. Vamos a usar una poción para envejecer, y luego pondremos nuestros nombres... apuesto a que lo conseguiremos, y si no, uno de nosotros.

—No tenéis la edad suficiente —dice Briar—. No sabéis lo suficiente, os matarán.

Fred sacude la cabeza.

—Dumbledore dijo que no moriría nadie.

—Uh, bueno, ¡él no espera que un idiota entre al torneo!

Fred le frunce el ceño.

—¿Qué?

—Lo siento, Freddie, pero creo que es demasiado peligroso —dice Briar—. No sabes...

—¿Le has dicho lo mismo a Fleur?

Briar le frunce el ceño. Es en este momento donde George y Lee comienzan a levantarse y Briar agarra la manga de Lee, tirando de él hacia el banco.

—No, porque es mayor de edad y nuestra directora pensó que era tan capaz de convertirse en campeona, por eso la trajo aquí desde Francia —explica Briar.

—Ya.

Briar le lanza una mirada.

—¿Qué significa eso?

—¿Así que apoyas a tu amiga de tu nuevo cole, pero no a nosotros...?

—Ese no es el caso, Fred Weasley —dice Briar, que ya se ha levantado para irse, agarrar la mano de Fleur y pedirle que tome el desayuno de las cocinas—. Fleur tiene edad suficiente, ella podría manejarlo, tú no.

—¿O es porque quieres que tu nuevo colegio gane y no el nuestro?

—¿Entonces quieres que apoye tu colegio, pero no quieres hacer lo mismo por mí? —ella le responde bruscamente. Lee, a su lado, hace una mueca, como para decir, mierda. George evita su contacto visual, muy probablemente sintiéndose incómodo. Briar sabe que lo que va a pasar es que George tendrá que escuchar a su gemelo quejarse de esto. A ella nunca le importó (en todo caso, no le importa, porque normalmente George y Briar pueden mirarse, para que él le cuente lo que está pasando), pero entiende por qué él no está feliz.

Oh, bueno, piensa ella. No es tu culpa que tu hermano sea un imbécil.

—Creo que estás siendo estúpido, y no quiero tener nada que ver con esto —dice ella, y se pone de pie. Fleur se está alejando de Madame Maxime y Briar camina hacia ella, agarrando su mano para sacarla del comedor—. Creo que me peleé con Fred... ¿Podemos desayunar en Hogsmeade o algo así?

—Claro —Fleur frunce el ceño. Salen del comedor, tomándose ligeramente de la mano—. ¿Qué ha pasado?

—Todos quieren participar en el torneo...

—Pero son demasiado jóvenes —dice Fleur.

—¡Exacto! —dice Briar—. Es demasiado peligroso, y eso es lo que les dije, que se matarían, y Fred pensó que la razón por la que lo decía era porque preferiría que ganaras y todo esto... —se pasa los dedos por el pelo, frunciendo el ceño.

Sus divages continúan mientras regresan al carruaje para tomar sus abrigos y carteras, mientras dan su permiso para salir de los terrenos, caminando por el sendero hacia Hogsmeade, yendo distraídamente hacia Madame Pudipié. La mayoría de las personas que van al lugar son parejas en citas, pero la propietaria es francesa y aparece en los croissants. Así que Briar y Fleur se sientan junto a la ventana.

—Entiendo que se comporte raro por el hecho de que pienso en Beauxbatons como mi colegio y no Hogwarts, porque probablemente piense que me esté alejando de ellos, cosa que no, pero ya no asisto a ese colegio... es ridículo. ¡Es un idiota a veces...!

—Espera —dice Fleur finalmente, mirando a Briar de forma extraña. Briar asiente lentamente, frunciendo el ceño mientras mira a su mejor amiga. La camarera les da su pedido, croissant con mermelada para Fleur, tortitas de arándanos para Briar y té para ambas—, ¿por qué te preocupaba que estuvieran en peligro cuando tú me animabas?

—Porque podrías pelear contra cualquier cosa y ganar —responde Briar sin pensarlo dos veces. La expresión en la cara de Fleur es extraña, casi como si no supiera si debería ser halagada por eso—. Eres muy inteligente... Cuando digo que creo que te convertirás en campeona es porque, sinceramente, no conozco a nadie más en Beauxbatons que sea tan buena como tú.

Fleur sonríe suavemente, los colores suben a sus mejillas.

—¿No crees que tus otros amigos...?

—Son genios, igual que tú, pero para ellos es diferente. Pueden inventar cosas y pensar en bromas, pero ¿competir en el torneo? —niega con la cabeza—. He leído lo que solían ser las pruebas, me preocuparía si tuvieran que hacer alguna. Tú tienes todo un año extra de conocimiento, y no estaría sorprendida si Beauxbatons fuera mejor preparándote para algo así.

Fleur asiente. Briar come un poco más de sus tortitas.

—Y, además, Freddie solo quiere presumir. Igual que cuando me senté con ellos antes, se volvió hacia mí y dijo: mañana desayunarás con un campeón.

Fleur la mira.

—Briar.

—¿Hm?

—¿Alguna vez tienes la impresión de que intenta llamar la atención para captar la tuya? —pregunta Fleur, mirándola extrañamente.

Briar rueda los ojos.

—Claro que sí, piensa que va a perder a su mejor amiga por un colegio —dice ella, y come de su tortita. Frente a ella, Fleur se ve exasperada.

—¿Qué hay del hecho de que él quería que lo apoyaras? —añade Fleur.

Briar se encoge de hombros.

—Obviamente, George y Lee ya lo están haciendo, todos lo hace, solo quería que otra persona le dijera que está haciendo lo correcto.

Fleur levanta las cejas.

—Yo... claro, Briar.

  ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

  ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

BRIAR SE SIENTA CON FLEUR y los otros alumnos de Beauxbatons en la esquina de la sala donde se encuentra el cáliz. Desde que regresó de Hogsmeade, Briar le dio a Fleur un recorrido por Hogwarts, mostrándole todos los secretos mejor guardados: desde las cocinas hasta la habitación que se convierte en lo que uno quiere, Briar le enseñó todo, bueno, excepto las salas comunes. Pero, de todos modos, nunca ha visto tres de ellas, así que no es como si Fleur se estuviera perdiendo algo increíble.

Livvy se sienta al lado de Briar, dejando escapar un suspiro. Briar le frunce el ceño.

—¿Estás bien, Liv?

—Sí —responde él, y luego suspira de nuevo. Briar le da un codazo, esperando que le hable del tema—. No creo que mis antiguos amigos se den cuenta de que ya no soy un Slytherin.

—Conozco el sentimiento —concuerda ella, haciendo una mueca.

—Sé que mis nuevos amigos todavía están en Francia, excepto Hugo y Victor —dice, haciendo una pausa para hacer un gesto hacia un par de chicos con los que está compartiendo habitación—. ¡Pero aun así! Draco sigue pensando que he vuelto para siempre y es muy frustrante. Ha llegado al punto en que Holly lo ha estado forzando a que me deje en paz —suspira—. No pensé que volver sería así.

—Lo sé —dice Briar tranquilamente.

Mira hacia la puerta, su ojo interior le dice quién está a punto de entrar. Ve a Fred, George y Lee entrar con sonrisas de suficiencia en sus rostros. Así que van a participar... No sabe cómo van a superar la raya de edad. En todo caso, le preocupa que en el momento en que la toquen, se hagan daño, parte de su preocupación es que se quemen el pelo, porque eso sería horrible, ¿lo imaginas?

Malecrit —murmura en voz baja. Sigue observándolos, sus manos lentamente comienzan a cubrir toda su cara, ya soportando las repercusiones de cualquier plan que hayan inventado para superar la raya.

Fred salta sobre la raya. Hay un minuto en el que el pasillo se queda en silencio, la gente gira la cabeza para mirar. Briar está hecha piedra. Espera que sea expulsado del círculo por alguna fuerza sobrenatural, pero no pasa nada. Él mira a Briar y él le sonríe; ella ni siquiera sabe si ya está enfadada. En todo caso, está un poco impresionada de que lograra superar la raya.

George salta tras él. Hay un momento en el que todo parece ir bien, pero Briar ya puede sentir que se va a desbaratar, como dice su ojo interior. Y así, ambos son expulsados ​​del círculo, golpeando contra el suelo. Briar se estremece.

Se levantan, largas y blancas barbas crecen de sus barbillas. Briar se muerde el labio para no reírse.

Lee les dice:

—¡Merlín, que feos!

Los gemelos se miran entre sí, antes de estallar en risas.

—Esos son los chicos que conoces, ¿verdad Briar? —pregunta Victor.

Briar se da la vuelta y asiente.

—Desafortunadamente...

Fleur se burla, sonriéndole a Briar.

—Desafortunadamente.

—Hey —ella se da vuelta y ve a Fred con una sonrisa tímida en su rostro. Briar le frunce el ceño. Él extiende su mano por ella—. Sé que me comporté como un imbécil antes, pero puedes mirar mi barba.

Briar rueda los ojos, finalmente rompiendo y soltando una carcajada.

—A veces eres tan idiota.

  ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

  ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

—¿CÓMO ME VEÍA SIENDO VIEJO? —PREGUNTA FRED, mientras caminan desde la enfermería hasta el comedor para averiguar quiénes son los campeones. Las cosas se volvieron mucho más fáciles una vez que los gemelos admitieron que probablemente no hubiera sido la mejor idea convertirse en campeones. Briar se quedó con ellos mientras Fleur pasaba un tiempo con su hermana pequeña, riéndose detrás de su mano mientras Madame Pomfrey los regañaba por tomar la poción.

—Si esperabas ser guapo, ya te digo yo que no —dice Briar, sin pensarlo más. Fred pone una mano en su corazón, y ella se ríe de él—. ¡Lee, tú también lo dijiste!

Lee asiente.

—Sí, necesitaréis un milagro si queréis ser ancianos guapos.

—¿Ves? —dice Briar—. No quiero ser graciosa, pero teníais barbas como Dumbledore, y seamos realistas, hay una razón por la que la única persona que se enamoró de él fue Grindelwald.

Lee resopla.

—Tal vez Quien-vosotros-sabéis os encuentre atractivos.

Briar se empieza a reír. Tanto Fred como George se ven como si no esperaran esto, sino más bien: ¡oh, no, definitivamente seríais guapos de mayor!

—Imagínate tratando de darle la noticia a mamá y papá —dice George, y Fred resopla, sacudiendo la cabeza—. ¡A lo mejor vosotros también sois feos de viejos!

Briar y Lee intercambian una mirada antes de echarse a reír.

—Briar y yo somos eternos —dice Lee, rodeándola con un brazo. Ella todavía se está riendo—. Belleza intemporal, se puede decir...

—Quién lo diría —dice Briar, sonriendo.

Fred pone los ojos en blanco.

—¡Eso decís ahora!

—Está bien, Freddie, ni siquiera has oído hablar de la crema de noche, no sé lo que intentas decir —dice Briar, mirándolo de forma extraña.

Llegan al comedor. Briar ve a Fleur sentada con el resto de los alumnos de Beauxbatons, y se despide de sus amigos para sentarse con ella. Afortunadamente, ninguno de ellos (y con esto se refiere a Fred) decidió hacer un comentario sobre cómo se ha ido a sentar en la mesa de Hufflepuff, pero ella sabe que el argumento de antes aún está fresco en sus mentes.

Briar se sienta al lado de Fleur.

—Hey, ¿estás nerviosa?

Fleur niega.

—Si lo consigo, lo consigo. Si no, pues no.

—Pero lo conseguirás —dice Briar, con una sonrisa de suficiencia en su rostro.

Fleur la mira.

—¡No lo arruines!

Hacia el final de la cena, Dumbledore dice:

—Bien, el cáliz está casi preparado para tomar una decisión. Cuando pronuncie el nombre de un campeón, le ruego que venga a esta parte del Gran Comedor, pase por la mesa de los profesores y entre en la sala de al lado, donde recibirá las primeras instrucciones.

Briar mira hacia el cáliz de fuego y su ojo interior cuenta hacia atrás, hasta que finalmente, el fuego dentro del cáliz parpadea a rojo brillante y las chispas caen al suelo. Un pedazo de pergamino salta, cayendo en la mano de Dumbledore.

—El campeón de Durmstrang será Viktor Krum.

Él se levanta de su asiento junto a Holly en la mesa de Slytherin.

El siguiente trozo de pergamino brota de las llamas. Por el aspecto del pergamino azul en el que se ha escrito, con la lámina de oro que se refleja en la luz, Briar sabe que es el campeón de Beauxbatons. Mira a Fleur, quien se ve increíblemente nerviosa, y Briar sostiene su mano.

—¡La campeona de Beauxbatons es Fleur Delacour!

Fleur se vuelve hacia Briar, justo cuando la abraza con fuerza.

—¡Te lo dije! —dice Briar brillantemente, sonriendo de oreja a oreja. Está sobre la luna (ja) por esto. Sabía que su mejor amiga sería la campeona, pero se siente mucho mejor ahora que es real, no solo una predicción.

Fleur se levanta para ir a la sala más allá de la mesa de profesores. Briar le da un pulgar hacia arriba, antes de que se vuelva hacia Livvy y exclame:

¡Va a ganar!

Aparece el último, no, el siguiente, trozo de pergamino

—¡El campeón de Hogwarts es Cedric Diggory!

Toda la mesa de Hufflepuff estalla en aplausos.

—¡Estupendo! Bueno, ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos vosotros, incluyendo a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, daréis a vuestros respectivos campeones todo el apoyo que podáis. Al animarlos, todos vosotros contribuiréis de forma muy significativa a...

El fuego del cáliz parpadea de nuevo a rojo. Otro, esta vez el último pedazo de pergamino, cae en la mano de Dumbledore. La mala sensación en el estómago de Briar volvió.

—Harry Potter.

El corazón de Briar se para.

Observa mientras él camina hacia el frente del pasillo. Con las cejas fruncidas, y sin pensarlo, deja escapar:

—¡No puedes dejar que compita! ¡Será una sentencia de muerte! ¡Alguien podría morir...!

¡Crouch! —sisea Maxime.

Junto a Maxime está el abuelo de Briar, que le frunce el ceño. Ellos intercambian una mirada por un momento y Briar se queda en silencio, sintiéndose mal del estómago. Se vuelve hacia Livvy, quien, si acaso, no entiende cómo Harry logró meterse en el torneo. Briar sacude la cabeza.

—Alguien debe haber puesto su nombre. Alguien debe estar detrás de esto... ¿pero por qué?

—Tal vez si hablamos con el abuelo...

—No te acercarás a él, Livius —Briar lo mira. Rara vez llama a Livvy por su nombre completo, pero esta vez, lo dice en serio. Quiere decir que está siendo seria sobre esto. La idea de que su hermano pequeño esté cerca de ese hombre horrible la hace sentir muy mal.

Se sienta de nuevo, mueve su pierna arriba y abajo con nerviosismo. Tiene el ceño fruncido. Quiere ser feliz por su mejor amiga, pero tiene miedo con lo que está pasando. Sabe que Harry no está cualificado para nada como esto, sabe que lo pone en una desventaja peligrosa.

Y no ayudó que su corazón se detuviera cuando dijo: "¡alguien podría morir...!"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro