ix. Crush Culture

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NINE CRUSH CULTURE


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NO TENÍAS QUE QUEDARTE —dice Briar mirando a Fred. Ambos están de pie esperando a que aparezca su abuelo, para que Briar pueda intentar hablar con él. Tiene visiones de Harry compitiendo en el torneo y no quiere que esa sea la realidad. El hecho de que haya peleado con Quien-tú-sabes no significa que merezca ser puesto en peligro cada dos días.

Fred se encoge de hombros.

—No me importa.

Briar le sonríe suavemente.

—Además, por lo que pasó antes... —él comienza, alejándose.

—Eso queda en el pasado, ¿sí? —ella dice.

—Sólo quiero decir que —dice Fred. Están apoyados contra la pared. Él se vuelve hacia ella y Briar no sabe qué le está causando que lo piense, ya sea por la forma en que se inclina más o por la mirada tímida en su rostro, pero no puede dejar de pensar otra vez, se ve tan diferente—, realmente, no se me metía en la cabeza que te cambiaras de colegio. Bueno. Es que no quería que lo hicieras —se detiene, tratando de encontrar las palabras. Briar se ha quedado sin palabras. Ella nunca pensó que él se disculparía así. Pensó que simplemente seguirían adelante y nunca hablarían de eso otra vez.

Briar frunce el ceño.

—No te preocupes, Freddie...

—No, me siento mal. Francamente, no quería que te cambiaras y te apartaras de nosotros, de nuestro grupo de amigos, quiero decir —Briar recuerda lo que le dijo a Fleur esta mañana. Se siente rara dejándole hablar sobre esto, porque ya lo sabe, ya lo entiendes. Pero sé que infantil de mi parte, y lo siento por ser un capullo.

—Lo sé —dice ella.

—¿Sabes que soy un capullo?

—¡No, no! —ella niega con la cabeza, soltando una carcajada—. No... Era porque te pusiste raro antes.

—¿De verdad?

Briar se encoge de hombros. Le sonríe suavemente.

—Olvidas, Freddie, que te conozco bien —le dice ella.

Fred le devuelve la sonrisa.

—Sin embargo, es posible que desees esconderte cuando aparezca mi abuelo —le advierte ella, cambiando completamente el tema. Las mariposas en su estómago dejan de revolotear.

Fred asiente.

—Eso pensaba.

Esperan un rato. Ella le cuenta sobre Beauxbatons, esta vez con más detalle; deja las cosas básicas a un lado y le cuenta algunas al azar, como que tiene Bellas Artes los viernes, lo que significa que siempre llega tarde a cenar. En todo caso, está contenta de que hayan tenido ese argumento antes, porque al menos ahora puede hablar de Beauxbatons sin preocuparse de que se moleste por eso.

Su ojo interior le dice que su abuelo está a punto de aparecer, y Briar rápidamente se lo dice a Fred, quien asiente y se queda en el pasillo, donde su abuelo no podrá verlo. Ve la puerta abrirse y su abuelo sale de ella.

—¡Abuelo! —dice rápidamente. Él comienza a caminar hacia ella, pero no la mira—. Abuelo, ¿puedes hacer algo para evitar que Harry compita? Es solo un crío, es igual que Livvy siendo forzado a competir, lo matarán, ¿podrías, por favor...?

Él la ignora por completo, caminando directamente hacia ella.

Briar lo sigue y dice:

—Abuelo, ¿por qué no estás escuchando?

Él sigue sin responder.

Briar se queda en silencio. Observa a su abuelo alejarse, está paralizada. Sabe que está enfadado porque ella se fue, pero él no la ignoraría, no es así. Haría un comentario, siempre haría uno desagradable si estaba enfadado con alguien. ¿Por qué simplemente la ignoró? No tiene sentido...

... Y ahora, ella ni siquiera puede ayudar a Harry. No sabe qué más hacer. Confiaba en que su abuelo finalmente tuviera corazón y estuviera haciendo algo bueno, pero eso está fuera de lugar, ¿no es así?

Fred camina hacia ella.

Briar suspira, sonriendo débilmente. Puede sentir las lágrimas en sus ojos y no sabe por qué. Ya sea por toda esta terrible experiencia, ya sea por la luna llena de anoche, por no ver a su abuelo en semanas y que la tratara como si no significara nada para él... No lo sabe.

—No ha funcionado —ella dice débilmente, apartando las lágrimas.

—Ven aquí —él susurra, abrazándola.

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HOLLY CRUZA LOS BRAZOS, apoyándose contra la pared. Mientras espera, agarra el diamante que hay en la cadena de su collar, frunciendo el ceño. Espera que él no tarde mucho, pronto aparecerá su primo, preguntándose por qué se fue.

Eventualmente ve a Potter caminando hacia las escaleras, donde está ella.

—Así que ahora eres el campeón —le comenta.

Potter la mira extrañamente.

—¿Te vas a burlar de mí?

Holly entrecierra los ojos por un segundo, antes de que mueva la cabeza, levantando las manos.

—No soy mi primo —le dice ella—. Solo lo decía —él asiente, pareciendo confundido—, porque iba a ofrecerme para ayudarte...

Los ojos de Potter se abren.

¿Por qué?

Holly se encoge de hombros.

—Prefiero unirme al Señor Tenebroso que dejar que Karkarov obtenga una victoria —le responde ella—. Y me caes bien. Creo que podrías ganar esto, y quiero ayudar —se detiene por un momento, antes de sonreír débilmente—. Y sobre lo del otro día. No me gusta cómo te trata mi primo.

Potter sigue sorprendido.

—¿Qué tienes contra Karkarov?

Holly piensa en los castigos en las que ayudó, en el último, donde se negó. Su mente vuelve a su antiguo profesor, a la forma en que él siseó: ¿no tiene estómago para esto? Y Holly traga, tratando de alejar el recuerdo.

—No es un buen hombre... no sé sobre ti, pero no me gusta cuando los directores convierten su adoración por el Señor Tenebroso en una forma de dirigir un colegio —dice ella, claramente. Potter asiente, tiene las cejas fruncidas, ella se encoge de hombros—. Osea, si no quieres, no hace falta que te ayude. No es como si no conociera toda la magia oscura, por no mencionar que fui la mejor miembro del club de duelo de Durmstrang... Está bien si no quieres ayuda, lo entiendo. Te veré por ahí, Potter.

—¡Espera! —dice Potter, y él le sostiene la mano para evitar que se aleje. Holly se congela por un segundo antes de alejar su mano de la de él, sintiéndose incómoda—. ¿Hablas en serio? ¿No es una broma?

—Prometo que te ayudaré —dice Holly—, promesa de meñique.

Ella levanta su dedo meñique, sonriendo suavemente. Y, después de un momento de vacilación, Harry le devuelve la sonrisa.

—Trato.

Detrás de él, una gata blanca camina en las sombras, desapareciendo.

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BRIAR Y FRED VAN A LAS COCINAS después. Está sentada en una de las mesas con un poco de pastel de chocolate. No sabe qué decir. No ha hablado correctamente en unos minutos, lo último que dijo fue "chocolate, por favor", y luego se sentó y se calló. Fred está frente a ella. Él tampoco ha hablado, probablemente decidiendo que ella necesitaba algo de espacio. No se siente incómodo, pero ella se siente mal. Debe ser extraño para él, sentarse allí y mirarla en silencio, apuñalando tristemente pequeños trozos de pastel de chocolate.

—¿Cuál es el sueño más extraño que has tenido? No profético —pregunta Fred de repente. Se sienta mejor y la mira con una bonita sonrisa en su rostro.

Briar frunce el ceño.

—¿Qué? Por qué?

—Intento alejar tu mente de tu abuelo —dice Fred sonriendo—. Déjame impresionarte con mi encanto, Bri —Briar rueda los ojos—. ¿Cuál es?

Briar intenta recordar. La mayoría de sus sueños hoy en día son visiones o acerca de la luna llena, y no piensa decirle esto último.

—Pues —ella comienza—, una comadreja rosa corrió hacia el Sauce Boxeador y había un pequeño club nocturno para criaturas del bosque dentro de él.

—Interesante —dice Fred, mirándola extrañamente—. Vale, Briar, pero ¿cómo demonios soñaste eso?

Briar se encoge de hombros. Mira el pastel de chocolate.

—Demasiado chocolate antes de acostarse —le dice ella, con una pequeña sonrisa apareciendo en su rostro. Él le devuelve la sonrisa y Briar piensa, wow. No sabe qué hacer consigo misma. Eso fue amable de su parte—. ¿Qué hay de ti?

—Oh, no, dejo de comer chocolate a las siete y media —dice Fred.

Briar logra encontrar eso gracioso y se ríe.

Piensa que es dulce de su parte, intentando que ella deje de pensar en el tema. Lo mira, pensando lo mismo que cuando se reunieron por primera vez en verano. Se ve diferente. Creció un poco, su sonrisa es mucho menos diabólica y más encantadora... Y por alguna razón, hay algo que hace que su corazón se agite. Pero ella no lo entiende. Él cambió, claro, pero no tanto. Cómo diablos, desde que no lo vio en todo año, ella ha pasado de este es mi mejor amigo Freddie, a quien le cuento todo a estoy luchando con mis sentimientos.

La cosa es que a ella no le puede gustar. Porque ¿y si pasa algo? No puede estar con alguien y ellos no saben lo que es realmente. Sería incorrecto permitir que alguien la bese y no sepa qué es lo que realmente están besando. No quiere que sus amigos se enteren. No quiere que la miren diferente, que se disgusten con ella. Quiere que estén en la oscuridad sobre el tema por el resto de sus vidas. Nunca lo van a saber. No permitirá que lo sepan.

Así que ella no sabe qué hacer. Si algo la altera, porque lo desconoce, siente que algo romántico podría pasar, parte de ella se siente como si siempre hubiera pensado eso, incluso si nunca le gustó de esa forma hasta ahora... pero ahora no puede. Briar no dejará que se enamore de un monstruo.

Aunque todavía puede ser su amiga.

—No respondiste mi pregunta —dice Briar—, ¿cuál es tu sueño más extraño?

Fred sacude la cabeza, sonriéndole.

—Lo guardaré para otra ocasión —le contesta. Ella le envía una mirada y él no se siente afectado por eso—. ¿Quieres hablar de tu abuelo...?

Briar niega.

—Estoy bien —le dice, y él le da una mirada extraña, sin creerle, y ella hace una mueca—. Estoy un algo molesta, pero bien, no quiero hablar de él... Eso sí, estoy preocupada por Harry.

—Dumbledore dijo que nadie iba a morir, ¿no es así? —dice Fred. Se sienta más hacia delante y su mano se mueve a lo largo de la mesa, más cerca de la de ella. Por un segundo cree que él va a sostener la suya, y ella está en conflicto. Quiere eso, pero no lo hace, no puede... Mierda—. Harry estará bien.

—Pero, Freddie... —se detiene. Hablando técnicamente, ella no comparte visiones con los demás, porque las personas que las saben lo estropean. Al igual que, ¿qué pasaría si alguien específico muriera y ella lo contó y lo evitaron? Les alcanzaría con el tiempo. O el universo tomaría a alguien en su lugar. Siempre hay repercusiones cuando detienes grandes cosas como esa.

Fred frunce el ceño.

—¿Tuviste una visión?

—Se supone que no te la puedo contar.

—No se lo contaré a nadie —él toma su mano. Su corazón da un vuelco, y ella lo mira—. Puedes contármela, Bri.

Briar frunce el ceño. Aleja su mano de la de él, dejando que se acomoden en su regazo. En su mente, está tratando de pensarlo bien; mientras él no lo detenga, estará bien. Y la visión era vaga de todos modos, ni siquiera era una, solo una respuesta de su ojo interior.

—¿Recuerdas cuando dije que, dejando a Harry competir, podría morir alguien? —Fred asiente. Ella ya puede verlo en su cara: él sabe a dónde va esto—. Cuando dije eso, mi ojo interior respondió. Como si afirmara lo que dije.

—Alguien va a...

—Puede —corta ella rápidamente—. El futuro no está escrito en piedra. Y no fue una visión adecuada, por lo que debe contar para algo... estoy preocupada, eso es to.

—Saldrá bien —le dice a ella.

—Supongo —ella sonríe suavemente—. Gracias, Freddie.

Fred le sonríe a Briar.

—Es para lo que estoy.

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SALDRÁ BIEN, BRIAR SE RECUERDA cuando entra en el pasillo a la mañana siguiente. Todo el mundo en la mesa de Hufflepuff parece estar personalmente enfadado con Harry. Briar lo conoce lo suficiente como para saber con certeza que no se habría inscrito en el torneo. ¿Por qué lo haría? No le gusta pelear con Quien-tú-sabes, ¿por qué estaría dispuesto a hacerlo contra otras criaturas? Al principio, todos pensaron en entrar, así que ¿es tan importante que Harry haya podido hacerlo cuando todos estaban así?

Briar sabe que tiene que sentarse con Fleur por el momento, en la sección de la mesa de Ravenclaw asignada para los estudiantes de Beauxbatons. No le importa, por supuesto, ama a Fleur y la apoyará por encima de todos los demás, pero aún así quiere asegurarse de que Harry esté bien. Sus padres eran amigos íntimos, tienen el mismo padrino... Siente que es su deber vigilarlo.

Entonces, en el descanso, una vez que ha terminado su clase con Madame Maxime en el carruaje, se va al patio, donde encuentra a Harry. Le sonríe y él se ve aliviado de verla. Obviamente, por el aspecto de las miradas desagradables de todos los que lo rodean, ha tenido un día de mierda.

—Hola —saluda Briar—, ¿va todo bien?

—Ron y yo discutimos.

—Oh —ella frunce—. ¿Cómo?

—Piensa que puse mi propio nombre, cosa que no —dice Harry, que ya parece molesto. Briar ve a Fred, George y Lee aparecer en el patio, muy por detrás de Harry, y espera que no la vean. Prefiere hablar con Harry a solas, porque si ellos también están aquí, harán bromas y todo eso, y Briar realmente quiere asegurarse de que Harry esté bien—. Y ahora todo el colegio me odia. Hufflepuff cree que les he robado su gloria, y obviamente todos los demás están de su lado...

Briar sonríe débilmente.

—Ron se dará cuenta pronto —le dice. Mira a todos los que miran a Harry de manera extraña, y se obliga a sonreír —. Y, mira, el resto del colegio puede tomar un poco más de tiempo, pero ¿sabes qué? Cuando las cosas se ponen difíciles, te vuelves más fuerte. ¿A quién le importa que caigas mal a uno de segundo? Sé que es difícil, pero ignora todo y concéntrate en prepararte para la primera prueba.

—Merlín, Briar, ¿de dónde sacaste ese consejo de vida? —pregunta Fred, acercándose sigilosamente por detrás. Ella se estremece, su ojo interior logró olvidar comentar un chico está a punto de aparecer detrás de ti en tres, dos... Fred da una palmada en el hombro y ella lo mira. Él mira a Harry—. Estarás bien, amigo. Has lidiado con cosas peores.

—No frente a todo el colegio —dice Harry.

—Estarás bien —dice Briar—. ¿Necesitas ayuda?

—Gracias, pero... Holly dijo que me ayudaría.

Los ojos de Fred se ensanchan.

¿Qué?

Briar se encoge de hombros y sonríe a Fred.

—No te conté sobre esa visión que tuve, ¿verdad, Freddie?

Harry frunce el ceño.

—¿Has tenido una visión...?

—Siempre la tengo cuando veo a alguien importante —contesta Briar—. De todas formas, ¿cuándo pasó?

—Anoche.

Fred silba. Briar le da un codazo.

—Me habló después de que los profesores me dejaran marchar —dice Harry. Briar mira a Fred, que todavía tiene una gran sonrisa en su rostro—. Dijo que tiene algo contra Karkarov... Pero luego llamó a Voldemort 'Señor Tenebroso', así que no sé...

—Es una Malfoy, así lo llaman sus padres —dice Briar.

Fred se encoge de hombros.

—Supongo que no tenías nada de qué preocuparte, ¿verdad, Bri? Porque Harry ya se las arregló para que su crush le ayudara.

Briar deja escapar una carcajada.

—Novia muy pronto —dice Briar.

—Luego viene el matrimonio —dice Fred.

Briar agrega:

—Después el bebé...

Harry no parece impresionado.

—¿Cómo llamaréis a vuestros hijos?

—¿Será una gran boda o una pequeña?

—¿Qué hay de la luna de miel?

Briar frunce el ceño.

—¿Qué tal Hawaii?

—Oh, sería encantador...

—¿Sabéis qué? Al menos no busco a alguien cuando está justo a mi lado —suelta Harry de repente.

Tanto Briar como Fred se quedan callados. Harry se ve feliz consigo mismo mientras se aleja de ellos. Por un segundo Briar frunce el ceño y piensa que no puede ser tan obvio, y se mueve para enfrentar a Fred, cruzándose de brazos.

—Ha sido raro— dice ella, evitando mirarlo.

—Seguro que hablaba de Ron y Hermione —dice Fred.

Briar cree que eso no tiene sentido, pero asiente.

—Sí. Se ha peleado con Ron, ¿no es así? Tal vez porque Hermione se ha separado de ellos...

—Buen punto —dice Fred, asintiendo.

Briar se siente incómoda por el resto del tiempo libre, incluso después de que aparezcan George y Lee, y comiencen a hablarle de cómo Snape ha empeorado en el año en que estuvo ausente. Lee comenta lo raro que están actuando ella y Fred, y rápidamente Fred le dice que Harry estaba siendo extraño.

—había dicho Briar, asintiendo—, no es gran cosa.

No es gran cosa. No es gran cosa que su corazón se salte un latido cuando su mejor amigo le toma la mano, le da una palmadita en el hombro, muestra cualquier afecto. No es gran cosa que esto sea tan obvio que Harry, de todas las personas, se haya dado cuenta. No es gran cosa que a Briar le gustaría intentar ver dónde podrían ir las cosas con este crush, pero no puede, nunca podrá, debido a lo que es...

No es gran cosa que, a pesar de eso, Briar sepa que este crush está empeorando cada vez más, y una parte de ella ya piensa: ¿es solo un crush?

#friar :-)

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