꒰ O3 ꒱

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Jimin se terminó de alistar,
mirándose en el espejo como
le sentaba aquel traje de un color
tradicional negro, agarrando su
celular y colocándose su reloj
mientras salía de su habitación con
sus hombres detrás suyo.

-Llegaremos a la cafetería antes de
ir a la empresa.-Informó bajando
las escaleras, saliendo directamente
de la casa cuando abrieron la puerta
para él.

-Entendido, señor.-Sus escoltas
hablaron, acompañándolo hasta el
automóvil.

-¿Cuál es mi agenda de hoy?

-Tiene una reunión a las nueve con
personas interesadas en presentarle
su proyecto sobre el nuevo centro
comercial, buscan inversionistas
que puedan capitalizar su proyecto.
Tiene que estar en el bufet que está
cerca de la empresa a las tres de
la tarde para el cierre de uno de
sus contratos, probablemente esté
demasiado tiempo ahí para definir
las cláusulas, por lo que es su última
actividad por hacer el día de hoy.

Jimin asintió, anotando todo
de manera mental. Sin duda sería
un día un tanto aburrido, pero no se
quejaba, aún se estaba recuperando
de sus días después del celo, así
que estaba bien no hacer el trabajo
pesado mientras no tuviera que
hacerlo y terminar de su agenda lo
más pronto posible. Partieron de la
casa, acostumbrado al trayecto que
se sintió levemente reconfortado
poder ver como apenas la cafetería
estaba siendo abierta. El automóvil
estacionó frente al local, Jimin
salió sin esperar a su chófer para
que abriera su puerta y caminó
hasta la cafetería, entrando al
establecimiento.

-Buenos días, bienvenido.-Cuando
aquel tono de voz que reconocía
le dió la bienvenida, las comisuras
de sus labios casi se levantan.
Casi, más no mostró ningún indicio
de sonrisa a simple vista, pero un
ligero cambio en su aroma se hizo
presente, uno más digerible.

-Buenos días, café negro.-Habló
como de costumbre, sacando la
tarjeta.

-¿No le pareció el té negro?-
Cuestionó, con cierto tono de duda.

Asintió.-Me gustó, solo que es muy
temprano y prefiero el café.

Jungkook comprendió, tomado
la habitual orden. Antes de que
Jimin esperara su café del otro
lado del mostrador, lo detuvo.-
Perdón, ¿Me podría dar su nombre?
Es para anotarlo en el vaso y poder
llamarlo.

Jimin se detuvo a mitad del
camino, mirándolo con cierta
intriga en sus ojos. No se guardó el
comentario, por lo que contestó.-
¿Por qué?

-Hay dos personas delante suyo,
no quisiera confundir su pedido.-
Explicó de manera rápida.

Arqueó una ceja en su dirección.-¿Y
acaso pidieron también café negro?
Dudo que alguien más lo pida a
estas horas.

Jungkook sintió sus mejillas
enrojecer al saber que él tenía razón,
solo aquel hombre era el aficionado
al café negro en su cafetería y sería
imposible confundir su pedido. Su
plan se había ido por la borda.
—Y-yo...

-Jimin, mi nombre es Park
Jimin-Un brillo divertido
resaltó en sus ojos, antes de darle la
espalda.

Anotó de manera rápida el nombre,
acostumbrado que al final poner
una carita sonriente para darle su
toque. Preparó las tres bebidas de
manera profesional, acostumbrado
a las ordenes y le fue hablando uno
por uno, Jimin quedando al final.
Cuando se acercó para tomar su
café, lo observó con cuidado.

-¿Y cuál es tu nombre?

-Jeon Jungkook-
Contestó de manera rápida, siendo
tomado por sorpresa.

Jimin asintió. -Un placer, Jeon
Jungkook. Nos vemos, gracias.

Vió al rubio salir hacía su auto,
subiendo en la parte trasera. Se
quedó perplejo hasta que Taehyung tuvo que atender la persona que había llegado porque ni siquiera se había percatado de ello, aún procesando lo que había sucedido.

-Kookie, ¿Qué te pasa?-Preguntó
Taehyung tocando sus hombros.

-Él no se llevó su postre especial
del día.-Contestó con simpleza,
haciendo que el otro se quedara aún
más confundido de lo que ya estaba
por su reacción.

Mientras que el rubio estaba
observando el vaso de café en su
mano, notando ligeramente el aroma
del omega impregnado en su orden,
además de observar su nombre
escrito con una carita sonriente,
haciéndolo sonreír de manera
inconsciente. Su lobo reaccionó
gustoso ante el aroma, moviendo
su cabeza de un lado hacía el otro,
su cola agitándose, cada vez más
animado por las interacciones.

(...)

Al día siguiente, Jimin había
ido temprano a la cafetería, siendo
recibido por un muy sonriente
Jungkook ya acostumbrado a la
presencia del otro durante tantos
días. El rubio se acercó hasta
el mostrador, entrecerrando sus ojos
en su dirección.

-Buenos días, Jungkook.

-Buenos días, señor Park.

-Café negro, por favor.-Le tendió la
tarjeta como era costumbre, mirando
cada movimiento que hacía.

-Ayer se me olvidó decirle sobre el
especial del día, me dijo que vendría
para comprar una galleta, pero solo
se fue con su café.-Comentó con
cierto tono entre divertido y tímido,
entregándole el ticket y la tarjeta.

-¿No merezco un especial gratis?
En muchos negocios las politicas
incluyen que si no se hace mención
de sus especiales estas se vuelven
gratis u obtienen algo gratis.

Jungkook balbuceó sin saber que
decir, y se sorprendió de ver una
pequeña, muy pequeña sonrisa
mostrarse en las comisuras de los
labios del rubio.

-Está bien, volveré para el siguiente
especial.-Mencionó, apartadose
hacía el otro lado de la barra mientas
otra persona era atendida por
Jungkook.

Cómo siempre, el café negro estuvo
listo sin esperar mucho, tendiendolo
en su dirección con una sonrisa.
-Espero que lo disfrute, gracias
por volver. Y con respecto a lo del
especial, puede pedir lo que sea de
forma gratuita para su siguiente
consumo, yo me encargaré de ello.

-¿Lo que sea?- Cuestionó con una
ceja arqueada. Cuando el castaño
asintió, lo pensó por un momento
antes de contestar.-Quiero que
dejes de referirte a mí tan formal.

-¿Tan formal?-Se sorprendió,
tratando de entenderlo.

-A la siguiente visita, puedes
tutearme. Si sabemos el nombre
del otro, esperaría un trato menos
formal, de todas maneras me verás
aquí seguido.-Antes de que pudiera
responderle, asintió en su dirección.
-Buen día, Jungkook. Nos vemos
después.

Jungkook lo vió irse de la cafetería,
aún procesando lo que había dicho,
¿Le molestaba que le hablara de
manera formal? Nunca lo había
notado, simple lo hacía sin intención.

Pero si era algo que Jimin le
había pedido, entonces lo cumpliría.
Además que a su lobo le parecía
mejor referirse a él por su nombre,
había detestado llamarlo tan formal,
inclusive juró haberle puesto una
expresión de horror ante ello. Y
como pocas ocasiones vistas,
Jungkook estuvo de acuerdo con su
lobo de poder hablarle de manera
informal, haciendo que Taehyung se
quejara que estaba expulsando
demasiadas feromonas ante su
estado de alegría.

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