Jimin esperó esa hora viéndome atender algunas pocas personas, también usó su teléfono pero lo importante es que cumplió su promesa y efectivamente, no se marchó.
Cuando había terminado mi turno, decidimos caminar un poco por las cuadras cercanas a las cafetería, se mantuvo en cierto silencio, como si estuviese dudando sobre si decirlo o no.
Consiguió impacientarme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro