36. Cara a cara con la obsesión

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Por tu cumple cosita. *-*

La frialdad se filtraba en mi cuerpo entumeciendo todo a su paso, solo las calientes lágrimas deslizándose por mi rostro eran capaces de elevarse por encima de este penetrante frío. Sus labios contra los míos, un roce que alguna vez se me antojo maravilloso y que ahora se volvía una opresora sensación que me hacía imposible respirar.

Cuando por fin separo nuestras bocas de aquella terrible unión, me miró abrumad,o confundido y podría decir que triste por no haber correspondido a su muestra. En cambio, mis ojos le devolvieron el gesto con toda la rabia que pudieron reunir.

—Yo no...entiendo —frunció el ceño.

Casi me río en su cara, lucia tan sincero.

—¿Esperabas que te recibiera con los brazos abiertos? —la voz era áspera pero sorprendentemente más firme de lo que me habría esperado.

—Déjame, déjame hablar por una vez...

—Estuvimos así antes y me atacaste.

—No podía estar en el pueblo, necesitaba traerte conmigo...si me dejaras explicarte...

—¡No! Ahora que te tengo de frente después de tres años por fin puedo decirte todo lo que me estuve callando por tu culpa...todo lo que tuve que soportar después de que tu...

—No lo digas —suplicó con quebradiza voz.

—¿Qué no diga qué? ¿qué me violaste? —me quebré, en un jodido instante me quebré— ¿Te hizo sentir más hombre? ¿destruirme de esa forma te dio alguna satisfacción?

Se agarraba el pelo meciéndose adelante y atrás, sentí miedo al verle perder el control de su cuerpo y sus ojos de aquella manera.

—He vivido tres años temiendo a la consecuencia de eso, si te hubieras quedado...

—Si me hubiera quedado, sería como tú y tendría toda la maldita eternidad para odiarte, si me hubiera quedado estaría muerta tanto por dentro como por fuera sin importar la puta transformación, si mi hubiera quedado, te habría matado en el segundo de saber que te igualaba en fuerza.

Temblaba de rabia, desde mi lugar en el suelo me sentía tan pequeña al lado de Ashton quien aun pegado a la pared lejos de mi y siendo apuñalado por mis palabras se veía enorme.

—Ana...

—¿Sabes cuantas veces tuve que explicar lo que pasó? ¿Cuánto tiempo estuve sin poder siquiera hablar? Sin dormir porque cada vez que cerraba los ojos te veía sobre mí, sin comer; porque solo deseaba morir de una vez. ¿Qué crees que sentí cuando supe que no se moverían en buscar justicia? Cuando mi papá se largó porque no soportaba lidiar con todo eso ¡Como si él hubiese sido la víctima y no yo! Cada vez que veía a mi mamá mirarme con lástima, e insinuar que solo yo y nadie más se había buscado aquello, sentía impulso de acabar con mi vida.

—Si hubieras hecho eso serías inmortal.

Tiré de mi cabello a riesgo de parecer loca.

—¡Maldita sea! ¡¿Estas oyéndome? —grité ahogándome con mis propias lágrimas— Quiero que me digas cuantos días te imaginas que estuve yendo a terapia y siendo tildada de esquizofrénica ¡Porque fueron dos años! Dos años en los que llegué a pensar que no eras real, un simple producto de mi imaginación. Pero la verdad es que no es así, me hiciste el peor daño de mi vida y no porque fuera una niña tonta, por haberme enamorado o por haber ido a ese lugar. Lo hiciste por el simple hecho de que eres un maldito infeliz inestable, te odio como nunca creí que sería capaz, te odio porque me hiciste odiarme cuando yo no tenía la culpa. Te odio porque eres un monstruo y porque me convertiste en uno y si crees que me refiero a la parte sobrenatural pues estás muy lejos de la verdad.

Después de decir aquello sollocé en silencio liberándome de toda esa carga asfixiante que llevaba tanto tiempo cargando, lo vi decir algo mas y salir del baño dejándome ahí y cerrando tras de sí. Lo cierto es que no le presté atención.

Estaba centrada en mí, en mis palabras y por fin lo había entendido. Ni un millón de años hubiera yo querido que me pasara lo que me pasó, nadie querría eso, ninguna mujer va por ahí diciendo "no usare esto porque me van a violar" "no saldré esta noche, hay muchas probabilidades de ser violada" Nadie se metía en una relación teniendo como base que tu pareja sea un violador en potencia. Fui ciega como muchas, pero no de la forma que otros asumen, fui ciega al no ver que la humanidad esta tan contaminada de estos seres corrompidos, al punto de que los encuentras en cualquier esquina con un rostro amigable e incluso ayudándote con cosas básicas para luego atacar. El mal se escondía tras cualquier cara por muy bonita que fuera, Ashton fue su vivo ejemplo y solo él y nadie más que él tenía la culpa de sus actos.

Siendo consciente o no de ellos, siempre había sido él el responsable. Y yo...yo era libre al comprender aquello.

Dejando mis pensamientos de lado, cuando la estancia se quedo en silencio oí la tersa voz de Ashton filtrarse por la rendija de la puerta, hablaba sin parar, sobre, muchas cosas. Poco a poco me fui enterando de sucesos que nunca siquiera hubieran pasado por mi mente, desde su enfermedad, hasta el claro hecho de que el día en que lo conocí él no me miró por mera casualidad.

Entendí también muchos puntos de su personalidad, cuando estuve con él solía ser inseguro y me hacia prometer que me quedaría para siempre, hasta ahora no comprendí aquello. Y mientras seguía hablando mi piel se iba crispando conforme a tono que adquirían las cosas.

Ashton me conoció cuando tenía apenas doce años, lo peor era que lo recordaba, recordaba haberlo visto sentado en los viejos y rechinantes columpios con la capucha cubriendo su rostro, era fácil recordar ese punto cuando había tan pocas personas ahí en ese momento.

Las cosas tomaban un matiz perturbador ¿Verme andar en bici cada día cuando yo tenía trece y él diecisiete? ¿Vigilar la habitación de una niña de catorce años? Antes me habría parecido una ensoñación que él se fijara en mi de esa forma a medida que yo iba creciendo...viendo como terminó todo, me resultaba espantoso.

Si, estaba enfermo, su vida no era la mejor, más no era justificación, muchos también lo están y no van por ahí acosando niñas desde las sombras. Su forma de hablar y expresarse sobre mi le parecía romántica a cualquiera que no viera a profundidad sus palabras, todo lo que ocultaban, yo no era más que su obsesión personal.

Otro descubrimiento que me dejaba helada, en fondo albergaba la esperanza de ser la moneda de cambio, la garantía de que el clan de Arion no atacara precipitadamente, ahora me daba cuenta de que eso no pasaría. Ashton me quería a su lado para siempre...me quería como su reina.

Y si iba a salir de esta tendría que actuar de manera muy astuta.

Dormí todo un día, aún me sentía agotada debido a lo que Elliot había hecho conmigo y toda la sobre carga que tuvo estar cara a cara con Ashton, cuando abrí los ojos apenas el sol comenzaba a asomarse. Sentí de nuevo esa punzad en la garganta que me daba miedo, sabía lo que significaba aunque no quería aceptarlo.

Aproveché que era temprano para darme una necesaria ducha, hasta ahora note que incluso había cremas hidratantes ahí. Es como si esperase que me quedara para siempre, en realidad eso hacía.

Saqué del clóset un par de vaqueros y una camiseta sencilla, como lo sospechaba, las prendas me encajaban a la perfección. La puerta se abrió cuando estaba recogiéndome en pelo en un moño alto y mi corazón latió desbocado.

Un hombre alto y rubio asomó la mitad de su cuerpo.

—¿Puedo entrar? —hablaba con un extraño acento.

Asentí nerviosa.

Una vez frente a mi me di cuenta de que era alto, más que Arion, probablemente más que Evan, le estimaba 1.90 o algo así, también era muy rubio, con el pelo cubierto de desordenados rizos y unos profundos ojos gris-azulado un poco más oscuros que los de siento chico. Era condenadamente atractivo ¿es que era un requisito para ser transformado? Sonrió de medio lado cuando vio que lo detallaba al pelo, no con arrogancia como Arion dando por hecho que era lo mejor del mundo, sino como si supiera que es guapo y no le importara un reverendo pepino.

Me puse roja.

—Descuida, tú también eres bonita —alemán, su acento era alemán—. las cámaras no te hacen justicia.

Me guiñó un ojo y yo fruncí el ceño, no por su acto sino mas bien por sus palabras.

—¿Cámaras?

—Dime que no te has paseado desnuda, hay cámaras en esta habitación.

Abrí mucho los ojos, debí haberlo imaginado, ayer Asthon llegó a penas me desperté y pensé que no tenía como saberlo, que solo fue de pura suerte. Me estremecí de asco.

—Tranquila, no pueden oírnos, es solo imagen.

—¿Me viste?

—Tuve un vistazo ayer si, lucias muy enojada —miró hacia una esquina—. Ese vestido te quedaba de fabula, deberías prestármelo.

Lo miré confusa, ese chico era extraño.

—¿No les parecerá extraño que estés hablando conmigo?

—Apagué las grabaciones porque no están, debo encenderlas pronto —se meció en sus talones—. Hechas las presentaciones —dio media vuelta.

—No nos presentamos —aclaré.

—Ah, cierto —sonrió divertido—. Mucho gusto pequeña híbrida, soy Eithan, el encargado de sacarte de aquí.

Digamos que me emocioné muy rápido, demasiado.

Casi salgo corriendo de ahí antes de que Eithan me explicara que había cámaras en toda la casa y seguramente no podríamos dar dos pasos sin ser atrapados.

—Tienes un alma escurridiza pero no para tanto, Rojita.

Sentí un aleteo al escucharle decirme de aquella forma y mi mente vago directo hasta Arion ¿Estaría preocupado por mí? no lo creía, sus últimas palabras me lo habían dejado claro. Quizá los únicos que se preocuparían serian mis abuelos y Becca, me sentía mal por ellos y por el sufrimiento que estarían atravesando por mi culpa. Mi madre era capaz de asumir que había escapado a Río a bailar Calipso.

—Digamos que no solo tú necesitas ser liberada —comenzó a explicarme Eithan—. Estás en un apartamento sencillo, es solo un piso y tres habitaciones, pero como este Ashton posee varios, no tengo idea donde, y necesito averiguar en cuál de esos está E...la otra chica capturada.

Supe de inmediato que esa chica significaba algo para él.

—¿Y qué hacemos para averiguarlo?

—Te toca fingir síndrome de Estocólmo.

Casi me caigo para atrás.

—Te vi en las grabaciones, Ashton babea por ti. Si actúas de la forma correcta podremos averiguar el paradero de ella y una vez que la ubiquemos llevaremos a cabo el plan de Arion.

Y aunque no sabía cuál era ese plan, solo saber que Arion estaba implicado me llenaba de emoción. Él no me dejaría aquí, puede que no sienta nada por mí, pero sí sabe todo lo que Ashton me hizo y en el fondo era una buena persona.

—Tienes una linda sonrisa y una linda alma. No dejes que nada la manche.

Me dio un golpecito en la punta de la nariz y salió de la habitación.

Ya antes había pensado que sería necesario hacer que Ashton se relajara pensando que había bajado la guardia, para que me permitiera al menos salir de la habitación y saber en sonde me encontraba. Ahora debía llevarlo al límite y hacerlo pensar que mis sentimientos por él habían pasado mágicamente de la profunda repugnancia al amor desmedido.

Sencillo.

Una hora más tarde la puerta volvió a abrirse revelando a mi captor, me sonrió apenas al verme y trate de lucir al menos una mueca no tan hostil en el rostro.

—El desayuno está listo ¿Querrías comer aquí o me acompañas a la mesa? —todo un caballero.

Quizá si estaba enamorado de mi...y eso haría mucho más fácil que cayera.

—Esto...¿sí? —no podía lucir tan segura, sobretodo después de todos los insultos de ayer.

Me tendió su mano, tal como lo hizo al entrar al hotel hace tres años. Pero esta vez, el que no sabía donde se iba a meter era él.


Vendettaaaaaaaaaa.

Son la una a.m y no actualicé antes porque tenia flojera. Así de sincera como siempre soy xd.

Para las que se querían cambiar al Team Ashton ANALICEEEEN NENAS. Ashton solo merece que le partan toda su mandarina por lo que hizo.

Capitulo escrito en apoyo al #niunamas. Porque se detengan los abusos y se haga justicia con todas las victimas, no te calles.

¿Qué tal Eithan? ¿Como les cae?¿Conoceremos algún día a su morena? ¿Seré yo su morena?

jHJSjJHJA Es tarde me wa mimir.

Los quiero bai *-*

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