|¿Puedes darme un beso?|

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Título: ¿Puedes darme un beso?.

Advertencias: Relación establecida. Black Hat un poco amable y un poco tranquilo.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

P.O.V. Kenning Flugslys.

Estoy en la oficina del jefe, sentado frente a su escritorio. Hemos estado por más de tres años en una relación un tanto peculiar, tenemos sexo, aunque detesta que yo lo toque demasiado. Su trato en público conmigo es duro y en ocasiones expresa valoración por mi trabajo u tiene ciertos cuidados hacia mi persona, al menos ya no me pega tan fuerte como antes. Sigue siendo el mismo jefe estricto de siempre, aunque nunca esperé que eso cambiara. Black Hat, me entrega en silencio una taza de café humeante que ha hecho aparecer de la nada y le agradezco. Sabía que no sería alguien cariñoso cuando comenzamos nuestra relación, él es metódico, estoico y distante, incluso cuando estamos en la soledad de su oficina no se atreve a romper las formalidades. Nunca dice nada especialmente cachondo, solo dice cosas sarcásticas y arrogantes. En ocasiones me pregunta sobre los proyectos o sobre mi pasado, pero es muy raro que se vea inmiscuido en esos temas.

Debí estarlo observando fijamente durante mucho tiempo pues su voz ronca y siseante me sacó de mi abstracción.

—¿Ve algo qué le guste, doctor?.

Sus movimientos son sedosos mientras se sirve un trago de vino en una copa de cristal con forma de calavera. Bajo la mirada y tallo la taza nerviosamente, debatiéndome si abrir la boca o no. Le he estado insistiendo desde hacía un año y sé que su decisión no va a cambiar, pero aún así me atrevo a preguntar.

—Jefecín, ¿podría darme un beso?— Black Hat, respondió de inmediato sin siquiera pestañear.

—No.

—Señor, ¿alguna vez va a besarme?.

—Yo que usted esperaría sentado— Ríe —Un beso implica afecto y definitivamente no te amo, Flug.

En cualquier otra relación este trato me haría sentir inadecuado e incluso no deseado, pero Black Hat, es distinto, me permite pasar tiempo con él a solas en sus habitaciones, donde simplemente disfrutamos de la confidencialidad y la compañía mutua, como en esta ocasión. No hay gritos, no hay golpes, simplemente nos miramos el uno al otro y Black Hat, baja sus escudos y me toma de la mano acariciándome con suavidad, simplemente algo demasiado íntimo e increíble para un ser sádico como él.

En ocasiones pienso que no se ha dado cuenta, pero sus acciones están enviando señales mixtas. No puedo recordar en qué momento me fue tan fácil estar cerca de él o de tratar con él, tan cerca que me he atrevido a pedir, no, a exigir el sexo. Me he osado a tentarlo discretamente durante las reuniones y lo he visto resoplar o gruñir por lo bajo, siempre manteniendo la compostura, sabiendo que lo pagaré más tarde, pero me encanta hacerlo.

—Entonces asumo que no lo veré en el balcón a los ocho para cenar juntos, ¿verdad?— Él frunce el entrecejo y musita.

—¿Dije qué le cancelaría?— Meneo la cabeza y añado.

—Por cierto, yo tampoco lo amo, señor.

Black Hat, da un largo trago a su vino para evitar mirarme y sé que está ocultando una sonrisa. No importa lo que él diga, después de todo, reunirse con una persona, copular, cenar y pasar tiempo juntos, es una muestra de afecto. Y eso es suficiente para mí, aunque no dejaré de insistir en ese beso.



















Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro