Título: Terrible.

Advertencias: Apto para todo público.

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Black Hat, era un misterio, eso lo podía decir con certeza. Nunca mostraba emociones excepto cuando de deleitable sadismo reía torturando a algún héroe e incluso a sus empleados -Quienes eran sus víctimas favoritas-. No hacía falta recalcar la falta de empatía en ese hombre... Diablos, era la maldad encarnada.

Si no estaba ocupado en quien sabe que cosas, estaba acechándolos desde la sombras y sabían que él estaba allí por lo fría que se ponía la habitación en su proximidad.

Flug, era la víctima de esta semana pues la presencia de su jefe era una constante. El miedo carcomía al científico esperando el peor de los horrores detrás de él a punto de devorarlo y la espera del sustos que nunca llegó era una interminable tortura mental.

Black Hat, debía estar intentando otro tipo de tormento con él, los sustos que le daba su jefe eran espontáneos e impresionantes, pero tenerlo y sentirlo continuamente cerca lo estaba matando, esa presencia obscura y maligna le erizaba la piel.

Flug, miró el plano detallado que se había esforzado tanto en terminar. Suspiró aliviado de que Demencia, no hubiese entrado a su laboratorio y comenzara a destrozar las cosas como era regular.

La chica debió sentir su alegría por que ese característico sonido de serpiente de cascabel se oyó detrás de él. Exasperado de tener que lidiar con ella tan temprano, hizo que gritara más que de costumbre:

—¡Hija de la lagartija!, ¡¿qué te he dicho de entrar en mí...?!— Chilló al ver la imponente figura de su jefe justo detrás de él, ese ojo rojizo penetró lo profundo de su alma y casi se desmaya, tragó en secó —J-jefecito chulo de mi vidaza, ¿e-en q-qué le puedo servir?— Preguntó ya sudando a mares de los nervios.

—¿Ese es su maravilloso plan?— Cuestionó con esa característica voz ronca y casi distorsionada.

Flug, tardó unos segundos en entender y volvió su vista a los planos.

—Me pareció la mejor estrategia, un villano como Pouncer, debería poder acceder fácilmente a las instalaciones de esta manera— Explicó sintiendo el miedo abandonar su cuerpo tras cada palabra.

—¡Flug!— Gritó y el científico se encogió en su asiento esperando los golpes —¡Es terrible, hágalo de nuevo!— Dicho eso su jefe se desvaneció como una sombra a través del suelo.

—¡Sí, mi jefecito!— Permaneció unos segundos congelado antes de tomar una nueva hoja blueprint —¿Que extraño fue eso?.

Black Hat, nunca había supervisado uno de sus trabajos, normalmente solo aparecía cuando uno de sus clientes presentaba una queja, en ese caso su jefe venía con un periódico enrollado en mano y le pegaba cual perro pulgoso.

Tal vez el cliente había pedido que lo supervisara para garantizar su éxito como parte de su contrato. ¿Por eso lo había estado acechando?. O tal vez Black Hat, simplemente estaba aburrido y... Basta de especular, tenía que empezar de cero. Suspiró por segunda vez.

Terrible.

Se permitió una sonrisa. Sin duda era la mejor calificación que había recibido hasta el momento del mismísimo Lord Black Hat.

Es mi primera vez escribiendo sobre esta pareja.

Gracias por leer.