Capítulo 12

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¡Holiwis! Llegó el lunes, y llegué otra vez. La semana pasada la cosa se quedó algo inconclusa, es momento de que esto se mueva, kukukuku (risa maléfica acariciando gato XD).

La expresión de Jimin me fue indescifrable y su mirada estaba en ninguna parte, ni siquiera intentó mirarme. Yo tampoco tuve demasiado autocontrol. Lo solté y me di vuelta. Soy un cobarde. Mis pasos temblorosos se alejaron mientras mi cerebro trató de procesar lo que acaba de suceder.

«¡Maldición! Ya paren ustedes también, lágrimas».

Hace ya unos minutos que salí de la academia. No he mirado atrás, no me atrevo; tampoco acelero mi paso, no quiero perder la esperanza de que corra a alcanzarme y me corresponda. Aunque la lentitud de mis pasos haga tortuoso el trayecto, quiero mantener la fe. Aunque sepa que esto no es una novela donde los sueños se cumplen, quiero mantener la fe.

Escucho el sonido de unos pasos aproximarse a gran velocidad. Ni siquiera he sido capaz de voltearme por completo. Soy empujado sin previo aviso a un callejón. Mi camisa es agarrada, siento una pierna colarse entre las mías y unos fulminantes ojos cargados de determinación penetran en mí.

Nuestros labios se han unido otra vez. La sensación es diferente; más intensa. Prima la desesperación, la entrega, la pasión, el desenfreno. Su lengua se desliza en mi interior y recorre cuanta extensión de mi boca pudo alcanzar. Mis labios son succionados intensamente; mi cabello es sostenido por sus manos y las pequeñas mordidas en mi boca comienzan a arrebatarme gemidos de placer.

¿Cómo llamar a esto? ¡Rayos, no encuentro palabras para describir lo que estoy experimentando! ¿Es este placer el que se siente cuando se va al cielo? ¿Es esta la tentación que se experimenta cuando el demonio te quiere llevar al infierno? No me importa qué sea. Para mí, tener a Park Jimin devorando fervientemente mis labios es todo lo que necesito ahora.

«Esto no es una novela, es mi vida. Los sueños sí se cumplen».

—Para mí tampoco es un juego, Jungkook... Estoy demasiado roto; pero no puedo resistirme a ti. —Pude escuchar como su voz jadeante casi se quebró con ese comentario—. No me imagino sin ti a mi lado... ¿Aceptarías a este corazón inseguro? —Sus palabras se escuchaban como una súplica.

¿Dónde había ido toda la agresividad que depositó en mí hace unos segundos a través de su beso? Puede que Jimin sea una persona más complicada de lo que esperaba. Quiero convertirme en alguien en quien pueda confiar plenamente; alguien con quien se sienta seguro y protegido, eso fue lo que me propuse hace apenas instantes, y me confesé y me di la vuelta. Huí. La vida me está dando una posibilidad de enmendar ese error, debo aprovecharla.

—Nada me haría más feliz. Permíteme reparar ese corazón. —Y lo besé otra vez. Le transmití todo lo que había en mi interior.

Estoy repleto de felicidad. Saber que Jimin confía en mí y me quiere lo suficiente como para intentar amar otra vez, de cierta forma, me reconforta. Tantas ideas e hipótesis me dieron a entender que no habría un nosotros. Me alegro de haber estado equivocado. No negaré que me siento presionado. Él depositó su confianza en mí, debo ser capaz de corresponderle; de demostrarle que su decisión fue la correcta y que será feliz a mi lado y olvidará todas sus tristezas y sufrimientos.

—Te protegeré, Minnie —le susurré acurrucándolo entre mis brazos.

—Estoy a tu cuidado, Kookie —me respondió coqueto.

Creo que esta manera de llamarnos me gusta, podría acostumbrarme a ella.

Se ha separado de mí y sus puños están apretando la tela de mi pullover por encima de mi pecho. Se ve vulnerable, demasiado para que mi corazón pueda soportarlo. ¿Cómo es posible que la personificación de la seducción se haya transformado en esto? Parece que quisiera decirme algo, lo mejor será esperar a que decida cuándo hacerlo, no quiero presionarlo. No debo.

—Kookie, yo... No es que no confíe en ti. Lo hago, deseo hacerlo; pero...

—Te escucho —dije con voz comprensiva.

—Necesito tiempo. Quiero estar contigo, mas no sé cómo hacerlo. —Pude ver su expresión confundida—. Venir tras de ti no fue un acto impulsivo. No fue mentira cuando te dije que no sé cómo estar sin ti. Me han pasado muchas cosas, no es fácil para mí dar este paso. Solo te pido que seas paciente. Te prometo que te haré feliz.

—No, Minnie, no tienes que prometer hacerme feliz. Que hayas llegado a mi vida es motivo de felicidad más que suficiente. Yo prometo. Te prometo que mis besos sanarán cada una de las cicatrices de tu corazón; que mis caricias borrarán las marcas de lágrimas en tus mejillas; que mi compañía te llenará de sonrisas. Te prometo ser tu todo y que tú serás el mío.

Las mejillas de mi chico se encendieron ante mis declaraciones. Sabía que las mías estaban igual o más sonrojadas que las suyas, el calor que percibía en mi rostro me permitía notarlo sin necesidad de verme. A pesar de no ser bueno con las palabras, esta situación ameritaba superar miedos e inseguridades de la misma manera que él estaba intentando hacerlo por mí.

—Maldición, Kookie. Si me dices eso..., no podré controlarme. —Lamió el lóbulo de mi oreja.

La mirada de Jimin cambió en cuestiones de segundos. Este hombre es una caja de sorpresas. Hasta ahora mismo estuve, por decirlo de alguna manera, con las riendas de la conversación y la situación. Él se veía sumiso y vulnerable; ahora me ha arrinconado contra la pared y ha comenzado a devorar mis labios con ferocidad. ¿A dónde vamos a parar? Si no fuera porque escuché lo que escuché, pensaría que sus traumas son inexistentes. Sin embargo, en estas circunstancias, me complace saber que me desea lo suficiente como para olvidar todo y entregarse a mí de esta manera.

Sigo apoyado contra la pared. Jimin se ha colocado entre mis piernas. Una de sus manos recorre con posesividad mi espalda y la otra se afianza con fuerza a mis cabellos para marcar el ritmo de nuestro beso. Yo solo me dejo hacer, rodeo sus hombros con mis brazos y correspondo al placer. Los gemidos se nos escapan; las respiraciones se salen de control; las manos luchan por mantenerse por encima de nuestras cinturas.

El deseo nos domina y lo sabemos. La temperatura de nuestros cuerpos no deja de incrementarse y nuestras miradas y sentidos no dejan de nublarse por el placer. Jimin me empuja suavemente para crear un espacio entre nosotros. Nos separamos jadeantes y con clara contradicción y frustración en nuestras expresiones.

—¡Rayos! Yo mismo dije de ir con calma, y me dejo llevar así... Me descontrolas. Me descontrolas de sobremanera.

Sus labios enrojecidos e hinchados por la succión son el panorama más tentador y seductor de mi tarde. No puedo evitar relamerme ante la vista.

—Esa debería ser mi línea. Eres más de lo que mi autocontrol puede procesar. —Sonreí y le di un beso rápido.

—Jejeje, el sentimiento es mutuo... Mejor paramos aquí —dijo colocando su dedo índice sobre mis labios—, pueden comenzar a pasar personas en cualquier momento, en la tarde el festival se hace más frecuentado.

—Quieres decir que si no pasaran personas, ¿continuaríamos?

—¿Qué te parece regresar al campus para dar unas vueltas y disfrutar el festival?

—¿Por qué desvías el tema? —Sonreí travieso.

—¿Qué quieres que te responda? —Apretó una de mis nalgas. Ok, eso no lo vi venir. La sorpresa está impregnada en mi rostro, lo sé—. No tengo esa clase de fetiches exhibicionistas. Además, iremos con calma, ¿no?

—Está bien. Con calma. —Lo tomé de la mano—. Regresemos. —Lo vi sonreír satisfecho, como si las cosas hubiesen salido tal y como quería.

¿Por qué todo ha quedado como que yo soy el desesperado, si fue él quien perdió el control primero y, además, me agarró el trasero? Este hombre es más travieso y malicioso de lo que creí. ¿Lo peor de todo? Que me encanta que sea de esa manera. Me parece incluso más coqueto que antes. Es hora de disfrutar el resto del día con mi novio. ¿Por qué se siente tan bien llamarlo así?

Park Jimin, estoy loco por ti.

¡Kyaaaaaa! -grito de fan loca XD-. Al fin el JK obtuvo su chance. Estoy en modo fluff, así que les advierto que se viene todo muy fluff y mega soft. Espero lo disfruten.

Desde el final de esta semana y la próxima, por motivos ajenos a mi control, no tendré internet. Eso no significa que se quedarán sin los capítulos de la semana próxima, para nada. Esta semana subiré los dos capítulos de esta y los dos de la que viene, será uno diario desde hoy hasta el jueves. Disfruten este maratón de actualizaciones, porque yo acabaré sin vida de tanto escribir, pero cumpliré con ustedes, que es lo importante.

Chao chan 😘

Hasta mañana.

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