Capítulo 42

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—¿Jungkook?

—¿Eh? ¿Qué pasa? —reaccioné, nervioso al escuchar su voz.

—Te preguntaba si hay alguna canción que te gustaría escuchar… ¿Está todo bien? Te noto distraído.

—Solo estaba pensando en algo, no pasa nada.

—¿Y se puede saber en qué piensa mi chico? —Se sentó a mi lado y pasó su brazo por mi cintura, haciéndome encoger un poco en mi lugar, nervioso.

Jimin aflojó su agarre lentamente hasta soltarme y se separó un poco de mí, ¿será que pensó que no deseo que me toque?

Ahora está jugando con sus dedos entrelazados, la mirada gacha y su labio inferior prisionero de sus dientes. No sé qué decirle para resolver este malentendido sin hacer una confesión vergonzosa, no me es fácil decir que estoy nervioso porque temo que todo lo que he vivido con él durante los últimos meses sea solo una idealización creada por mi cabeza, porque tengo miedo de decepcionarme y sufrir otra vez. Debería alejar estos pensamientos, ¿cuántas veces tendré que regañarme por lo mismo hoy? ¿Por qué mis fantasmas no me dejan disfrutar este momento?

—Ven aquí —dijo con una sonrisa y palmeó el sitio a su lado. ¿En qué momento se sentó recargado de la cabecera de la cama?

Me acerqué y recargué la cabeza en la pared. Sentí sus dedos entrelazarse con los mío.

—¿Estás nervioso? Recuerda que no pasará nada que no desees.

—¡Lo deseo! Lo deseo demasiado, Jimin. Es solo que no… No sé cómo debería… comportarme —admití avergonzado.

—Eso no es algo que deba preocuparte, bebé. Es la primera vez que vamos a estar juntos, las cosas fluirán poco a poco y aprenderemos a conocernos. —Acomodó mis cabellos hacia atrás, sus dedos temblorosos.

—¿Y tú, estás nervioso? —Lo miré expectante.

—Lo estoy… Mucho. —Vi como suspiró y dirigió su mirada al techo. Cerró sus ojos con fuerza y los volvió a abrir. Hay un brillo extraño en ellos; ¿expectativa? O acaso… ¿anhelo?—. Pero todo estará bien.

¿Es normal que sienta cierta profundidad en sus palabras, más allá del momento? Es como si se las dijese a sí mismo. Él esta así de nervioso y a pesar de ello ha tratado de hacerme sentir confortable y consentirme. Con una persona así no hay nada que temer, solo tengo que dejarme llevar. No se trata de quién puede ofrecer a quién una buena experiencia en esta noche, es cuestión de disfrutarla ambos y que sea inolvidable para los dos.

—Sí, todo estará bien —afirmé— porque estoy contigo. —Deslicé mi mano libre dejando caricias en su brazo, me acerqué a su rostro y lo besé.

Deshaciéndome de todos mis miedos e inseguridades, me volví a acomodar en su regazo y uní nuestros labios otra vez, pasando de tiernos toques y caricias a un contacto más desesperado en el que nuestras lenguas danzan al unísono embriagadas en la melodía del placer. Las manos de Jimin estaban fijas en mi cintura, así que aparté las mías de su rostro, las coloqué sobre las suyas y las guié hasta mis nalgas, instándolo a apretarlas. Si ya tiré la vergüenza a la basura, ¿qué tiene de malo ser un poco descarado?

—Kookie, si haces eso, yo… —Apretó más fuerte y acercó nuestras entrepiernas, provocando una fricción al contacto que envió corrientes eléctricas por toda mi extensión.

Sus gruesos labios acallan mis gemidos y sus expertas manos exploran mi cuerpo con sutileza y precisión. Cada vez que un punto en específico le regala sonidos que soy incapaz de contener, retiene su toque por un poco más de tiempo, buscando cómo estimularme de la mejor manera. Mis manos temblorosas solo pueden aferrarse a su bata de baño y apretar más el agarre cuando las olas de placer arremeten contra mi cordura.

Introduje mis manos por debajo de la felpa de la toalla de su bata y me dediqué a conocerlo yo también. Separé nuestros belfos y besé su cuello, clavículas, su nuez de Adán y cada fragmento de piel que fui desnudando. ¿Sabe este hombre lo perfecto e irresistible que es cada milímetro de su cuerpo? Verlo extender su cuello hacia atrás para darme más acceso y sentir sus manos moverse con más ansiedad por mi anatomía a la vez que los jadeos se escapan de su garganta, me hace sentir orgulloso de saber que su placer también se incrementa y yo lo provoco. Sentir el palpitar de su creciente erección contra la mía, me hace vibrar de anticipación.

Se incorporó un poco y me hizo inclinarme hasta que mi espalda quedara recostada en el colchón, me quitó el pullover, se acomodó delicadamente sobre mí y comenzó a dejar un camino de besos por cada rincón descubierto de mi piel, deshaciéndose de toda mi ropa restante en el proceso. Su bata de baño está tan floja que ha logrado sacar los brazos y ha dejado su torso al descubierto, la estrecha cinta que la mantiene asida por su cintura también parece estar a punto de soltarse de tanto que se ha aflojado por los movimientos.

Sus cabellos despeinados, sus ojos brillantes de lujuria pero nublados de placer, sus labios hinchados por la succión y entreabiertos, su respiración irregular; sus pectorales y hombros definidos contrastando con su abdomen plano pero también perfectamente marcado. Su sonrisa, ¡oh, esa sonrisa hermosa, tierna pero demasiado seductora! ¿Sabe este hombre lo sensual en extremo que es? ¿Sabe acaso que es una combinación perfecta y adictiva capaz de atraerte a los confines del inframundo, o abrirte las puertas al cielo? Pero, más importante, ¿sabe que su alma es tan perfecta y hermosa como su físico, incluso más?

Ya no queda nada de tela que nos oculte. Ya no hay pudor en el contacto, nuestros dedos tocan todo lo que encuentran a su paso de manera obscena y desesperada, hasta el punto de sorprenderme de que entre tanto deseo a flor de piel, la delicadeza que me hace erizar continúe presente. ¿Cómo pueden mezclarse tantas sensaciones en una? Si tuviera que poner nombre a lo que sucede entre nosotros ahora mismo, ¿cuál sería? ¿Cómo nombro esta calidez que me llena?

—¿Qué te pasa, pequeño? —Sentir sus dedos deslizándose por mis mejillas me vuelve consciente de la humedad en ellas. ¿Estoy llorando? ¿Desde cuándo?

—Yo… —Me incorporé hasta sentarme y comencé a limpiar mis lágrimas con el dorso de mis manos con cierta brusquedad. Se ha formado un nudo en mi garganta, las palabras no salen.

— No talles tan fuerte tus ojos, vas a lastimarte. —Sostuvo mis manos con una de las suyas y con la otra limpió suavemente las gotas de sal que comenzaban a asomarse otra vez—. Jungkook, estoy preocupado… Explícame qué sucede, por favor.

—No… es nada.

—¿Hice algo mal? ¿Quieres que me detenga?

—¡¿Qué?! ¡No! Por Dios, no… No has hecho nada malo, al contrario —sollocé—. Todo de ti y de esta noche es tan jodidamente perfecto que no puedo evitar preguntarme qué he estado haciendo hasta conocerte… ¿Qué me brindaron ellos a cambio de mi todo? ¡Nada! —Me ahogué en un sollozo y me rompí por completo.

—¿Ellos? —preguntó confuso. A los pocos segundos lo vi agrandar sus ojos al aparentemente comprender—. ¡No, Jungkook! Olvídalos. Olvídalo todo, que esta noche solo existamos tú y yo. Me encargaré de que solo seamos los dos.

Me besó en tantos lugares que no los puedo nombrar, borrando con cada toque los rastros de cualquier memoria pasada. Acalló mi llanto con sus besos y convirtió en una mezcla enigmática y deliciosa el sabor de mis lágrimas al unirse con nuestras salivas. Sus caricias me tiñeron completamente de su color, de tonos cálidos y hermosos. Los sollozos fueron transformándose en gemidos con cada nuevo descubrimiento de mis puntos erógenos.

El nombre de la unión de todas estas sensaciones está más que claro para mi ahora, haberlo descubierto me permitirá avanzar a una nueva página de mi vida, una en la que camine con Jimin a mi lado.

—Jimin-ah, —lo llamé. Sus ojos llenos de ternura y devoción se encontraron con los míos—, está bien que no seas el primero, para mí siempre serás el número uno. Mi primer amor. —Abrió los ojos sorprendido por mi confesión—. Te amo, Park Jimin.

Y lo besé como si mi vida dependiera de ello, como si nada más importase en el mundo, aunque realmente no importaba nada más. Jimin es mi mundo y está entre mis brazos. ¿Acaso necesito algo más?

¡Holiwis! Sé que dije que iba a actualizar dos veces por semana, pero ya demasiado los he hecho esperar, así que cambié de parecer.

Estaré actualizando un capítulo diario mientras pueda, o al menos hasta que termine la escena lemon que, desde ahora les digo, abarca varios capítulos. Esta es una pequeña manera de intentar compensarles por toda la espera hasta ahora.

La situación con el internet sigue inestable, pero trataré de no fallar. 💜

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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